tag:blogger.com,1999:blog-56892874737522092082024-03-14T07:49:20.313+01:00Papeles de cineJonathan Shields, Susan Vance, Ethan Edwards, Hazel Flagg, Jeff Lebowski, Roger O. Thornhill, Harry Powell, Margo Channing... ¿Os suenan estos nombres? Son algunos de los personajes inolvidables que nos ha regalado el Cine. Este blog se ha creado para hablar de ellos.Kaplanhttp://www.blogger.com/profile/16388624148587647338noreply@blogger.comBlogger61125tag:blogger.com,1999:blog-5689287473752209208.post-50787754287626856862013-06-24T01:02:00.002+02:002013-06-24T01:02:31.821+02:00Roger O. Thornhill<span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="color: blue;"><b><span style="font-size: x-large;">Cary Grant</span></b></span></span><br />
<span style="font-size: x-large;"><span style="color: red;"><b><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">"Con la muerte en los talones"</span></b></span></span><br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj37Z0KyIYhCF1G3KZAj0_b6RHO5dwXRA68MQJ63IeXfZn47UXhLcgUHs6la6SA7WuCQH3cBddFkQhO9ATlhKDDcAwN2nfBiHQccBPY-NghBihX-b67Yf6eeftXznf8vCbrfopjKNmiNIA/s1600/cary+2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="340" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj37Z0KyIYhCF1G3KZAj0_b6RHO5dwXRA68MQJ63IeXfZn47UXhLcgUHs6la6SA7WuCQH3cBddFkQhO9ATlhKDDcAwN2nfBiHQccBPY-NghBihX-b67Yf6eeftXznf8vCbrfopjKNmiNIA/s400/cary+2.jpg" width="400" /></a></div>
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¿Qué es el cine? Arte, movimiento, técnica, emociones, humor, pasión, negocio, glamour... Imposible resumirlo en una palabra, pero, si tuviera rostro, le pondría el de <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Cary_Grant"><b>Cary Grant</b></a>. ¿Y quién fue Cary Grant? Un símbolo universal del Séptimo Arte, fascinante icono de la elegancia, inimitable creador de estilo y mito absoluto en el oficio de interpretar.<br />
Sirva esta elocuente anécdota: en una ocasión, Cary Grant asistió, junto con otras personalidades de la cultura, a una cena en honor de Margaret Thatcher, entonces primera ministra del Reino Unido. Cuando terminó el homenaje, el actor Charlton Heston le dijo orgulloso a su esposa: <i>"¿Sabes que estuve sentado al lado de la señora Thatcher?"</i>. Su mujer le replicó: <i>"Eso no es nada, yo he estado sentada al lado de Cary Grant"</i>.<br />
Todos querían ser Cary Grant. Hasta él, nacido como Archibald Alexander Leach, aspiraba a disfrutar de esa vida, a ser un seductor, un héroe, un cómico y un hombre arrebatador. Una de sus geniales virtudes consistía en saber reírse de sí mismo, perder un poco la dignidad pero con la compostura intacta. Su sentido del humor, sus gestos y su contradictorio porte (elegante pero cómico) le permitían suavizar las situaciones más dramáticas. Había conseguido algo casi imposible: resultar un tipo cercano y familiar para el espectador pese a tratarse de uno de los actores más fascinantes del siglo XX. Digamos que, salvando las distancias, algo parecido a lo que inspira hoy en día George Clooney, si se permite la comparación.<br />
En 1959, después de una trayectoria inolvidable y repleta de obras maestras, participó en una película monumental, <i>"Con la muerte en los talones"</i> (<i><a href="http://www.imdb.com/title/tt0053125/">"North by Northwest"</a></i>), que <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Alfred_Hitchcock"><b>Alfred Hitchcock</b></a>, sin duda, no levantó como homenaje al cine, pero que hoy en día parece como si ese hubiera sido su propósito. Como la definió François Truffaut, es el perfecto epílogo de su etapa americana y la quintaesencia de su arte. <i>"Quiero hacer una película de Hitchcock que acabe con todas las películas de Hitchcock"</i>, explicó el propio director.<br />
El argumento es, básicamente, una vuelta de tuerca a obras redondas como <i>"39 escalones", "Alarma en el expreso"</i> o <i>"Sabotaje"</i>: <b>Roger O. Thornhill</b> (Cary Grant), un rutinario ejecutivo publicitario, es confundido por <b>Phillip Vandamm (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/James_Mason">James Mason</a>)</b> con el agente secreto de la CIA George Kaplan. Aunque escapa de una primera tentativa de asesinato, Thornhill se verá involucrado en una trepidante lucha por la supervivencia.<br />
En realidad, si consideramos que "North by Northwest" es un monumento al cine se debe no sólo a la calidad de la película y a lo bien que nos lo hemos pasado, sino a la manera en que Hitchcock juega con el espectador. Una vez que acaba la película descubrimos, admirados, lo inverosímil y artificial que resultan algunas partes de la historia, las trampas argumentales que el director y el guionista han ido dejando por el camino, el absurdo <a href="http://en.wikipedia.org/wiki/MacGuffin">macguffin</a> (o intriga final) que en esta ocasión nos ha regalado Hitchcock y la cadena de tremendas casualidades sobre las que se sostiene la trama... Es un experimento psicológico, como si el británico hubiera querido demostrar que el cine en estado puro no es más que el arte del engaño.<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfTKMmvbVwz6qbnifLmrkzbDkzBr40eeHGXpl2x8ZXXzKXS5EiqDmgVC9cUe0LrSHHCAxsxTlwubINiPHbH0s_Hi0c5riFm42FtIvzJaVgwgNlh4CzeA7sL-xksdqLZSqgzy-TwfLRavU/s1600/North-by-Northwest3.bmp.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="250" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfTKMmvbVwz6qbnifLmrkzbDkzBr40eeHGXpl2x8ZXXzKXS5EiqDmgVC9cUe0LrSHHCAxsxTlwubINiPHbH0s_Hi0c5riFm42FtIvzJaVgwgNlh4CzeA7sL-xksdqLZSqgzy-TwfLRavU/s400/North-by-Northwest3.bmp.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Con su secretaria Maggie, antes de empezar los problemas.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
Roger O. Thornhill, el personaje de Grant, compendia muchos de los papeles que había encarnado el actor hasta la fecha. Se trata, en esencia, de un tipo corriente de Nueva York que se siente cómodo en la jungla urbana. Precisamente, esa característica es una de las más interesantes de la película, porque todo lo que le va a ocurrir resulta extraordinario: víctima de un secuestro y de varios intentos de asesinato, tendrá que escapar de los villanos y de la policía; se enamorará y será traicionado; se convertirá en espía ocasional y, finalmente... Dejémoslo para más adelante. Si fuera un policía, un agente secreto o un héroe aventurero, el público no se sentiría tan fascinado y compenetrado con Thornhill. Y lo que le hace aún más creíble es que lo interprete Cary Grant, actor acostumbrado a soportar en sus películas situaciones arriesgadas, descabelladas y llenas de equívocos.<br />
Muy en concordancia con su carácter desenvuelto, ingenioso y
espabilado, nuestro protagonista trabaja como agente publicitario. Tal vez por ello no siente
ningún remordimiento al arrebatarle el taxi a un hombre con la excusa
de que su secretaria está enferma: <i>"Maggie, en el mundo de la publicidad
no existe la mentira, si acaso se llama exageración"</i>, le alecciona una
vez dentro del vehículo. <br />
La personalidad de Thornhill queda bien reflejada en los primeros minutos. Es un hombre cordial, elegante y con un porte muy distinguido; se trata, sin duda, de un alto ejecutivo, ya que está lo suficientemente ocupado como para arrastrar consigo a su secretaria hasta el exterior y dictarle las últimas órdenes por el camino. Le preocupa su aspecto hasta el punto de preguntarle a la chica si cree que está engordando. Su sentido del humor es sarcástico, sobre todo en lo que hace referencia a su madre, <b>Clara Thornhill (<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Jessie_Royce_Landis">Jessie Royce Landis</a>)</b>.<br />
<br />
<i>- Roger: Dígale a mi madre que ya me habré bebido un par de martinis, así que no se moleste en olfatearme el aliento.</i><br />
<i>- Maggie: ¡Oh, no hará eso realmente!</i><br />
<i>- Roger: Claro que sí. Como un sabueso.</i><br />
<br />
Sucesivos personajes nos irán revelando detalles de la personalidad de Thornhill. Cuando llega al hotel Plaza para entrevistarse con unos hombres de negocios, por uno de ellos sabremos que Roger es un tipo lento para tomar decisiones, pero perseverante y obsesivo cuando se lanza. Esta cualidad le empujará a meterse en líos a lo largo de la trama.<br />
Thornhill se maneja de maravilla en su mundo, un triángulo compuesto por su trabajo, su vida social y su madre, con quien mantiene una divertida relación. Clara es una viuda que atraviesa por una segunda juventud y que actúa como si fuera su alocada hermana. En ningún momento muestra signos de preocupación maternal, algo que sería más lógico si hiciera caso del peligro real que sufre su hijo; pero lo cierto es que nunca llega a creerse del todo que Roger tenga problemas.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLP7RSJfP8cnKVAZP9Aa81TUpqZ5LoWVoKO9uEtDBaMfVdvyXNx93exuHBnzgEoln-k-cDErnZ7qOvC2Hk3Sj9_QdhOne5_fxsT4PrxkHm1ueIouvTeYKCwqz8n3ZW4gGzcK77HDRrcQ8/s1600/North-by-Northwest-008.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLP7RSJfP8cnKVAZP9Aa81TUpqZ5LoWVoKO9uEtDBaMfVdvyXNx93exuHBnzgEoln-k-cDErnZ7qOvC2Hk3Sj9_QdhOne5_fxsT4PrxkHm1ueIouvTeYKCwqz8n3ZW4gGzcK77HDRrcQ8/s400/North-by-Northwest-008.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Roger, forzado a emborracharse con bourbon.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
La trama de la película ya no nos permite saber más de ese universo suyo, porque de repente dos tipos le secuestran sin explicaciones y se lo llevan a una lujosa mansión. Thornhill se convierte, a ojos de Phillip Vandamm y de su secretario, <b>Leonard</b> (exquisito <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Martin_Landau"><b>Martin Landau</b></a>), en un agente secreto llamado George Kaplan. Lo curioso es que Thornhill creerá estar ante un tipo llamado Townsend, auténtico dueño de la mansión, y que acabará asesinado más adelante en las Naciones Unidas.<br />
A partir de esas horas, el personaje de Cary Grant se va a especializar en lo que él mismo llamará <i>"el arte de sobrevivir"</i>. Primero tratará de entender qué le está ocurriendo, porque no es fácil asimilar en pocos minutos un secuestro express, un sorprendente error de identidad y la amenaza de muerte. Cuando los matones <b>Licht (<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Robert_Ellenstein">Robert Ellenstein</a>)</b> y <b>Valerian (<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Adam_Williams_%28actor%29">Adam Williams</a>)</b> ponen a prueba su resistencia al bourbon y se disponen a asesinarlo, descubrimos que Thornhill es un hombre de insospechados recursos: ebrio hasta las cejas, su instinto le lleva a empujar a Licht del coche para no caer por un acantilado, a conducir casi a ciegas por una carretera agónica y a ponerse en manos de la policía. A lo largo de la película le veremos salir airoso de varias situaciones arriesgadas: de la habitación del tal Kaplan en el hotel Plaza, del edificio de las Naciones Unidas, cuando es acusado de asesinato, del tren expreso Siglo XX, del ataque de un avión fumigador, del salón de subastas y, por supuesto, del trepidante final en el Monte Rushmore.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_jJs1K0xbj4qHN-aqdYZzVb9ZWKtC0TaxIDOQnYB0URR2SE0iXk0xaXeBwmzhVy_ogHbBuqpGVnzqgfB7vM48uQ4tJKK6R6ht8HZxIL0tHuXUFKQD_c0vU5dVC-kVMdG2j-W9kSzX2T4/s1600/north_by_northwest_4.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="250" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_jJs1K0xbj4qHN-aqdYZzVb9ZWKtC0TaxIDOQnYB0URR2SE0iXk0xaXeBwmzhVy_ogHbBuqpGVnzqgfB7vM48uQ4tJKK6R6ht8HZxIL0tHuXUFKQD_c0vU5dVC-kVMdG2j-W9kSzX2T4/s400/north_by_northwest_4.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">"¿Ustedes, señores, no pretenderán en serio asesinar a mi hijo, verdad?".</td></tr>
</tbody></table>
<br />
Como ocurre en muchas de sus películas, el porte de dignidad que posee Cary Grant se desvanece en situaciones jocosas; en este caso, quien le hace perder esa dignidad suele ser su madre, a quien no le preocupa ridiculizar a su hijo delante de la gente (<i>"¿Ustedes, señores, no pretenderán en serio asesinar a mi hijo, verdad?"</i>, como les suelta a la pareja de asesinos en el ascensor del hotel) o por teléfono.<br />
Cuando está relajado, libre de persecuciones, descubrimos a un Thornhill tremendamente seductor: su relación con <b>Eve Kendall (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Eva_Marie_Saint">Eva Marie Saint</a>)</b> es explosiva desde el instante en que se juntan en el vagón restaurante.<br />
<i>- Eve: Nunca hablo de amor con el estómago vacío.</i><br />
<i>- Roger: Usted ya ha comido...</i><br />
<i>- Eve: Pero usted no.</i><br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhVrKjRu6H3_FNxJAAw0bEIeWRZ7pJ2UsO8VnThf4szINZBd4NSh0oUluFtGkBWz26WMztLkJ2frW-fys2jCWEVoO_zm0LV6T6KvHCKugaHrCxbtd_caHOFXuX07O6X5Cnh0SyWXqgNPUI/s1600/North-by-Northwest07.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="223" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhVrKjRu6H3_FNxJAAw0bEIeWRZ7pJ2UsO8VnThf4szINZBd4NSh0oUluFtGkBWz26WMztLkJ2frW-fys2jCWEVoO_zm0LV6T6KvHCKugaHrCxbtd_caHOFXuX07O6X5Cnh0SyWXqgNPUI/s400/North-by-Northwest07.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Cuando Roger conoce a Eve. Una sugerente escena.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
Roger burla la vigilancia policial una vez más, pero en realidad ha caído -o eso parece- en manos de la bella novia de Vandamm. A instancias de éste, ella le prepara un encuentro con Kaplan que nunca se producirá: se trata de la mítica escena a campo abierto, en un cruce de carreteras, y de nuevo su empeño por mantenerse vivo evitará que muera; en esta ocasión, perseguido dramática y espectacularmente por una avioneta.<br />
Nuestro personaje entiende ahora que Eve le ha tendido una trampa, aunque no sabe muy bien por qué. Se siente herido, desengañado y airado, pero procura disimular, al menos hasta saber algo más de aquella misteriosa mujer. Gracias a su habilidad para conseguir lo que quiere (muy propio de los publicistas), se planta en el salón de subastas donde, por fin, descubre que Eve y Vandamm están juntos. Otras virtudes propias le permitirán salir con vida de aquella sala: su agudeza para improvisar y su sentido del humor; cuando Roger se siente acorralado, comenzará a pujar sin sentido, provocando al personal para que llamen a la policía. Genial salida, muy habitual en el cine de Hitchcock.<br />
Detenido por dos agentes, Thornhill no acaba en la comisaría, sino en un aeropuerto donde le espera el <b>Profesor (<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Leo_G._Carroll">Leo G. Carroll</a>)</b>, hombre de la CIA, del FBI o de algún inconcreto servicio secreto del Gobierno. Y por fin, después de una hora y media de metraje, conocerá la verdad oculta de todo cuanto le está pasando: Kaplan no existe, es un señuelo para que Vandamm no descubra al verdadero espía que tiene a su lado, nada menos que Eve Kendall.<br />
Hasta entonces no sabía a qué atenerse, tan sólo escapaba de las situaciones más arriesgadas gracias a su instinto. Ahora ya es dueño de la situación y puede decidir. Es como si la película hubiera sido, además de la búsqueda de un agente inexistente, la aventura de encontrarse a sí mismo. El Thornhill inmaduro y niño grande del principio (dos veces casado y divorciado, felizmente acostumbrado a su madre) ya es un tipo decidido a comprometerse por amor a la chica, su objetivo prioritario.<br />
Encerrado en una habitación de hotel para no poner en riesgo a Eve, Roger consigue escapar por la ventana y se dirige a la mansión de Vandamm, que esa misma noche se va a marchar del país con la chica y con unos secretos de Estado ocultos en una estatuilla. Gracias a su acción, consigue enterarse de que Leonard ha descubierto la verdadera identidad de Eve, por lo que tiene que ayudarle a escapar. Comprometido por amor y convertido en un hombre de acción, resolutivo y con recursos, el desenlace se resuelve de forma dramática en las cabezas de los presidentes del Monte Rushmore. Una elipse magistral encadena la tensión con una inspirada escena en un tren, donde comienza el futuro en común de Eve y Roger.<br />
<i>- ¡Vamos, señora Thornhill!</i><br />
<i>- ¡Oh, Roger, eso ya pasó!</i><br />
<i>- Lo sé, pero soy un sentimental.</i><br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikIhH7uuzKhg7rrqJucSK97tIynEa05lXEVj-a7FLKsuhxlTNmbxVYVFUtzsKcLyKP3M2Kw0fuz6Z9aqcYK-LxIN20xjeeiahMOMJJd5vutGjvL5v0BMQfmqeXY1J4qj7BzxkhfV3dR-k/s1600/North-by-Northwest-5778_0.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="301" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikIhH7uuzKhg7rrqJucSK97tIynEa05lXEVj-a7FLKsuhxlTNmbxVYVFUtzsKcLyKP3M2Kw0fuz6Z9aqcYK-LxIN20xjeeiahMOMJJd5vutGjvL5v0BMQfmqeXY1J4qj7BzxkhfV3dR-k/s400/North-by-Northwest-5778_0.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">La escena final.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<br />
<b>Curiosidades de la película:</b><br />
- El título original, North by Nortwest, se le ocurrió al jefe de guionistas de la Metro, <b>Kenneth MacKenna</b>, en referencia a la pérdida de orientación del protagonista. Hitchcock negó rotundamente que surgiera de unos versos de Shakespeare en "Hamlet: <i>"I am but mad north-northwest"</i>.<br />
- <b>James Stewart</b> trató de conseguir el papel de Thornhill, pero Hitchcock achacó al actor el relativo fracaso de <i>"Vértigo"</i> y optó por Grant.<br />
- <a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Ernest_Lehman"><b>Ernest Lehman</b></a>, el guionista, quiso hacer <i>"una película de Hitchcock que acabara con todas las películas de Hitchcock"</i>. <br />
- Hitchcock no obtuvo permiso para filmar en las Naciones Unidas, ni siquiera en los alrededores, pero se las apañó para seguir con la cámara a Cary Grant cuando entra en el edificio.<br />
- Roger O. Thornill dice en una escena que la “O” de
su apellido no significa nada. Fue un guiño a <b>David O.
Selznick</b>, cuya “O” tampoco significaba nada.<br />
- La actriz Jesse Royce Landis hace de madre de Cary Grant, aunque en realidad era sólo siete años mayor que él.
<br />
- La censura española recortó la escena de amor en el tren y, también en Estados Unidos, se cambió la frase de Eva Marie Saint: <i>“Nunca hago el amor con el estómago vacío”</i> por <i>“Nunca hablo de amor con el
estómago vacío”</i>.<br />
- Cary Grant se llevo 450.000 dólares por la película, un
porcentaje en los beneficios y 315.000 dólares por retrasos en el rodaje.<br />
- Durante el rodaje en el Monte Rushmore, Eva Marie Saint descubrió
con sorpresa que Cary Grant les cobraba a sus fans 15 centavos por autógrafo.<br />
- Hitchcock tenía previsto que Grant estornudara al pasar por la nariz de Lincoln en el Monte Rushmore.<br />
- Martin Landau se quejó a Hitchcock al comprobar que siempre le daba instrucciones a
James Mason, Cary Grant y Eva Marie Saint, pero a él no. El director le tranquilizó al asegurarle que nunca daba indicaciones a un actor si creía que lo estaba haciendo bien.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0WqrmuDz8RJjcSHZYNjHdbyR0oFJRl5Gy0PN4YXmN1LjXHH8VVKx7lkThPt781Jp2OLHstCx-PTXobhUM-hDzB4aCPf4pnGu5n1HFJRUZ2hG73zTDqr37MBWa2AzWNRU26-Pr7-YNWZY/s1600/north_by_northwest0004.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0WqrmuDz8RJjcSHZYNjHdbyR0oFJRl5Gy0PN4YXmN1LjXHH8VVKx7lkThPt781Jp2OLHstCx-PTXobhUM-hDzB4aCPf4pnGu5n1HFJRUZ2hG73zTDqr37MBWa2AzWNRU26-Pr7-YNWZY/s400/north_by_northwest0004.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">El famoso plano en la carretera. Tampoco es Kaplan.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
- El plano final de la película (el tren penetrando en un túnel) es
una metáfora sexual de la que los censores no se percataron.<br />
- Con cierto sentido, Roger O. Thornhill está considerado como el primer <b>James Bond</b> de la historia; y así lo reconocieron los guionistas de esa saga. De hecho, el primer actor en el que se pensó para interpretar al agente 007 fue Cary Grant.<br />
- La historia de la falsa identidad de un espía tiene su base real en la II
Guerra Mundial, cuando unas secretarias de la embajada británica
en Oriente Medio inventaron un agente secreto para despistar a los espías alemanes.<br />
- Aunque en su época no obtuvo reconocimientos (como a menudo ocurría con Hitchcock), hoy en día está considerado como uno de los mejores filmes de la historia del cine, el 44º según el American Film Institute.
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/HRfmTpmIUwo" width="520"></iframe>
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/KVUnUmPV33c" width="520"></iframe>Kaplanhttp://www.blogger.com/profile/16388624148587647338noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-5689287473752209208.post-12670259203886796252012-12-03T02:40:00.001+01:002012-12-03T02:41:49.388+01:00Coronel Dax <span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="font-size: x-large;"><b><span style="color: blue;">Kirk Douglas ("Senderos de gloria")</span></b></span></span><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBiNotEFoz-CtG64qYUw_-gRiWsN_gnY4zWrvG37lSlVa0QfuHL36_OcjSwgyzdxvIujK7BR50tDkdUkTzw5evDmuK97FMSTjoT7YbO1Ce5XxLqw3mLPf0sIAp38CA_tPXRSsgfxjZAW8/s1600/paths2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBiNotEFoz-CtG64qYUw_-gRiWsN_gnY4zWrvG37lSlVa0QfuHL36_OcjSwgyzdxvIujK7BR50tDkdUkTzw5evDmuK97FMSTjoT7YbO1Ce5XxLqw3mLPf0sIAp38CA_tPXRSsgfxjZAW8/s640/paths2.jpg" width="484" /></a></div>
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La década prodigiosa de <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Kirk_Douglas"><b>Kirk Douglas</b></a>, desde 1951 a 1960, contiene una docena de obras maestras y está repleta de personajes memorables, de esos que te obligan a amar el cine para siempre. Desde Chuck Tatum (<i>"El gran carnaval"</i>) hasta el esclavo Espartaco (<i>"Espartaco"</i>), el legendario actor nos obsequió con papeles intensos, vigorosos, a menudo atormentados y tan llenos de vida que podrían escapar de la pantalla: <a href="http://solobags.blogspot.com.es/2010/10/jonathan-shields-kirk-douglas-cautivos_02.html"><b>Jonathan Shields</b></a> (<i>"Cautivos del mal"</i>), Van Gogh (<i>"El loco del pelo rojo"</i>), Matt Morgan (<i>"El último tren de Gun Hill"</i>), Doc Holliday (<i>"Duelo de titanes"</i>), Einar (<i>"Los vikingos"</i>)...<br />
Queda un personaje esencial, un coronel del ejército francés durante la Primera Guerra Mundial que asistirá, impotente e indignado, a uno de los episodios más vergonzosos de la historia militar de su país. Sobre el <b>coronel Dax</b> gira la trama de la soberbia <i>"Senderos de gloria"</i> (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Paths_of_Glory"><i>"Paths of glory"</i></a>, 1957), donde el talento de <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Stanley_Kubrick"><b>Stanley Kubrick</b></a>, director, y el genio de Kirk Douglas, actor y productor, se unieron para dar forma a una de las grandes cumbres del cine, posiblemente el mejor alegato antibelicista jamás filmado.<br />
Dax sólo es un apellido corto, sin nombre, sin linaje ni oropeles. No pertenece al noble estrato social de los generales <b>Mireau (<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/George_Macready">George Macready</a>)</b> y <b>Broulard (<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Adolphe_Menjou">Adolphe Menjou</a>)</b>, pese a que, por jerarquía militar, debería ser alguien muy cercano a ellos. Dax marca las distancias con una frialdad muy calculada: no congenia con sus superiores, aunque se muestra cortés y atento cuando tiene que tratarlos. Tampoco puede ser compañero de sus soldados, pero intuímos que comprende mucho mejor las inquietudes de su tropa que las elevadas motivaciones de los generales.<br />
La personalidad de Dax se revela mucho mejor en contraste con la de estos dos personajes. Mireau y Broulard pasean sus elegantes trajes por los enormes salones de un castillo, desde donde hacen la guerra y planean sus objetivos. Dax la vive en un tenebroso cuarto dentro de la trinchera, sin lujos, con una silla como único elemento de bienestar. No necesita demostrar que está en sintonía con sus hombres, porque tiene el mismo rostro fatigado que ellos. Pero ni en mil batallas podrán conectar los generales con la tropa; cuando Mireau pasea por las trincheras, con su impecable vestimenta y sus modales aristocráticos, sólo es capaz de soltar la misma frase: <i>"¿Qué tal, soldado? ¿Dispuesto a matar alemanes?"</i>. No puede decir nada más, porque no sabe qué más decirles a esos hombres.<br />
Antes de la guerra, Dax era uno de los más reputados abogados criminalistas de Francia. Quizá por ello aprecia mucho más el sentido de la justicia que determinados valores militares. Cuando el ayudante del general Mireau, el mayor <b>Saint-Auban (Richard Anderson)</b>, desprecia a los soldados, que actúan con instinto animal ante los bombardeos, incapaces de dispersarse, Dax le mira fijamente a los ojos: <i>"Más bien con instinto humano, ¿o es que usted no ve la diferencia, mayor?"</i>. Y sólo dejará de mirarle cuando el aludido baje la cabeza.<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJYvXyzhJdwT369HTysQd7TvYO3dm3dhGl-19mUxCarNF40FbcIxmUo9He8_WCi5bSNpv19Y7RlVvl647mSYCZSHC_snNKu5XBUWethJxXjhfHVABfX5VwbjQ5pV7y-6LZeiKd_gJIYSw/s1600/send+3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="301" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJYvXyzhJdwT369HTysQd7TvYO3dm3dhGl-19mUxCarNF40FbcIxmUo9He8_WCi5bSNpv19Y7RlVvl647mSYCZSHC_snNKu5XBUWethJxXjhfHVABfX5VwbjQ5pV7y-6LZeiKd_gJIYSw/s400/send+3.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Dax atraviesa la trinchera: una de las escenas clásicas del cine.</td></tr>
</tbody></table>
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El coronel recibe la noticia del siguiente plan militar: tomar la colina de las Hormigas. Es un objetivo que tal vez sobre un plano pueda parecer factible, pero sobre el terreno es completamente suicida. Mireau, con fría crueldad, ya ha calculado que la mitad de los hombres morirán en el ataque. Una trágica consecuencia que le importa bien poco, porque se diría que la guerra es, para él, una partida de ajedrez que afronta gozoso con una copa de coñac en la mano. Esencialmente es un militar mediocre, arcaico, incapaz de entender que la guerra mundial es una contienda moderna, mucho más sangrienta y despiadada que las batallas decimonónicas que haya podido planear desde otros despachos.<br />
Cuando Mireau apela al patriotismo para convencer a Dax, éste recuerda una cita del político inglés <b>Samuel Johnson</b> sobre ese elevado y abstracto ideal al que suelen apelar casi siempre quienes mandan a otros a morir por él: <i>"El doctor Johnson decía que el patriotismo es el último refugio de los canallas; lo siento, señor, no quería molestarle"</i>, le suelta con media sonrisa. Es evidente que Dax sí pretende molestarle. Mireau, muy ofendido por el insulto, le amenaza con alejarle del servicio y de sus hombres. Es lo peor que le puede pasar a Dax, leal y comprometido con su tropa. Sólo por esa razón asumirá y dará por buena la misión.<br />
La lealtad y la disciplina son otras dos grandes virtudes del coronel, pese a lo que cree su inmediato superior. Cuando tiene que explicar el plan de ataque a sus oficiales, ni una sola crítica escapa de sus labios. Incluso es capaz de sobrevalorar la participación de Mireau, aunque éste se limitará a observar con prismáticos la ofensiva.<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgq46jD6tfg85GNulFnW0-LO3BlQiTpLGQ4LsNd8eYZ91XyXpKqUiSFkd8wYws6OfY-nCkY7uWumK3u6z0OgTu6z8gL2j2lQpFqokw2SD9CvIMFcohcY1j-wAm7JIp0d3hsbh3DPZWsQaE/s1600/send+2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgq46jD6tfg85GNulFnW0-LO3BlQiTpLGQ4LsNd8eYZ91XyXpKqUiSFkd8wYws6OfY-nCkY7uWumK3u6z0OgTu6z8gL2j2lQpFqokw2SD9CvIMFcohcY1j-wAm7JIp0d3hsbh3DPZWsQaE/s400/send+2.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">El coronel, a punto de lanzar el ataque suicida.</td></tr>
</tbody></table>
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Llega el momento decisivo. Dax recorre toda la trinchera en silencio y sin mirar a sus soldados. Lo vemos en un travelling fabuloso, que ha pasado a la historia como una de las escenas más memorables del cine, tanto por el movimiento de cámara, que anticipa los pasos del coronel, como por el rostro de Kirk Douglas. Las explosiones se suceden alrededor, pero él ni se inmuta: no va a demostrar ni una pizca de debilidad. Cuando llega a la escalera por la que saldrá al campo de batalla, extrae su pistola, se coloca un silbato en la boca y da la orden. Cientos de soldados salen del escondite para exponerse a una muerte insensata, diseñada por dos generales irresponsables.<br />
Dax avanza sin mirar hacia atrás y sin detenerse a contemplar los cadáveres que caen a su alrededor. Sabe que el campo de batalla se está convirtiendo en un cementerio para sus hombres, pero no quiere pensar en eso... hasta que repara en que un ala del ataque no existe, porque muchos de sus soldados se han quedado en la trinchera. Tendrá que regresar para sacarles de ese agujero, pero cuando llega comprueba que es materialmente imposible salir de allí: los cadáveres se amontonan arriba ante una lluvia incesante de proyectiles que impide cualquier movimiento.<br />
A mucha distancia, el general Mireau observa el estrepitoso fracaso de su plan. Sufre un ataque de cólera y ordena, varias veces, disparar contra sus paisanos. El comandante de batería se niega a obedecer si esa orden no llega por escrito. Humillado por ese subordinado, reclama entonces que se fusilen a cien hombres. <i>"Son despreciables, una cuadrilla de perros rastreros y cobardes"</i>.<br />
Para satisfacer al general, el alto mando reduce la exigencia a tres soldados, que serán elegidos por azar y fusilados como escarmiento. Dax se ofrece primero como único sacrificado y luego como abogado de los condenados. Quizás entonces ha perdido ya su fe en la justicia militar; no puede entender que hayan complacido el capricho de Mireau sin más. Una mínima investigación de los hechos hubiera desvelado, por ejemplo, no sólo que el general quiso disparar sobre sus hombres en un arrebato de rabia, sino que ha ocultado esas intenciones para que nadie cuestione el castigo ejemplar que exige su sentido del patriotismo y su dignidad. También se hubiera conocido que uno de los condenados, el cabo <b>Paris (<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Ralph_Meeker">Ralph Meeker</a>)</b>, salió elegido porque fue testigo de la cobardía del teniente <b>Roget (Wayne Morris)</b>, que mató accidentalmente a un soldado durante una escaramuza.<br />
El consejo de guerra se convierte en una grotesca pantomima, en <i>"una deshonra y un agravio al honor"</i>, como lo calificará Dax. Se siente impotente frente a la parcialísima actuación del juez, la indigna actitud del fiscal y la complicidad de unos oficiales que ya han decidido la ejecución sin esperar el resultado del juicio. Por eso, porque entiende que todo está perdido, se olvida de discursos sensatos: <i>"Caballeros y miembros del tribunal, hay ocasiones en que siento vergüenza de pertenecer a la raza humana, y ésta es una de ellas"</i>. Ha protestado, ha insultado a la propia corte y, finalmente, sólo le queda como último recurso apelar a la compasión del tribunal.<br />
A su manera, dentro del estrecho margen que le dejan, Dax aún tendrá ocasión de hacer justicia. Primero, al encargarle al teniente Roget que dirija el pelotón de ejecución de los tres soldados, como venganza por haber mandado a la muerte al hombre que conocía su secreto; es una misión odiosa, que le avergonzará y le marcará delante de soldados y suboficiales. Después, al informar a Broulard sobre las intenciones que tenía Mireau de disparar contra la tropa, una acción indigna que puede acabar con su carrera militar.<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-p0JnKdLvNJ6GoCso2r8Z3WRIittXIHtpUXk79Q-tLQBCLP29i_ZorZJpF-i_uWbiAA51iS-GoNGa3JZO7RDy1Jv5HvmyL7nvwT06iLIlyhVo7gDZbA32zvHfjePs5ai-0AZNWA8mpJ8/s1600/send4.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-p0JnKdLvNJ6GoCso2r8Z3WRIittXIHtpUXk79Q-tLQBCLP29i_ZorZJpF-i_uWbiAA51iS-GoNGa3JZO7RDy1Jv5HvmyL7nvwT06iLIlyhVo7gDZbA32zvHfjePs5ai-0AZNWA8mpJ8/s400/send4.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Broulard, Dax y Mireau, en una magnífica escena.</td></tr>
</tbody></table>
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Dax tendrá ocasión de conocer la catadura moral de este general, más peligroso aún que Mireau, quizá porque su amabilidad y su aire campechano ocultan a un ser tremendamente cruel, que toma decisiones criminales sin perder la sonrisa.<br />
<i>- "Los soldados son como los niños, necesitan disciplina; y un modo de mantener la disciplina es fusilar de vez en cuando".</i><br />
<i>- ¿Puedo preguntarle si de verdad cree en lo que acaba de decir?".</i><br />
El coronel amenaza con hacerle chantaje y difundir a los periodistas y a los políticos el escándalo de Mireau para que Broulard inicie la investigación y no se olvide del asunto. Ya no le sirve para salvar la vida de los tres desgraciados soldados, pero al menos permitirá castigar la soberbia de un individuo que es capaz de mostrarse cínico después de la ejecución: <i>"Sus hombres murieron muy bien"</i>, le suelta Mireau al coronel mientras disfruta del almuerzo.<br />
Broulard "vende" a su amigo y cree que todo lo que ha hecho Dax es para ascender en la jerarquía militar y ocupar el puesto del general. <i>"Señor, ¿me deja sugerirle que puede hacer con ese ascenso?"</i>, le responde. Cuando le pide que se disculpe, el coronel explota de indignación por primera vez. <i>"Me disculpo por no haberle dicho antes que es usted un
degenerado, un viejo sádico, ¡y aunque me hunda en la profundidad del infierno
no le pediré más disculpas!”</i>.<br />
Broulard no puede entender que existan aún idealistas como Dax, personas capaces de anteponer el sentido de la justicia, la honestidad y el deber a las ambiciones y corruptelas que parecen dominar el mundo del general. Tan acostumbrado está a esa perversión, que realmente no se siente culpable de nada.<br />
<i><br />- "¿Qué es lo que he hecho mal?".</i><br />
<div class="MsoNormal">
<i>- "Si no sabe contestar a esa pregunta, le compadezco".</i></div>
<div class="MsoNormal">
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El coronel Dax se aleja del castillo y se acerca a la cantina. Desde fuera escucha vociferar a sus hombres. Rostros agitados y agresivos contemplan a una muchacha alemana que siente pánico al enfrentarse con semejante jauría humana. Pero cuando se pone a cantar, la violencia desaparece del ambiente; los soldados están conmovidos y emocionados. Y Dax, sonriente, se aleja, convencido de que, pese a todo, quizás nada está perdido en este mundo.<br />
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<b>La película: </b><br />
- Stanley Kubrick, <b>Calder Willingham</b> y <b>Jim Thompson </b>se encargaron de adaptar la novela de <a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Humphrey_Cobb"><b>Humphrey Cobb</b></a>, publicada en 1935 con el mismo título. Novela y película están inspiradas en un episodio real, el fusilamiento de cuatro soldados franceses en 1915 por insubordinación. Casi veinte años después de su muerte, el ejército francés reconoció la imprudencia del general contra el que se rebelaron y rehabilitó el honor de los soldados. <br />
- La película fue la primera colaboración entre el talento de Kubrick, director, y el genio de Douglas, actor y productor, que había creado tiempo atrás Bryna Productions.<br />
- Kirk Douglas reconocía el talento de Kubrick, pero lamentó que quisiera alterar el desenlace de la novela para conseguir un final feliz y más comercial. Según su autobiografía, <i>"El hijo del trapero"</i>, le exigió al joven cineasta que volviera a escribir el final conocido.<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPbF3tRbjWb4-ZJV-OjDUKpHlRC5edgpw1GSheux9VS849FSyCSnkgmRNqMvzNON1TLw7cHTL8s1E73yoohyF9OoCVzaK7vDwUopewMcGsALkXm5iKVdqMG_IwFCOKXWbHJjyjbgvN9IU/s1600/send5.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPbF3tRbjWb4-ZJV-OjDUKpHlRC5edgpw1GSheux9VS849FSyCSnkgmRNqMvzNON1TLw7cHTL8s1E73yoohyF9OoCVzaK7vDwUopewMcGsALkXm5iKVdqMG_IwFCOKXWbHJjyjbgvN9IU/s400/send5.jpg" width="398" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Kubrick y Douglas, en un momento del rodaje.</td></tr>
</tbody></table>
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- Las desavenencias entre ambos estallaron en su segunda y última película: Douglas acusó a Kubrick de querer firmar el guión de <i>"Espartaco"</i> en lugar de <b>Dalton Trumbo</b>, que hasta entonces utilizaba un seudónimo por ser víctima de la "caza de brujas" del senador <b>Joseph McCarthy</b>.<br />
- Como esperaba el productor, la película obtuvo discretos resultados en taquilla. Tampoco la crítica la ensalzó en su momento, pero con el paso del tiempo esta percepción cambió radicalmente. Hoy en día, muchos expertos la consideran la mejor película de cine bélico (antibelicista en este caso) de la historia.<br />
- <i>"Senderos de gloria"</i> fue prohibida en Francia y, entre otros países, en España, donde su estreno no se produjo hasta 1986.<br />
- Aunque la historia está ambientada en el frente francés de 1916, el rodaje tuvo lugar en Munich, porque a Kubrick le gustaron los castillos de los alrededores.<br />
- <b>Richard Burton</b> y <b>James Mason</b> fueron dos de los candidatos para el papel del coronel Dax, aunque <b>Gregory Peck</b> fue el mejor colocado para conseguirlo. Kirk Douglas, que inicialmente no pudo por estar ocupado en una función teatral de Broadway, se quedó al final con el personaje.<br />
- La mayoría de los actores que participaron en las escenas de la trinchera enfermaron debido al tremendo frío que pasaron. Más tarde reconocieron que esas condiciones ayudaron a recrear las penalidades de los soldados, como exigía el guión.<br />
- La actriz que interpreta a la cantante alemana en la escena final, <b>Christiane Harlan</b>, se convirtió en la esposa de Kubrick. <br />
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<iframe allowfullscreen="allowfullscreen" frameborder="0" height="360" src="http://www.youtube.com/embed/eTZ5WuX2lG4" width="480"></iframe>
Kaplanhttp://www.blogger.com/profile/16388624148587647338noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-5689287473752209208.post-71077907463500673812012-11-22T01:22:00.001+01:002012-11-26T13:31:59.953+01:00Hazel Flagg<b><span style="font-size: x-large;"><span style="font-family: Times,"Times New Roman",serif;"><span style="color: blue;">Carole Lombard ("La reina de Nueva York")</span></span></span></b><br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiAeuqQi-f8qt6kh2OvRrGlyEbT0IdIJIOiCuymXtAjR5WDTHw7jHz0dRByGtlnawbMNnX9EueRwfdFKNTRK385QnKE6YFwzMrhwCdjZJsA2eqBnq6ycQCBuy5dMBrNEGiqLHNXJwWJ5iw/s1600/nothing_sacred_1937.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="306" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiAeuqQi-f8qt6kh2OvRrGlyEbT0IdIJIOiCuymXtAjR5WDTHw7jHz0dRByGtlnawbMNnX9EueRwfdFKNTRK385QnKE6YFwzMrhwCdjZJsA2eqBnq6ycQCBuy5dMBrNEGiqLHNXJwWJ5iw/s400/nothing_sacred_1937.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">March, Lombard y Connolly, en un cartel promocional del film.</td></tr>
</tbody></table>
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<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Carole_Lombard"><b>Carole Lombard</b></a> es un bellísimo recuerdo en la historia del cine. Falleció en 1942, en un accidente de aviación, sin poder ver el estreno de <i>"Ser o no ser"</i>, una de las mejores comedias que se hayan filmado nunca y de la que era excepcional protagonista. Joven, divertida, guapa, fresca y disparatada, poseía un desparpajo y un sentido desenfadado del humor que no casaban con su hermoso rostro, clásico y elegante, ni con su esbelta figura, que parecía diseñada para lucir lujosos vestidos. El público la adoraba. Los miembros del rodaje la adoraban. Los actores la deseaban. Y <b>Clark Gable</b> la idolatraba hasta el punto de que jamás volvió a ser el mismo al quedarse viudo. Desde 1942 hasta su muerte fue el viudo de América, pese a sus posteriores aventuras y matrimonios.<br />
En 1937, con 29 años, se puso a las órdenes de <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/William_A._Wellman"><b>William Wellman</b></a> para interpretar a <b>Hazel Flagg</b>, una joven de Warsaw (pueblo ficticio), en el condado de Vermont, que, al parecer, ha sido expuesta a una radiación y tiene las horas contadas. <b>Wally Cook (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Fredric_March">Fredric March</a>)</b>, reportero de Nueva York, intentará sacar todo el partido posible de esa desgracia para relanzar su carrera periodística. Así arranca la trama de la genial screwball (comedia loca) de Wellman, aderezada con la aportación de fantásticos secundarios (<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Walter_Connolly"><b>Walter Connolly</b></a>, <b><a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Margaret_Hamilton">Margaret Hamilton</a>, <a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Charles_Winninger">Charles Winninger</a></b> o <a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Sig_Ruman"><b>Sig Ruman</b></a>), con unos diálogos muy brillantes, situaciones jocosas y la comicidad gestual y locuaz de una actriz en plena forma. <br />
Cook se marcha al pequeño pueblo de Warsaw dispuesto a entrevistar a Hazel Flagg, la joven que está condenada a muerte por radiación. Pero al llegar se ve expuesto al desprecio, a las burlas e incluso a los ataques de sus habitantes por tratarse de un periodista. Mientras tanto, la joven acaba de enterarse de que no va a morir. El <b>doctor Downer</b> (Charles Winninger) se equivocó en sus análisis. Lejos de reprocharle su error, en realidad le agradece que le haya salvado la vida. Tal es la relación entre el disparatado médico y la absurda joven.<br />
No sabemos nada sobre la vida de Hazel y, tal como discurre la película, ni falta que hace. Puede ser huérfana y vivir sola, sin familia, porque en ningún momento tenemos indicios de que existan padres o hermanos. Aparece en pantalla llorando camino de la consulta, desconsolada por su escaso margen de vida, y sale también llorando, frustrada porque va a seguir viviendo y eso significa que ya no podrá viajar a Nueva York, como pensaba, para disfrutar a lo grande de sus últimas horas. Curiosa paradoja: le alegra vivir, pero la perspectiva de quedarse para siempre en el pueblo le parece casi un castigo mayor. Es como una chiquilla que no mide las consecuencias de sus actos. Hazel Flagg ha crecido físicamente pero es una niña.<br />
En su camino se tropieza con el desdichado periodista, ajeno a la nueva noticia. Y cuando ella está a punto de revelarle que todo era un error médico, él comete un error más grave: invitarla a pasar sus últimos días de vida en Nueva York, con todos los gastos pagados. Una sabrosa tentación para la chica, que decide mantener la farsa con tal de huir de Warsaw y disfrutar de los placeres de la gran ciudad para cumplir el sueño de su vida. Ya se arreglará todo cuando llegue el momento.<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEip1siL86zCrKBYpr6jxRu7W1gb8RAcdnf9t6xYgiNcJopZW1L0Y0vhG8omLifk781L2w95O5cxFDtvspRjd9xf3w7GoF8MnhKl-0re903DZShwyupa2mTt0YA5UUjWrJzalky3xalLBhk/s1600/carole4.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="298" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEip1siL86zCrKBYpr6jxRu7W1gb8RAcdnf9t6xYgiNcJopZW1L0Y0vhG8omLifk781L2w95O5cxFDtvspRjd9xf3w7GoF8MnhKl-0re903DZShwyupa2mTt0YA5UUjWrJzalky3xalLBhk/s400/carole4.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Hazel espera resignada que un poeta se inspire en su tragedia.</td></tr>
</tbody></table>
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Hazel Flagg es tan inconsciente, tan deliciosamente infantil, que no alcanza a comprender en qué embrollo está a punto de meterse. En el avión, acompañada por el periodista y el doctor -el único que está al tanto de la farsa- parece una niña ilusionada y apenas siente remordimientos por lo que está haciendo. Entonces ya le advierte a Cook que no quiere saber nada de médicos. <i>"Todo el mundo sabe que el envenenamiento por radio es incurable, así que ¿para qué perder el tiempo con pruebas médicas?"</i>.<br />
El "Morning Star", periódico que patrocina la farsa, le prepara un gran recibimiento: recibe de manos del alcalde la llave de Nueva York, una ciudad que se rinde a sus pies; banquetes, portadas, fiestas, paseos turísticos... hasta una velada de lucha libre se paraliza porque la joven está entre el público.<br />
Quien sí tiene remordimientos es Wally Cook, impresionado por el valor y la expresión de felicidad de la muchacha. Le confiesa que él es un farsante, porque aprovecha su tragedia para elevar su prestigio como periodista. Está tan compungido, que ella trata de animarle:<br />
<i>- "Hoy me encuentro muy bien...".</i><br />
<i>- "No exprese tanta alegría, se me parte el alma".</i><br />
La abrumadora tristeza que siente a su alrededor (rostros que la observan en silencio y cabizbajos, lágrimas, miradas de compasión y ese extraño fotógrafo que parece pedir perdón cada vez que dispara su cámara) comienza a hartarle. Cook le hace ver que muchas de esas lágrimas son fingidas. <i>"Mejor que sean fingidas, así estamos en paz"</i>, replica ella.<br />
No es el ambiente que esperaba. Hazel pretendía pasárselo en grande y, sin embargo, todo lo que le rodea le hace llorar... excepto si se emborracha. Cuando se desmaya en una fiesta, todos creen que es el principio del fin, pero al doctor le basta con olerle el aliento para darse cuenta del asunto.<br />
Su conciencia despierta con la resaca, pero no precisamente por su fraude, sino por el grave daño profesional que le va a causar a Wally Cook cuando se conozca la verdad. En pocas palabras: se está enamorando de él. Al periodista le ocurre algo parecido: tantas horas a su lado le han reblandecido el corazón; ya no le importa tanto el impacto periodístico de su exclusiva y su éxito profesional como el daño que se le pueda causar a la joven en las que -él aún cree- están siendo sus últimas horas.<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCurahM4gbW9Awq40_4x4XL65jTsWwCxrhU_WBse_MQztdmV1vueQ-TgBit8g2cs8yPVEdtAwf3VEULHpEmgWrMCSvHsvGE5JEVkBe9eLQ_hZjAqbyj2jLsJbnEPaxQ_r1AGT5gYtmlmE/s1600/Fredric_March_and_Carole_Lombard.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCurahM4gbW9Awq40_4x4XL65jTsWwCxrhU_WBse_MQztdmV1vueQ-TgBit8g2cs8yPVEdtAwf3VEULHpEmgWrMCSvHsvGE5JEVkBe9eLQ_hZjAqbyj2jLsJbnEPaxQ_r1AGT5gYtmlmE/s400/Fredric_March_and_Carole_Lombard.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">La pareja protagonista.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
Wally le abruma todavía más cuando le revela que está organizando los preparativos de un entierro que contará con un desfile de 30.000 vehículos y medio millón de personas. Pero la sorpresa es otra: Cook ha llamado a un experto mundial en radiaciones para que la visite. <i>"Tengo que suicidarme antes de que me reconozca ese médico"</i>, le suelta luego a su doctor. En realidad su intención es dejar una nota, lanzarse al río, disponer de una barca que la recoja y desaparecer con su médico para siempre. Pero Wally Cook llega a tiempo... a tiempo de empujarla en su ímpetu y tirarla al agua. La cara de niña enfadada que le sale a Carole Lombard es tan reveladora como la que pone cuando ella y Cook se besan por fin.<br />
Por desgracia, cuando regresa al hotel le espera el especialista en radiaciones, el <b>doctor Emil Eggelhoffer</b> (Sig Ruman), que ha traído consigo a un equipo de expertos europeos. La conclusión es que no está envenenada y así se lo hacen saber al director del Morning Star, <b>Oliver Stone</b> (el genial, como siempre, Walter Connolly).<br />
A Cook le importa más saber que ella va a vivir que el monumental fraude que ha montado. Y Hazel no tiene fin: finge una pulmonía para no tener que dar la cara. Está avergonzada ante Wally, asustada como si fuera una chiquilla que ha mentido a sus padres y teme las consecuencias. A él sólo se le ocurre aumentar de forma acelerada sus pulsaciones y su fiebre agitándola, insultándola para que se enfade y le pegue. Es una de las escenas más divertidas del film, una pelea entre ambos, en la que Carole Lombard se agota agitando los brazos al aire y expresando un odio infantil. Y el desenlace, sorprendente, es un derechazo al mentón de la joven, ella con los ojos cerrados, el rostro desencajado por el golpe y la sorpresa, y su boca tratando de articular una palabra, pero sin aire para ello. Poco después, ella le pagará con la misma moneda y le dejará sin sentido.<br />
Hazel está harta del montaje y de la farsa continua, quiere revelar la verdad a todo el mundo, ya le da igual. Prefiere pasar por esa vergüenza. <i>"Voy a confesarlo todo, me vuelvo a Warsaw; allí me quieren, no me pegan palizas ni me tiran al río"</i>. Por fortuna para Oliver Stone y la dignidad de su periódico, quienes se enteran de toda la trama tampoco dirán nunca nada.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiyGyDLNStGktiWOALMRBfv9ZmGL5_Ky4eehdJ5vPAGEG1reTzzepvo2Lmi2T5Ipx2gEH2QosABU-3f2xSMYjknqgaBAwCOc5RQ8_nkNjDdx4mGkmqVNxQJWbxcFdVs8lb4TS32R9fr-Hg/s1600/carole1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="296" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiyGyDLNStGktiWOALMRBfv9ZmGL5_Ky4eehdJ5vPAGEG1reTzzepvo2Lmi2T5Ipx2gEH2QosABU-3f2xSMYjknqgaBAwCOc5RQ8_nkNjDdx4mGkmqVNxQJWbxcFdVs8lb4TS32R9fr-Hg/s400/carole1.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Hazel, a punto de explotar de indignación.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
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</div>
<div style="text-align: right;">
</div>
Como tenía previsto, ella desaparece, deja una nota de agradecimiento y la ciudad de Nueva York asume que ha muerto. Como una gran mujer. Como una heroina moderna. Nadie la olvidará jamás, o eso es lo que ella cree, una vez casada, a bordo de un crucero. Su marido le abrirá los ojos: <i>"No te preocupes, querida, dentro de dos meses ya nadie se acordará de Hazel Flagg: encontrarán otro mito. Reconócelo, eras una atracción más, como la mujer barbuda. Incluso ya empezaban a impacientarse, por lo lento que llevabas el caso"</i>.<br />
A los espectadores, sin embargo, les parece que el tiempo ha volado, que la historia se ha hecho muy corta. Pero esas son las leyes de la screwball. Y William Wellman, luego especializado en películas de acción, demostró que era un maestro manejando la comedia.<br />
<br />
<b>La película:</b><br />
- <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Ben_Hecht"><b>Ben Hecht</b></a> escribió el guión en un viaje de dos semanas en tren. Lo adaptó de una historia del periodista <b>James H. Street</b>, <i>"Letter to the editor"</i>. Sin embargo, por desavenencias con el productor <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/David_O._Selznick"><b>David O. Selznick</b></a> (quien no quiso incluir a <b>John Barrymore</b> en el reparto por su alcoholismo), fue relevado casi al final por Budd Schulberg y Dorothy Parker. <br />
- El boxeador <b>Max Rosenbloom</b> tuvo un pequeño papel en la película y, además, entrenó a Carole Lombard para la escena de la pelea con Fredric March. Pese a ello, necesitó un día para recuperarse de los golpes.<br />
- <i>"La reina de Nueva York"</i> fue la primera comedia filmada en Technicolor, con una técnica innovadora para la época.<br />
- Los dos protagonistas, March y Lombard, no se llevaban nada bien; se cuenta que una de las causas fue que la actriz rechazó al actor en su camerino.<br />
- El papel de Hazel Flagg estuvo pensado para <b>Janet Gaynor</b> debido a su gran éxito en <i>"Ha nacido una estrella"</i>, película que protagonizó precisamente con Fredric March.<br />
- Está considerada como una de las mejores comedias locas o screwball de todos los tiempos. En su momento recaudó algo más de 1,8 millones de dólares.<br />
- En 1953 se estrenó en Bradway un musical teatral con el título de <i>"Hazel Flagg"</i>. <b>Janet Leigh, Dean Martin</b> y <b>Jerry Lewis</b> protagonizaron un remake en 1954, <i>"Viviendo su vida"</i>, de <b>Norman Taurog</b>. La novedad es que Jerry Lewis hizo el papel de Lombard (Homer Flagg), Janet Leigh, el de March, y Dean Martin, el del doctor.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiCoR7cgsEqiWWTSrSzMa0Jy9XK7_m7HQhIXI3EgNzf7CnCaUQQoCxgR8h0psrphasPOGcrAheSdorwWNYw6rKHTAeD5-1U4yNpBd8vFBlrMGbp8xGc12KXB9qB-_TRbX4plVK5IC_k020/s1600/living.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="315" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiCoR7cgsEqiWWTSrSzMa0Jy9XK7_m7HQhIXI3EgNzf7CnCaUQQoCxgR8h0psrphasPOGcrAheSdorwWNYw6rKHTAeD5-1U4yNpBd8vFBlrMGbp8xGc12KXB9qB-_TRbX4plVK5IC_k020/s400/living.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Cartel de "Viviendo su vida", el remake de 1954.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
- Restaurada en dos ocasiones, la película pasó a ser del dominio público, sin derechos de autor, durante muchos años por no renovar el copyright.<br />
- Dos grandes actrices secundarias, muy recordadas en 1939, actuaron en la película: Margaret Hamilton, célebre por su papel de bruja en <i>"El mago de Oz"</i> y <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Hattie_McDaniel"><b>Hattie McDaniel</b></a>, la criada de Escarlata O'Hara en <i>"Lo que el viento se llevó"</i>.<br />
<br />
<iframe allowfullscreen="allowfullscreen" frameborder="0" height="360" src="http://www.youtube.com/embed/FbV83kwJZ68" width="480"></iframe>Kaplanhttp://www.blogger.com/profile/16388624148587647338noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5689287473752209208.post-61793401440498391412012-07-30T10:39:00.001+02:002012-07-30T10:50:31.414+02:00Sir Wilfrid Roberts<b><span style="color: blue; font-family: Verdana, sans-serif; font-size: x-large;">Charles Laughton ("Testigo de cargo")</span></b><br />
<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh62cCMXnI7LD_-jJF3ikIVJUNSbYQa2QamEw06-MrUt8UlCmAuxi-wXqJCJzBf8tUYeBrlqC4caFuXXxvP0Z6sD6HUtWcn9ZIMrF0QLLr6YS0PnHY3GF5c01ohE38kbH3QZjBtkh5P8xk/s1600/laughton1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh62cCMXnI7LD_-jJF3ikIVJUNSbYQa2QamEw06-MrUt8UlCmAuxi-wXqJCJzBf8tUYeBrlqC4caFuXXxvP0Z6sD6HUtWcn9ZIMrF0QLLr6YS0PnHY3GF5c01ohE38kbH3QZjBtkh5P8xk/s640/laughton1.jpg" width="464" /></a></div>
<br />
<b><i><span style="font-size: large;">- Sir Wilfrid, si no le molesta me gustaría leerle un poemita que hemos compuesto para darle la bienvenida.</span></i></b><br />
<b><i><span style="font-size: large;">- Es un gesto conmovedor. Puede recitarlo después de la oficina, en su tiempo libre. ¡Ahora, al trabajo!</span></i></b><br />
<br />
<i>"Laughton podía hurgar en su talento como un niño feliz en una caja de juguetes llena a rebosar"</i>. La frase pertenece a <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Billy_Wilder">Billy Wilder</a></b>, director de la prodigiosa <i>"Testigo de cargo" (<a href="http://www.imdb.com/title/tt0051201/">"Witness for the prosecution"</a></i>, 1957), y está dedicada al hombre que protagonizó esa joya, <i>"el mejor actor del mundo"</i>, como el propio Wilder definió a <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Charles_Laughton">Charles Laughton</a></b>. No era un elogio fácil, ya que el cineasta austriaco había podido comprobar que, en cuestión de estrellas, hay que andar con pies de plomo a la hora de conceder alabanzas: tras filmar <i>"Perdición"</i>, proclamó que <b>Barbara Stanwyck</b> era la mejor actriz con la que había trabajado; pero cuando ofreció a otras estrellas papeles principales en sus películas, algunas le contestaron con cierto despecho que se los diera a su <i>"actriz favorita"</i>.<br />
Charles Laughton puso todo su talento, entusiasmo y derroche interpretativo para componer el personaje de <b>Sir Wilfrid Roberts</b>, un veterano abogado criminalista de Londres que regresa a su despacho tras haber permanecido cuatro meses en un sanatorio por un ataque cardiaco. Después de 37 años de intensa dedicación laboral, su corazón sufre los excesos del alcohol, del tabaco y de su exagerada pasión por el trabajo.<br />
Es un hombre que se vacía en las causas que defiende. Mordaz, sarcástico, insensible en apariencia, astuto como un lince, inteligente e intuitivo y con una enorme experiencia para tratar con acusados, jueces y colegas. Le gusta hablar claro, es vehemente y no soporta la sensiblería. Cuando desprecia la lectura del poema de bienvenida que sus empleados le han escrito, una mujer no puede evitar que se le escape un amago de sollozo: le emociona saber que es el mismo cascarrabias de siempre. <i>"Más sentimentalismos a mi alrededor y les aseguro que me vuelvo al hospital"</i>, les advierte él.<br />
No siempre debió ser así, desde luego. Cuando entra en su despacho tras la larga ausencia, le revela a su mayordomo <b>Carter (<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Ian_Wolfe">Ian Wolfe</a>)</b> cómo se sintió en su primer caso: <i>"Tenía más miedo que el propio acusado. La primera vez que me levanté para hablar se me cayó la peluca"</i>.<br />
<br />
<i><b>- ¿Se nota mucha corriente? ¿Quiere que cierre la ventana?</b></i><br />
<i><b>- Quiero que cierre usted la boca. Habla demasiado.</b></i><br />
<br />
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</div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJES5v9NKvzvG6Ao3FQBhg_1DQndPw68x96kNvT98CsoAt8_cPci9CTG1Q2rOLLpMSaloxt-i8ClssWJhpdL-l5ree0RBtL8c3VOHNTzsprDa5Jlq4w2LkgYQD7Z_GSKtjeDWUmvDpP_c/s1600/wit06.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="238" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJES5v9NKvzvG6Ao3FQBhg_1DQndPw68x96kNvT98CsoAt8_cPci9CTG1Q2rOLLpMSaloxt-i8ClssWJhpdL-l5ree0RBtL8c3VOHNTzsprDa5Jlq4w2LkgYQD7Z_GSKtjeDWUmvDpP_c/s400/wit06.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Miss Plimsoll y su paciente, de vuelta a casa.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
El abogado no ha vuelto solo; le acompaña una parlanchina enfermera, <b>miss Plimsoll (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Elsa_Lanchester">Elsa Lanchester</a>)</b>, que parece estar inmunizada contra el mal humor de su paciente y sus ácidos comentarios. Su misión es procurar que tome puntualmente sus pastillas y que descanse muchas horas; además, tendrá que estar preparada para requisarle los puros que siempre tiene escondidos, como los que guarda en el interior del bastón.<br />
Se siente vencido, e incluso humillado por su enfermera, a quien le revela cuántas veces sintió deseos de matarla. Él mismo se hubiera defendido en el juicio: <i>"Durante cuatro meses, este supuesto ángel de bondad ha manoseado, punzado, sondado, martilleado y torturado mi indefenso cuerpo, mientras atormentaba mi mente con palabras aptas para un niño de pecho"</i>.<br />
<div>
El paso del tiempo parece haberle convertido en un gruñón caprichoso e infantil: cuando contempla el ascensor que le han instalado para que no tenga que subir a pie las escaleras, se queja por ser víctima de una conspiración para sentirse inválido; pero cuando lo prueba se porta como un niño, fascinado por el "juguete". <i>"Fuera de allí</i> -le dice a la enfermera, que se ha sentado para probarlo- <i>el ascensor es mío porque el ataque lo tuve yo"</i>. <br />
Podrá seguir trabajando, pero tiene prohibido aceptar casos difíciles que puedan disparar su tensión. Sin embargo, la visita del procurador <b>Mayhew (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Henry_Daniell">Henry Daniell</a>)</b>, que viene acompañado por un individuo llamado <b>Leonard Vole (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Tyrone_Power">Tyrone Power</a>)</b>, le resultará irresistible. Y no es el caso criminal lo que le llama la atención, sino los cigarros que asoman por el bolsillo de la chaqueta de Mayhew.<br />
<div>
Leonard Vole está acusado de haber asesinado a <b>Emily French (Norma Varden)</b>, una rica viuda que se enamoró de él. Mientras el hombre cuenta su historia, Roberts está más preocupado por ocultar las pruebas del cigarro que fuma con deleite. No le impresiona que sea asesino o inocente. Incluso bromea con ello cuando Vole le ofrece un mechero para su puro: <i>"Joven, podrá haber matado o no a una anciana, pero a este anciano le ha salvado la vida"</i>.<br />
Sus años de experiencia le han convertido en un abogado magistral, cargado de efectos dramáticos (la prueba del monóculo, que proyecta el sol en el rostro del acusado), enormes reflejos para intentar ponerle en apuros, un humor sarcástico fuera de lo común y una inteligencia superior para hurgar precisamente donde más duele. Durante unos minutos bombardea al hombre con preguntas incisivas y muy intencionadas a gran velocidad, mientras observa con indiferencia cualquier punto indeterminado del despacho. En esta escena, Laughton está genial: tira la ceniza por la ventana, camina con lentitud, se sienta pesadamente, coloca un dedo a lo largo de su rostro en actitud pensativa, se da la vuelta con parsimonia, extrae el monóculo y apunta el cristal a la cara del hombre. El brillante y denso interrogatorio le convence de la inocencia de Vole, pese a que un nuevo abogado, <b>Brogan-Moore (John Williams)</b>, les anuncia que el acusado se ha convertido en el gran beneficiario del testamento de la víctima: 80.000 libras.<br />
Roberts no quiere conocer en principio a la esposa de Leonard, <b>Christine Vole (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Marlene_Dietrich">Marlene Dietrich</a>)</b>, porque no está dispuesto a soportar desmayos, llantos y ataques de histerismo. Pero la impactante llegada de la mujer le dejará sin habla:<span style="background-color: white;"><br /></span><br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhY67DCJfD05oN6WeitCHIoviuHbU8tLpjKYd7Bau1xTB01MglekcJMgyo5LQs1JA5JIj_ZB9gxTXrpgwN7ZNqxNKSI6lBS72-GGVWlP2obUpsvR7P2zMly_4LNfV9c9adku6zpAbThvRQ/s1600/wilfrid01.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="238" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhY67DCJfD05oN6WeitCHIoviuHbU8tLpjKYd7Bau1xTB01MglekcJMgyo5LQs1JA5JIj_ZB9gxTXrpgwN7ZNqxNKSI6lBS72-GGVWlP2obUpsvR7P2zMly_4LNfV9c9adku6zpAbThvRQ/s400/wilfrid01.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">La prueba del monóculo. </td></tr>
</tbody></table>
<br />
<b><i>- "Nunca me desmayo porque no estoy segura de caer con elegancia y no es mi costumbre oler sales porque hinchan los ojos. Soy Christine Vole".</i></b><br />
<div>
<br /></div>
La esposa de Leonard desarma por completo al abogado, cuyo rostro parece, pese a su veteranía, sumamente sorprendido y escandalizado. Es posible que en toda su trayectoria jamás se haya encontrado con una testigo tan fría, calculadora, inteligente y despiadada. Las dudas que le generan el caso a Brogan-Moore provocarán que, finalmente, Sir Wilfrid Roberts asuma la defensa de Vole. En apenas unas horas ha pasado de ser un convaleciente anciano que iba a disfrutar de un relajado y progresivo retiro profesional -sólo con casos tranquilos e inofensivos- al enérgico y tenso criminalista que vuelve a ser de nuevo. </div>
<div>
La señorita Plimsoll no puede creerlo: su paciente, con un enorme puro en la boca, le está gritando que le dé fuego y ella obedece sin rechistar. (Una vez más, excelente la manera de interpretar de Laughton: la enfermera entra en el despacho para abroncar a su paciente; éste comienza a extraer de su bolsillo el cigarro, mientras su cabeza parece estar en otro lugar y su vista en un punto indeterminado; coloca con suavidad el puro en sus labios, se palpa el traje en busca de cerillas y, sin hacer caso de la señorita Plimsoll, le pide fuego con tranquilidad, primero, y luego con un chillido que hace temblar a la mujer).<br />
Wilfrid El Zorro, como le llamaban en el hospital por el empeño que ponía en ocultar sus puros, demostrará desde el comienzo del juicio que el apodo es perfecto. Posee astucia y, como dice él de Leonard Vole, hasta cierto instinto criminal. Consciente de que la enfermera va a examinar el termo del café (<i>"Si fuera usted mujer, señorita Plimsoll, la azotaría"</i>, le recrimina por su extrema vigilancia), ya ha previsto que Carter le prepare otro con coñac y que dé el cambiazo sin que se note. Nada más entrar en la sala del juicio interviene a tiempo para desbaratar por dos veces una pregunta de su colega, el fiscal <b>Myers (<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Torin_Thatcher">Torin Thatcher</a>)</b>. <br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwEq4vjw7J3ratgG5Py7YUFLdBAyjxQXzcKt-j-rNNqolBoqy6U5x8bAzLinUbg54Ll_Lc5d6hR7GVJzoChESUHPSto0Thdo1Lc1HR4rSXTTPkduBiDJ7mMnkLhb4W2jwor28DkJlZCHI/s1600/wilfrid02.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="276" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwEq4vjw7J3ratgG5Py7YUFLdBAyjxQXzcKt-j-rNNqolBoqy6U5x8bAzLinUbg54Ll_Lc5d6hR7GVJzoChESUHPSto0Thdo1Lc1HR4rSXTTPkduBiDJ7mMnkLhb4W2jwor28DkJlZCHI/s400/wilfrid02.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Sir Wilfrid sonríe al acusado, Leonard Vole.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
Sir Wilfrid no sólo es un hábil abogado comprometido al máximo con su defendido; es también un actor soberbio que cuida hasta el mínimo detalle la puesta en escena, el tono de voz, los gestos y el ritmo del juicio. Sabe que tendrá que utilizar toda su experiencia y todos sus recursos para convencer al jurado, porque el panorama que dibujan los testigos está claramente en su contra. Así, en el memorable interrogatorio a <b>Janet Mackenzie (<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Una_O%27Connor_(actress)">Una O'Connor</a>)</b>, criada de la víctima, eleva y baja el volumen de su voz, de forma magistral, para que el jurado aprecie la notable sordera de la mujer: <i>"¿No es cierto, señora Mackenzie que ha solicitado usted al seguro nacional un audífono?"</i>. Y las últimas sílabas las pronuncia volviendo la cabeza hacia otro lado y bajando de manera gradual la voz. Es una trampa muy eficaz, pese a las protestas del fiscal, porque el jurado se quedará con la duda: ¿cómo pudo reconocer esa mujer la voz del acusado en el momento del crimen?<br />
La primera gran sorpresa y el primer giro dramático de los acontecimientos los da el testigo de cargo definitivo, Christine Vole (ahora llamada Helm), que ha decidido declarar en contra de quien se supone era su marido. Sir Wilfrid deja de jugar con las pastillas (ordenarlas una y otra vez le ayudaba a pensar), se quita el monóculo con rabia y mira a su alrededor sin entender nada. Christine ya era bastante odiosa por su cuenta, pero la mirada del abogado expresa claramente que desearía matarla. No entiende que una mujer pueda albergar tanta maldad en su interior como para destrozar la vida de su marido.<br />
Pero, en realidad, Leonard no está casado con ella. La boda que celebraron no fue legal, y ella ya tenía esposo. Christine desmonta los argumentos de la defensa y declara que, en efecto, Vole mató a Emily French. Wilfrid Robert, sereno, relajado y con un tono de voz inquisitivo pero amigable, trata de demostrar que, si ha estado mintiendo siempre, ésta no va a ser una excepción: <i>"La cuestión es saber si mintió entonces, si miente ahora o si es usted una mentirosa habitual ¡y crónica!"</i>, termina exclamando con un grito que le provoca un vuelco en su corazón. La tensión del momento y de su propia actuación judicial le están poniendo de nuevo al borde del colapso. <br />
<br />
<b>Advertencia: Si no has visto la película, mejor no sigas leyendo</b><br />
<br />
La situación es tan dramática y desesperada que el abogado prefiere poner todo su empeño en llegar al corazón del jurado antes que llegar a su cerebro. Interrogar a Leonard podría aclarar algunos puntos, pero sabe que la resolución del caso a su favor depende de los sentimientos más que de la razón... salvo que ocurra un milagro.<br />
El milagro es una extraña mujer que tiene en su poder comprometedoras cartas de amor de Christine a un tal Max. Y en una de ellas le confiesa a su amante que podría mentir para inculpar a Leonard de un crimen que no ha cometido. En lugar de desvelar enseguida esta prueba, Roberts hace llamar de nuevo a Christine y fabrica de manera magistral la trampa en la que la odiosa mujer va a caer. Christine se derrumba y lo admite todo: Leonard Vole es declarado inocente.<br />
Demasiado milagroso. Demasiado perfecto. La intuición del abogado le dice que algo no encaja, pero no sabe bien qué. Brogan-Moore se queda extrañado al ver a su colega tan pensativo. Parece ausente y ni siquiera ha celebrado el fallo de la inocencia de Leonard Vole: <br />
<br />
<b><i>- Hace una hora tenía un pie en la horca y el otro en una piel de plátano. Debería estar usted orgulloso. ¿No lo está?<br />- Aún no. Hemos vencido a la horca, pero la piel de plátano sigue todavía bajo el pie de alguien.</i></b><br />
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihrNMdeT83_PSHXVo2oii-C7nwMenbD9WzmuvE8DIjUDExpRhK7P7vFRQonkU1arJf4v3uSmJFIP2y5wqa7QEddtC9R8CgTWKKodlGaiiDkdNbp9jKQhZ9-bNqBMsP0AkTEe5OrIt00_E/s1600/witn08.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihrNMdeT83_PSHXVo2oii-C7nwMenbD9WzmuvE8DIjUDExpRhK7P7vFRQonkU1arJf4v3uSmJFIP2y5wqa7QEddtC9R8CgTWKKodlGaiiDkdNbp9jKQhZ9-bNqBMsP0AkTEe5OrIt00_E/s400/witn08.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">El abogado, asombrado ante la revelación.</td></tr>
</tbody></table>
<div>
<br />
Sir Wilfrid se queda solo y aparece Christine, que ha logrado salvarse de la multitud que pretendía agredirla por su monstruoso comportamiento. El abogado la detesta, pero enseguida cambiará su valoración ya que asiste a la verdadera (y espectacular) revelación del caso. Ahora sabe no sólo quién está pisando la piel de plátano sino cómo le han engañado, por completo, tanto los Vole como su propia intuición. Está confuso, dolido y herido en su ego: por no haberse enterado de nada, pese a su enorme sagacidad; por haberse dejado manipular, primero por Leonard y luego por Christine; por haber malinterpretado la falsa actitud del acusado, pese a su experiencia; y por no haber sabido comprender que detrás de esa fría, odiosa y cerebral mujer se encontraba una esposa enamorada, entregada a su (falso) marido, que ha tenido que urdir un plan por su cuenta sin haberse confiado a él.</div>
<div>
Queda el último giro dramático. Aparece Leonard, un tipo ahora soberbio, cínico y seguro de sí mismo; llega su verdadera amante y, con ella, el dramático final, la muerte de Leonard a manos de Christine con el mismo cuchillo con el que éste asesinó a Emily French. Mientras todo eso ocurre, Sir Wilfrid Roberts apenas les mira, complacido con el increíble devenir de los acontecimientos, como si supiera lo que iba a pasar. Juguetea con su monóculo y no interviene en ningún momento. Parece estar disfrutando. Sólo cuando la enfermera dice que no se puede hacer ya nada, que lo ha matado, él replica:</div>
<div>
<i>- ¿Matado? Lo ha ejecutado. </i><br />
La señorita Plimsoll comprende enseguida. No se van de vacaciones a las Islas Bermudas. Su paciente no va a cambiar de hábitos y ni falta que le hace. Va a encargarse de la defensa de Christine Helm y deberá ponerse a trabajar en ello enseguida. Va a necesitar toda su comprensión y su ayuda. Por eso, la última frase de la película es magistral; pone un punto final espléndido a la naturaleza de esta película:</div>
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<i><b>- ¡Sir Wilfrid, que se le olvida el coñac!</b></i><br />
<br />
<b>La película:</b></div>
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- Se suele decir que <i>"Testigo de cargo"</i> es una película de Hitchcock dirigida por Billy Wilder, pero si echamos un vistazo a la filmografía del compatriota de <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Agatha_Christie">Agatha Christie</a></b> comprobaremos que esta afirmación no encaja en absoluto ni en su obra (al menos la cinematográfica) ni en su estilo: a Hitchcock no le gustaban los <b>"whodunit"</b> (¿quién lo ha hecho?, el misterioso asesino que se desvela al final) porque entendía que en el misterio no existe lo que él perseguía: el suspense.<br />
- El relato original es una historia corta de Agatha Christie que apareció publicada por primera vez en 1925; no obstante, la novelista volvió a publicarla, con cambios sobre todo en el desenlace, en una colección llamada <i>"The hound of death"</i> en 1933. En Estados Unidos apareció en un tomo de relatos cortos titulado <i>"The witness for the prosecution and other stories"</i> (1948).<br />
- En la novela no aparecen, entre otros, ni Sir Wilfrid Roberts (el abogado se llama Mayhern, que se transforma para el cine en Mayhew) ni miss Plimsoll.<br />
- Billy Wilder sentía una gran admiración por Charles Laughton, a quien, como queda dicho, consideraba el mejor actor del mundo. Wilder recuerda en el libro <i>"Nadie es perfecto"</i>, de <b>Hellmuth Karasek</b>, que Laughton llegaba todos los días con ideas nuevas para la escena que tenían que filmar; a menudo, volvía a darle otra vuelta e, incluso, poco antes de rodar se le ocurría una nueva sugerencia, todavía más genial que las anteriores.<br />
- Wilder escribió el personaje de <b>Moustache</b> (el camarero de <i>"Irma la dulce"</i>) para Laughton, pero el cáncer que sufría el actor le impidió rodar la película.<br />
- El director también sentía un gran afecto hacia Marlene Dietrich (correspondido por la actriz), con quien ya había trabajado en <i>"Berlín Occidente"</i>.<br />
- Charles Laughton y Elsa Lanchester (miss Plimsoll) eran matrimonio en la vida real.<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcOchU2tUeejSghYoBIAvHwZMrEvCh2VJ61H5yIivVUBhWFfz4sNCTf2rfbppWFnXfAx6EYxXe9p8c1PXGs9Yuf1D7ac8DAiLZMFdyTGUVBCTJUE_3yDdXY8KaBj36Mh9gjwIUbR4q_tU/s1600/witnnees09.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="270" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcOchU2tUeejSghYoBIAvHwZMrEvCh2VJ61H5yIivVUBhWFfz4sNCTf2rfbppWFnXfAx6EYxXe9p8c1PXGs9Yuf1D7ac8DAiLZMFdyTGUVBCTJUE_3yDdXY8KaBj36Mh9gjwIUbR4q_tU/s400/witnnees09.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Elsa Lanchester y Charles Laughton, matrimonio en la vida real.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
- La productora realizó una proyección privada para la Familia Real británica previa a su estreno y todos los miembros debieron firmar una condición: no revelar a nadie el desenlace de la película. Lo mismo había ocurrido durante el rodaje: todo el equipo se comprometió a no contar el final, mensaje que, por cierto, también se solicitaba a los espectadores en los títulos de crédito.<br />
- Como el personaje principal había sufrido un ataque al corazón, Laughton y su esposa ensayaron en su casa cómo podría haber sido dicho ataque. El actor lo interpretó tan bien, al parecer, que Elsa Lanchester sufrió un verdadero ataque... pero de pánico.<br />
- La idea del monóculo que emplea Wilfrid Roberts para intimidar procedía de un abogado real, el de Charles Laughton y Marlene Dietrich.<br />
- <b>William Holden</b> fue la primera opción para el papel de Leonard Vole, pero ya estaba comprometido con <i>"El puente sobre el río Kwai"</i>. Tyrone Power (para quien esta fue su última película completa) falleció un año después mientras filmaba en España <i>"Salomón y la reina de Saba"</i>.<br />
- También resultó la última película de la espléndida actriz de reparto Una O'Connor (Janet Mackenzie), imprescindible secundaria en un buen número de películas en los años 30 y 40.<br />
- Para el personaje de Christine Vole (Romaine Vole en la novela) se pensó, además, en <b>Rita Hayworth</b> y <b>Ava Gardner</b>.<br />
- La película obtuvo seis nominaciones para los premios Oscar (incluidos el de mejor actor para Charles Laughton y mejor actriz de reparto para Elsa Lanchester), pero no ganó ninguno. Fue el año de <i>"El puente sobre el río Kwai"</i>. Marlene Dietrich ni siquiera fue nominada.<br />
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<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/5zrdw6Cx0No" width="480"></iframe>
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/KsVN1hv9D5c" width="480"></iframe>Kaplanhttp://www.blogger.com/profile/16388624148587647338noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5689287473752209208.post-40087487370904740812012-07-20T11:32:00.000+02:002012-07-21T11:14:12.095+02:00Eliza Doolittle<b><span style="color: blue; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: x-large;">Audrey Hepburn ("My fair lady")</span></b><br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhoH9I14e_rDhsttPB90-hVd8tRWJbhcG-OFx5hS5704XsyeZv2Tlfrftu0lkcL1sFbxdHeAePInHaGoE00sp_tMijdpHCg15sEKuFHXtxc1chj2g7MefQGuWYS_bp-SpvBrml-L_8oHBM/s1600/my-fair-lady.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhoH9I14e_rDhsttPB90-hVd8tRWJbhcG-OFx5hS5704XsyeZv2Tlfrftu0lkcL1sFbxdHeAePInHaGoE00sp_tMijdpHCg15sEKuFHXtxc1chj2g7MefQGuWYS_bp-SpvBrml-L_8oHBM/s640/my-fair-lady.jpg" width="444" /></a></div>
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El paso del tiempo está convirtiendo a <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Audrey_Hepburn">Audrey Hepburn</a></b> en un símbolo del glamour más que del cine. Su imagen se explota hasta la saturación en bolsos, carpetas, tazas, monederos y cualquier objeto de uso femenino. Los libros dedicados a la actriz inundan las librerías, pero son, sobre todo, álbumes de fotos de su exquisito vestuario, diseñado por Valentino, Givenchy o Elizabeth Arden, o de su hermosa colección de peinados. Y es una pena, porque mientras vivió fue un icono de la elegancia natural, la originalidad y la frescura juvenil: el glamour más mercantil llegó después. Sólo espero que alguna generación futura no se confunda, porque era, ante todo, una maravillosa actriz con gran talento e instinto para elegir papeles inolvidables.<br />
Cuando encarnó a <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Eliza_Doolittle_(personaje)">Eliza Doolittle</a></b> en 1964 tenía 35 años, pero seguía siendo la adolescente que los padres desean como hija. Ya había trabajado, e incluso repetido, con directores de enorme prestigio, como Billy Wilder, William Wyler, King Vidor, Stanley Donen, John Huston o Blake Edwards. También había protagonizado dos papeles de ensueño: la <b>princesa Anna</b> (<i>"Vacaciones en Roma"</i>, 1953) y <b>Holly Golightly</b> (<i>"Desayuno con diamantes", </i>1961).<br />
Adorada por el público, admirada por las mujeres y muy querida por los actores que pasaron a su lado (desde Gregory Peck y William Holden a Fred Astaire y Cary Grant), Audrey significaba una garantía de éxito para cualquier película. Por eso, la Warner decidió ofrecerle el papel protagonista del musical <i><a href="http://www.imdb.com/title/tt0058385/">"My fair lady"</a></i> en lugar de apostar por la mujer que había hecho de Eliza Doolittle en las salas de teatro de Broadway y Londres: la formidable, aunque todavía desconocida, <b>Julie Andrews</b>.<br />
¿Y quién es Eliza Doolittle? Ciñéndome exclusivamente a su versión cinematográfica, se trata de una florista originaria de Lisson Grove, en Westminster (Londres), con un fuerte acento <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Cockney">cockney</a>; algo desarrapada y sucia tras un día de intenso trabajo, que comienza de madrugada; ordinaria, insolente a ratos y con un hablar espantoso; sensible y soñadora, aunque demasiado ocupada en sobrevivir como para pensar mucho en el futuro. Huérfana de madre, es una joven que tuvo que buscarse la vida desde niña, ya que su padre, el soltero <b>Alfred P. Doolittle</b> (soberbio <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Stanley_Holloway"><b>Stanley Holloway</b></a>), es un vividor que deambula de taberna en taberna y sólo busca a su hija para que le preste algunos chelines.<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9mNpCBAjSNkZEM94mYNYjKcdSSVBem5KsFDiPexKnPEgjiVJU9Ntpzk9It_Nt_01dBbE1EiZ4qSo3wC8W4vUKh0XOfXthNslbRScZq1tygpcxUCSxjsSpSc_UiO_YJryN-b0EdjGSifo/s1600/eliza00.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="315" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9mNpCBAjSNkZEM94mYNYjKcdSSVBem5KsFDiPexKnPEgjiVJU9Ntpzk9It_Nt_01dBbE1EiZ4qSo3wC8W4vUKh0XOfXthNslbRScZq1tygpcxUCSxjsSpSc_UiO_YJryN-b0EdjGSifo/s320/eliza00.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">¿Unos bombones, Eliza?</td></tr>
</tbody></table>
<br />
Así es Eliza, a grandes rasgos, hasta que una noche (de 1912) conoce a <b>Henry Higgins (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Rex_Harrison">Rex Harrison</a></b>), un profesor de Fonética horrorizado por la forma en que sus paisanos -y en especial ella- destrozan el idioma de Shakespeare. Higgins se apuesta con el <b>coronel Pickering (<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Wilfrid_Hyde-White">Wilfrid Hyde-White</a></b>), un distinguido caballero a quien conoce a la salida de la ópera, en Covent Garden, que podría hacer pasar a la joven florista por una gran dama de la sociedad, una duquesa, en apenas seis meses.<br />
Es una especie de broma, pero las palabras de Higgins le llegan al alma a Eliza. Ella sólo quiere una habitación lejos del frío de la noche, chocolate para comer y tener la cara, las manos y los pies calientes (la canción <i>"Wouldn't it be loverly"</i>). Aspira, en fin, a salir de la dura y monótona vida que lleva, siempre en la calle desde madrugada hasta la noche, recogiendo flores, limpiando y vendiendo su mercancía a gente rica como si pidiera limosna. Quiere ser una señora, trabajar en una tienda de flores en una zona más distinguida (en Tottenham Court Road, por ejemplo) y ser feliz. Una modesta aspiración, aunque para ello necesitará aprender a hablar correctamente inglés.<br />
Llena de dignidad, aunque asustada y recelosa, al día siguiente se planta en el domicilio de Higgins con el propósito de dar clases. <i>"¿Ya le he dicho que he venido en taxi?"</i>, le dice orgullosa a la ama de llaves, la <b>señora Pearce (<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Mona_Washbourne">Mona Washbourne</a>)</b>. Nada de lo que pueda hacer la joven, que se esfuerza en hablar con supuesta elegancia, impresiona a la señora Pearce, al coronel Pickering y al profesor Higgins.<br />
Para Eliza es muy importante conservar la dignidad. No soporta, por ello, que Higgins le grite, le llame <i>"calamidad"</i> (en versión original, <i>"baggage"</i>, que significa bulto pero también ramera) o que amenace con tirarla por la ventana o pegarle con el palo de una escoba. Tampoco le gusta que se burle de ella ni mucho menos la cadena de despectivos comentarios e insinuaciones que le suelta.<br />
<br />
<i>- Aquí tendrá comida y vestidos; si le diera dinero se lo gastaría en bebida.<br />- ¡Usted es un bestia! ¡Eso es mentira! ¡Nadie me ha visto catar nunca ni una gota de alcohol!</i><br />
<br />
Conviene aclarar que el profesor Higgins es un misógino que no se esfuerza nada en ocultar esa condición. Más bien al contrario, exagera de manera grotesca y consciente su aversión hacia esa muchacha, quizá para dejarle bien claro dónde se ha metido y que no va a sentir ninguna compasión si le enseña a hablar correctamente. Se considera un hombre normal (la canción <i>"I'm an ordinary man"</i> define perfectamente su personalidad) y, por lo demás, detesta la hipocresía, los convencionalismos y cualquier rito social que signifique un retraso en su concepción del mundo... lo que significa que le desespera la alta clase social a la que pertenece. <br />
<br />
<i><b>- Pickering: </b>¿No se le ha ocurrido pensar, Higgins, que la chica tenga sentimientos?</i><br />
<i><b>- Higgins: </b>No, no creo que tenga sentimientos que nos puedan preocupar. ¿Los tienes, Eliza?</i><br />
<i><b>- Eliza: </b>¡Tengo sentimientos como cualquiera!</i><br />
<br />
La tentación del chocolate, un verdadero lujo para la muchacha, acabará por vencer su miedo y toda su resistencia. Finalmente se queda porque Pickering se compromete a asumir todos los gastos del que, para ellos, será un excitante experimento: dentro de seis meses se celebrará el baile de la embajada y a Eliza la harán pasar por una duquesa ante toda la distinguida aristocracia. Comienza así un juego para los hombres y un suplicio para ella, que ni siquiera conoce lo que es un buen baño. <i>"¡Soy una chica decente!"</i>, berrea cuando la obligan a meterse en el agua caliente.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7_T3e0W9_VoaEeb7DK59egErc60MJwy3r6lDgYbOwBH7jBYK4ookndLWmEGsCJzDfMK6hSRxfu19RYkgT74qBylRmkGY-gvDw_SRDLjg1Q_M5_PstL_E9rYSBLzSb_jPDoKVHtpVUcgw/s1600/audrey1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="165" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7_T3e0W9_VoaEeb7DK59egErc60MJwy3r6lDgYbOwBH7jBYK4ookndLWmEGsCJzDfMK6hSRxfu19RYkgT74qBylRmkGY-gvDw_SRDLjg1Q_M5_PstL_E9rYSBLzSb_jPDoKVHtpVUcgw/s400/audrey1.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWBRSQw054ayiRu4a7bnP4zekaf70F3ubPlZyxbzITwcq_4mxkWuJURxMxseGG0nsU1WK4APt8tq1lLgXVR_XHEBGWVYheh-r8h-V-7zRD2jBcFKnGrp4X1zT2eT6W1__Ygxv8eSCnWDk/s1600/audrey2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="221" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWBRSQw054ayiRu4a7bnP4zekaf70F3ubPlZyxbzITwcq_4mxkWuJURxMxseGG0nsU1WK4APt8tq1lLgXVR_XHEBGWVYheh-r8h-V-7zRD2jBcFKnGrp4X1zT2eT6W1__Ygxv8eSCnWDk/s400/audrey2.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxR57PakgOSBvL7nly8zTk20AhsgqKXCT25utUzie5-H2J-znoNtERf-2bsLUOdZ6K0uNqsgOiUtS7Z25YhzvgTfHEaXxuVYTlBq7jh26pLe1Joemu7p-SoywudFQA_xI77wD6yrmo0xo/s1600/Audrey3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="167" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxR57PakgOSBvL7nly8zTk20AhsgqKXCT25utUzie5-H2J-znoNtERf-2bsLUOdZ6K0uNqsgOiUtS7Z25YhzvgTfHEaXxuVYTlBq7jh26pLe1Joemu7p-SoywudFQA_xI77wD6yrmo0xo/s400/Audrey3.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhua7puirRRogM7OyEccgP1bJNxeLhR1a2U7uRdpWgSWf5HCEG87_FqHxRkoGcWtyCQT7LSTW__rxon9uoetQPCgna4shG2ldHHBNUgxDQybTJxLsQbpMXjwrnIRpptjdo8GQVp4qJ_zl8/s1600/audrey4.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="293" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhua7puirRRogM7OyEccgP1bJNxeLhR1a2U7uRdpWgSWf5HCEG87_FqHxRkoGcWtyCQT7LSTW__rxon9uoetQPCgna4shG2ldHHBNUgxDQybTJxLsQbpMXjwrnIRpptjdo8GQVp4qJ_zl8/s400/audrey4.jpg" width="400" /></a></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCEoKgqa33MTTDFui273nUp8JbbGZ7JO3pMZlt0wOaO-o0pUTYSQf4mccDV5URzUa5CKHxbzpLI8d4bRmHtNKrCCF274usCvMXpLkBwzGSNAJfCDgsTal50-HoOMNjrsszbfPiWXu7RDw/s1600/audrey5.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="271" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCEoKgqa33MTTDFui273nUp8JbbGZ7JO3pMZlt0wOaO-o0pUTYSQf4mccDV5URzUa5CKHxbzpLI8d4bRmHtNKrCCF274usCvMXpLkBwzGSNAJfCDgsTal50-HoOMNjrsszbfPiWXu7RDw/s400/audrey5.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Cinco momentos de la evolución de Eliza: en la calle, hablando con un <br />
hombre en <span style="background-color: white;">Covent Garden; soñadora tras lograr hablar bien inglés por <br />primera vez; </span><span style="background-color: white;">en las carreras de Ascot; en el baile de la embajada; y<br />tomando el té con </span><span style="background-color: white;">la madre de Higgins, convertida ya en una dama. </span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
Lógicamente, uno de los aspectos más gratificantes del personaje que encarnó Audrey Hepburn es la gradual transformación que sufre desde el momento en que se somete al experimento. Eliza no sólo tiene que aprender a hablar correctamente su idioma, sino a utilizar el pañuelo en vez de la manga; a bañarse todo el cuerpo y no sólo la cara y las manos; a adquirir disciplina y capacidad de sacrificio; a valorar los pequeños logros como si fueran grandes conquistas; a apreciar, en suma, un universo desconocido.<br />
A lo largo de esta considerable transformación, comprobamos cómo Eliza pasa del odio más visceral a la admiración más afectuosa hacia Higgins; del sencillo vestido verde que lleva en las agotadoras clases al excéntrico atuendo que luce en las carreras de Ascot; del <i>"¡Garnnnn!"</i>, expresión soez de burla y fastidio que aplica a todo aquello que no le gusta, al fabuloso dictado de <i>"The rain in Spain stays mainly in the plain"</i>, uno de los momentos cumbre de la película.<br />
Es el canto del triunfo, un instante fabuloso de felicidad que explota cuando la chica adquiere por fin conciencia de lo que está haciendo tras una agotadora sesión a contrarreloj.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3h1b6FWGa-EPQuH7SR4PgdNKmd9y8MqO9_67NLNONfmz6rMn4JyoMkkzdVc00ezuMqlPsc-TGWkvV6FUPpFkLRLtMdpX4EyM_FOyK6OOXmLkXyFjrfgvKK9u2_0Ieq1tKJTAX_MRF-Vc/s1600/eliza001.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3h1b6FWGa-EPQuH7SR4PgdNKmd9y8MqO9_67NLNONfmz6rMn4JyoMkkzdVc00ezuMqlPsc-TGWkvV6FUPpFkLRLtMdpX4EyM_FOyK6OOXmLkXyFjrfgvKK9u2_0Ieq1tKJTAX_MRF-Vc/s320/eliza001.jpg" width="291" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Podría bailar toda la noche.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
Durante semanas, Higgins no ha podido sacarle de esta otra frase: <i>"The rine in spine sties minely in the pline"</i>. Son casi las tres de la madrugada. Con un dolor de cabeza espantoso, fatigado y casi derrotado, el profesor le habla del prodigio de la lengua inglesa, de la herencia que recibe y de los altos ideales que transmite. Y es cuando Eliza, pensativa y silenciosa, consciente de todo cuanto supone su aprendizaje, arranca a hablar con perfecta dicción.<br />
Su primera aparición en público se produce en las famosas carreras de Ascot, donde la joven se convierte en una sugerente atracción para gente como <b>Freddy Eynsford-Hill (Jeremy Brett)</b> o la propia madre del profesor, <b>Mrs. Higgins (Gladys Cooper)</b>. El problema ya no es cómo habla -con suma elegancia- sino qué es lo que dice: familiares envenenados, borrachines o el famoso <i>"Come on, Dover, move yer bloomin' arse!" ("¡Vamos, Dover, mueve ese cochino culo!")</i>, con el que trata de animar al caballo por el que han apostado.<br />
Hasta el baile de la embajada queda tiempo para resolver ese problema, pero ella no va a tener que actuar en esa señalada fiesta, sólo lucir su figura y su encanto para embaucar a todos. Con un vestido y un peinado fascinantes, Eliza se convierte en un maniquí perfecto: saluda, sonríe, hace reverencias, baila y camina como si hubiera nacido para ello. El milagro es absoluto y el triunfo de Higgins, total.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj65E4ixV7l1gKB3mIPY0YoAEKRRW9Z13j5Jv6VGv54_jO8yrFK3iio6ulpaDE5VpOoWLu6OGKz6m3KOseBEWO6CLeRCHK5geRW08_gJFVkmUnd0j5jQDqyY0VQtDn1LHmGSXhkq2-7qqk/s1600/eliza005.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="253" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj65E4ixV7l1gKB3mIPY0YoAEKRRW9Z13j5Jv6VGv54_jO8yrFK3iio6ulpaDE5VpOoWLu6OGKz6m3KOseBEWO6CLeRCHK5geRW08_gJFVkmUnd0j5jQDqyY0VQtDn1LHmGSXhkq2-7qqk/s320/eliza005.JPG" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Eliza, el centro de atención del baile en la embajada.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
Sólo hay un problema: que los sentimientos de Eliza han quedado profundamente heridos. Higgins y Pickering no celebran la tremenda transformación de la joven, sino haber ganado la apuesta. Ella es un objeto al que nadie felicita por su esfuerzo titánico, su dedicación y su éxito. El profesor no advierte tampoco que en el interior de la chica ha surgido algo más fuerte que el afecto. Ya no es una flor tirada a la que pueda pisotear, sino una mujer que desea amar y sentirse amada y respetada... preferentemente por Higgins, si fuera posible. De vuelta en la mansión de Henry, la vemos avanzar como si fuera al cadalso, mientras los dos hombres cantan y bailotean felices. Ella se siente morir. El proceso de aprendizaje le ha despertado todo tipo de sentimientos, entre ellos el del amor propio. Se siente ahora más herida que cuando él le llamaba <i>"insecto presuntuoso"</i>.<br />
Esta es otra de las escenas imprescindibles de la película, por el giro argumental y el decisivo paso que dan los personajes. Para Higgins es fundamental, ya que hasta entonces vivía sin ningún tipo de remordimientos, ajeno al corazón de cualquier persona y a los sentimientos que pudiera despertar a su alrededor. Eliza sigue siendo para él una niña de instintos básicos. Ahora, cuando se quedan solos, hay una joven que le lanza las zapatillas a la cara, que rechaza dolida el chocolate que le ofrece, porque ya no es la chica glotona y tan simple como era antes y le resulta doloroso que él siga tratándola igual.<br />
<br />
<i>- ¿Acaso te hemos tratado mal aquí?</i><br />
<i>- No.</i><br />
<i>- ¿Alguien se ha portado mal contigo? ¿El coronel Pickering? ¿La señora Pearce?</i><br />
<i>- No.</i><br />
<i>- ¿No pretenderás decirme que yo te he tratado mal?</i><br />
<i>- No.</i><br />
<br />
El profesor tardará un tiempo en comprender lo que le ocurre y en notar el poderoso cambio que se ha producido en el interior de Eliza, que también sabe herir a su manera: cuando le tira las joyas que le ha regalado, le advierte que no quiere quedárselas por si luego él denuncia su desaparición. Es un golpe bajo para su ego.<br />
Eliza abandona el hogar de Henry y al salir a la calle de noche se encuentra con Freddy, que no ha dejado de pasear por la calle donde ella vive (la canción <i>"On the street where you live"</i>). Ella está harta de palabras (la canción <i>"Show me"</i>):<br />
<br />
<i>Words! Words! I'm so sick of words!<br />I get words all day through;<br />First from him, now from you! <br />... if you're in love,<br />Show me!<br />(¡Palabras! ¡Palabras! ¡Estoy harta de tantas palabras! Escucho palabras todo el día. Primero, de él, ahora, de ti... Si me quieres, ¡demuéstralo!</i>).<br />
<br />
Un paseo nocturno por el Londres de sus orígenes le demuestra que tampoco pertenece ya a ese mundo. Se despide de su padre, que está celebrando con tristeza el final de su soltería, y observa a las floristas, sus antiguas compañeras, como si hubieran pasado muchos años. Definitivamente, no pertenece a ese mundo. Su sitio está en un escalón social más elevado. Eliza se refugia en casa de la madre de Henry, quien le anima a mantenerse fuerte y en su sitio frente a la ruda y misógina resistencia de su hijo. El objetivo ya no es tanto el amor sino el respeto. Y la independencia. Cuando ambos se encuentran en casa de la madre, sabemos que la tarea será durísima, pero Higgins se ha acostumbrado a su cara, a su voz, a la melodía que canturrea, a su figura... a estar a su lado (la canción <i>"I've grown accustomed to her face"</i>). Que el profesor se muestre de repente tan frágil, desvalido y celoso, nos permite pensar que Eliza le ha ganado la partida.<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfBknvS8-xAZ-wJxCPYVgMsELVUl4AY2KyRsxPkcF7Yk_mKVvAzTD8POWFQCX4uQp6R4N4SvAokrEl9npxp6IQXHlU6LIwmtjfnix0NnBRFbO-abUSyC_U07H-VVMRl5kdrDuCDYqKsLA/s1600/eliza007.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="306" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfBknvS8-xAZ-wJxCPYVgMsELVUl4AY2KyRsxPkcF7Yk_mKVvAzTD8POWFQCX4uQp6R4N4SvAokrEl9npxp6IQXHlU6LIwmtjfnix0NnBRFbO-abUSyC_U07H-VVMRl5kdrDuCDYqKsLA/s400/eliza007.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<br />
<b>La película:</b><br />
- Procede de la comedia musical <i><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/My_Fair_Lady">"My fair lady"</a></i>, de 1956, sobre la pieza escrita en 1918 por <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/George_Bernard_Shaw">George Bernard Shaw</a></b>, titulada <i>"Pigmalion"</i>. En 1938 se filmó una adaptación cinematográfica (<i>"Pigmalion"</i>), dirigida por el británico <b>Anthony Asquith</b>, con <b>Leslie Howard</b> y <b>Wendy Hiller</b> en sus principales papeles.<br />
- El musical teatral de 1956 contó con Rex Harrison y Julie Andrews, que fue descartada para la versión cinematográfica. Esta decisión provocó una fuerte polémica, ya que Harrison se posicionó a favor de su compañera. Ninguna actriz se atrevió a postularse para el papel, hasta que Audrey Hepburn, la principal favorita, se enteró de que <b>Liz Taylor</b> estaba dispuesta a aceptarlo. Fue entonces, según la propia actriz declaró más tarde, cuando dio una respuesta afirmativa.<br />
- Rex Harrison consideraba que Audrey tenía un pasado y unas maneras demasiado aristocráticas como para hacer de florista callejera. No obstante, el rodaje y el esfuerzo de la actriz le hicieron cambiar de opinión y, durante la ceremonia de entrega de los Oscar, dedicó el suyo a sus dos actrices preferidas, Audrey Hepburn y Julie Andrews. Años más tarde, cuando le preguntaron quién había su compañera ideal de rodaje, declaró: "Audrey Hepburn".<br />
- Julie Andrews y Audrey siempre destacaron que no hubo enfrentamiento ni malos rollos por este episodio entre ambas. Ni siquiera cuando, paradójicamente, Audrey se quedó sin Oscar porque lo ganó Julie gracias a la película <i>"Mary Poppins"</i>.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiI4CnUu18HwmsRC7VIVK-HuAkgL1HHGaCszhNYbP9d8RVw3j1pQkpuPtdSHQcfoxoGFiE7IgUVcIHj7FIieimmTXbcmRY7cdyfwUsxyGKVtIi0W0tPzjsW9UxZnljYSrfNXfHREiujYDk/s1600/MyFairLadyCukor2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="275" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiI4CnUu18HwmsRC7VIVK-HuAkgL1HHGaCszhNYbP9d8RVw3j1pQkpuPtdSHQcfoxoGFiE7IgUVcIHj7FIieimmTXbcmRY7cdyfwUsxyGKVtIi0W0tPzjsW9UxZnljYSrfNXfHREiujYDk/s400/MyFairLadyCukor2.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Audrey, sonriente pero sin Oscar, entre Warner, Rex Harrison y Cukor.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
- Pero la gran decepción de Audrey Hepburn no fue quedarse sin premio, sino la decisión de grabar su voz en las canciones y lanzar la película con la voz de la soprano <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Marni_Nixon">Marnie Nixon</a> </b>en casi todos los temas. En la película sólo se escucha la voz de Audrey en unas pocas líneas no dobladas de las canciones <i>"Just you wait"</i> y <i>"I could have danced all night"</i>. La razón aducida es que la actriz tenía un tono de mezzosoprano, no apto para la inmensa mayoría de las canciones.<br />
- El actor Jeremy Brett (Freddy) también se quedó sorprendido y muy molesto cuando vio que sus canciones las había doblado otro cantante, <b>Bill Shirley</b>.<br />
- <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Jack_Warner">Jack L. Warner</a></b>, el productor, parecía muy dispuesto a borrar cualquier atisbo teatral en la película; además de tantear a <b>James Cagney</b> para el papel de Alfred Doolittle, quería a Cary Grant para el rol principal, el de Henry. La respuesta de <b>Cary Grant</b> fue ejemplar: no sólo rechazó la oferta sino que le dijo a Warner que no iría a ver la película si no actuaba Rex Harrison.<br />
- El veterano actor <b>Henry Daniell</b>, que encarna al embajador en la secuencia del baile, falleció horas después del rodaje por un ataque al corazón.<br />
- Audrey Hepburn fue la encargada de anunciar a todos los miembros del rodaje, tras filmar la escena de la canción <i>"Wouldn't it be loverly"</i>, que el presidente de los Estados Unidos, <b>John F. Kennedy</b>, había sido asesinado.<br />
- <b>Vincente Minnelli</b> y <b>Joshua Logan</b> fueron dos de los directores tanteados para dirigir la película antes de <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/George_Cukor">George Cukor</a></b>.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuiwbF9Bj3_KmvcDuRXR66X9Wmm-ziHdCVhfwpoCrmApkJQtizIUoMYQ83Q6thorZDTp47oesIMSax_sGeP3EhVi4tdxmhrG4GQ3BbrDAnVq5Bvm2jVVHPPidlNg3abzWhZJrboIW3t_A/s1600/Sinttulo6-13.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="287" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuiwbF9Bj3_KmvcDuRXR66X9Wmm-ziHdCVhfwpoCrmApkJQtizIUoMYQ83Q6thorZDTp47oesIMSax_sGeP3EhVi4tdxmhrG4GQ3BbrDAnVq5Bvm2jVVHPPidlNg3abzWhZJrboIW3t_A/s400/Sinttulo6-13.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Audrey y Rex, en una pausa del rodaje, con George Cukor.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
- <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/George_Bernard_Shaw">George Bernard Shaw</a></b> no estuvo nada conforme con el final amoroso entre Henry y Eliza que plantea la película. El autor de la pieza teatral consideraba que no era posible esa opción. De hecho, en su versión, Eliza se casa con Freddy y consigue abrir una tienda de flores.<br />
- En España, el doblaje destrozó la película, ya que hasta las canciones se grabaron en castellano. En el recuerdo queda <i>"La lluvia en Sevilla es una pura maravilla"</i>, que sustituye a <i>"The rain in Spain stays mainly in the plain"</i>.<br />
<br />
<br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/uVmU3iANbgk" width="480"></iframe>
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/EzAufG9zFSk" width="480"></iframe>Kaplanhttp://www.blogger.com/profile/16388624148587647338noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5689287473752209208.post-89980277760218329982012-06-21T15:14:00.001+02:002012-06-22T06:20:34.985+02:00Sargento Nicola Lorusso<b><span style="color: blue; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: x-large;">Diego Abatantuono ("Mediterráneo")</span></b><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguFrYIJVah5ojlfkWMu2CKQpa3K8dwpL742Cr69M_QKrEfBqM1NhvPhESFJGPIk58cJL5dBJ_knjrYoMjrIrieqTvGd6esvqdsUeAXSi0kM9yKUwfffmAUdeEv9t4nYXoP-ZcYQsskwrI/s1600/diego1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="370" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguFrYIJVah5ojlfkWMu2CKQpa3K8dwpL742Cr69M_QKrEfBqM1NhvPhESFJGPIk58cJL5dBJ_knjrYoMjrIrieqTvGd6esvqdsUeAXSi0kM9yKUwfffmAUdeEv9t4nYXoP-ZcYQsskwrI/s400/diego1.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<i><b><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: large;">“Hay que saber esperar. Sentir el aroma y esperar,<br /> ese es el placer. ¿Entiendes?”</span></b></i><span style="background-color: white; font-family: inherit;"><br /></span><br />
Junio de 1941. Un grupo de soldados italianos, al mando del teniente <b>Raffaele Montini (<a href="http://it.wikipedia.org/wiki/Claudio_Bigagli">Claudio Bigagli</a>)</b>, desembarca en la isla griega de Megisti (Castelrosso), la más pequeña del mar Egeo, para ocuparla en misión de observación. Excepto el sargento <b>Nicola Lorusso (<a href="http://it.wikipedia.org/wiki/Diego_Abatantuono">Diego Abatantuono</a>)</b>, que se empeña en mantener cierta disciplina militar, nadie se toma demasiado en serio el asunto, sobre todo al comprobar que no parece haber ni un alma en la isla. Cuando sus habitantes dan señales de vida, la situación se relajará de tal manera que los soldados vivirán unas vacaciones de más de tres años. Italia les ha olvidado por completo.<br />
<i><a href="http://www.imdb.com/title/tt0102426/">“Mediterráneo”</a></i> fue una de las sorpresas más agradables que destapó la notable cosecha cinematográfica de 1991. La película de <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Gabriele_Salvatores">Gabriele Salvatores</a></b> irrumpió con toda su frescura y su delicioso mensaje vitalista en medio de un clima político y social muy convulso por las guerras que se libraban, o estaban a punto, en Afganistán, el Golfo Pérsico y la antigua Yugoslavia. Además de esta lógica lectura, la película formó parte de la llamada "trilogía de la fuga" del director, junto con <i>"Marrakech Express"</i> (1989) y <i>"Turné"</i> (1990): tres obras que son cantos a la amistad y al deseo de escapar de una realidad adversa, con el propósito de encontrar la felicidad.<br />
Básicamente, de eso va <i>"Mediterráneo"</i>, una comedia coral, repleta de personajes inolvidables, que transcurre casi por completo en la isla griega. Los protagonistas son abandonados a su suerte por el ejército italiano, aliado de Hitler al principio. Hundido el barco que les había transportado y sin radio para comunicarse con el exterior, se verán aislados y desorientados en un territorio bellísimo pero desconocido. No saben a qué atenerse. <br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWfwKzIpYgJ8cIDj7N7kEr1OBVJytogn47ZPWfStRrcRdqCm0dxZMu1-_ECGay1z_e-5pvdTdyetyubqufsXpYRAW-kr5AZ2V4wsSXjNaKJqktTyqxEDmmLHmLMVvk4Vc1kVfeSPHUhsE/s1600/hqdefault.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="297" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWfwKzIpYgJ8cIDj7N7kEr1OBVJytogn47ZPWfStRrcRdqCm0dxZMu1-_ECGay1z_e-5pvdTdyetyubqufsXpYRAW-kr5AZ2V4wsSXjNaKJqktTyqxEDmmLHmLMVvk4Vc1kVfeSPHUhsE/s400/hqdefault.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">El sargento y el teniente, al llegar a la isla.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
El teniente Montini es uno de los primeros en adaptarse al lugar y a las circunstancias, como si la guerra hubiera acabado para él nada más llegar a territorio griego; siempre a su lado está su ayudante, el idealista <b>Antonio Farina (<a href="http://it.wikipedia.org/wiki/Giuseppe_Cederna">Giuseppe Cederna</a>)</b>; el grupo lo completan <b>Eliseo (Gigio Alberti)</b>, que destroza la radio cuando sus compañeros matan por error a su burra Silvana; los hermanos <b>Líbero</b> y <b>Felice Munaron</b>, dos montañeses que se sienten más cómodos lejos del mar; <b>Luciano Colasanti (Ugo Conti)</b>, el telegrafista, que vive a la sombra del sargento Lorusso, y <b>Corrado Noventa (<a href="http://it.wikipedia.org/wiki/Claudio_Bisio">Claudio Bisio</a>)</b>, siempre dispuesto a fugarse para ver a su mujer y conocer a su hijo. <i>"Todo teníamos más o menos la misma edad en que no se sabe si formar una familia o perderse por el mundo"</i>, explica el narrador, el teniente Montini.<br />
De todos ellos, sobresale la figura de Nicola Lorusso, un sargento de oficio, curtido en muchas batallas. Participó en la Guerra Civil española y completó toda la campaña en África. Sus maneras son rudas e impulsivas. Es valiente, decidido y vehemente. Le gusta gritar y gesticular, aunque no parece un militar autoritario, sino en cierto sentido comprometido con sus hombres. Nada más llegar al pueblo, es el primero en arriesgarse y forzar una puerta, mientras los demás se resguardan y cubren su espalda. Sin duda, es de los que piensan que un sargento debe dar ejemplo a la tropa.<br />
Tantos años en la guerra le han proporcionado un lenguaje que aplica a cualquier conversación, lo que resulta cómico a menudo. Cuando se produce un pequeño tiroteo por culpa de una gallina que asusta a Farina, trata de explicar la situación como mejor sabe:<br />
- <i>“Mi teniente, yo lo he visto todo. Farina ha sido agredido por un pollo y se ha resistido. Justamente, según mi opinión. Entonces, la tropa, nerviosa… porque aquí el factor sorpresa ha jugado un papel muy… o sea, hemos sido atacados por los pollos griegos”</i>.<br />
Nicola Lorusso debió aprender de muchos mandos a lo largo de su carrera. Es temperamental, impaciente y malhablado, seguramente porque así fueron con él otros sargentos. Su particular manual le dicta que debe levantar la moral de los soldados siempre que sea preciso, hacerse respetar y, a la vez, conseguir que la tropa le considere alguien muy cercano. Para ello, tiene que bromear, insultar y preocuparse por los problemas de los demás.<br />
<br />
<b>- Farina:</b> <i>¿Por qué grita siempre, sargento? Más valdría que echase una mano</i>.<br />
<b>- Lorusso:</b> <i>¡El sargento Lorusso grita cuando le sale de las pelotas! ¡Porque desde que el mundo es mundo, el sargento es una persona que grita! ¿Está claro? ¿Está claro?</i><br />
<div>
<br /></div>
<div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg96ixwMfiisxHJH4EmIDvqL7kAHEG5Vs1CZeuPgKqUs0fHcUhjN_yog16w0KFWUS7Kv5gMVcnL9ZExaUyA8Nh7_MhixiEGGMvI0kBOexTGaiCOcXZfkZEDd4l9SLPkUT5r1mCEdasqAtI/s1600/diego3.jpg" imageanchor="1"><img border="0" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg96ixwMfiisxHJH4EmIDvqL7kAHEG5Vs1CZeuPgKqUs0fHcUhjN_yog16w0KFWUS7Kv5gMVcnL9ZExaUyA8Nh7_MhixiEGGMvI0kBOexTGaiCOcXZfkZEDd4l9SLPkUT5r1mCEdasqAtI/s400/diego3.jpg" width="400" /></a></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglC6ywtxpWcAo2nKN6Xc_2kFDmuOci4gIk2FEKahdnqY__2Sr-5Mu-06KNCfys8VtDlLlGjvgiFALYBWjTIyUXpzOj5T7JIi8uCLTYGOhPnCckdKf60Zb-wMaEdh3JilTHeBV1HGDHJuA/s1600/mediterraneo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="258" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglC6ywtxpWcAo2nKN6Xc_2kFDmuOci4gIk2FEKahdnqY__2Sr-5Mu-06KNCfys8VtDlLlGjvgiFALYBWjTIyUXpzOj5T7JIi8uCLTYGOhPnCckdKf60Zb-wMaEdh3JilTHeBV1HGDHJuA/s400/mediterraneo.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Jugando al fútbol en la playa.</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<br />
Pasa el tiempo y no ocurre nada. La vida transcurre de forma apacible y tediosa para quien no se deja llevar, como sí le sucede al teniente, por los encantos, la historia y las vibrantes sensaciones que transmite la isla. Lorusso sigue alerta, preocupado por el hastío y la apatía de sus hombres. Como militar, sabe que semejante situación puede conducir al fracaso, aunque ignora cómo elevar la moral del grupo: sólo se le ocurre hacerles cavar una buena trinchera o simular un ataque enemigo. Cuando la población aparece de repente -mujeres, niños y ancianos se han ocultado hasta estar bien seguros de que no iban a actuar como los nazis-, el sargento dicta su primera amenaza: <i>"Al primero que lo vea tocando una mujer, una gallina o un pollo le monto un consejo de guerra"</i>, les grita.<br />
Pero ni siquiera él será capaz de cumplir sus órdenes cuando aparezca la bella <b>Vassilissa (<a href="http://it.wikipedia.org/wiki/Vana_Barba">Vanna Barba</a>)</b>, una prostituta que llegó con los alemanes y se quedó en la isla para ejercer su profesión. Al principio le cuesta explicar a los italianos qué es lo que quiere exactamente, hasta que encuentra la palabra.<br />
<br />
<i><b>- Vassilissa: </b>Yo soy puta.</i><br />
<i><b>- Lorusso: </b>¿Puta en griego...?</i><br />
<i><b>- Colasanti: </b>Es un putón.</i><br />
<i><b>- Lorusso: </b>¡Hombre, un poco de respeto!</i><br />
<i><b>- Vassilissa: </b>¡Eso, un putón!</i><br />
<i><b>- Lorusso: </b>¡Bravo! ¡Bravo!</i><br />
<i><b>- Vassilissa: </b>¿Interesa?</i><br />
<i><b>- Lorusso: </b>Bueno, tendré que... echar un vistazo a las ordenanzas, que son muy... pero creo que... sí, puede interesar.</i><br />
<br />
El sargento no sólo será el primero en acostarse con Vassilissa, sino que organizará las citas de lunes a domingo, con un día de descanso, y el orden de sus hombres para acudir a casa de la prostituta. A partir de ese instante, Lorusso se relajará como ya lo estaban, más o menos, todos sus compañeros. Por fin se ha quitado su ropa militar y va todo el día en camisa y calzones. Juegan al fútbol en la playa, ante la divertida mirada de los habitantes de la isla, y la misión de observación ha quedado olvidada. Los únicos que se lo toman un poco más en serio son los hermanos Munaron, de guardia permanente en una montaña árida frente a la isla, aunque con una agradable sorpresa, la compañía de una joven pastora con la que vivirán ambos una idílica relación.<br />
La llegada de un mercader turco va a ser el último conato de rebeldía de Nicola Lorusso frente a la placidez que están disfrutando. Quiere requisarle la barca, salir de aquel paraíso y regresar a los frentes de guerra para sentirse útil. Pero el opio que, hábilmente, les va suministrando el turco durante toda la noche, aplacará su resistencia. No sin antes expresar a su manera (con esos circunloquios tan cómicos) que tal vez no estén haciendo lo correcto al olvidarse de la guerra:<br />
<br />
<i>- No estoy de acuerdo con la actitud de laxitud y relajo que se ha difundido entre vosotros; siendo un compañero no puedo, no puedo, no seguir la corriente, es decir, no puedo alinearme en contra de la mayoría, digamos. Comprendo también vuestra actitud de rebelión frente a la autoridad debida a una absoluta ocultación de la circunstancia del Estado...</i><br />
<i>- ¿Pero qué coño estás diciendo, Lorusso?, </i>se ríe el teniente.<br />
<br />
Sedados por el opio que les ha regalado "No sé", como llaman al turco, éste aprovecha para robarles todo, incluidas las armas. Definitivamente, la misión militar ha dejado de existir y los deseos de estar en guerra desaparecen incluso cuando el Pope (sacerdote) de la isla les ofrece el arsenal que guardan los habitantes. De repente, Lorusso se ha convertido en el más descreído de todos. Se siente traicionado por su país, y desconcertado, además, cuando un piloto que ha aterrizado por una leve avería les comunica que Italia ha cambiado de bando y lucha ahora con los aliados.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXSDkHfU7aQ3VmcNFTqyXI2PJtotJBJePIBT1c_nuGm3GNcDxA4SGmxTjbbZEm3FSkOCx54bE53Bqgz9gSYvYoUh8cOejpjeVd8FQNqv8Mz3Ma8d9GrtKvDwsEWX7M1wXKBbpi4qMhgNI/s1600/images.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXSDkHfU7aQ3VmcNFTqyXI2PJtotJBJePIBT1c_nuGm3GNcDxA4SGmxTjbbZEm3FSkOCx54bE53Bqgz9gSYvYoUh8cOejpjeVd8FQNqv8Mz3Ma8d9GrtKvDwsEWX7M1wXKBbpi4qMhgNI/s400/images.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Colasanti masajea al sargento.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
Mientras Colasanti le hace un masaje, él reflexiona en voz alta, delante de dos niños. Una sola vida no le basta ahora: <i>"¿Sabes que cada vez que veo una puesta de sol se me encogen los huevos porque ha pasado otro día?"</i>. Quisiera vivir todos los días siempre en buena compañía, <i>"y las noches me gustaría pasarlas solo, solo o con una zorra que esté buena"</i>, puntualiza.<br />
¿Qué se puede hacer cuando tu país te abandona en una isla paradisíaca, pasan los años y no se acuerda de ti? El sargento lo tiene claro: adaptarse al lugar, vestir como los aldeanos, jugar con los ancianos, disfrutar de los placeres cotidianos, aprender a bailar el sirtaki y a beber el ouzo, el raki o su café. <i>"Hay que saber esperar. Sentir el aroma y esperar, ese es el placer, ¿entiendes?"</i>, le cuenta al impaciente Noventa, que sigue obsesionado con escapar de la isla.<br />
Uno de los placeres habituales para los soldados está a punto de terminarse. Farina se ha enamorado de Vassilissa y no permite que nadie se acerque a ella. Aunque Colasanti acaba herido en un brazo por el disparo de Farina, no se lo tendrán en cuenta. Y mucho menos, Lorusso, que siente cariño hacia ese joven tan tímido y sensible. Tras la boda, el novio tiene que cumplir un ritual y romper el vaso del brindis para disipar así cualquier maleficio sobre la pareja; pero el cristal rebota, da vueltas y sigue intacto en el suelo. Sonriente, Lorusso pondrá su bota sobre el vaso y lo hará pedazos. Simbólicamente, el sargento vela por su soldado incluso en esos momentos.<br />
Pese a su aspecto rudo, varonil y castrense, su visión del mundo es muy amplia. Tras la boda de Farina con Vassilissa, echa en falta una mujer. Incluso le gustaría sentirse enamorado. Todo esto se lo cuenta a Luciano Colasanti, su inseparable compañero:<br />
<br />
<i>- Empiezo a sentir la necesidad de una persona, de alguien. De estar enamorado.</i><br />
<i>- Sargento, quizá esa persona podría ser yo. Sargento, me he enamorado de usted.</i><br />
<br />
Lorusso no sabe qué hacer ni hacia dónde mirar. Se siente incómodo, aunque cuando pase el tiempo no le dará más importancia y tratará a Colasanti como siempre, sin escandalizarse ni reprocharle esa actitud que, inmersos en una guerra y en pleno 1944, podría acarrearle problemas.<br />
Italia ha sido liberada y los hombres de la isla regresan. Con ellos llegan los ingleses, que rescatan al grupo para devolverlos a su país. El único que se resiste es Farina, recién casado y con planes de futuro en la isla, que se ha ocultado para quedarse. Nicola Lorusso lo encuentra y trata de convencerle sin entusiasmo. <i>"Construiremos un país grande y bonito, te lo prometo"</i>, le explica. Pero ni él mismo se lo cree.<br />
Han pasado más de cuarenta años. El teniente Montini, ya anciano, desembarca en la isla tras saber que su ayudante Antonio Farina se ha quedado viudo. Y se encuentra con Nicola, que llevaba un tiempo viviendo allí, decepcionado por lo que ocurrió en su país. <i>"En realidad no se vivía tan bien en Italia; no nos dejaron cambiar nada"</i>. Y la mirada del sargento se posa sobre el mar Mediterráneo, testigo inmóvil de placeres, tragedias y sentimientos a lo largo de los siglos. Con razón, Lorusso necesitaba más de una vida para sentirse libre.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgyefYojEDKIXVOusfe6Ds8lKbrh296Dfwt9b4vYF42i-pqQVEf8NLFRTEHwf2r7huhpS5vz3ytEAXi-3oxDXyY-x6LppGZP2n2l1G7fmh5UIIROM9yUZxojeqlxQdV8vaeeD-DOE5hbu0/s1600/mediterraneo-salvatores.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="275" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgyefYojEDKIXVOusfe6Ds8lKbrh296Dfwt9b4vYF42i-pqQVEf8NLFRTEHwf2r7huhpS5vz3ytEAXi-3oxDXyY-x6LppGZP2n2l1G7fmh5UIIROM9yUZxojeqlxQdV8vaeeD-DOE5hbu0/s400/mediterraneo-salvatores.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Imagen promocional de la película.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<br />
<b>La película:</b><br />
<br />
- El rodaje de la película duró nueve semanas. Como en la isla Castelrosso sólo había un hotel, la mayoría del equipo tuvo que alojarse en casas de pescadores.</div>
<div>
- En 1992 consiguió el premio Oscar al mejor film extranjero. Además, se llevó tres premios Donatello, de Italia, entre ellos a la mejor película del año 1991.<br />
- Diego Abatantuono es amigo íntimo de Gabriele Salvatores y su actor fetiche, ya que ha participado en casi todas sus películas desde la década de los años 80. Ugo Conti (Colasanti) y Claudio Bisio (Corrado Noventa) son otros de sus actores habituales. <br />
- <i>"Mediterráneo"</i>, que recoge el gusto por la comedia exquisita y simpática y por la nostalgia, como <i>"Cinema Paradiso"</i> (1988), consiguió despertar la casi olvidada comedia italiana, que a partir de ese año ofreció otros títulos interesantes. <br />
<br />
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<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<br /></div>
</div>
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/hU4G6mfyvhM" width="500"></iframe>Kaplanhttp://www.blogger.com/profile/16388624148587647338noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5689287473752209208.post-46880684660512403132012-06-10T07:14:00.000+02:002012-06-10T10:01:12.228+02:00Tracy Lord<span style="color: blue; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><b>Katherine Hepburn ("Historias de Filadelfia")</b></span><br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMHstJKLTSbLkWAPKkSrC_6INw1jxcIOQh9zR_9oGGnZDLe_mS8OdJs5wUI3BAVmDmkZ8fhKdUV29Fslw07W6WGqbTjWX-dXh2izs39eVeC3cLSpqrWoKz6-6dJZqbsshavr5_xpp36O8/s1600/kathe+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="297" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMHstJKLTSbLkWAPKkSrC_6INw1jxcIOQh9zR_9oGGnZDLe_mS8OdJs5wUI3BAVmDmkZ8fhKdUV29Fslw07W6WGqbTjWX-dXh2izs39eVeC3cLSpqrWoKz6-6dJZqbsshavr5_xpp36O8/s400/kathe+1.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Tracy Lord se deja querer por el encandilado Macaulay Connor. </td></tr>
</tbody></table>
<br />
<b><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>"Yo no quiero que me adoren, quiero que me amen"</i></span></b><br />
<br />
Existen personajes que están pensados para intérpretes concretos y uno de ellos es, sin duda, el de <b>Tracy Lord:</b> sólo podía ser <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Katharine_Hepburn">Katherine Hepburn</a></b>. No es que se trate de un papel a su medida, es que ambas son la misma persona. Así lo concibió <b>Philip Barry</b>, amigo personal de la actriz, cuando escribió en 1938 la obra teatral del mismo título. Altiva, autoritaria, enérgica, disciplinada, deportista y de una elevada talla intelectual. Cuando la gran dama del cine protagonizó <i>"Historias de Filadelfia" (<a href="http://www.imdb.com/title/tt0032904/">"The Philadelplhia Story"</a></i>, 1940), Hollywood le acababa de colgar la maldita etiqueta de "veneno para la taquilla". Y ella empezó a redimirse a partir de esta película, como si tuviera que pedir perdón por su férrea independencia en ese mundo dominado por hombres. Básicamente es lo que le ocurre a esta mujer llamada Tracy Samantha Lord.<br />
Conviene advertir, eso sí, que esta comedia hay que verla hoy en día sin los lógicos prejuicios de la época actual. Porque un análisis social ligeramente severo de los personajes puede ofrecer conclusiones casi esperpénticas. Por ejemplo, el más antipático es el prometido de Tracy, <b>George Kittredge (<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/John_Howard_(American_actor)">John Howard</a>)</b>, un hombre que procede de una clase social baja, lo que le convierte poco más o menos en un advenedizo; <b>Margaret (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Mary_Nash">Mary Nash</a>)</b> es la madre que acepta con bendita resignación y extraña comprensión la permanente infidelidad de su marido, <b>Seth (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/John_Halliday">John Halliday</a>)</b>, un vivales que hoy llamaríamos "sinvergüenza" con todas las letras.<br />
La propia Tracy oculta, bajo esa figura de diosa fría e intransigente, la apariencia de una mujer cuyos pecados son, en esencia, su enorme fortaleza y su independencia. ¿Debe cambiar y pedir perdón por ser una estatua en un pedestal o por ser una mujer que piensa por sí misma? Además, la aristocracia es aquí la clase social ideal y envidiable, pese a que presumen de ser lo que, en la actualidad, llamaríamos "parásitos". Lo dicho, <i>"Historias de Filadelfia"</i> es un film de 1940 y no debe sacarse de ese contexto, como ocurre con otras grandes obras maestras del cine.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgv8x2nnKgq46YrCmE2MIfUngN3gKMIA15H68560w7l-bWOZ-0TBeXcnJbbB3wh6nuzz8bTp5G6qLJqHrhMT7yNijvi7B4BdvProTRLx-xuzGhCStHaS6Yb8LEPqIrzK8xMP3cmKpA85aI/s1600/kate4.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgv8x2nnKgq46YrCmE2MIfUngN3gKMIA15H68560w7l-bWOZ-0TBeXcnJbbB3wh6nuzz8bTp5G6qLJqHrhMT7yNijvi7B4BdvProTRLx-xuzGhCStHaS6Yb8LEPqIrzK8xMP3cmKpA85aI/s400/kate4.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">El punto final a un matrimonio y el comienzo de la película.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
El arranque de la película ya resulta muy significativo: <b>C.K. Dexter Haven (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Cary_Grant">Cary Grant</a>)</b> se marcha del hogar conyugal porque no aguanta a su intolerante esposa, Tracy. Ella le rompe los palos de golf en la puerta; él responde empujándola al suelo de un manotazo. Dos años después, la prensa se hace eco del nuevo enlace matrimonial de la joven con un millonario, el insípido George Kittredge. Es un tipo de origen humilde que desconoce muchas de las normas de la alta sociedad.<br />
La madre es quien mejor explica el comportamiento de su hija: <i>"Lo que pasa es que Tracy se impone normas de conducta muy severas y los demás no siempre son capaces de vivir de acuerdo a ellas"</i>. Tracy es, pues, la que manda. Era inflexible con las debilidades de su marido, sobre todo con la bebida, lo es también con su padre y, muy especialmente, con la necesidad de preservar su intimidad. Por desgracia para ella, Dexter va a colar en la boda a dos reporteros de la revista sensacionalista Spy como supuestos amigos del hermano de Tracy: <b>Macaulay Connor (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/James_Stewart">James Stewart</a>)</b> y <b>Elizabeth Imbrie (<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Ruth_Hussey">Ruth Hussey</a>)</b>.<br />
Ambos tienen tantos prejuicios hacia Tracy como ésta hacia ellos. Macaulay, un tipo sarcástico, escéptico y, sobre todo, frustrado escritor que está descontento con su trabajo, sospecha que la joven es una estúpida snob; cuando ella se presenta ante la pareja decide no sacarles del error y exagera esa impresión con una cursilería casi enfermiza.<br />
<blockquote class="tr_bq">
<span style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"><i><b>- Connor: Y respecto a esa chica, Tracy Samantha Lord...<br />- Dexter: ¿Qué pasa con ella?<br />- Connor: ¿Cuáles son sus características?<br />- Dexter: Odia a la gente que lleva puesto el sombrero en casa.</b></i></span></blockquote>
El corazón de Tracy es, al principio, un misterio para todos, incluso para el espectador. Se muestra cariñosa con su novio, pero no hay evidencia de amor hacia él; quiere humillar al periodista porque representa, al menos a primera vista, la clase intelectual que tanto detesta; es dura y sarcástica con su anterior marido y apenas se aprecian signos de la vieja pasión que pudo haber entre ellos a lo largo de la película. <i>"La pelirroja de siempre: ni amargura ni recriminaciones, sólo un buen izquierdazo en la mandíbula"</i>, le apostilla su ex.<br />
Pero existe también una Tracy risueña, amistosa, familiar y sensible, que se divierte montando a caballo, trasteando con su hermana pequeña <b>Dinah (Virginia Weidler)</b> o leyendo en la biblioteca, con deleite, los cuentos que escribió Macaulay Connor antes de ganarse el pan con la prensa rosa. Es una mujer divertida en el fondo, aunque demasiado preocupada por la pulcritud y la disciplina como para que se le note.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjs72UnFSEmvMS-AdMTs_gCk7Ajg2x-W58xNXVWpL0cvPygn4vQeqx90ewUAOFcA7pIz0goyIteJomZMHf21Ub3QEFHnkm21ekXLGyTrmIOrcYVtxdAU20su8A7ka-A0TB3lB2bhxdhcQ0/s1600/kate2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjs72UnFSEmvMS-AdMTs_gCk7Ajg2x-W58xNXVWpL0cvPygn4vQeqx90ewUAOFcA7pIz0goyIteJomZMHf21Ub3QEFHnkm21ekXLGyTrmIOrcYVtxdAU20su8A7ka-A0TB3lB2bhxdhcQ0/s400/kate2.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Tracy, intransigente y distante con su padre. </td></tr>
</tbody></table>
<br />
Los hombres la ven como una especie de diosa, aunque con diferentes intenciones. Para Kittredge, esa es precisamente su principal virtud. Lo que quiere es construirle una torre de marfil para adorarla a todas horas.<i> "Nadie ha sido ni será tu dueño y señor"</i>, le asegura. Dexter Haven opina que sería una mujer ideal si se bajara del pedestal y cometiera errores: <i>"Por supuesto, es tolerante con ciertos defectos... a excepción de los defectos ajenos"</i>. El padre considera que su intolerancia ha arruinado la perfecta relación que mantenían cuando era más joven: <i>"Tienes todo lo que puede tener una mujer encantadora, menos lo esencial, un corazón comprensivo. Y sin eso daría lo mismo que fueras de bronce"</i>.<br />
Tracy desorienta especialmente a Connor, que pasa del rechazo inicial, la sorpresa (al verla leyendo su libro de cuentos en la biblioteca) y la suspicacia (cuando ella le ofrece su casa de campo para que siga escribiendo) a una progresiva fascinación. Cuando todo el mundo parece ponerse en su contra, cuando recibe sucesivos reproches por su intransigencia y su frialdad, Macaulay (o Mike) acabará siendo su refugio.<br />
Existe una tercera Tracy que sólo aparece en contadísimas ocasiones: cuando bebe champán. Por lo que sabemos, ocurrió una vez durante su matrimonio con Dexter: se subió desnuda al tejado y se puso con los brazos abiertos mirando la luna. Aunque es algo que ella no recuerda o no desea recordar. Y en la noche previa a su boda volverá a suceder. Apreciamos entonces una mujer mucho más divertida, a la vez sensual, despreocupada y provocativa. <i>"De repente, lo que antes consideraba de gran importancia ya no me lo parece tanto"</i>, le confiesa a su madre.<br />
Los momentos más fascinantes de esta mujer suceden al lado de Macaulay, ahora llamado Mike. Ambos salen de la fiesta con más champán de la cuenta; se buscan para pasarlo bien cuando los demás (un Dexter pasivo y un Kittredge soporífero) se retiran a descansar; ambos, en fin, deciden jugar al romance, abiertos a todo, cuando se ven solos en el jardín de la mansión.<br />
La larga y apasionante secuencia nocturna siempre me ha parecido una película distinta. Es evidente que existe una química especial entre Tracy y Mike que, sin embargo, echamos de menos en su relación con C.K. Dexter Haven (genial nombre, por cierto). También es notorio que los dos están deseando que ocurra algo: Macaulay, porque se siente muy atraído por esa mujer, y Tracy, porque necesita que la quieran de verdad, no que la idolatren.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgo17uCN1E5z5sJriZhNjKdUISYfuZB8BfAY_DrHSSiosVB0uDRr-KJXS1a-1PzmMVnZEuAn6hyphenhyphenOiKqbqFKdVIC8vvjLbxP0-aP8PoD4bzQAAAOOaGEfJIWlf75l-Ib2oaNu87IAGybH-Y/s1600/kate10.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="306" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgo17uCN1E5z5sJriZhNjKdUISYfuZB8BfAY_DrHSSiosVB0uDRr-KJXS1a-1PzmMVnZEuAn6hyphenhyphenOiKqbqFKdVIC8vvjLbxP0-aP8PoD4bzQAAAOOaGEfJIWlf75l-Ib2oaNu87IAGybH-Y/s400/kate10.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Tracy, en brazos de Macaulay, ante la mirada de Kittredge y Dexter.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
Katherine Hepburn está simplemente adorable: cuando acerca su rostro al de James Stewart de forma sensual y arrebatadora; cuando le lanza miradas que apabullan al periodista; al reprocharle lo que a ella siempre le han recriminado, su intolerancia, o cuando trata de desarmarle con su ingenio dialéctico.<br />
<i><br />- Si me dan a elegir, me quedo con la clase baja, entérate.</i><br />
<i>- Y con un millón de dólares...</i><br />
<i>- ¿Qué has querido decir?</i><br />
<i>- Me equivoqué.</i><br />
<i>- No hay duda de que estás insultándome. ¡No! ¡No pidas perdón!</i><br />
<i>- ¿Perdón? No iba a hacerlo.</i><br />
<br />
La escena está lleno de instantes románticos, en los que sus conciencias acaban frenando siempre el impulso y la pasión. Macaulay le dice lo que necesita escuchar: ella es un sueño hecho realidad, tiene un fuego intenso en su interior y está llena de vida y de encanto. Sin embargo, el beso apasionado al que se entregan parece disipar las dudas: <i>"¿Esto puede ser algo parecido al amor?"</i>, le pregunta él. <i>"¡No, no, no! No es posible, no puede ser. Sería terrible. Además, sé que no lo es"</i>.<br />
A la mañana siguiente, Tracy aparece con una fuerte resaca (<i>"ayer debí tomar demasiado el sol"</i>) y no se acuerda de lo ocurrido por la noche. Intuye que algo grave ha podido pasar cuando ve las caras de Dexter y Macaulay. De repente ya no es la mujer soberbia y segura de sí misma, sino una joven vacilante, indecisa y preocupada. Definitivamente humana.<br />
Romper con George Kittredge es el primer paso hacia su redención, si es que se puede llamar así al proceso de transformación que va a sufrir: humilde, cariñosa y amable e incluso capaz de pedir perdón. Así es la nueva Tracy Lord, otra vez al lado de C.K. Dexter Haven. Es lo que todos esperaban de ella, ¿no?<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhORc8-pR1bNc2lYGx_jQ680es2zo6nFAReK3q9B9HM73jnm9sjJA3B0NVWHhWf4dHapwMpNAWSd6fHqchGDCLPFch8JPcEELG8GoJd5mlesdaB4gccFPv-ySiuO_zI3yehGWgQw8O6imc/s1600/kate9.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="312" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhORc8-pR1bNc2lYGx_jQ680es2zo6nFAReK3q9B9HM73jnm9sjJA3B0NVWHhWf4dHapwMpNAWSd6fHqchGDCLPFch8JPcEELG8GoJd5mlesdaB4gccFPv-ySiuO_zI3yehGWgQw8O6imc/s400/kate9.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">... Y volvieron a ser felices.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<b>La película</b><br />
<span style="text-align: justify;">- Cuando Katherine Hepburn apareció en la famosa lista de "veneno para la taquilla" (con <b>Fred Astaire, Joan Crawford, Marlene Dietrich</b>, entre otros), dejó por un tiempo el cine y protagonizó en Broadway <i>"The Philadelphia Story"</i>, escrita por Philip Barry, que era su amigo. Éste había creado una parodia de la fama que tenía la actriz de autoritaria y poco femenina. Además, se había basado en otro personaje real, muy conocido en Filadelfia, la filántropa <b><a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Helen_Hope_Montgomery_Scott">Helen Hope Montgomery Scott</a></b>. </span><br />
<span style="text-align: justify;">- La obra fue un gran éxito y las productoras empezaron a pujar por los derechos para el cine, sin pensar en ningún momento en la actriz para la que se había escrito la pieza teatral. La pareja de Katherine Hepburn en ese momento, el magnate <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Howard_Hughes">Howard Hughes</a></b>, fue quien le regaló a ella los derechos. </span><br />
<div style="text-align: justify;">
- La actriz vendió la obra para el cine a la MGM, pero con tres condiciones: ella sería la protagonista, la adaptación correría a cargo de dos guionistas desconocidos, <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Donald_Ogden_Stewart">Donald Odgen Stewart</a></b> y <b><a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Waldo_Salt">Waldo Salt</a></b>, y podría elegir al director y a los actores principales.<br />
- Como director escogió a su amigo <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/George_Cukor">George Cukor</a></b> y como protagonistas, a <b>Clark Gable</b> y <b>Spencer Tracy</b>. No obstante, estos tenían otros compromisos y la MGM le sugirió entonces a Cary Grant y James Stewart.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZkL4iQmaXKRfm0RIjEFRZDYKAxEeAcD2NJui__AAMC7w9ivFngJgvMHH00MFafO5rUxHUY5SQg9fiQCxNc8WftVOIBOGZcx8lo9E2nC2eJ4c2kpvgUJmNN8htxNzL81LGCg7fsxxuuEI/s1600/kate13.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="236" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZkL4iQmaXKRfm0RIjEFRZDYKAxEeAcD2NJui__AAMC7w9ivFngJgvMHH00MFafO5rUxHUY5SQg9fiQCxNc8WftVOIBOGZcx8lo9E2nC2eJ4c2kpvgUJmNN8htxNzL81LGCg7fsxxuuEI/s400/kate13.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">George Cukor dirige a los actores.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
- Curiosamente, James Stewart se ofreció para el papel de Macaulay Connor sin saber que ya había sido elegido.<br />
- De la obra teatral se prescindió de un personaje, el hermano de Tracy. <b>Joseph Cotten</b> (Dexter) y <b>Van Heflin</b> (Connor) fueron sus principales protagonistas masculinos.<br />
- El célebre manotazo que le da Cary Grant a Katherine Hepburn al comienzo de la película fue idea de George Cukor para satisfacer al público que odiaba a la actriz. Así, en el resto de la película ya no caería tan mal al haber sido "escarmentada" previamente.<br />
- El rodaje de la película costó tan solo ocho semanas, en gran medida porque Cukor no tuvo que repetir ninguna escena.<br />
- Donald Odgen Stewart ganó el Oscar al mejor guión, James Stewart, al de mejor actor y la película contó con cuatro nominaciones más, una de ellas para Hepburn, que pudo resurgir en el cine gracias a esta obra. Stewart, en un rasgo de honestidad, afirmó que la estatuilla la merecía mucho más <b>Henry Fonda</b> por su espléndido papel de Tom Joad en <i>"Las uvas de la ira"</i>, de <b>John Ford</b>.<br />
- El productor del film era <b><a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Joseph_L._Mankiewicz">Joseph L. Mankiewicz</a></b>, guionista y, desde 1946, uno de los más grandes directores de Hollywood.<br />
<br /></div>
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/6CtquHsxoZo" width="560"></iframe>
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/-rzJfU5ZsVM" width="420"></iframe>Kaplanhttp://www.blogger.com/profile/16388624148587647338noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5689287473752209208.post-78867070357216982912012-01-12T11:53:00.000+01:002012-01-12T11:53:33.209+01:00Rick Blaine<span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: x-large;"><b>Humphrey Bogart (Casablanca)</b></span><br />
<br />
<b><i><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">"Louis, I think this is the beginning of a beautiful friendship"</span></i> </b><br />
<b><i>("Louis, presiento que este es el comienzo de una hermosa amistad")<br />
</i></b><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxJDKFwCevahnw_R4iUrSGcMVj3CM-zxroJhJD_3MvZcjk-FF0ZteN-c6KEr1qzvJT4GBSKekaf93rq8bzFtBcaUnfUHRKeUBPE8JrNDfL95ueMjKeK6vFTtCE8qUFd5DAn9Jilxslk9Y/s1600/casablanca1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxJDKFwCevahnw_R4iUrSGcMVj3CM-zxroJhJD_3MvZcjk-FF0ZteN-c6KEr1qzvJT4GBSKekaf93rq8bzFtBcaUnfUHRKeUBPE8JrNDfL95ueMjKeK6vFTtCE8qUFd5DAn9Jilxslk9Y/s640/casablanca1.jpg" width="449" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">La despedida de Ilsa. El sacrificio de Rick.</td></tr>
</tbody></table> <span class="Apple-style-span" style="line-height: 19px;"><br />
<span style="font-family: inherit;"><b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Humphrey_Bogart"> Humphrey Bogart</a></b> es un póster antiguo que ya nunca se caerá de nuestra pared. Como <b>Marilyn Monroe, Elvis Presley</b> o <b>Groucho Marx</b>. No son carteles rancios ni están rotos o descoloridos; </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; line-height: 19px;">aguantan el paso del tiempo con una elegancia </span><span style="line-height: 19px;">admirable, como si acabaran de colocarse por primera vez</span><span style="font-family: inherit; line-height: 19px;">.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; line-height: 19px;">De todos ellos, Bogart es el más sorprendente. No era esencialmente guapo ni atractivo; había sufrido lo suyo para alcanzar el estrellato -lo consiguió nada menos que a los 40 años de edad- y poseía un defecto en el habla, producto de una herida de guerra en el labio. Durante una larga década protagonizó papeles poco llamativos, a menudo de gángster vulgar. En los años 30 parecía estar condenado a ser un actor secundario más o menos solvente, capaz de asombrar en <i>"El bosque petrificado"</i> (1936) y de encarnar a matones mal esbozados, como el Jim Frazier de <i>"Ángeles con caras sucias"</i> (1939).</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; line-height: 19px;">Pero cuarenta películas después de su debut en Hollywood le llegaron dos papeles tan fascinantes que su carrera dio un giro radical y sorprendente: el de <b>Roy Earle</b> (<i>"El último refugio"</i>, 1941, de <b>Raoul Walsh)</b>, y, sobre todo, el de <b>Sam Spade</b> (<i>"El halcón maltés"</i>, 1941, de su amigo <b>John Huston)</b>. Bogey se convirtió en una estrella de repente.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; line-height: 19px;">Adquirido ya con Spade el perfil de tipo duro, quizás el mejor tipo duro que se había conocido hasta entonces (con permiso de Edward G. Robinson), un año más tarde puso alma, cuerpo y vida a esa silueta cuando interpretó uno de los personajes más inolvidables del cine: <b>Rick Blaine</b> (<i>"<a href="http://www.imdb.com/title/tt0034583/">Casablanca</a>"</i>, 1942, <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Michael_Curtiz">Michael Curtiz</a></b>). </span><br />
<span style="font-family: inherit; line-height: 19px;">Antes de desmenuzar el personaje, conviene destacar que <i>"Casablanca"</i> es una excelente película a la que el tiempo ha dotado de un halo mítico que complica cualquier análisis convencional. Pero si somos capaces de olvidarnos de la leyenda, nos encontramos con una trama narrada y explicada a la perfección, pese a las dificultades que surgieron en la elaboración del guión. Fue, como a menudo suele ocurrir, el milagro de las obras maestras. <i>"'Casablanca' es un milagro, cuya parte milagrosa está en su terca persistencia. No hay adelantado a los tiempos que destruya su leyenda, lo mismo da con labia que con ira. 'Casablanca' es más que una película, es un sueño compartido por millones y millones de pobladores nómadas"</i> (Ángel Fernández Santos, de "Casablanca, colección Cine de Oro").<br />
</span><br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhdEdKuQz4Kb0qrLkNq-3B6GiYpurangwWX9Zyw3zc_dBnazHfTkqLffSOn_Puq59wPRyBtsPylhT4Z7dDXj8xLXw48PO-Xcu8d7A2NXIyGbLeMeHH9tC_IOYE966dT_J7gfow85txHPy4/s1600/casablanca+5.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="301" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhdEdKuQz4Kb0qrLkNq-3B6GiYpurangwWX9Zyw3zc_dBnazHfTkqLffSOn_Puq59wPRyBtsPylhT4Z7dDXj8xLXw48PO-Xcu8d7A2NXIyGbLeMeHH9tC_IOYE966dT_J7gfow85txHPy4/s400/casablanca+5.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">El capitán Renault quiere saber si Rick añora su país.</td></tr>
</tbody></table><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; line-height: 19px;"><br />
Tres rasgos esenciales de Rick nos han cautivado desde siempre: es un hombre que desprecia a los mediocres y a los tiranos; posee una amarga ironía que le sirve lo mismo para colocar en su sitio a un nazi que para cultivar la amistad del capitán <b>Louis Renault (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Claude_Rains">Claude Rains</a>)</b>; y finalmente, pese a los contundentes síntomas de su granítica personalidad, es un sentimental </span><span style="line-height: 19px;">absoluto, clamoroso, inolvidable, capaz de sacrificarse por el amor que siente hacia <b>Ilsa Lund (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Ingrid_Bergman">Ingrid Bergman</a>)</b></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; line-height: 19px;">.</span><br />
<span style="line-height: 19px;"><i>"Rick es la idea que del hombre tienen las mujeres"</i>, se escucha en el documental <i>"Casablanca revisitada"</i>, de <b>José Luis Garci</b>.</span><span style="line-height: 19px;"> Quizá sea porque no es un tipo que inspire un amor confortable y hogareño, sino más bien una relación inesperada, arriesgada y apasionada, de las que dejan una huella imborrable. O tal vez porque parece el hombre más seguro de sí mismo que se haya visto en una pantalla. </span><br />
<span style="line-height: 19px;">Y si las mujeres se enamoran de Rick sin remedio, los hombres le han imitado durante generaciones. Es un héroe existencial que no necesita guardar las apariencias; su</span><span style="font-family: inherit; line-height: 19px;"> rostro es el de la lealtad, la entereza y, como se aprecia a medida que avanza la película, la esperanza. </span><span style="font-family: inherit; line-height: 19px;">Rechaza la cobardía y la mediocridad, pero acepta la falta de escrúpulos de gente como Renault o <b>Ferrari (<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Sydney_Greenstreet">Sydney Greenstreet</a>)</b>, con los que simpatiza. Con su máscara contra las heridas del pasado, Rick es admirado en cualquier tiempo y por cualquier generación, porque físicamente, además, no es un adonis inalcanzable.</span><br />
Su poder y su independencia quedan en evidencia desde el comienzo de la película, cuando el camarero <b>Carl (<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/S._Z._Sakall">S.Z. Sakall</a>)</b> aclara a un cliente que Rick no va a sentarse con él y con sus amigos, por muy importante banquero que sea: <i>"El director del primer banco de Amsterdam es ahora nuestro cocinero"</i>.<br />
Es un solitario porque, al contrario de lo que le ocurre al resto de la gente que espera y sobrevive en Casablanca, él no necesita a nadie. Juega al ajedrez solo, sin contrincante, fuma y bebe en silencio y decide con un ligero movimiento de cabeza quiénes pueden entrar en la sala de juegos del café y quiénes no. El Rick's Café Américain es su embajada particular, un territorio neutral que acoge a refugiados, nazis, gente del hampa, ciudadanos de la Francia Libre, pobres, ricos, espías o traidores. En efecto, todo el mundo va a Rick's.<br />
<span style="font-family: inherit; line-height: 19px;">Posee además un alto sentido de la ética y de la justicia, pese a su cinismo. Menosprecia a </span><b style="font-family: inherit; line-height: 19px;">Ugarte (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Peter_Lorre">Peter Lorre</a>)</b><span style="font-family: inherit; line-height: 19px;">, el tipo que trapichea con salvoconductos, y no porque sea una actividad ilegal y perseguida, sino porque se aprovecha de las ilusiones de esa gente que desea escapar de Casablanca. </span><br />
<i style="font-family: inherit; line-height: 19px;"><br />
<b> Ugarte: Me desprecias, ¿verdad, Rick?</b></i><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; line-height: 19px;"><i><b>Rick: Si llegara a pensar en ti, probablemente sí.</b></i></span><br />
<span style="font-family: inherit; line-height: 19px;"><br />
Pero, a pesar de ello, Ugarte pertenece a su bando y le ayudará hasta cierto punto, concretamente, hasta el límite de su propia supervivencia: </span><i style="font-family: inherit; line-height: 19px;">"Yo no me juego el cuello por nadie"</i><span style="font-family: inherit; line-height: 19px;">, exclamará ante todos cuando la policía detenga a Ugarte justo a su lado.<br />
</span><br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjsUw9guaPfw0MHbWnpGLw9Gr_aOwU7rv3lxp5W-UugMumcCD3Uk8YCeZ7XzWFxF0yOunIi8lErReml2cviihBH4iAmWCVM6d0o3DDNaquF5dICYxjTw9zI6UOT3sb8JdRCng_9RvkSLI/s1600/casablanca+7.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="238" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjsUw9guaPfw0MHbWnpGLw9Gr_aOwU7rv3lxp5W-UugMumcCD3Uk8YCeZ7XzWFxF0yOunIi8lErReml2cviihBH4iAmWCVM6d0o3DDNaquF5dICYxjTw9zI6UOT3sb8JdRCng_9RvkSLI/s320/casablanca+7.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">"Me desprecias, ¿verdad, Rick?".</td></tr>
</tbody></table><span style="font-family: inherit; line-height: 19px;"><br />
Como Ugarte, </span><b style="font-family: inherit; line-height: 19px;">Ivonne (<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Madeleine_LeBeau">Madeleine Lebeau</a>)</b><span style="font-family: inherit; line-height: 19px;"> quiere agradar a toda costa a Rick para recuperar su amor perdido. Es una joven despechada -con la que probablemente disfrutó de unas cuantas noches de pasión-, que ahora no soporta su desprecio. Él la rechaza sin contemplaciones, pero su conciencia le obliga a protegerla, a apartarla del alcohol y de los peligros de la noche y mandarla a casa en un taxi.</span><br />
<i style="font-family: inherit; line-height: 19px;"><br />
Yvonne: ¿Dónde estuviste anoche?</i><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; line-height: 19px;"><i>Rick: ¿Anoche? No tengo la menor idea.</i></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; line-height: 19px;"><i>Yvonne: ¿Y qué harás esta noche?</i></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; line-height: 19px;"><i>Rick: No hago planes por anticipado.</i></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><br />
<span style="line-height: 19px;">El carácter y el semblante de Rick se transforman ante el capitán Renault, con quien mantiene a menudo un sabroso duelo dialéctico. Con Renault le vemos sonreír y relajarse por primera vez. El peculiar jefe de policía de Casablanca es un tipo corrupto, sin escrúpulos y, aparentemente, sin principios. No son defectos intolerables para Rick y ambos congenian desde hace tiempo. Es lo más parecido a una amistad. </span></span><br />
<span style="font-family: inherit; line-height: 19px;">Cuando observan el despegue de un avión con rumbo a Lisboa, la puerta hacia Estados Unidos, Renault intuye que aquel norteamericano solitario, insensible y de pocas palabras desearía regresar a su país; y un gesto casi imperceptible de Rick lo confirma. Gracias al policía, el espectador </span><span style="line-height: 19px;">también sabe</span><span style="line-height: 19px;"> </span><span style="font-family: inherit; line-height: 19px;">que su amigo es un defensor de las causas perdidas (luchó a favor de la República en la Guerra Civil española), lo que desmonta esa imagen de indiferente y antisolidario que se ha ganado en Casablanca.</span><br />
<span style="font-family: inherit; line-height: 19px;"><br />
<i><b>- Pero, ¿por qué demonios vino a Casablanca?</b></i></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; line-height: 19px;"><i><b>- Mi salud. Vine a Casablanca a tomar las aguas.</b></i></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; line-height: 19px;"><i><b>- ¿Las aguas? ¿Qué aguas? ¿Las del desierto?</b></i></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit; line-height: 19px;"><i><b>- Me informaron mal.</b><br />
</i></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><span style="line-height: 19px;">Tres nuevos personajes aparecen para desvelar más características de la personalidad de nuestro héroe. El primero es el </span><b style="line-height: 19px;">mayor Strasser (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Conrad_Veidt">Conrad Veidt</a>);</b><span style="line-height: 19px;"> se trata del odioso jefe de la Gestapo que acude a Casablanca para localizar al asesino de un correo nazi y, además, para poner un poco de orden en la ciudad. Rick lo recibe con calculada cortesía y frialdad en su local. Ni simpatiza con él ni está dispuesto a demostrarlo. El trato es lo suficientemente educado como para evitar problemas con los nazis, pero a la vez evita cualquier tipo de familiaridad.</span><br />
<span style="line-height: 19px;"><br />
<i>- Strasser: ¿Cuál es su nacionalidad?</i></span><br />
<span style="line-height: 19px;"><i>- Rick: Soy borracho.</i></span><br />
<span style="line-height: 19px;"><br />
Casi a la vez llega una pareja sobre la que va a girar el resto de la trama: </span><b style="line-height: 19px;">Victor Laszlo (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Paul_Henreid">Paul Henreid</a>)</b><span style="line-height: 19px;"> e Ilsa Lund. Laszlo es un reconocido y admirado líder de la Resistencia antinazi en toda Europa. Por primera vez, como bien observa Renault, Rick Blaine está impresionado por una visita a su café. Por primera vez se va a sentar a beber con clientes. Es como si Laszlo despertara en él elevados ideales ya olvidados. Su cinismo no confunde al héroe de la Resistencia: </span><i style="line-height: 19px;">"¿Sabe cómo suenan sus palabras? Como las de un hombre que está tratando de convencerse a sí mismo de algo que no cree en su corazón"</i><span style="line-height: 19px;">.<br />
</span><br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjoZuWejugpXn_jNut5wJPLBy1HHQqIQjxjjGwHRLtzGhX2Ouho_fL_re4YeT5Ux2J1tKY8A7fdnY4Hfjf96BK9KtB1i8u9XVNJ7BeynKsWs9ktUDan5-6uGxdVR2sNqpjN81aVOnsxfag/s1600/Annex+-+Bogart%252C+Humphrey+%2528Casablanca%2529_05.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="292" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjoZuWejugpXn_jNut5wJPLBy1HHQqIQjxjjGwHRLtzGhX2Ouho_fL_re4YeT5Ux2J1tKY8A7fdnY4Hfjf96BK9KtB1i8u9XVNJ7BeynKsWs9ktUDan5-6uGxdVR2sNqpjN81aVOnsxfag/s400/Annex+-+Bogart%252C+Humphrey+%2528Casablanca%2529_05.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Rick Blaine, Louis Renault, Victor Laszlo e Ilsa Lund.</td></tr>
</tbody></table><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><span style="line-height: 19px;"><br />
Con él viaja una joven que le rompió ese corazón tiempo atrás. Ella es la causa de su hermetismo, de su soledad y de su insensibilidad ante la vida. Tras la memorable escena con el pianista <b>Sam (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Dooley_Wilson">Dooley Wilson</a>)</b>, en la que interpreta y canta <i>"As times goes by"</i>, la máscara de Rick comenzará a resquebrajarse poco a poco: rabia, dolor y nostalgia le acompañan por la noche mientras apura una botella de whisky y le ordena a Sam que vuelva a tocar esa melodía que tanto daño le hace.<br />
En un espléndido flash-back descubrimos que Ilsa y él vivieron una corta historia de pasión en París poco antes de la ocupación nazi. Richard, como entonces le llamaba ella, era un hombre abiertamente enamorado, comprometido con la lucha antinazi, perseguido por el Tercer Reich y solidario con esas causas perdidas que esconden una buena ración de romanticismo. Durante ese nebuloso recuerdo de París conocemos al verdadero Rick. La máscara que lleva en Casablanca se la puso el mismo día de la ocupación nazi, cuando tuvo que subirse él solo al tren rumbo a Marsella porque ella decidió abandonarlo.<br />
El carácter de Richard Blaine atravesará diversas fases a partir de entonces: en primer lugar, quiere herir a Ilsa, humillarla si cabe. Pero, progresivamente, comenzará a ablandarse. Cuando ayuda a un joven matrimonio búlgaro a ganar a la ruleta para conseguir el dinero que les permita salir de Casablanca, los camareros del Rick's Café celebran lo que siempre habían imaginado: su jefe esconde un corazón de oro bajo esa férrea coraza.<br />
</span><br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgl7IftA-diIGf8EKPtX4s2xo3QTHlrFcfq60K9fujEo5VajPgNd7prQ_qdLeSy5zvoHCJMMyJyfgKXOOR7jSoLeCfIBf0DkX7lsuou8W4C9pW5GrO-Iwo2QUFRLw95dKtw8NbFGXWJbBU/s1600/casablanca+4b.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgl7IftA-diIGf8EKPtX4s2xo3QTHlrFcfq60K9fujEo5VajPgNd7prQ_qdLeSy5zvoHCJMMyJyfgKXOOR7jSoLeCfIBf0DkX7lsuou8W4C9pW5GrO-Iwo2QUFRLw95dKtw8NbFGXWJbBU/s400/casablanca+4b.jpg" width="350" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">"Here's looking at you, kid".</td></tr>
</tbody></table><span style="line-height: 19px;"><br />
El hecho de conservar él los valiosos salvoconductos que había robado Ugarte le convierte, además, en objeto de deseo por parte de todos. Sobre todo de Ilsa, que acude una noche a su habitación dispuesta a conseguirlos como sea. En esta escena se produce el cambio más radical de Rick. Cuando ella le confiesa que sigue enamorada, que no le ha olvidado y que tendrá que pensar por los dos si se queda con Victor o con él, nuestro protagonista comienza a considerar cuál es su verdadero papel en el final de esta historia: ¿debe retomar su romance? ¿fugarse con ella? ¿sacrificarse? ¿volver a ser el tipo comprometido y solidario que era antes de llegar a Casablanca?</span><br />
<span style="line-height: 19px;">Durante unos minutos, Rick confundirá a los espectadores; parece dispuesto a entregar a Laszlo a la policía y fugarse con Ilsa. Demasiado traidor, demasiado miserable. No encaja con su imagen. El final ideal, el que ha quedado, el del sacrificio y la amistad con Renault, alimentó la leyenda de Rick, de Bogart y de "Casablanca".<br />
</span><br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYTqXfWfkpvS_-SwhV_Dp_uspcBSMXrQ1BYf1GWgE9qPrlpN8DA1wfBmIcXA5KdhbM8_DPVp55lG0PK0LQl7uOFhTC2E8w1JYlJ7N9-bWlJQmXCNPRC-X93uo3OpNel63KHWoGSNDTHAQ/s1600/casablanca06.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYTqXfWfkpvS_-SwhV_Dp_uspcBSMXrQ1BYf1GWgE9qPrlpN8DA1wfBmIcXA5KdhbM8_DPVp55lG0PK0LQl7uOFhTC2E8w1JYlJ7N9-bWlJQmXCNPRC-X93uo3OpNel63KHWoGSNDTHAQ/s400/casablanca06.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">El comienzo de una hermosa amistad.</td></tr>
</tbody></table><br />
<b style="font-family: inherit; line-height: 19px;">La película:</b><br />
<span style="font-family: inherit;"><span style="line-height: 19px;">- Esta obra maestra del cine está basada en <i>"Everybody comes to Rick's"</i>, una pieza de teatro escrita por <b>Murray Burnett</b> y <b>Joan Alison</b> en 1940. </span><span style="line-height: 19px;">El éxito de </span><i style="line-height: 19px;">"Argel"</i><span style="line-height: 19px;"> (1938), con Charles Boyer y Hedy Lamarr, motivó a los productores a cambiar el título de la obra original por el de Casablanca, para que tuviera una resonancia exótica similar.</span></span><br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhc-nBh9HUHx4Um_Ur0ixoCYxLzg17_8xOhP-8rNOtyGmxL8l7mYf597k7L0dckADPNsiobNThjwoSTJe1NQKKKoMngOYGqjyNysGHe_7VQbtmOCW3xDTx76rfMtgrtN5DPNh79TlJLxuE/s1600/casablanca+epstein_bros.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="158" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhc-nBh9HUHx4Um_Ur0ixoCYxLzg17_8xOhP-8rNOtyGmxL8l7mYf597k7L0dckADPNsiobNThjwoSTJe1NQKKKoMngOYGqjyNysGHe_7VQbtmOCW3xDTx76rfMtgrtN5DPNh79TlJLxuE/s200/casablanca+epstein_bros.jpg" width="200" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Los hermanos Epstein.</td></tr>
</tbody></table><span style="font-family: inherit; line-height: 19px;">- <b><a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Julius_J._Epstein">Julius</a></b> y <b><a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Philip_G._Epstein">Philip Epstein</a></b> se encargaron inicialmente del guión, pero tuvieron que dejarlo al ser reclamados por <b>Frank Capra</b> para sus documentales sobre la guerra mundial. Cuentan que ambos contribuyeron a buena parte de la ironía y del cinismo en los diálogos; <b><a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Howard_Koch_(screenwriter)">Howard Koch</a></b>, el siguiente guionista, incidió más en los valores morales y patrióticos en tiempos de guerra; un cuarto escritor no acreditado, <b><a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Casey_Robinson">Casey Robinson</a></b>, optó por darle un aire más romántico a la película. Los Epstein regresaron en el tramo final.</span><br />
<span style="font-family: inherit; line-height: 19px;">- El guión se convirtió en el gran problema durante el rodaje. Se cuenta que ninguno de los guionistas conseguía un final apropiado y a menudo se trabajaba con lo que se había escrito la noche anterior. Ingrid Bergman explica en sus memorias que le angustiaba no saber de quién estaba enamorada realmente y de vez en cuando le preguntaba a Curtiz. El director húngaro le respondía: </span><i style="font-family: inherit; line-height: 19px;">"Aún no lo sé. Mientras tanto, usted... actúe"</i><span style="font-family: inherit; line-height: 19px;">. En la actualidad, sin embargo, se cree que el guión estaba perfectamente definido desde el principio y que el único intérprete que lo sabía -por privilegios de su contrato- era Bogart. Al parecer, Curtiz mantuvo la incógnita hasta el final de forma intencionada en beneficio de la interpretación de Henreid y Bergman.</span><span style="font-family: inherit; line-height: 19px;"></span><br />
<span style="font-family: inherit; line-height: 19px;">- Durante años se propagó que </span><b style="font-family: inherit; line-height: 19px;">Ronald Reagan</b><span style="font-family: inherit; line-height: 19px;"> había sido un serio candidato para el papel de Rick, pero el tiempo demostró que había sido una invención de la Warner con el fin de promocionar la película </span><i style="font-family: inherit; line-height: 19px;">"King's row"</i><span style="font-family: inherit; line-height: 19px;">. A </span><b style="font-family: inherit; line-height: 19px;">George Raft</b><span style="font-family: inherit; line-height: 19px;">, que había despreciado los papeles que encumbraron a Bogart, en </span><i style="font-family: inherit; line-height: 19px;">"El último refugio"</i><span style="font-family: inherit; line-height: 19px;"> y </span><i style="font-family: inherit; line-height: 19px;">"El halcón maltés"</i><span style="font-family: inherit; line-height: 19px;">, no le dieron ocasión esta vez de que abriera la boca y fue rechazado. </span><b style="font-family: inherit; line-height: 19px;">Ann Sheridan</b><span style="font-family: inherit; line-height: 19px;"> y </span><b style="font-family: inherit; line-height: 19px;">Hedy Lamarr</b><span style="font-family: inherit; line-height: 19px;"> constituyeron serias alternativas para encarnar a Ilsa, al igual que </span><b style="font-family: inherit; line-height: 19px;">Michèle Morgan</b><span style="font-family: inherit; line-height: 19px;">, aunque ésta quedó descartada al pedir 55.000 dólares. Ingrid Bergman, cedida por David O'Selznick, costó sólo 25.000.</span><br />
<span style="font-family: inherit; line-height: 19px;">- Conrad Veidt, que interpreta al jefe nazi Strasser, era bien conocido en el mundo teatral alemán por sus actividades contra el nazismo. De hecho tuvo que huir de su país en 1933 al saber que la Gestapo iba a asesinarle. Falleció pocos meses después del estreno de la película. Curiosamente, algunos de los extras que interpretaron a soldados nazis eran en realidad judíos que habían escapado del Tercer Reich.<br />
</span><br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUEneC0Kq1y1UGXl37rjJSRzUc1u5t9XamgAmhQ0FVjMLgTmBF7VXgvPKyqIoCDpSQenq3rOQ4rJhM50qXOI_jFe4tZAqyD34jTESfwRqjSBlTW1DZkysJ1YxSN7wzsZKNqWZhc5RrJ6Q/s1600/casablanca+curtiz.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUEneC0Kq1y1UGXl37rjJSRzUc1u5t9XamgAmhQ0FVjMLgTmBF7VXgvPKyqIoCDpSQenq3rOQ4rJhM50qXOI_jFe4tZAqyD34jTESfwRqjSBlTW1DZkysJ1YxSN7wzsZKNqWZhc5RrJ6Q/s200/casablanca+curtiz.jpg" width="154" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Michael Curtiz.</td></tr>
</tbody></table><span style="line-height: 19px;">- </span><b style="line-height: 19px;">William Wyler, William Keighley</b><span style="line-height: 19px;"> y </span><b style="line-height: 19px;">Vincent Sherman</b><span style="line-height: 19px;"> fueron tres de las opciones del productor, </span><b style="line-height: 19px;"><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Hal_B._Wallis">Hal B. Wallis</a></b><span style="line-height: 19px;">, antes de decantarse por Michael Curtiz como director.</span><br />
<span style="font-family: inherit; line-height: 19px;">- <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Max_Steiner">Max Steiner</a></b>, autor de la banda sonora, se planteó sustituir la mítica canción <i><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/As_Time_Goes_By">"As time goes by"</a></i> por una propia. Por fortuna, Ingrid Bergman se había cortado el pelo </span><span style="line-height: 19px;">drásticamente</span><span style="line-height: 19px;"> </span><span style="font-family: inherit; line-height: 19px;">para protagonizar </span><i style="font-family: inherit; line-height: 19px;">"¿Por quién doblan las campanas?"</i><span style="font-family: inherit; line-height: 19px;"> y no se pudieron repetir las escenas con el pianista Sam. </span><br />
<span style="font-family: inherit; line-height: 19px;">- A propósito de Sam, antes de que lo encarnara Dooley Wilson se llegó a plantear que el pianista fuera una mujer: <b>Ella Fitzgerald</b> fue una de las opciones barajadas. Wilson era un reputado batería y, en realidad, quien tocaba el piano en la película era <b>Elliot Carpenter</b>, que se ocultaba tras una cortina y sólo a la vista del actor, de forma que pudiera estudiar los movimientos de sus manos. </span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span style="line-height: 19px;">- La Academia de Cine de Hollywood premió a <i>"Casablanca" </i>con tres Oscar: mejor película, mejor director y mejor guión; además obtuvieron nominaciones Max Steiner (música), Humphrey Bogart (actor principal), </span><span style="line-height: 19px;">Claude Rains </span><span style="line-height: 19px;">(actor de reparto), Arthur Ederson (fotografía) y Owen Marks (montaje).</span></span><br />
<span style="font-family: inherit; line-height: 19px;">- La censura española suprimió la mención de la participación de Rick en las Brigadas Internacionales durante la Guerra Civil española; los italianos sustituyeron Etiopía por China como país donde había luchado el protagonista años atrás.</span><br />
<span style="font-family: inherit; line-height: 19px;">- La película tuvo tres diferentes doblajes en España: en 1946 (<b>Rafael Navarro</b> como Rick), en 1966 (<b>Arsenio Corsellas</b>) y en 1983 (<b>José Guardiola</b>). </span><br />
<span style="font-family: inherit; line-height: 19px;">- <b>Woody Allen</b> ayudó a mitificar a Bogart y a <i>"Casablanca"</i> cuando escribió <i>"Play it again, Sam"</i>, una obra teatral que <b>Herbert Ross</b> se encargó de dirigir en el cine (<i>"Sueños de un seductor"</i>, 1972), con el propio Allen, <b>Diane Keaton</b> y <b>Tony Roberts</b> en sus principales papeles.</span><br />
<span style="font-family: inherit; line-height: 19px;"></span><br />
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;"><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivVtErnKVnR8zQuJSkrPaAGxL8FHZDFLT_f1FroYSlgFWnyi-3acVUZ2lhxNcreIbmCunytsN_o8N9wiTEWYLuOTWUm1DvB53Z9ZUIkUM8L9f85O6X-5NK4Vzjsw6XYYZPoFqRD6zIhVo/s1600/casablanca+churchill.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="160" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivVtErnKVnR8zQuJSkrPaAGxL8FHZDFLT_f1FroYSlgFWnyi-3acVUZ2lhxNcreIbmCunytsN_o8N9wiTEWYLuOTWUm1DvB53Z9ZUIkUM8L9f85O6X-5NK4Vzjsw6XYYZPoFqRD6zIhVo/s200/casablanca+churchill.jpg" width="200" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Roosevelt y Churchill en Casablanca.</td></tr>
</tbody></table><span style="font-family: inherit; line-height: 19px;">- La invasión aliada de Casablanca se produjo el 8 de noviembre de 1942 y los productores de la película se plantearon incorporar una referencia a ese hecho bélico en el diálogo final.<span class="apple-converted-space"> </span><b>David O'Selznick</b><span class="apple-converted-space"> </span>(MGM) convenció a<span class="apple-converted-space"> </span><b>Jack L. Warner</b>, el magnate de la Warner, para que aprovechara esa feliz circunstancia, efectuara un preestreno en Nueva York (a finales de noviembre) y compitiera para los Oscar de 1943.</span><span style="font-family: inherit; line-height: 19px;"> El estreno oficial de la película se produjo el 23 de enero de 1943 en Los Angeles (Estados Unidos). Casualmente coincidió con la Conferencia de Casablanca, que mantuvieron Winston Churchill, Franklin D. Roosevelt y representantes de la Francia Libre tras la liberación de la emblemática ciudad de Marruecos.</span></div><span style="font-family: inherit; line-height: 19px;">- La frase que Rick le dedica a Ilsa en París, </span><i style="font-family: inherit; line-height: 19px;">"Here's looking at you, kid"</i><span style="font-family: inherit; line-height: 19px;">, (</span><i style="font-family: inherit; line-height: 19px;">"Esta va por ti, muñeca"</i><span style="font-family: inherit; line-height: 19px;">, aunque en la versión doblada se perdió su sentido: </span><i style="font-family: inherit; line-height: 19px;">"A tu salud, querida"</i><span style="font-family: inherit; line-height: 19px;">), está considerada como una de las cinco frases más memorables de la historia del cine, según el American Film Institute. La frase la improvisó Bogart y se refería a lo que le decía a Ingrid Bergman cuando ella aprendía a jugar al póker en los ratos libres.</span><br />
<span style="line-height: 19px;"><span style="font-family: inherit;">- <i>"Casablanca"</i> es una de las películas con más citas memorables. Una de ellas, <i>"Siempre tendremos (o nos quedará) París"</i> (<i>"We'll always have Paris"</i>) es una de las más reconocidas a lo largo de los tiempos.</span></span><br />
<span style="line-height: 19px;"><span style="font-family: inherit;">- En la célebre escena en que Victor Laszlo ordena tocar <i>"La Marsellesa"</i> para ahogar la canción que corean los nazis, <i>"Watch on the Rhine"</i>, muchos de los extras acabaron llorando por la emoción. No en vano, la mayoría eran refugiados y judíos.</span></span><br />
<span style="line-height: 19px;"><span style="font-family: inherit;">- Ante la avalancha de turistas que estaban convencidos de la existencia del Rick's Café y del Blue Parrot (el local de Ferrari), la ciudad de Casablanca decidió construir dos bares con características similares para contentarlos.</span></span><br />
<span style="line-height: 19px;"><span style="font-family: inherit;"><br />
</span></span><br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/Wo2Lof_5dy4" width="420"></iframe><br />
<br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/HM-E2H1ChJM" width="420"></iframe>Kaplanhttp://www.blogger.com/profile/16388624148587647338noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5689287473752209208.post-56455723284851638892011-12-11T08:41:00.002+01:002011-12-11T08:50:26.503+01:00Vincent Vega<span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: x-large;"><b>(John Travolta, "Pulp Fiction")</b></span><br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEir3PUZPyUlDu0pTtWg5ExUt9atUIRDzixTgscSEXDFLo-MmyiyzYHzAJZvorUz_1oJ8QXDTpDYOpc_6Alf-_qUl4JU4chPI_W_cthZY7uJyIcjna6pYyBlDts9Pb2_ZpH3DXnO5zxgHG8/s1600/pulp0111.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="272" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEir3PUZPyUlDu0pTtWg5ExUt9atUIRDzixTgscSEXDFLo-MmyiyzYHzAJZvorUz_1oJ8QXDTpDYOpc_6Alf-_qUl4JU4chPI_W_cthZY7uJyIcjna6pYyBlDts9Pb2_ZpH3DXnO5zxgHG8/s400/pulp0111.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">John Travolta, marcando estilo una vez más.</td></tr>
</tbody></table><br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td class="tr-caption"><div style="font-size: 13px;"><i><span style="font-size: large; text-align: -webkit-auto;"></span></i></div><div><i><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">"Con tu permiso me voy a casa a tener un ataque al corazón"</span></i></div></td></tr>
</tbody></table><br />
Han pasado ya diecisiete años desde el estreno de <i>"<a href="http://www.imdb.es/title/tt0110912/">Pulp Fiction</a>"</i> (1994, <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Quentin_Tarantino">Quentin Tarantino</a>). Otros diecisiete años atrás, <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/John_Travolta">John Travolta</a></b> se convertía en un extraordinario fenómeno social con <i>"Fiebre del sábado noche"</i> (1977), categoría elevada a mito cuando apareció cantando y bailando en <i>"Grease"</i> (1978). Básicamente, y salvo que el actor estadounidense nos sorprenda de nuevo, son las tres películas por las que se le recordará para siempre.<br />
<i>"Pulp Fiction" </i>ya es una obra clave en la historia del cine, una película realmente antológica. Conforme avanza el tiempo se analizan mucho mejor sus aportaciones narrativas y estéticas, además de su influencia en este arte. Pero lo que me interesa destacar en este caso es cómo un actor que entonces tenía cuarenta años, una antigua estrella para millones de adolescentes y en evidente decadencia por la falta de papeles interesantes, resurge en la piel de un matón que nos cautiva desde el instante en que aparece en pantalla.<br />
Su<b> Vincent Vega </b>no es un protagonista de las películas tradicionales de gángsters. El cine, si exceptuamos casos excepcionales -como el <b>Jef Costello (Alain Delon)</b>, de <i>"El silencio de un hombre"</i> (1968) o el <b>Cheech (Chazz Palminteri)</b>, de <i>"Balas sobre Broadway"</i> (1994), por ejemplo- apenas se fija en los que hacen el trabajo sucio del mafioso. Tienen rostro pero casi nunca un nombre; celebramos cuando el héroe hace justicia al eliminarlos y al terminar la proyección a menudo nos olvidamos de sus caras.<br />
En uno de los afortunados gags de la saga de <i>"Austin Powers"</i>, <b>Mike Myers</b> definió con brillantez y humor esta perspectiva que el cine nos da de los matones de segunda fila: uno de los sicarios del Doctor Maligno muere arrollado cómicamente por una apisonadora durante una misión. Deja mujer e hijos, sus amigos le recuerdan emocionados y una foto enmarcada nos señala que debía tener una apacible vida familiar al margen de su actividad delictiva. <i>"¡Qué dura es la vida del esbirro!"</i>.<br />
Vincent Vega y <b>Jules Winnfield (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Samuel_L._Jackson">Samuel L. Jackson</a>)</b> son dos de esos esbirros que el cine negro clásico apenas les dispensarían unas líneas de diálogo. En <i>"Pulp Fiction"</i>, sin embargo, son los protagonistas esenciales. ¿Y de qué hablan en esos tiempos muertos entre misión y misión? De un viaje a Europa, de masajes en los pies, de milagros, de filosofía, de comida, de drogas...<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvvfwXuynIRY_jBCMzM7Apyll6tJrQd3IFgBM0Ngjvw_Txe1TnyyJ4DHx0tM1eUR7hh_R78S7ScLegDIO909vn8EwV6IlW-dSfCRkZoDXbLG3mo5KQo5-1BuKAMoYDbeq89Q-_2GMChy0/s1600/Pulp-Fiction+01+buena.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="203" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvvfwXuynIRY_jBCMzM7Apyll6tJrQd3IFgBM0Ngjvw_Txe1TnyyJ4DHx0tM1eUR7hh_R78S7ScLegDIO909vn8EwV6IlW-dSfCRkZoDXbLG3mo5KQo5-1BuKAMoYDbeq89Q-_2GMChy0/s320/Pulp-Fiction+01+buena.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">"¿Sabes cómo llaman al cuarto de libra con queso en París?".</td></tr>
</tbody></table><br />
Casi al inicio de la película, Vincent le explica a su compañero cómo era la vida en Amsterdam, qué nombre recibe el cuarto de libra con queso en París y otras cuestiones por el estilo. Luego pasan a otro asunto más delicado: Vincent tiene que salir con <b>Mia (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Uma_Thurman">Uma Thurman</a>)</b>, la esposa del jefe, <b>Marsellus Wallace (<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Ving_Rhames">Ving Rhames</a>)</b>, y la charla deriva hacia la sensualidad de un masaje en los pies. Durante la larga secuencia apenas hablan del ajuste de cuentas que están a punto de realizar; sólo cuando están ante la puerta de entrada del piso hacen un breve comentario al respecto; es decir, la misión que están a punto de ejecutar no les obsesiona en absoluto.<br />
Vincent Vega es un tipo disciplinado y leal. Lo demuestra de sobras en su relación con Jules y, muy en concreto, cuando renuncia a seducir a Mia, pese a que existe una evidente química entre ambos. Cuando vuelven al apartamento de ella tras la cena y el baile, Vincent habla solo en el cuarto de baño y consigue superar la tentación. No va a intentar nada porque es la mujer de su jefe y ese es un principio elemental.<br />
A lo largo de la película observamos que para él es fundamental hacerse respetar, quizá porque todavía no lo ha conseguido del todo. De hecho, durante el tiempo en que transcurre la acción de la película comprobamos que se trata de un sujeto bastante desafortunado, rayando casi la parodia. Las cosas importantes que ocurren a su alrededor lo pillan a él siempre en el cuarto de baño.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizO4z2DAb5B9XBjwW9K-grvyXtpWg8fSsTbotiw-kno8yRFZOAyj4ufvOEUOxcCdZM6D8o-t_bJgBamgE_BGSr36kHph0Wj4bNtoePSlHTUPRGfCBwr0XHGBVXQ5sXmR_EDpv2reDzH6k/s1600/pulpfiction3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="223" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizO4z2DAb5B9XBjwW9K-grvyXtpWg8fSsTbotiw-kno8yRFZOAyj4ufvOEUOxcCdZM6D8o-t_bJgBamgE_BGSr36kHph0Wj4bNtoePSlHTUPRGfCBwr0XHGBVXQ5sXmR_EDpv2reDzH6k/s400/pulpfiction3.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Vincent Vega, a lo suyo, mientras ocurren cosas en su ausencia.</td></tr>
</tbody></table><br />
Para empezar, la salida nocturna con Mia está a punto de convertirse en una tragedia: la joven esnifa heroína creyendo que es cocaína y Vincent tendrá que acudir a su "camello" habitual para evitar que fallezca por paro cardiaco; más adelante le vuela la cabeza a Marvin, uno de los supervivientes de la masacre en el piso, porque se le dispara sin querer la pistola; cuando se están limpiando la sangre en la mansión de <b>Jimmy (Quentin Tarantino), </b>Vega deja la toalla con la que se ha secado <i>"como una puta compresa"</i>, le reprocha Jules; su propia muerte, en definitiva, resulta grotesca: sale desarmado del cuarto de baño y <b>Butch (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Bruce_Willis">Bruce Willis</a>)</b> le ametralla, al parecer con el arma de Marsellus, que se la ha dejado en la cocina cuando ha salido a la calle.<br />
No es cuestión de mala suerte; en los tres casos se trata de graves descuidos por su parte: a Mia le presta su gabardina, donde oculta un pequeño saco de heroína que ella confunde con coca; a Marvin le destroza la cabeza porque olvidó ponerle el seguro a su arma; y su muerte es debida a un exceso de confianza. <br />
A Vincent le mortifica que hieran su dignidad o que le falten al respeto. Es lo que hace Jules, por ejemplo, desde el momento en que la parte trasera de su coche parece una carnicería, con los sesos de Marvin esparcidos y la sangre salpicando tapicería y cristales. O el imprescindible <b>señor Lobo (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Harvey_Keitel">Harvey Keitel</a>)</b>, a quien le ruega que no les grite y que les pida las cosas <i>"por favor"</i>. <br />
Pero Vincent es, no lo olvidemos, un asesino a sueldo, una persona acostumbrada a tener el respaldo de una organización y de su jefe. Cuando lleva a Mia a casa de <b>Lance (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Eric_Stoltz">Eric Stoltz</a>)</b> inconsciente por sobredosis de heroína, basta con que le hable al "camello" de Marsellus para que éste le ayude a resucitarla. Cree en la jerarquía social y puede ser cruel con quienes están en un plano que él considera inferior; por ejemplo, con el boxeador Butch<b>,</b> a quien le llama "sonado" de manera desafiante y despectiva.<br />
Nuestro personaje posee un desarrollado sentido de la lógica, ha de comprender lo que le rodea; debe saber cuánta gente habrá en el piso para elegir un arma u otra; considera excesivo pagar cinco dólares por un batido y necesita probarlo para aceptar que es un precio justo; emplea la razón y rechaza cualquier argumento místico para entender por qué un fulano que les ha disparado a bocajarro ha fallado todas las balas; cree, en fin, que un masaje en los pies a una mujer significa mucho, pese a lo que diga su amigo.<br />
<br />
<i>- Jules: "Comerle el coño a una zorra o masajearle los pies no es la misma jodida cosa".</i><br />
<i>- Vincent: "No lo es, pero es el mismo juego". </i><br />
<i>- ...</i><br />
<i>- V: ¿Te importaría masajearle los pies a un hombre?</i><br />
<i>- J: Vete al cuerno.<br />
<br />
</i><br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYiHaVUxX7CItcvQdgA9hA_DeOWjD9wR0GJIcUZ5uJ_-3YGH7JPu1AB0tPpgKzVbYFP6HTbTabitZITu6z9PVZ2bEOzYodeErg3LQBA3kyPpqFFlXDWCGjgk7Qe66MhuZVG2PfF3PX8rM/s1600/pulpfiction1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="209" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYiHaVUxX7CItcvQdgA9hA_DeOWjD9wR0GJIcUZ5uJ_-3YGH7JPu1AB0tPpgKzVbYFP6HTbTabitZITu6z9PVZ2bEOzYodeErg3LQBA3kyPpqFFlXDWCGjgk7Qe66MhuZVG2PfF3PX8rM/s320/pulpfiction1.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Vincent y Jules se disponen a acribillar a un pobre infeliz.</td></tr>
</tbody></table><br />
Vincent Vega ni siquiera lleva la voz cantante en las misiones que les encomiendan. Está acostumbrado a ejecutar órdenes y a cederle la iniciativa a Jules, que recita un pasaje de la Biblia (<a href="http://www.youtube.com/watch?v=l13Xy3eH7Tc">Ezequiel 25:17</a>) cada vez que va a matar a alguien. Vega comprueba, espera y sólo interviene cuando su compañero decide.<br />
Llegando a este punto conviene aclarar que el personaje es inolvidable porque el de Samuel L. Jackson también lo es. Uno es lógico, escéptico e imperfecto; el otro es intuitivo, místico y seguro de sí mismo. Jules Winnfield improvisa y es el más ingenioso en los diálogos: <i>"Me llamo Mulo y hablando no podrás salvar tu culo"</i>, le dice a uno de los desgraciados que han timado a Marsellus (<i>"My name's Pitt, and you ain't talkin' your ass outta this shit"</i>, en la versión original).<br />
John Travolta sólo sonríe una vez en la película, cuando Jules se relaja en la escena final de la cafetería. Y es un alivio, porque la mueca sonriente del actor llegó a convertirse en un signo de mediocridad en muchas de sus películas, como un recurso expresivo que servía para todo. En <i>"Pulp Fiction"</i> apreciamos a un actor superior, que refleja tensiones (incluida la sexual hacia Mia) con una madurez y una credibilidad absolutas.<br />
<br />
<b>La película:</b><br />
- Jules y Vincent llevan exactamente los mismos trajes que los protagonistas de <i>"Reservoir dogs"</i>, anterior película de Tarantino.<br />
- La famosa escena del baile, al son de <i>"You never can tell"</i> (<b>Chuck Berry</b>), estuvo a punto de suprimirse porque a Uma Thurman le entró un ataque de ansiedad por tener como compañero al mítico protagonista de <i>"Grease"</i> y <i>"Fiebre del sábado noche"</i>.<br />
- El director tuvo que emplearse a fondo para que Travolta aceptara ponerse en la piel de un personaje tan violento. Al parecer, el actor tuvo serios problemas de conciencia para encarnar a Vincent Vega y se achaca esta reticencia a su adhesión a la Iglesia de la Cienciología.<br />
- <b>Daniel Day-Lewis</b> y <b>Mel Gibson</b> fueron dos de los actores más interesados en el papel de Vincent Vega, que en principio iba a asumir <b>Michael Madsen</b>, el Señor Rubio de <i>"Reservoir dogs"</i>. Hay que tener en cuenta que el Señor Rubio se llamaba en realidad Vic Vega. Vincent Vega (Travolta) sería el hermano de Vic.<br />
- John Travolta fue nominado por su papel al Oscar por el mejor actor en la 67ª Gala de la Academia, pero <b>Tom Hanks</b> (<i>"Forrest Gump"</i>) se llevó la estatuilla. <i>"Pulp Fiction"</i> conquistó el premio al mejor guión original y ese mismo año triunfó en el Festival de Cannes y otros festivales. <br />
- El versículo de Ezequiel 25:17 no es exactamente como lo recita Jules en la película, sólo es la frase final.<br />
- La secuencia de entrada de Vincent Vega en el Jack Rabbit Slim's es un homenaje a una toma similar de <b>Henry Hill (Ray Liotta)</b> en <i>"Uno de los nuestros"</i> (1990, <b>Martin Scorsese</b>).<br />
- La famosa billetera que utiliza Jules en la escena de la cafetería (la de "Hijo de puta peligroso") pertenecía en realidad a Tarantino.<br />
- El director rindió homenaje a numerosas películas en <i>"Pulp Fiction"</i>: desde <i>"Psicosis", "Uno de los nuestros"</i> y <i>"El beso mortal"</i> al cine policiaco francés y diversas obras del cine oriental.<br />
- Para saber más de la película es recomendable el libro de <b>Esteve Riambau</b> "Pulp Fiction/Ed Wood", de la colección Dirigido Por (2000).<br />
<br />
<br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/wZBfmBvvotE" width="420"></iframe><br />
<div><br />
</div><i></i>Kaplanhttp://www.blogger.com/profile/16388624148587647338noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5689287473752209208.post-10998489853299911812011-04-20T06:23:00.002+02:002011-04-20T06:30:15.980+02:00Isabel II de Inglaterra<span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: x-large;"><b>(Helen Mirren, "The queen")</b></span><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMRRJSnzKTDb4_EeSG3oNVNyZ04ll5jTxwrZzbFpVW5HgKr8-fmIe1vEe6K1g7iEQ8KTgE4C2zlyQAD56ocqwFtJzG4a1GUpXrF2VYD3vRkQMuGehh0ZFqNzZ58EBZWkwE2WVhxwyA0W4/s1600/queen+11.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="395" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMRRJSnzKTDb4_EeSG3oNVNyZ04ll5jTxwrZzbFpVW5HgKr8-fmIe1vEe6K1g7iEQ8KTgE4C2zlyQAD56ocqwFtJzG4a1GUpXrF2VYD3vRkQMuGehh0ZFqNzZ58EBZWkwE2WVhxwyA0W4/s400/queen+11.jpg" width="400" /></a></div><br />
<div style="margin: 0px;"><b><i><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">- "Tal vez no pueda votar, pero el gobierno es suyo"</span></i></b></div><div style="margin: 0px;"><b><i><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">- "Sí, supongo que es un pequeño consuelo"</span></i></b></div><div style="margin: 0px;"><br />
</div><i><a href="http://www.imdb.com/title/tt0436697/">"The queen"</a></i> es un apetitoso roscón de Reyes que oculta como sorpresa una pequeña joya en forma de corona, la soberbia actuación de <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Helen_Mirren">Helen Mirren</a></b> en el papel de <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Isabel_II_del_Reino_Unido">Isabel II de Inglaterra</a></b>. O quizá sea al revés, porque la película de <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Stephen_Frears">Stephen Frears</a></b> es, ante todo, la actriz y su personaje; sólo cuando podemos apartarnos de su hipnótica figura para apreciar lo demás, observamos que el film es, por otra parte, notable y muy inteligente en su planteamiento.<br />
El personaje no sólo es real e histórico, sino que sus gestos, miradas, actitudes y palabras son reconocibles por millones de personas en el mundo, sobre todo británicas. Es decir, que la actriz -londinense como la mujer a la que representa-, tenía que convencer plenamente a un público que sabía demasiado sobre el papel. Y por supuesto, no podía recrearlo a su antojo, como se puede hacer con <b>Alejandro Magno, Julio César</b> o por citar el mismo linaje, con <b>Isabel I de Inglaterra, </b>que <b>Cate Blanchett</b> interpretó en dos ocasiones.<br />
Al margen de la caracterización y del enorme talento de Mirren, tal vez el papel nos fascina tanto porque Frears y su guionista <b><a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Peter_Morgan">Peter Morgan</a></b> evitan el 'biopic' pesado, la biografía pomposa o edulcorada, y se centran en un periodo de tiempo concreto, dramático y que convulsionó a medio mundo: los días que sucedieron a la muerte de <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Diana_de_Gales">lady Diana Spencer</a></b>, ex nuera de la soberana y una estrella mediática de primera magnitud.<br />
La escenificación de estos hechos recuerda en gran medida a <i>"Trece días"</i> (2000), la película que aborda desde el punto de vista estadounidense la llamada Crisis de los Misiles, que estuvo a punto de provocar una guerra nuclear a comienzos de la década de los 60. <b>John F. Kennedy</b> debe afrontar, con la actitud de un estadista novato en esas situaciones, la presencia de misiles con cabezas nucleares en la cercana Cuba, sofocar la fiebre belicista de sus militares y salir airoso políticamente de la situación.<br />
En el caso de <i>"The queen"</i> son también varios días tensos y desconcertantes, aunque de diferente magnitud; pero al contrario de JFK, la reina no sabe estar a la altura de la situación ni afrontar la crisis. El impacto de la muerte de lady Di le desborda por completo. El Kennedy de esta historia es más bien el inexperto <b>Tony Blair (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Michael_Sheen">Michael Sheen</a>)</b>, cuya clarividencia le lleva a manejar la situación con el suficiente tacto como para proteger al mismo tiempo la figura de Su Majestad.<br />
El conflicto personal que sufre Isabel II es lo más atractivo de esta película. Su protocolaria manera de encajar la vida choca con el desmedido duelo de su pueblo por una persona que, además, ya no pertenecía a la Familia Real. Ella es incapaz de entender lo que está ocurriendo: ¿por qué de repente la muerte de una mujer causa tanta conmoción? Si de joven mantuvo las formas durante la tragedia de la Segunda Guerra Mundial, ¿por qué le exigen ahora que muestre mayor dolor incluso? Será, como expuso <b>Luis Buñuel</b> en <i>"El ángel exterminador"</i> (1962), que algunas personas pueden encajar con cierta indiferencia la masacre de gente humilde, aniquilada en un accidente ferroviario, pero son muy capaces de desmayarse ante la visión del cadáver de un príncipe.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhEhHg7nleMiNGCaf3boBT4aN5z35tXEHYo8Ar5GDyiAtSWtBXzqk-cpMOIEbbh4mfI_mdKwBAVqSAlPSww4W2KAvhxXJSOSzvg0vNwWbBgd8HcIOJMWAHSLAiuYV-PnhW2oVEYDFmTGsw/s1600/queen+3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="280" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhEhHg7nleMiNGCaf3boBT4aN5z35tXEHYo8Ar5GDyiAtSWtBXzqk-cpMOIEbbh4mfI_mdKwBAVqSAlPSww4W2KAvhxXJSOSzvg0vNwWbBgd8HcIOJMWAHSLAiuYV-PnhW2oVEYDFmTGsw/s400/queen+3.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">La reina recibe a su nuevo primer ministro.</td></tr>
</tbody></table><br />
La película arranca con la designación de Tony Blair como primer ministro inglés, unos meses antes del drama. Asustado y nervioso, acude ante una reina altiva y un tanto despectiva, con un sentido del humor que denota soberbia y desgana. Es uno de los momentos clave del film, porque la figura de la reina te engancha desde el primer instante. Ella, serena, segura de sí misma, distante y arrogante; él, novato, nervioso e ingenuo, aunque fascinado por la situación.<br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">París, 30 de agosto de 1997: una sucesión de imágenes reales de Diana Spencer y una música tensa y ascendente nos acercan a su fatal destino: un gravísimo accidente de coche en la capital francesa que acabará con su vida y con la de su novio, Al Fayed. No hay imágenes morbosas, sólo una llamada telefónica a la residencia de la reina para informar del suceso. Stephen Frears no da tiempo tampoco para que pensemos en el impacto de aquella muerte, porque la fría reacción de Isabel II abre otra vía de interés: sorprende a su hijo, el príncipe Carlos, que tiene que desplazarse a París casi de incógnito; al primer ministro, asombrado ante la negativa de celebrar honores y un funeral de Estado pese a que la difunta era la madre de sus nietos; y por supuesto al espectador, que quizá en ese tramo de la película aún sospecha que lady Di va a tener un protagonismo directo.</span><br />
Al día siguiente, todo el país se despierta con dolor y tristeza. Blair hace una primera declaración oficial en la que muestra sus condolencias y llama a Diana la "princesa del pueblo". La Familia Real no hace ninguna declaración ni acepta funerales de Estado, pese a la insistencia del primer ministro. La respuesta de la reina sigue siendo inflexible:<br />
<br />
<b><i>"Es un funeral familiar, no una atracción de feria".</i></b><br />
<br />
Todavía en esos instantes, Isabel II es una mujer segura de sí misma, que cree estar controlando la situación perfectamente. Su experiencia le dicta que el protocolo regio ha sido siempre una de las virtudes más valoradas por el pueblo, esa masa de súbditos anónima que, a su juicio, no aceptaría ni el capricho de un avión privado para que su hijo reciba el cadáver de su ex mujer ni los elevados gastos de un funeral. No es un problema de sentimientos, que también, sino una cuestión institucional. <br />
Una de las pequeñas maldades de la película es el retrato que se hace del <b>príncipe de Gales (<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Alex_Jennings">Alex Jennings</a>)</b>: un veleta a los ojos de su madre y de Tony Blair, con quien intenta mantener una relación de complicidad que no es correspondida. Pese a que denota cierta falta de personalidad, Carlos sabe muy bien cuál es el alcance de lo que está ocurriendo tras la muerte de su ex mujer y hasta qué punto es hermético el protocolo regio. El diálogo que mantiene con su ayudante a su regreso de París es muy significativo:<br />
<br />
<i>- Nos hemos acordado del estandarte real?</i><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><i>- Sí, señor.</i></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><i>- ¿Y flores?</i></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><i>- Sí, señor.</i></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><i>- Bien, porque si se ocupa la funeraria real la llevarán en un cajón de madera.</i></span><br />
<br />
Isabel II comienza a mostrar preocupación cuando se ve obligada a aceptar un funeral público, según el acuerdo al que llegan representantes del Gobierno, del Palacio de Buckingham y de la familia Spencer. Con su hijo mantiene una conversación en la que reflexiona sobre la popularidad de una mujer a la que el pueblo adoraba pese a sus debilidades y transgresiones. <i>"¿Por qué a nosotros nos odian tanto?"</i>.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfw4cUfCqB1TWV4jy1ctWd3705HiOrO4VJIi-2kpttLJuAH59RPKdfRSp1q0HHsoQ9b0QvXFEKK50lf8E21c0_bISXLDNkSsVVLfVgKQsx_bh_BzYJ3apCDHBaz2RWDtjhsNe8fiW4q_8/s1600/queen+2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfw4cUfCqB1TWV4jy1ctWd3705HiOrO4VJIi-2kpttLJuAH59RPKdfRSp1q0HHsoQ9b0QvXFEKK50lf8E21c0_bISXLDNkSsVVLfVgKQsx_bh_BzYJ3apCDHBaz2RWDtjhsNe8fiW4q_8/s400/queen+2.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Isabel II atiende a Tony Blair ante la mirada de su marido.</td></tr>
</tbody></table><br />
El funeral público no es suficiente. La gente se pregunta por qué la reina no hace una declaración oficial. Por qué se ha marchado al Castillo de Balmoral (Escocia) en esas circunstancias y, sobre todo, por qué no ondea una bandera a media asta en el palacio. La prensa critica con dureza a la Familia Real. Isabel II no sólo se muestra inflexible, sino ofendida: nadie puede decirle cómo debe comportarse ni cómo expresar su dolor; la bandera no puede ondear a media asta en señal de duelo por alguien que ya no es de la familia. La nueva llamada de Tony Blair para pedirle su vuelta a Londres le exaspera:<br />
<br />
<i>- La información que recibo me dice que el estado de ánimo del pueblo es bastante delicado.</i><br />
<i>- ¿Entonces, qué sugiere usted, primer ministro? ¿Algún tipo de declaración?</i><br />
<i>- No, señora. Creo que el tiempo de las declaraciones ya ha pasado.</i><br />
<br />
<i>"¡Maldto imbécil! Encima tu té se ha enfriado"</i>, interviene su marido, el <b>príncipe Felipe (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/James_Cromwell">James Cromwell</a>)</b>, cuando su esposa cuelga el teléfono. La frase es muy significativa: tomar el té a la hora y a la temperatura indicadas sí es lo correcto, pero no lo es enarbolar la bandera en señal de duelo. La reina Isabel se niega a regresar y a cumplir con lo que le pide Blair. El mundo se ha vuelto loco; ella conoce mejor que nadie al pueblo británico, que quiere discreción y dignidad y que posee más sabiduría y buen juicio que lo que considera esa prensa hostil.<br />
La secuencia más sugerente de la película transcurre a orillas del río que cruza por la extensa finca de Balmoral. La soberana se ha quedado tirada en mitad de la naturaleza al fallarle el vehículo que ella misma conducía. No puede hacer nada más que esperar ayuda y observar a su alrededor. A lo lejos contempla la magnífica estampa de un ciervo que, sin duda, es el rey del bosque. Un precioso ejemplar. Ambos se miran como si fueran conscientes de que son dos majestades acorraladas: el ciervo, por los cazadores de la finca, y ella, por esa conspiración popular que quiere elevar a los altares a la frívola marioneta de la prensa rosa como fue durante tanto tiempo la madre de sus nietos.<br />
Simbólicamente, la suerte del ciervo (que será abatido poco después) parece la de la propia reina, dolorida, confusa y hundida al contemplar el cuerpo colgado del animal, como si fuera el de la monarquía británica que se está tambaleando durante esa funesta semana.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPiIBlN9sLbegwpQD81g_L7hR9N7OCEKqP_CHZGxioREyoAobXlxYjGzyp4PdkE3JNfyVERNNv-176YNHwoPUU17sd8C6-dXJpEz1n9vytdAnTCVryRar19Uq8-g3qnQF25xzHBLpk058/s1600/queen+5.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPiIBlN9sLbegwpQD81g_L7hR9N7OCEKqP_CHZGxioREyoAobXlxYjGzyp4PdkE3JNfyVERNNv-176YNHwoPUU17sd8C6-dXJpEz1n9vytdAnTCVryRar19Uq8-g3qnQF25xzHBLpk058/s400/queen+5.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">El majestuoso ciervo de la película, tan acorralado como la reina.</td></tr>
</tbody></table><br />
Contra viento y marea, a pesar de la postura de su entorno, Tony Blair ha decidido ayudar a la reina, sacando la cara por ella ante el público. Pero ya es demasiado tarde, porque los medios de comunicación se han lanzado contra ella con inusitada virulencia. Una de cada cuatro personas, según las encuestas que el primer ministro le informa por teléfono, es partidaria de abolir la monarquía: Isabel II no pierde el tiempo, acepta regresar de inmediato, colocar la bandera a media asta y hacer una declaración televisiva de dolor por la pérdida de su ex nuera. Todo con tal de evitar el desastre.<br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><i>"Algo ha pasado. Ha habido un cambio, un cambio en los valores. Cuando ya no comprendes a tu pueblo, mami, quizá sea momento de dejarlo a otra generación"</i>, le dice a su <b>madre (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Sylvia_Syms">Sylvia Syms</a>)</b>. Ésta le aconseja que se muestre firme, como su marido, y no ceda ante la histeria colectiva. Pero su hija decide hacer caso al primer ministro. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Ante la puerta del palacio se acumulan millones de flores y miles de personas expectantes ante el regreso de la reina. Ella se baja del coche ante la puerta, admira las flores y habla con la gente con cordialidad. Es una escena tan silenciosa, sencilla y majestuosa, que en ese momento tienes la sensación de que es Isabel II y no Helen Mirren la que pasea tranquilamente frente a esa multitud antes hostil y ahora entregada.</span><br />
Una niña (siempre hay una niña para estas ocasiones) le regala un ramo y la soberana se emociona. El impresionante respeto que causa ante los "espectadores" (Helen Mirren interpreta, pero la reina también lo hizo en ese momento) ese gesto consigue que la tensión desaparezca. Y no sólo ante el palacio de Buckingham, sino ante toda la nación. En la comparecencia televisiva, ella convence a todos los que habían dudado de su actitud, de su cariño a lady Di y de su amor al pueblo, incluso de su esfuerzo por tratar de mantener la calma en esa semana horrible para la monarquía.<br />
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">Han pasado dos meses desde aquellos días y Blair vuelve al palacio para hablar con la reina. Observamos un clima de complicidad y de respeto mutuo, aunque Helen Mirren/Isabel II sabe mantener con acertada ironía esa superioridad que, ambos saben, se ha sostenido en gran medida gracias a los consejos de su primer ministro.</div><div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"><br />
</div><span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><i>"Creo que nunca comprenderé lo que pasó este verano".</i></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><i>"Usted es más respetada ahora que nunca".</i></span><br />
<br />
Es la primera confesión íntima que le brinda la reina a su jefe de gobierno. Pasean por los pasillos del palacio, se miran con cierta admiración y complicidad. Han salvado lo más sagrado del Reino Unido, la credibilidad y el cariño que inspira la monarquía en un pueblo que hace siglos mantiene esa tradición institucional. No es para tomárselo a broma. Pero Isabel II le recuerda a Tony Blair que quizá su apoyo se debió a que <i>"tal vez pensó que algún día me puede pasar a mí"</i>. Esa es la diplomacia regia, la política a gran escala, las lecciones de cómo se maneja una reina, o un rey, en la privacidad de su palacio. Juegos que, quien más quien menos, cientos de soberanos habrán practicado a lo largo de la historia sin que los mortales nos demos cuenta. Quiero creer que ese estupendo diálogo realmente se produjo así. Y quiero creer que Isabel II de Inglaterra habría admirado profundamente esa escena y la película entera.<br />
<br />
<b>La película</b><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"> - Cinco minutos de ovación le dedicaron los espectadores del Festival de Venecia, puestos en pie, a Helen Mirren cuando se estrenó la película en este certamen.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">- Se asegura que la reina Isabel II de Inglaterra no ha visto nunca la película, en gran medida para no tener que recordar la que considera una de las semanas más difíciles de su vida.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">- Peter Morgan, el guionista, reconstruyó la semana posterior a la muerte de lady Di mediante numerosas entrevistas a personas cercanas a la Familia Real británica y al primer ministro. Obviamente, muchas escenas forman parte de la ficción.<br />
</span><br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBdy10fDDZsCQ5yj55WbD1f7fGeoYFiTMZ5Bm-xMAgXgqGZC3PmEU9hvbCuZjl-y7KxqtLtghdjEPv8UF8UEjM3nzlUnoGkrb4RFAim8lY6eunvrRuC8scWeg7JOE8sp9Z2TdoQVTX7Uk/s1600/queen+4.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBdy10fDDZsCQ5yj55WbD1f7fGeoYFiTMZ5Bm-xMAgXgqGZC3PmEU9hvbCuZjl-y7KxqtLtghdjEPv8UF8UEjM3nzlUnoGkrb4RFAim8lY6eunvrRuC8scWeg7JOE8sp9Z2TdoQVTX7Uk/s400/queen+4.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Steplen Frears y Helen Mirren.</td></tr>
</tbody></table><br />
- El film contiene muchas imágenes reales entremezcladas con las de ficción, sobre todo para las escenas que hacen referencia a lady Diana, desde fotografías hasta el multitudinario funeral.<br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">- Helen Mirren pasó muchas horas fuera del rodaje con James Cromwell (príncipe Felipe), Sylvia Syms (reina madre) y Alex Jennings (príncipe de Gales) para conseguir la relación de familiaridad que necesita la película.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">- Michael Sheen volvió a hacer de Tony Blair en dos ocasiones más para producciones televisivas, mientras que <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Helen_McCrory">Helen McCrory</a> (Cherie Blair)</b> repitió en el papel de la esposa del primer ministro en una de esas producciones. </span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">- Helen Mirren ganó el Oscar a la Mejor Actriz por este papel, entre otros grandes premios. </span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"> </span><br />
<br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="311" src="http://www.youtube.com/embed/J1Wu0qGEev4" title="YouTube video player" width="500"></iframe>Kaplanhttp://www.blogger.com/profile/16388624148587647338noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-5689287473752209208.post-57732825396235417032011-03-26T11:19:00.004+01:002012-07-24T09:11:04.784+02:00Wolfgang Amadeus Mozart<span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: x-large;"><b>(Tom Hulce, "Amadeus")</b></span><br />
<br />
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</div>
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</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEilAEWISuZhi66by2PvHHrMh8Ey2zwDo0v8j1286l6XCYiNCBvFDuPuh8hunXxAZ3TnENSuYiyQ6mIKbTwP4oERygnk6dwAJv4EEge1BYFhmDnAO_mANVogTVmJAiMHFZpfUq93elMyJ40/s1600/amadeus+10.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="297" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEilAEWISuZhi66by2PvHHrMh8Ey2zwDo0v8j1286l6XCYiNCBvFDuPuh8hunXxAZ3TnENSuYiyQ6mIKbTwP4oERygnk6dwAJv4EEge1BYFhmDnAO_mANVogTVmJAiMHFZpfUq93elMyJ40/s400/amadeus+10.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Mozart se divierte ante el emperador.</td></tr>
</tbody></table>
<i><b><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">"Yo puedo ser vulgar, pero os aseguro que mi música no lo es"</span></b></i><br />
<br />
Los expertos y los buenos aficionados a la música clásica saben muy bien cómo era <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Wolfgang_Amadeus_Mozart">Wolfgang Amadeus Mozart</a>. </b>Su cara la hemos visto en grabados antiguos y en los más conocidos óleos de Barbara Krafft, del padre Martini o de Joseph Lange. Para mí, sin embargo, tiene el travieso rostro de <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Tom_Hulce">Tom Hulce</a></b>. Así es como me imaginaré para siempre a este genial compositor. Y todo gracias a un actor que se alejó paulatinamente de la interpretación desde el instante en que la película de <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Milo%C5%A1_Forman">Milos Forman</a></b> se convirtió en un éxito mundial. <i>"<a href="http://www.imdb.com/title/tt0086879/">Amadeus</a>"</i> (1984) disparó la popularidad de Mozart, la cotización del director de la película y la de ese espléndido actor que es <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/F._Murray_Abraham">F. Murray Abraham</a></b>. Fue todo un fenómeno de masas y desató, como era de esperar, una apasionante polémica sobre la ficción y la realidad. Pero, por extraño que parezca, no constituyó ningún trampolín para su protagonista esencial, al menos en la gran pantalla.<br />
Viendo de nuevo la película, no encuentro dónde está el pecado de Tom Hulce, si es que se le puede achacar alguno. Debió salir encumbrado, porque su papel es realmente complejo: un cerebro genial, pero con una mente infantil; un joven lleno de vida, pero irresponsable, frívolo y superficial; un músico prodigioso, mimado por la aristocracia vienesa, pero inconformista y orgulloso hasta acabar en la miseria. El personaje oscila entre la caricatura y la tragedia y el actor sale airoso de ese arriesgado empeño.<br />
Creo que, en realidad, Hulce pagó los platos rotos del perfil tan grotesco que el dramaturgo <b><a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Peter_Shaffer">Peter Shaffer</a></b> le dedicó a Mozart en su obra de teatro <i>"<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Amadeus_%28obra_de_teatro%29">Amadeus</a>"</i>, publicada en 1979, y que constituye la base del film. Muchos repudiaron la interpretación del actor como si éste hubiera sido el responsable del libreto y del guión; como si, en definitiva, hubiera malinterpretado al personaje real hasta convertirlo en un bufón. Pero Hulce, y esto se olvida fácilmente, no interpreta a Mozart, sino a Amadeus; no recrea la vida del músico que sigue maravillando al mundo entero, sino a un ficticio ser que surgió de la pluma de Shaffer. Siempre es conveniente tener en cuenta estos detalles.<br />
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Pese a todo, no hay tanto de grotesco en este papel como su risa histérica -que, esta vez sí, se inventó el actor- nos pueda hacer pensar. La película cuenta la tragedia de un genio a través de otro personaje, <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_Salieri">Antonio Salieri</a></b>, que se encarga de filtrarnos una historia sombría, cargada de tristeza y de fatalidad, en un flash-back muy inteligente. Mozart acaba siendo un genio incomprendido, víctima de esa mediocridad que encarna simbólicamente Salieri. Como digo, nos encontramos ante una ficción, premeditada y preparada, quizá, para provocar la polémica.</div>
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Mozart aparece en pantalla cuando Salieri lo ve por primera vez a escondidas sin saber quién es. Persigue a una joven llamada <b>Constanze (<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Elizabeth_Berridge_%28actress%29">Elizabeth Berridge</a>)</b> por el palacio del <b>príncipe-arzobispo Colloredo</b> y juguetea con ella creyendo que están solos en una sala llena de manjares. De repente, el joven escucha un sonido y se incorpora de golpe. <i>"¡Mi música! Han empezado sin mí"</i>, exclama. Salieri no puede creer que ese jovenzuelo que habla de forma tan soez pueda ser el genio a quien buscaba para saludarle.</div>
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Es atolondrado, bullicioso y jovial, pero absolutamente serio y responsable cuando se trata de su música. Y muy orgulloso. Cuando el arzobispo (<b>Nicholas Kepros</b>) le recuerda que es su sirviente, él le invita a que le despida, porque <i>"es evidente que no os satisfago"</i>. Mozart conseguirá quedarse en Viena en vez de regresar a Salzburgo, contratado por el <b>emperador José II (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Jeffrey_Jones_%28actor%29">Jeffrey Jones</a>)</b>.<br />
Salieri no sólo es el conductor de la película: es también la persona que nos enseña por qué es tan fascinante la música de su odioso colega. A lo largo del film, todo lo hermoso que sale del cerebro de Mozart lo vamos a conocer gracias a las opiniones de Salieri y a su envidiosa admiración. Ya anciano, recluido en un psiquiátrico por haber intentado suicidarse tras proclamar que él asesinó a Mozart, explica con sencillas palabras la grandeza de lo que admiraba:<br />
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<i>"En el papel no parecía gran cosa... El comienzo, sencillo, casi cómico. Una cadencia. Fagots, clarinetes, como una oxidada caja de ruidos. Y luego, de repente, sobre ellos un oboe; una sola nota, suspendida, firme; hasta que un clarinete toma su lugar, endulzándolo a una frase de tal deleite... Esta no fue una composición de un mono de farándula. Era una música que jamás había oído. (...) Parecía que escuchaba la voz de Dios... Pero ¿por qué? ¿Por qué Dios elegía un joven obsceno como su instrumento?"</i>.<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQD7W6uIjQChTwzggLk-tlJOK-gfO540TnnS6iaGTPhe2QdaYMSS07BA9LbmKTGVXFzm_5q76U_h08Dbxg7HyOCQfjui5GCOzR1E318Nytno0m2DCfSYQoqFbe0If-JzVCmGAPDFss-BQ/s1600/Amadeus+01.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQD7W6uIjQChTwzggLk-tlJOK-gfO540TnnS6iaGTPhe2QdaYMSS07BA9LbmKTGVXFzm_5q76U_h08Dbxg7HyOCQfjui5GCOzR1E318Nytno0m2DCfSYQoqFbe0If-JzVCmGAPDFss-BQ/s400/Amadeus+01.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Mozart se prueba tres pelucas: <i>"¿Por qué no tendré tres cabezas?"</i>.</td></tr>
</tbody></table>
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Ajeno a los celos de Salieri, a las intrigas de la Corte vienesa y a la ignorancia musical del emperador, Mozart acepta encantado el encargo para componer una ópera. Consigue su propósito de escribirla en alemán, frente a las presiones para que sea en italiano, pero cuando explica que tiene un libreto sobre un harén en Turquía (<i>"El rapto del serrallo"</i>), escandaliza a algunos de los miembros de la Corte. Su risa acentúa la impresión de desdén con que le reciben, sobre todo por parte del director de ópera, <b>conde Orsini-Rosenberg (Charles Kay)</b>.<br />
A Salieri lo humillará delante de todos cuando interprete al piano la marcha de bienvenida que le ha escrito en su honor: su versión es notablemente mejor. La larga secuencia resulta divertida y brillante y en ella descubrimos que Wolfgang Amadeus es deliciosamente vulgar, vehemente y, con quien no está a su altura musical, sutilmente insultante y despectivo. En el estreno de la ópera, está a punto de mostrarse así ante el emperador cuando éste, después de elogiar su obra, le hace ver que tiene <i>"demasiadas notas"</i>. Mozart no se lo puede creer. Con su música es engreído y presuntuoso. Posee un gran amor propio y necesita constantemente la aprobación de los demás.<br />
<br />
<i><b>- Vuestro trabajo es delicioso. Tiene calidad. Yo creo que aún sobran algunas notas. Sólo eso. Quitándolas quedará perfecto.</b></i><br />
<i><b>- ¿Y cuántas notas creéis que sobran, majestad?</b></i><br />
<br />
A su vez es infantil, despreocupado y granuja. En la misma escena todos conocen a su prometida Constanze, lo que provoca la consternación y la sorpresa de su soprano, <b>Katerina (Christine Ebersole)</b>, con la que, evidentemente, había mantenido relaciones sexuales. Su única forma de salir del paso es su risotada, ese cacareo nervioso que le sirve para todo: para disculparse, para acabar las frases que no sabe cómo terminar, para insinuar excitación, picardía, nerviosismo, pasión o incluso temor, para agradecer elogios o para reflejar emociones, felicidad y diversión.<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhf_6KWL86EnXszDQWRhXJacDKMAzWF8afYA9qCcwkQjOfNy5VUnMQIGKbAx6S2BtKY0a-qFuYCn3vEH4o2a7eM3__gw-4JMpk9maN0vonz0_yUFnhcBqkESkYNslJTUjUkkqi8Zh5lKQI/s1600/amadeus+09.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhf_6KWL86EnXszDQWRhXJacDKMAzWF8afYA9qCcwkQjOfNy5VUnMQIGKbAx6S2BtKY0a-qFuYCn3vEH4o2a7eM3__gw-4JMpk9maN0vonz0_yUFnhcBqkESkYNslJTUjUkkqi8Zh5lKQI/s400/amadeus+09.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Constanze y Wolfie, enamorados pese a las adversidades.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
La estrafalaria risa de Amadeus ha producido entre los espectadores de medio mundo rechazo sin paliativos y, no sé si a partes iguales, aprobación entusiasta. Creo que es, sin duda, una de las causas por las que Tom Hulce no obtuvo un mayor reconocimiento a su -para mí- espléndido trabajo. Personalmente, me parece un magnífico recurso cómico para expresar en la película todo aquello (disculpas, explicaciones y sentimientos) que hubiera necesitado una excesiva retórica. Es una ingeniosa manera de decirnos muchas cosas, con el tono de la carcajada y con su gesto. A veces parece un breve ladrido (mi preferida) y otras es abiertamente insultante, caprichosa y exultante.<br />
Mozart se sabe el mejor compositor del país y el más querido. <i>"La gente me adora"</i>, le dice a su esposa (se ha casado con Constanze pese a la oposición de su padre), ajeno a las maniobras de Salieri para hundirle. El italiano odia a su colega con toda su alma. O más bien odia a Dios a través de Mozart. No soporta que su música sea un lenguaje divino, que "La Criatura" -como le llama- le desprecie o que se acostara con Katerina, su amor platónico.<br />
Salieri urde un elaborado plan para destruirle: primero humilla a Constanze (la escena de ofrecimiento sexual que sólo aparece en la edición del montaje del director); luego evita que Amadeus sea el profesor de piano de una sobrina del emperador, el trabajo mejor remunerado y prestigioso; más tarde lanza calumnias sobre su libertinaje y le advierte al emperador que su sobrina estaría en peligro en manos de alguien tan depravado; finalmente, introduce a una sirvienta-espía para conocer al detalle todo lo que ocurre en su casa.<br />
El problema de Wolfy, como le llama cariñosamente su esposa, es que derrocha el dinero y no tiene ingresos. Cuando su padre, <b>Leopold Mozart (Roy Dotrice)</b>, visita a la pareja en Viena comprobamos que su hijo no está dispuesto a demostrar debilidad ante él ni a pedirle un solo favor. Como orgulloso que es, intenta aparentar que el matrimonio nada en la abundancia y que disfrutan de una vida alegre y feliz. Por eso lleva a su padre a un baile de disfraces, en el que, por primera vez, vemos a un Amadeus incontrolable, estúpido y demasiado infantil. Es una caricatura de sí mismo, pero la escena es necesaria para poder entender su simpleza y, de paso, sus acrobacias al piano.<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmpMyqNBZvzDA9g5C4RumjeNoF-w1_-qinAXjnHkzXNUvKFR2mX-yNhjQ02ndRFmU0beosD9HMUSjezNbFPvOV7sbJlN2Emz1x0C4r1e9ac-jNwiDAD1384BB0F5fh7uno92ArYdWwvh0/s1600/amadeus+04.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="178" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmpMyqNBZvzDA9g5C4RumjeNoF-w1_-qinAXjnHkzXNUvKFR2mX-yNhjQ02ndRFmU0beosD9HMUSjezNbFPvOV7sbJlN2Emz1x0C4r1e9ac-jNwiDAD1384BB0F5fh7uno92ArYdWwvh0/s400/amadeus+04.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">La música y la bebida acompañan siempre a Amadeus.</td></tr>
</tbody></table>
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Gracias a la sirvienta que ha metido en su casa, Salieri descubre que está trabajando en un libreto prohibido por el emperador, porque alienta la lucha de clases. Se trata de <i>"Las bodas de Fígaro"</i>. José II le hace llamar a palacio y esta vez la cita no es como la primera vez. Mozart, hastiado y cabreado por tener que explicar su trabajo y defender su talento, se muestra insultante con todos, excepto con el emperador. <i>"¡Temas elevados! Me tienen harto vuestros temas elevados! ¡Leyendas muertas! ¿Por qué tenemos que seguir escribiendo sólo sobre dioses y leyendas? ¡Personajes tan encumbrados que casi cagan mármol!"</i>, explota ante la escandalosa mirada de los demás.<br />
<i>"Perdonadme, majestad. Yo puedo ser vulgar, pero os aseguro que mi música no lo es"</i>, se excusará ante el emperador y éste, pese a la opinión contraria de los demás, aceptará que componga una de las óperas más universales de la historia. A lo largo de la película veremos ejemplos sobre la lucha que debió entablar Mozart para enseñar e imponer su prodigiosa creatividad, incomprendida en muchos casos por su estilo rompedor e innovador, más vivo y armonioso que la música del momento. <br />
Llegan malos tiempos para él. <i>"Las bodas de Fígaro" </i>es un fracaso, mientras que una ópera de Salieri triunfa a lo grande en Viena. El italiano le pregunta qué le ha parecido y Amadeus intenta no herir sus sentimientos: <i>"Nunca creí que tal música fuera posible"</i>, le dice con disimulado sarcasmo.<br />
La muerte de su padre le sumirá en una etapa sombría, de la que nace la ópera <i>"Don Giovanni"</i>, con la tétrica figura de la muerte apareciendo en escena. <i>"Mozart había convocado a su propio padre para que acusara al hijo ante los ojos del mundo"</i>, explica muy bien Salieri, quien sigue al tanto de la vida personal de su rival gracias a la sirvienta. Wolfie, que ya es padre, empieza a mostrar profundas ojeras y un aspecto cansado y hundido. Salieri influirá para que la ópera sólo se represente cinco veces.<br />
La tragedia se cierne sobre Amadeus -que bebe y trabaja sin descanso, metido en una espiral destructiva-, cuando Salieri maquine un plan diabólico para volverle loco: un desconocido, oculto bajo la funesta máscara que llevaba Leopold Mozart en la fiesta de disfraces, acude a su casa para encargarle una ópera. Cuando recibe la visita, se sobresalta de terror. Es como si su padre hubiera vuelto de ultratumba para encargarle una misa de difuntos, el famoso Requiem.<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7MYbnFsB2VjIuV3AADcEogl_kXMlcz-a6CVuhbktbiSCFZn0kTN5C5pTmz9OHNB-WIs5cVcL-czrZf8BrMmbkIRojJxcX3F7GJ2fhYKshbJy5-2HzzDHjatpPjb0UUjf0SpN3drd0lgE/s1600/amadeus+07.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="285" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7MYbnFsB2VjIuV3AADcEogl_kXMlcz-a6CVuhbktbiSCFZn0kTN5C5pTmz9OHNB-WIs5cVcL-czrZf8BrMmbkIRojJxcX3F7GJ2fhYKshbJy5-2HzzDHjatpPjb0UUjf0SpN3drd0lgE/s400/amadeus+07.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Wolfie espera a que se duerma su esposa para salir de juerga.</td></tr>
</tbody></table>
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Sus fantasmas interiores se quedan ahí, porque él sigue saliendo por las noches. Le atraen los espectáculos musicales ligeros, desprovistos de la majestuosidad de la ópera tradicional. Se encuentra a gusto, con su mujer y su hijo pequeño, viendo cómo se divierte la gente sencilla ante un montaje plagado de sorpresas: música mucho más amena, caballos que irrumpen en escena, actores que bajan del techo, enanos, mujeres con ropa más ligera... Comprueba que está más cerca de ese público que del ceremonioso y aristocrático que, por culpa de Salieri, le ha dado la espalda.<br />
Los problemas se le acumulan: trabaja frenéticamente en el Requiem, acepta escribir un vodevil (será <i>"La flauta mágica"</i>), bebe de manera compulsiva, apenas duerme y ya no tiene vergüenza alguna para pedir incluso limosna a un rico hacendado, aunque sin éxito. Se encuentra al borde de la locura y del colapso físico. Su esposa le anima a acabar la misa de difuntos porque es dinero seguro, pero la aterradora figura que le recuerda a su padre <i>"me está matando"</i>, le confiesa a Constanze.<br />
Tom Hulce está más espléndido todavía en este tramo de la película. Pasa de ser un joven soberbio, infantil, altivo y lleno de vida a un hombre mortificado por su propia mente, que alberga fantasía, terror, liberación y una creatividad sin límite. Cuando acude a ver a su suegra por la marcha de Constanze, que ya no podía soportar su ritmo de vida, no escucha sus reproches, sólo ve la figura que le va a inspirar para la fabulosa aria <i>"Queen of the night"</i>, de <i>"La flauta mágica"</i>. Su cerebro funciona de una manera tan vertiginosa que la destrucción es un camino inevitable.<br />
Durante la representación de la ópera en el teatro popular, a la que asiste en secreto Salieri, Amadeus acaba exhausto por el esfuerzo físico y psíquico de los últimos meses. Su colega permanece a su lado, en parte para ayudarle pero, sobre todo, para ser testigo de su hundimiento y de su final. <i>"Con sinceridad, sois el mejor compositor que conozco"</i>, le confiesa.<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSU6AvKDbPwMousP0vgJfaMjbSzlFEzzOkJAi09WTWtCgACUNDCbPu5nQIv4a3IuypZ_40itFzaD2iWtvExko7ihh_uEf_2f35V4Fg39A1jd6YuxPGztij4zdkRiSZvIWyOf0e5XQKM8c/s1600/amadeus+05.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="256" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSU6AvKDbPwMousP0vgJfaMjbSzlFEzzOkJAi09WTWtCgACUNDCbPu5nQIv4a3IuypZ_40itFzaD2iWtvExko7ihh_uEf_2f35V4Fg39A1jd6YuxPGztij4zdkRiSZvIWyOf0e5XQKM8c/s400/amadeus+05.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Mozart, moribundo, le dicta el Requiem a Salieri.</td></tr>
</tbody></table>
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La secuencia del Requiem, con Mozart en la cama, moribundo, y Salieri escribiendo lo que surge de su cerebro, me parece uno de los grandes momentos del cine y una excelente lección de música. Apreciamos en toda su dimensión la grandeza de este genio, cómo fluyen sus ideas con asombrosa celeridad o cómo se impacienta ante la lentitud de su colega para comprender la maravilla que está componiendo. Milos Forman le pone música a sus gestos para que entendamos mejor la que, sin duda, es una de las piezas más importantes de la historia.<br />
<br />
<i>- Primer fagot y los trombones con los tenores.</i><br />
<i>- ¿Primer fagot y trombones, dónde?</i><br />
<i>- Con los tenores.</i><br />
<i>- ¿Idéntico?</i><br />
<i>- Pues claro. Los instrumentos doblando las voces. Ahora, trompetas y timbales; trompetas en Re.</i><br />
<i>- ¡No, no, no! ¡No lo entiendo!</i><br />
<i>- ¡Oídme! Trompetas en Re. Tónica y dominante, primera y tercera partes.</i><br />
<i>- ¡No!</i><br />
<i>- ¡Va bien con la armonía!</i><br />
<br />
Cuando Amadeus agita su puño derecho marcando el sonido, Salieri comprende de repente. Es algo nuevo para él, como si descubriera en ese instante las infinitas posibilidades creativas que aquel hombrecillo enfermo y al borde de la muerte guarda en su interior. También es magnífica la coincidencia entre la creación del Requiem y la agonía de su creador, que lee las partituras con un hilo de voz apenas perceptible. <i>"He sido un estúpido. Creí que no os gustaba mi obra ni yo. Perdonadme. Perdonadme"</i>, le dice al italiano antes de caer rendido. Mozart aún despertará lo justo para volver a ver a su esposa y su hijo. Pero es el último esfuerzo que podrá realizar. El requiem que no ha podido terminar se quedará para siempre en su cerebro.<br />
¿Es <i>"Amadeus"</i> una película que traiciona la realidad histórica? En muchos aspectos, sí. Pero desde que la vi por primera vez, hace ya muchos años, siento devoción por Mozart y por su Requiem, una de las joyas universales de la cultura. Y aunque a Tom Hulce se le siga despreciando por algunos excesos de su personaje y pese a que muchos no perdonan las numerosas licencias artísticas que falsean la historia, habrá que aceptar algún día que este actor ayudó muchísimo a mantener viva la memoria del genial compositor.<br />
<br />
<b>La película</b><br />
- Durante el rodaje de la escena de <i>"El rapto del serrallo"</i>, en un teatro de la comunista Checoslovaquia, sonó el himno norteamericano y se extendió una enorme bandera de ese país. Todos los extras se pusieron a cantar el himno <i>"excepto treinta personas que no sabían qué hacer, eran miembros de la policía secreta"</i>, que se habían inflitrado en el rodaje, recuerda Milos Forman. Todo el equipo del rodaje sabía que entre los extras había agentes infiltrados, pero convivieron sin apenas problemas.<br />
- El director vio en 1979 la obra teatral de Peter Shaffer en Londres, convencido de que iba a aburrirse. A Shaffer le dijo tras el primer acto: <i>"Si el segundo acto es tan bueno como el primero, hago una película"</i>, recuerda el dramaturgo y, a la vez, guionista del film.<br />
- Shaffer y Forman se encerraron durante meses en la casa de campo del director para elaborar el guión. Dos horas al día la dedicaban exclusivamente a escuchar la música de Mozart.<br />
- <b>Mel Gibson, Tim Curry,</b> <b>Kenneth Branagh, Mark Hamill, Sam Waterston</b> y los cantantes <b>Mick Jagger</b> y <b>David Bowie</b> fueron algunas de las opciones para interpretar a Mozart.<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlSJuMafK2Rt0WUCnuAqpVgYH-IymZbvsEnFqWqgWAJJ1S2xLVQ_Oo43ommKhqy0EdmAmH9bcVNObCLtlwQlfSRjEzP_q0F7Di6zGuEw9ApCH10g5JJI3WyLBvr4IH6Dca808CiKp5PRY/s1600/amadeus+06.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlSJuMafK2Rt0WUCnuAqpVgYH-IymZbvsEnFqWqgWAJJ1S2xLVQ_Oo43ommKhqy0EdmAmH9bcVNObCLtlwQlfSRjEzP_q0F7Di6zGuEw9ApCH10g5JJI3WyLBvr4IH6Dca808CiKp5PRY/s400/amadeus+06.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">F. Murray Abraham y Tom Hulce, en el 25º aniversario de la película.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
- F. Murray Abraham había sido elegido para un pequeño rol en la película, pero un día Milos Forman le pidió que hiciera de Salieri para replicar a un actor; le gustó tanto su actuación que terminó por darle el papel. Cuenta el actor, entonces desconocido, que cuando le anunció la buena noticia estaba rodando <i>"El precio del poder"</i> como un secundario casi anónimo: <i>"Cuando se enteraron de que iba a hacer el papel por el que suspiraban todos los actores británicos, las estrellas de esa película cambiaron su actitud hacia mí"</i>.<br />
- La película sólo se podía rodar en tres ciudades, Viena, Budapest y Praga. Forman, de origen checo, eligió esta última capital no por patriotismo, sino porque <i>"la ineficacia comunista había conseguido que la ciudad siguiera pareciendo del siglo XVIII"</i>, explica en el documental sobre el rodaje de la película. Sólo había que echar tierra a las calles, quitar las farolas <i>"y ya estabas en el siglo XVIII"</i>.<br />
- <b>Meg Tilly</b> era la candidata ideal para el papel de Constanze, pero un día antes del rodaje se lesionó... ¡jugando al fútbol con unos chavales en las calles de Praga! Elizabeth Berridge fue su sustituta de urgencia.<br />
- F. Murray Abraham, Jeffrey Jones (emperador) y, sobre todo, Tom Hulce tuvieron que aprender a tocar el piano decentemente. Hulce, en especial, contó con un profesor particular durante muchos meses unas cuatro horas al día.<br />
- Los dos actores principales mantuvieron, de forma consciente, una relación distante durante el rodaje, que ayudó mucho a la composición de ambos personajes.<br />
- Tom Hulce confesó que se fijó en el tenista <b>John McEnroe</b> para las escenas en que su personaje es más histriónico y protestón.<br />
- En la excelente secuencia en que Mozart aparece moribundo dictando a Salieri el Requiem, Hulce olvidó deliberadamente parte del diálogo para confundir a F. Murray Abraham y conseguir el efecto de desconcierto que se necesitaba.<br />
- <i>"Amadeus"</i> fue la gran triunfadora en la gala de los Oscar de aquel 1984: Ocho estatuillas, incluida a la mejor película, mejor director y mejor actor: F. Murray Abraham, espléndido. Tom Hulce, que competía con su compañero, se quedó sin premio.<br />
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<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="311" src="http://www.youtube.com/embed/1uaLaFNzwgc" title="YouTube video player" width="500"></iframe>Kaplanhttp://www.blogger.com/profile/16388624148587647338noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-5689287473752209208.post-5445765856375393952011-03-15T06:12:00.004+01:002011-04-10T19:34:12.486+02:00Bess McNeill (Emily Watson)<span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: x-large;"><b>("Rompiendo las olas")</b></span><br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFVTuDQ1BHcTFfJ69b6cuyeiZqGoaaATf7lPtuIKVYvsfNrBuGZXg6RT3JdCsgB0PmOGPdlu_vuZ82qtCeUcgx2RQf4AwnRq1DSbki01ah8QEGHMZsItN4BW2Baxle1CLrsyAHacjfrs0/s1600/break+222.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="351" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFVTuDQ1BHcTFfJ69b6cuyeiZqGoaaATf7lPtuIKVYvsfNrBuGZXg6RT3JdCsgB0PmOGPdlu_vuZ82qtCeUcgx2RQf4AwnRq1DSbki01ah8QEGHMZsItN4BW2Baxle1CLrsyAHacjfrs0/s400/break+222.jpg" width="400" /></a></div><br />
<b><span class="Apple-style-span"><i style="font-weight: normal;">"Rompiendo las olas"</i><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"> (</span><i style="font-weight: normal;">"<a href="http://www.imdb.com/title/tt0115751/">Breaking the waves</a>", </i><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">1996) es una obra maestra. Se trata, además, de una película necesaria para la historia del cine y para comprender la dimensión creativa que posee este arte. Pero a mí no me interesan tanto la técnica y el estilo narrativo experimentales y su vocación vanguardista como la historia que cuenta y la actuación de sus intérpretes. Creo que </span><b><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><i>"Rompiendo las olas" </i>no sería lo que es, una maravillosa joya, si se tratase tan solo de una controvertida apuesta cinematográfica, antecedente del movimiento </span><span class="Apple-style-span"><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Dogma_95">Dogma 95</a></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">, entre cuyos fundadores se encuentra </span></b></span><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Lars_von_Trier">Lars von Trier</a>.</b><br />
<b></b>El director danés posee un don especial para extraer magia de sus intérpretes. Sus obras muestran personajes con una extraordinaria carga emocional o con una enorme calidad humana. <b>David Morse, Peter Stormare, Nicole Kidman</b> o <b>Stellan Skarsgard</b> son algunos ejemplos, pero quienes sobresalen de manera sobrecogedora son dos actrices atípicas: la cantante <b>Björk</b> (<i>"Bailando en la oscuridad"</i>, 2000) y <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Emily_Watson">Emily Watson</a>, </b>que en 1996 tuvo un impactante debut en el cine.<br />
Emily Watson nunca había participado en una película hasta que el director danés la llamó con urgencia para que se aprendiera el papel de <b>Bess McNeill</b>: una mujer inocente, pura, generosa y con una enorme sensibilidad infantil. Bess siente un amor inmenso y enfermizo hacia <b>Jan Nyman</b> (<b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Stellan_Skarsg%C3%A5rd">Stellan Skarsgard</a></b>), un forastero con quien se acaba de casar. Vive en un pequeño pueblo al norte de Escocia, donde sus habitantes se aferran a la doctrina calvinista, una de las más severas y tradicionales de la Iglesia protestante. Pero la joven se siente más a gusto cuando se somete a una especie de ritual de posesión de Dios: ella le habla como Bess, con los ojos suplicantes y abiertos, y ella misma contesta con voz grave y autoritaria, con los ojos cerrados, como si un ser etéreo se adueñara de su mente.<br />
Viendo de nuevo la película, se me ocurren dos referencias cinematográficas del personaje de Bess, ambas del neorrealismo italiano: <b>Gelsomina/Giulietta Masina</b> (<i>"La Strada"</i>, de <b>Federico Fellini</b>) y <b>Nanni/Anna Magnani</b> (episodio <i>"El milagro"</i> de <i>"L'amore"</i>, de <b>Roberto Rossellini</b>). De Gelsomina tomaría la bondad extrema y su comportamiento infantil; de Nanni, su obsesión religiosa por el amor hasta la conducta paranoica; de ambas, el halo trágico que rodea sus respectivas vidas.<br />
Ansiosa, enamorada, juguetona, inocente... Conocemos a Bess cuando un consejo de ancianos de la iglesia aprueba a regañadientes su boda religiosa con Jan, obrero de una plataforma petrolífera que trabaja en alta mar. Su mirada nos enamora porque apenas puede contener la felicidad, ni siquiera ante los severos semblantes de aquellos viejos recelosos de las tradiciones. Es una niña llena de emociones instintivas: se ilusiona con el amor, se impacienta cuando el novio llega tarde a la ceremonia, se enfurruña si algo le sale mal y pide perdón con humildad (a lo largo de la película pedirá perdón a menudo como si se sintiera perpetuamente culpable) cuando reconoce que su reacción es exagerada o injusta.<br />
Es una mujer adulta con alma de niña e hipersensible. Quizá en una película más convencional nos hubieran explicado cómo conoció al hombre de su vida y cuál es el origen de su comportamiento. Excepto Jan, los demás personajes que la rodean saben que un trastorno mental, quizá originado por la muerte de su hermano Sam, provoca sus infantiles reacciones. Pero Lars von Trier no pierde el tiempo en explicaciones. Y ciertamente no las necesitamos. Suponemos que la muerte de su hermano le causó un trauma psicológico por el que tuvo que ser tratada en una clínica de salud mental, y que se enamoró de Jan al instante, en cualquier día que pudo disfrutar de permiso para abandonar la plataforma en alta mar.<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuTezvu3pQru04CG4_u9GXMH_mfjJu7ebf_5UcyPj6ZP4JSYsKiR9MckkTRR1PAxBhNwZeboYgAdaHHGVLNQ5vc6AZYTEG5oxjFj1DjV2UXPv0fHZW7uRBbGKZzug5qARVLun3-7Jp_qE/s1600/break+4.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuTezvu3pQru04CG4_u9GXMH_mfjJu7ebf_5UcyPj6ZP4JSYsKiR9MckkTRR1PAxBhNwZeboYgAdaHHGVLNQ5vc6AZYTEG5oxjFj1DjV2UXPv0fHZW7uRBbGKZzug5qARVLun3-7Jp_qE/s400/break+4.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Bess, feliz al lado de Jan.</td></tr>
</tbody></table><br />
Jan es otro ser puro y generoso. Corresponde a Bess sin reparos, le hace reír, la trata con un cariño exquisito y, sobre todo, le demuestra que el sexo es un placer y no la oscura perversión que le han enseñado. Ella aún es virgen cuando, en medio del banquete nupcial, se ocultan en un cuarto de baño.<br />
<i>-Hazme el amor.</i><br />
<div style="margin: 0px;"><i>- ¿Pero aquí? ¿No te gustaría un sitio más romántico?</i></div><div style="margin: 0px;"><i>- Este es precioso.</i></div><div>La boda es un ejemplo del contraste entre una sociedad religiosa muy arcaica y la espontánea alegría que transmiten Jan y sus amigos; estos fuman, beben cerveza, se divierten continuamente y se toman la vida como una experiencia para disfrutar; por contra, el sacerdote, los ancianos, la <b>madre</b> de Bess (<b>Sandra Voe</b>) y casi todos los vecinos son comedidos, serios y aburridos. Ni siquiera tienen campanas para anunciar la boda. Su cuñada <b>Dodo (<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Katrin_Cartlidge">Katrin Cartlidge</a>)</b>, la viuda de su hermano, es la única persona que le ha servido de guía, de amiga y de confidente durante años; no obstante, parece estar algo más adaptada a esa forma de vida tan grave y tan solemne, pese a que, como forastera, tampoco está plenamente integrada. Sólo Bess parece querer escapar de ese lúgubre ambiente. Para ella, hacer el amor es una completa liberación. <i>"¿Cómo has aguantado? ¿Cómo lo has soportado sin estar con nadie?"</i>, le pregunta su marido. <i>"Te estaba esperando a ti"</i>, responde.<br />
Es tan feliz que puede soportar emocionada los profundos ronquidos de Jan, darle las gracias a su dios por el don del amor, quedarse asombrada con su marido ante la proyección de una película (parece descubrir el cine entonces) y provocar recelos entre la comunidad. Su dicha, o la expresión de su dicha, parece molestar a los vecinos. Ella incluso se atreve a protestar levemente por alguna de las normas inamovibles.<br />
<div style="margin: 0px;"><i>- Es una estupidez que sólo puedan hablar los hombres en la iglesia.</i></div><div style="margin: 0px;"><i>- Muérdete esa lengua, jovencita.</i></div>Jan tiene que regresar pronto a la plataforma y esa perspectiva mortifica a su mujer. Como la niña que es, llora sin consuelo; comiendo en casa de su madre y de su abuelo, se encierra en su habitación y se pone a sollozar de espaldas a la pared. Su madre le amenaza con devolverla al hospital si no cambia su comportamiento. Ella repite <i>"lo siento"</i> varias veces, como si esa amenaza fuera terrible. <i>"¿Qué te hace a ti ser tan especial?"</i>, le reprocha. El amor que siempre da y que ahora recibe sería la respuesta, pero Bess no dice nada.</div>Dodo le confiesa a Jan que no se fía de él y le recuerda que su esposa es muy vulnerable, podría empujarla a hacer todo lo que él quisiera. <i>"Ella es más fuerte que nosotros. Lo único que le pasa es que lo quiere todo"</i>, replica. Cuando Jan le entrega un regalo, se pone como una niña, feliz, sonriente, excitada. Es un vestido, pero da igual lo que sea, ella lo agradece todo.<br />
Una de las escenas más impactantes de la película -y tiene mucho que ver para ello la técnica de cámara en mano que no deja de observar a Bess- se produce en la despedida. Ella se ha puesto furiosa, no puede soportar la marcha de su marido, se aleja y golpea una tubería con rabia. Parece estar tranquila cuando el helicóptero que lo viene a buscar está a punto de despegar, pero de repente su rostro se transforma, sale corriendo y gritando, abre la puerta para buscar a su marido y él tiene que calmarla de nuevo.<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYUdDboNy6Y62QSHbh8D6iMN7MzDb-ru5Ekgz9KuMd-L9j4ghEuQRSogWe9uGWcz_1OqHTBmhSXLr7GIunlOULWkxIwnX-0yhy1ien7CZNHxaFqMX3vXgOV9EpSCkub_MoiEs_8MIq0z0/s1600/break+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="318" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYUdDboNy6Y62QSHbh8D6iMN7MzDb-ru5Ekgz9KuMd-L9j4ghEuQRSogWe9uGWcz_1OqHTBmhSXLr7GIunlOULWkxIwnX-0yhy1ien7CZNHxaFqMX3vXgOV9EpSCkub_MoiEs_8MIq0z0/s400/break+1.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>"Todo el mundo dice que te quiero demasiado"</i>.</td></tr>
</tbody></table><br />
Sin la compañía de su esposo, la vida de Bess se torna angustiosa. Habla con Dios, regresa a casa de su madre y pide siempre disculpas por haber expresado con vehemencia su felicidad. Es capaz de esperar durante horas y horas, encerrada en una cabina telefónica en la carretera, la llamada de Jan. Cuando suena, está dormida y es de noche, pero no le importa. Solloza al decirle que le quiere mucho.<br />
<div><i>- "Todo el mundo dice que te quiero demasiado, que si descubres cuánto te quiero, podrías disgustarte".</i> </div>Jan tardará unos días en volver. Bess se pone histérica porque su cuñada le ha roto un calendario en el que anota de forma obsesiva los días que faltan para el reencuentro. No es el primer ataque de nervios que sufre. Bess baja al acantilado a gritar como una posesa, precisamente donde rompen las olas. Quedan sólo diez días para su vuelta, pero ella no puede esperar.<br />
Todas las conversaciones que mantiene con ese dios imaginario con el que desdobla su personalidad nos dicen mucho de la propia Bess. Olvidemos por un momento que es el dios en el que confía; supongamos que la Bess infantil e inmadura, trastornada por su propia bondad, habla en esos trances con la Bess inteligente, razonable, segura de sí misma, reflexiva y juiciosa. Ella sabe cómo debería ser, pero prefiere ser como es. Hay algo hermoso y mágico en esos encuentros furtivos que se producen casi siempre en la iglesia.<br />
Jan sufre un gravísimo accidente cuando trata de salvar a su amigo <b>Terry (<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Jean-Marc_Barr">Jean-Marc Barr</a>)</b> en la plataforma petrolífera. Cuando el <b>sacerdote (Jonathan Hackett)</b> se lo anuncia, Bess se desmaya. En el hospital no puede parar de llorar. Le aconsejan que se vaya, pero ella, como hacen los críos caprichosos que no quieren saber la verdad, se tapa los oídos para no escuchar la realidad. Horas más tarde le comunican que vivirá, aunque quizá no merezca la pena en las condiciones en que se quedará: paralítico y en la cama. Ella, sin embargo, sólo se queda con la primera parte, "vivirá", y sonríe sin pensar en las consecuencias. Sólo cuando habla con Dios parece calcular la realidad:<br />
<i>- Padre, ¿aún estás ahí?</i><br />
<i>- Claro que estoy aquí, Bess, lo sabes.</i><br />
<i>- ¿Qué está pasando?</i><br />
<i>- Tú querías que Jan volviera.</i><br />
Pasa el tiempo. Jan sigue en el hospital, inmóvil, y Bess siempre está con él. Le habla hasta cuando está dormido. Su obsesión alerta a Dodo, que decide dirigirse al <b>doctor Richardson (<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Adrian_Rawlins">Adrian Rawlins</a>)</b> para que la trate psicológicamente. Tras su charla, durante unos días la veremos más alegre y divertida, convencida de que tendrá que hacerle la vida más agradable a su esposo. Lo han trasladado a casa en camilla y allí él le cuenta su inquietud: quiere que ella tenga un amante para que disfrute del sexo. La reacción de Bess le desarma: primero se marcha en silencio, incapaz de expresar en ese momento lo que siente, y luego regresa rabiosa e insultante: le llama "paralítico" despectivamente.<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwpXw1mr72elLXXa8eQkF0NDqhS29otaTEwWvYl7rl87DhIbB1lLBqzI-7i8sleA1672ccNaMw52Jx9fJVtIkJaOZ4dPPK1AIYMAxi5ni-fBvpxJlooEKMOrSQUN3I0HOT8uDJTkV_bL4/s1600/break+6.png" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="178" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwpXw1mr72elLXXa8eQkF0NDqhS29otaTEwWvYl7rl87DhIbB1lLBqzI-7i8sleA1672ccNaMw52Jx9fJVtIkJaOZ4dPPK1AIYMAxi5ni-fBvpxJlooEKMOrSQUN3I0HOT8uDJTkV_bL4/s400/break+6.png" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Jan le pide que tenga relaciones sexuales con otros hombres.</td></tr>
</tbody></table><br />
Jan está a punto de suicidarse tras ese incidente, pero no consigue tomarse las pastillas por muy poco. Como siempre, Bess vuelve dócilmente y pidiendo excusas por lo que ha hecho. El razonamiento de su esposo la convence un poco más: sin su amor no seguirá vivo y para que exista ese amor tiene que estar activo, si no se morirá. Por ello, le pide que elija a un hombre, que haga el amor con él y que luego se lo cuente. <i>"Será como si tú y yo volvemos a estar juntos. Sólo eso me mantendrá vivo. Seremos tú y yo, Bess, hazlo por mí"</i>.<br />
Su charla con Dios termina por convencerla. <i>"Muéstrame que le amas de verdad y entonces le dejaré vivir"</i>, se dice a sí misma.<br />
Su primera experiencia resulta frustrante. Elige al doctor Richardson. <i>"He venido a bailar"</i>, le cuenta. Pero él la rechaza cuando se desnuda en su dormitorio. No puede explicarle por qué lo ha hecho. Comienza así un periodo de inmenso sacrificio en la vida de Bess. Por un lado, está segura de que si hace el amor con otros hombres eso le dará vida a Jan; pero tiene sus inconvenientes: a los ojos de la gente se va a convertir en una frívola y despiadada buscona que aprovecha el estado inerte de su marido para hallar placer en otros hombres. Cuando masturba al pasajero de un autobús, se baja mareada, vomita y llora de vergüenza y de asco. Su único consuelo sigue siendo su charla en la iglesia.<br />
<i>- Padre, perdóname porque he pecado.</i><br />
<i>- María Magdalena pecó, sin embargo es uno de mis seres más amados.</i><br />
La joven esposa se siente presionada por todos los flancos. Dodo le reprocha que sea tan estúpida como para creer que puede salvar a Jan con ese comportamiento. <i>"Una mujer debe pensar por sí misma. Lo que estás haciendo empeora las cosas"</i>. Jan no tiene bastante con lo que le ha contado, necesita mucho más. <i>"¿Por qué te vistes así? Estás horrible. Pareces una viuda. Y no me he muerto. A lo mejor te gustaría que me muriera"</i>.<br />
Bess se decide finalmente a actuar. Pide ropa más sexy, acude a una taberna y se le insinúa a un tipo, que la confunde con una prostituta. Ella llora amargamente cuando practican el sexo. Medio atontada, como si fuera un zombie, se deja ver en el hospital con su ropa tan provocativa. Sin poder defenderse ni explicar sus razones, primero tendrá que escuchar a su madre, que le habla con dureza; luego, con el doctor Richardson: <br />
<br />
<b><i>- Por Dios, ¿es que no ves que él te está obligando a que te folle cualquier hijo de vecino y que tú no eres así?</i></b><br />
<b><i>- Yo no hago el amor con ellos, hago el amor con Jan. Y le salvo de la muerte.</i></b><br />
<br />
Ante el médico, que por sorpresa le declara su amor, muestra una asombrosa madurez, como si fuera otra persona capaz de un razonamiento superior. El espléndido diálogo, con un doctor desesperado y confuso, superado por una mujer a la que creía loca y estúpida, anticipa el camino a la destrucción que va a emprender Bess. Ella está tan convencida de salvar a su marido mediante el sacrificio como, según cuenta la tradición cristiana, el hijo de Dios salvó a la Humanidad con su muerte. Bess, al igual que Jesucristo, vuelve a hablar con su dios, pero por primera vez no encuentra respuesta.<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2UuTBwWtLwmJRg-i_Giihh8ovhvmiCD546E-P6RJY-tb3p_14R3ULXioGnUC0-FLP6hlcRSF-fWKCT42OUA3MunkLYgg60yMKVPyx0_GLbU7O9C2Y4NWgsoD3lkbUqss8OKhY6WB6Zmg/s1600/break+8.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2UuTBwWtLwmJRg-i_Giihh8ovhvmiCD546E-P6RJY-tb3p_14R3ULXioGnUC0-FLP6hlcRSF-fWKCT42OUA3MunkLYgg60yMKVPyx0_GLbU7O9C2Y4NWgsoD3lkbUqss8OKhY6WB6Zmg/s400/break+8.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Expulsada de la rígida iglesia protestante.</td></tr>
</tbody></table><br />
Estamos ante una película con un fondo religioso incuestionable. Lars von Trier, católico de padres ateos, pasa factura al protestantismo más severo e inflexible y se alinea con una mujer que está mucho más cerca del cristianismo genuino. La escenificación de su calvario tiene varias fases: el intento de sádica violación en el barco; su posterior expulsión de la iglesia y, por ende, de toda la comunidad; su intento de reclusión en un hospital psiquiátrico, tras haber firmado Jan el permiso pertinente; el desprecio de su abuelo y de su madre o el martirio de los niños que antes la saludaban con cariño y ahora la apedrean entre insultos. Humillada, herida y trastornada, el cura será incapaz de ayudarla cuando acuda de nuevo a esa iglesia implacable y despiadada.<br />
Sólo Dodo acude y le cuenta que Jan se está muriendo. Bess sonríe: sabe lo que tiene que hacer, volver al barco donde la maltrataron. Dios vuelve a estar con ella mientras avanza camino de su particular crucifixión. <br />
El desenlace de <i>"Rompiendo las olas"</i> se puede entender como un milagro. Una vida muere para que otra se salve. <i>"Si tuviera que cambiar la palabra neurótica o psicópata la cambiaría por la palabra buena"</i>, dice el doctor ante el tribunal que juzga el trastorno mental de Bess. Pero la bondad no es una enfermedad y, ante los ojos de la comunidad, no ha habido ningún milagro, pese a que Jan ha escapado de la muerte y su vertiginosa recuperación le permite llevar sólo una muleta. Sin embargo, ¿por qué en ese pueblo sin campanario están sonando unas campanas? Jan, que llora amargamente, sabe la respuesta.<br />
<br />
<b>La película</b><br />
- <i>"Rompiendo las olas"</i> se puede considerar una película religiosa, muy al estilo de <b>Carl Theodor Dreyer</b>. Trier se fijó especialmente en <i>"Ordet", "La pasión de Juana de Arco"</i> y <i>"Gertrud"</i>.<br />
- <b>Helena Bonham Carter</b> iba a encarnar en un principio a Bess, pero rechazó el proyecto en el último momento y el director tuvo que llamar a última hora a esa actriz desconocida que era Emily Watson.<br />
<div>- La película pertenece a la trilogía "Corazón dorado", a la que también se adscriben <i>"Los idiotas"</i> y <i>"Bailar en la oscuridad"</i>.<br />
- El origen del film es, precisamente, un cuento de hadas infantil llamado <i>"Corazón de oro"</i>, que el director leía de pequeño; es la historia de una niña de alma pura que se adentra en un bosque lleno de peligros.<br />
- Lars von Trier tardó más de cinco años en acabar la película desde que tomó la idea, debido a que en algunas fases del proyecto se desencantó y no lo vio claro.<br />
- La edición y el montaje de la película fueron muy audaces, sin reglas, al igual que el rodaje. El director dio libertad a sus intérpretes para que se movieran como quisieran. En unas pocas ocasiones captamos incluso la mirada de Emily Watson sobre la cámara, como pidiendo consejo o autorización, y Lars von Trier decidió incluir esos planos. El uso de video y de la cámara en mano le dieron el sello definitivo de película anticonvencional.<br />
- El éxito del film se vio acompañado por el Gran Premio del Jurado en Cannes, el Goya a la Mejor Película Europea, la nominación al Oscar de Emily Watson como mejor actriz y algunos galardones más. <br />
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</div><iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="405" src="http://www.youtube.com/embed/b_3Nio8P5gQ" title="YouTube video player" width="500"></iframe><br />
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<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="311" src="http://www.youtube.com/embed/tKT5jCZyKOg" title="YouTube video player" width="500"></iframe>Kaplanhttp://www.blogger.com/profile/16388624148587647338noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-5689287473752209208.post-49309766803452526872011-03-09T07:50:00.000+01:002011-03-09T07:50:17.573+01:00Peter Warne (Clark Gable)<span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: Georgia,'Times New Roman',serif; font-size: x-large;"><b>"Sucedió una noche"</b></span><br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNmV0o8lBuNq7Qq-ZXq48LhOvr93wcUJfyXBtah8ieegwmtcNqMfMYOYjWrEv8wuqjN5lzyxPuFIk-NtTxvLaZItHrJR2fVoa4NaBo10yvB5ESgpZTjKaFDdaQ9WFTjzo3fu5XKAnO4ME/s1600/clark+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="377" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNmV0o8lBuNq7Qq-ZXq48LhOvr93wcUJfyXBtah8ieegwmtcNqMfMYOYjWrEv8wuqjN5lzyxPuFIk-NtTxvLaZItHrJR2fVoa4NaBo10yvB5ESgpZTjKaFDdaQ9WFTjzo3fu5XKAnO4ME/s400/clark+1.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Peter y Ellie, tal para cual.</td></tr>
</tbody></table><br />
Reconozco que abrí este comentario pensando en esa extraña y fascinante mujer que fue <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Claudette_Colbert">Claudette Colbert</a>. </b>Sus principales comedias (<i>"Medianoche", "Un marido rico", "La octava mujer de Barba Azul"</i> o <i>"Sucedió una noche"</i>) son tan maravillosas que a la fuerza hay que pensar en ella como figura indispensable del género. Pero tiempo habrá de hablar de esta actriz, porque viendo una vez más <i>"Sucedió una noche" ("<a href="http://www.imdb.es/title/tt0025316/">It happened one night</a></i>", 1934), de <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Frank_Capra">Frank Capra</a></b>, uno no puede dejar de admirar la irresistible actuación de <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Clark_Gable">Clark Gable</a></b> en el papel de un periodista orgulloso, avispado, perspicaz, canalla y noble a la vez.<br />
<b>Peter Warne</b> es un hombre modesto, directo e íntegro, que sabe buscarse la vida en las peores situaciones. Detesta la hipocresía y la ostentación y no soporta a los parásitos, sobre todo si son de la alta sociedad. Es un espíritu libre incluso en su profesión, un <i>freelance</i> de las noticias importantes, de esas que se trabajan a pie de calle, con los cinco sentidos pero con honestidad. Para que lo entendamos: Peter preferiría vivir en la miseria antes de coaccionar y humillar en la calle, de manera infame y nauseabunda, a una pobre mujer que sufre ataques de ansiedad y una gran vergüenza, para que revele que su marido es un asesino.<br />
Puede ser maleducado, cínico, exigente e impaciente. Arrogante y orgulloso hasta el insulto. E intolerante con la estupidez. O soberbio, hasta el punto de perder un empleo por insultar al jefe. Así aparece en pantalla, en una cabina telefónica, rodeado de colegas borrachos que están asombrados ante el tono que emplea con su director, <b>Gordon (Charles C. Wilson)</b>. <i>"Escucha, cara de mono: al despedirme, despides al mejor sabueso que tu periodicucho ha tenido nunca". </i>Cuando les hace creer que su jefe le pide disculpas para que vuelva a trabajar (en realidad, el director ya ha colgado el teléfono) sabemos que, además de todos sus defectos y virtudes, es muy vanidoso.<br />
<i>"Dejad paso al rey"</i>, corean a su paso sus embriagados compañeros cuando abandona la cabina. Curiosamente, así llamaron años más tarde a Clark Gable en Hollywood: <i>"El Rey"</i>. Cuentan que en 1938, sin haber protagonizado aún <i>"Lo que el viento se llevó"</i>, sus entusiastas fans le asaltaban a la entrada de los estudios de la MGM; <b>Spencer Tracy</b> no podía acceder debido a la multitud que rodeaba a Gable y gritó: <i>"¡Viva el rey, pero dejad libre el paso!"</i>.<br />
Peter Warne está acostumbrado a la supervivencia permanente. A fuerza de buscarse la vida, seguramente desde niño, posee un talento innato para salir adelante y para manejarse con éxito ante cualquier situación adversa. Pertenece a la clase social más luchadora, la que aprecia el valor de las cosas porque cuesta mucho conseguirlas. Por su condición humilde y por tratarse de un periodista (oficio muy cinematográfico en los años 30 y 40), comprendemos que durante años debió trabajar en múltiples trabajos sin descuidar la cultura, la necesidad de aprender constantemente.<br />
Ser un tipo duro y tener sentido del humor es una combinación que se adaptó muy bien a la fisonomía y al carácter de Clark Gable, precisamente a partir de esta película. Nada más subir al autobús en Miami Beach con rumbo a Nueva York (casi dos mil kilómetros de viaje, nada menos) se enfrenta con el conductor, que le amenaza con darle un puñetazo por haber tirado los paquetes de periódicos a la calle para desocupar unos asientos. <i>"Oiga, amigo, si a usted no le gusta mi nariz, a mí sí; pero siempre la tengo descubierta para que si alguien quiere darle un puñetazo, lo haga"</i>, le desafía. El indeciso conductor (un joven <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Ward_Bond">Ward Bond</a></b>) sólo se atreve a responder <i>"¿Ah, sí?",</i> lo que desarma cómicamente a Peter.<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEia5FoegEEMv1HI58sTW2OhTT4WtRNlnipqrMS_WJtpbu2xhGaB6IsMmZKK3qiklQlAM4XDNpbyGcaMkRvHhA4ONZNmJJpf-pZtERiNKeR1fIm0tM8tuyEBHhaAxAapNZzv0hGbgBUBPaE/s1600/colb+2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="307" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEia5FoegEEMv1HI58sTW2OhTT4WtRNlnipqrMS_WJtpbu2xhGaB6IsMmZKK3qiklQlAM4XDNpbyGcaMkRvHhA4ONZNmJJpf-pZtERiNKeR1fIm0tM8tuyEBHhaAxAapNZzv0hGbgBUBPaE/s400/colb+2.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">El primer encuentro entre Ellie y Peter.</td></tr>
</tbody></table><br />
En ese instante conoce a <b>Ellie Andrews</b> (Colbert), la caprichosa e irascible hija de un multimillonario. Se ha escapado de la vigilancia de su padre, <b>Alexander Andrews</b> (el genial <b><a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Walter_Connolly">Walter Connolly</a></b>), para volver con un tipo que, según su progenitor, sólo busca su fortuna. Ellie se ha casado con él, pero Alexander ha anulado el matrimonio, decisión que ha precipitado la fuga de su hija.<br />
El encuentro entre ambos no es muy afortunado. Peter ya ha tenido que enfrentarse con el conductor y no se deja avasallar por esa chica altiva que le ha robado el asiento. Así que se sienta a su lado, se pone cómodo y enciende su pipa con entera satisfacción.<br />
El segundo roce entre ambos surge cuando se detienen en una ciudad. Peter la observa desde lejos y ve cómo un individuo le roba su maleta; persigue al ladrón sin resultado, pero ella ni se da cuenta de lo que ha ocurrido; cuando Ellie se niega a denunciar el robo (para que no se desvele su identidad y su padre pueda encontrarla), él no comprende ni sus modales ni esa indolencia. Será el primer choque de clases entre ambos.<br />
Para no dar explicaciones, decide sentarse en otro sitio, pero su acompañante ronca y se le duerme encima, ante la atenta mirada de Peter desde el fondo del autobús. El periodista es un tipo juguetón: cuando ella vuelve al asiento, se hace el dormido y coloca su brazo para obstaculizarla. Sin palabras que entorpezcan ni expliquen ese cómico momento, la escena resulta tan entrañable como divertida.<br />
En Jacksonville (ha transcurrido sólo un tercio del camino), el autocar se detiene media hora. Ellie se ha dormido sobre el hombro de su acompañante y cuando despierta decide ir a comer algo... nada menos que al hotel Windsor. Como seguramente ha hecho toda su vida, da por hecho que todos están pendientes de ella y que el autobús la esperará. A Peter no le encaja ese comportamiento tan elitista y encastado con una chica que viaja en un medio de transporte tan barato. Su instinto periodístico se pone alerta. Cuando Ellie regresa, el vehículo se ha marchado, pero él esta ahí esperándola. <i>"No logrará su propósito, señorita Andrews. Su padre le encontrará antes de que llegue a Nueva York"</i>, le suelta mientras le muestra la noticia de su desaparición en un periódico. La chica intenta arreglar la situación de la única forma que sabe, con dinero y sobornando voluntades, pero la respuesta de Peter es demoledora:<br />
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<b><i>- "La catalogué al instante como niña caprichosa de padre rico. Está acostumbrada a hacer lo que se propone, pero siempre con el dinero de su papaíto; nunca falla, ¿cierto? ¿Conoce la palabra humildad? No, no la conoce. Apuesto a que nunca se le ha ocurrido decir: 'Por favor, estoy en un apuro, ¡ayúdeme!'. Eso significaría rebajarse ante un semejante"</i>.</b><br />
<br />
Peter se va muy digno... pero al instante lo vemos en un despacho de telegramas de la Western Union, enviando un mensaje al director de su periódico que le ha despedido: tiene la noticia del año y no la va a dejar escapar... aunque para ello va a tener que mostrarse absolutamente indiferente ante esa mujer altiva y caprichosa. Sólo cuando la situación lo requiera, volverán a juntarse. Por ejemplo, al reanudar el viaje en otro autobús: Warne la libra de un pesado llamado <b>Shapeley (<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Roscoe_Karns">Roscoe Karns</a></b>, un secundario muy activo en los años 30 y 40, pero que ha pasado desapercibido en la historia del cine) porque no quiere que nadie pueda poner en peligro "su" noticia. Quizá también por hacerle un favor a la desesperada Ellie ante la perspectiva de un largo y penoso viaje al lado de un tipo insoportable, algo que, desde luego, no se lo confesará. <i>"Olvídelo, no lo he hecho por usted; su risa me ponía nervioso"</i>.<br />
Sin quererlo, Peter empieza a cuidar de ella poco a poco. Con autoridad y brusquedad. A Ellie le queda poco más de un dólar en el bolso, pero pretende gastar como si su padre estuviera a su lado. El periodista le prohíbe que compre chocolatinas y, con mayor audacia, alquilará un bungalow para ambos, más barato, haciéndose pasar por marido y mujer. El autocar tiene que detenerse forzosamente al quedar cortada la carretera y los pasajeros se buscan la vida para dormir en un camping. Peter se mueve con rapidez y consigue lo que quiere.<br />
La escena del bungalow, una de las más brillantes de la comedia clásica, resuelve con mucho ingenio e inteligencia la delicada situación: un hombre y una mujer que no están casados tienen que desnudarse y dormir en la misma habitación. Y estamos en 1934, el año en que se puso en práctica el famoso <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%B3digo_Hays">código Hays</a></b> de censura. Según esta severa norma, había que mantener el carácter sagrado de la institución del matrimonio y no se podía demostrar de forma precisa cualquier comportamiento sexual ilícito.<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDhNU5_yxcAX37-_JfZQxiLgMUfO6wnnn7lIvHfKXEZdIsuTaSoqFqnFWR5UuriLHa05qitNndHqYRxqoJurctnyqnauMosCQb34HYF1q0R5ADliEkzlBeP3JaeoGV4_Az_5EkkwSFxcY/s1600/colb+3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="288" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDhNU5_yxcAX37-_JfZQxiLgMUfO6wnnn7lIvHfKXEZdIsuTaSoqFqnFWR5UuriLHa05qitNndHqYRxqoJurctnyqnauMosCQb34HYF1q0R5ADliEkzlBeP3JaeoGV4_Az_5EkkwSFxcY/s400/colb+3.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Las murallas de Jericó... y Peter sin trompeta para derribarlas.</td></tr>
</tbody></table><br />
En la película no hay, literalmente, nada que perturbe ese código, pero contemplamos el busto desnudo de Clark Gable, la ropa interior de ella que cuelga de forma tentadora y una atmósfera de luces ciertamente sensual. Todo según cómo interpretemos la escena y sus miradas. Peter le revela finalmente que ella es sólo un titular y le propone un trato: le ayudará en su empeño de reunirse con su prometido, pese a que el padre ha establecido vigilancia en carreteras, aeropuertos y estaciones de tren; a cambio, él obtendrá la exclusiva de la historia, desde que se fugó hasta que se reencuentre con <b>King Westley (Jameson Thomas)</b>.<br />
A Ellie le parece escandaloso el trato y, sobre todo, que tengan que dormir en la misma habitación. Pero su odioso compañero lo tiene todo previsto. Cuelga una cuerda en el medio y una amplia manta para separar el espacio de las dos camas y preservar así la intimidad.<br />
<br />
<b><i>- He aquí las murallas de Jericó. Tal vez no sean tan fuertes como las que Josué derribó con su trompeta, pero sí mucho más segura. Y ya ve: yo no tengo ninguna trompeta.</i></b><br />
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Merece la pena detenerse un rato en esta larga escena. Ellie sigue paralizada ante la osadía de Peter, que ya no quiere seguir discutiendo sobre el asunto. Como ella no se mueve, empieza a desnudarse con naturalidad, sonriente, con un punto de burla insuperable, pero controlando bien la reacción de la chica.<br />
<i>- "Tal vez le interese saber cómo se desnuda un hombre. Resulta interesante. Un buen estudio psicológico. No hay dos hombres que lo hagan igual. [...] Yo tengo mi propio método; primero me quito el jersey, como ha visto, luego la corbata y la camisa. Según el erudito Hoyle, después vendrían los pantalones... pero yo difiero en eso: me quito los zapatos. Primero el izquierdo, luego el derecho. Y ahora, sálvase quien pueda".</i><br />
Ellie se marcha rápidamente al otro lado de las murallas de Jericó, a salvo del "lobo feroz". Cuando la chica asume que no hay peligro, le pregunta cómo se llama. No le gusta el apellido. Warne (como <i>warm</i> en inglés) suena a protector y a confortable, justamente lo que es su padre, del que está huyendo. Y Peter hace honor a su apellido en todo momento: le ha prestado su mejor pijama, se ha preocupado por su economía, por su billete y su equipaje; al día siguiente, le ha planchado el vestido, le procura un cepillo de dientes, le prepara el desayuno... Quizá sin pretenderlo es más tutor que compañero de aventuras. Y Ellie es más chiquilla que mujer.<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPInfeSZUJN8cpEJ5jVUqLqJGmV0le40TILpDWGpeB5cn03m-El21e0fLZ4qEQ5r8UqdQLsnfeDgS7lMtk5J92m5HsA6fi9glVNw8DGg0Qw5JH82kqCAd2hiIMt9zhXTWK0mH1P77ztBo/s1600/breakfast.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="343" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPInfeSZUJN8cpEJ5jVUqLqJGmV0le40TILpDWGpeB5cn03m-El21e0fLZ4qEQ5r8UqdQLsnfeDgS7lMtk5J92m5HsA6fi9glVNw8DGg0Qw5JH82kqCAd2hiIMt9zhXTWK0mH1P77ztBo/s400/breakfast.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Peter le da una lección sobre cómo mojar en una taza de café.</td></tr>
</tbody></table><br />
Warne tiene ideas propias sobre casi todo: El matrimonio, las clases sociales o la manera en que se debe mojar un bollo en el café. Casi se ofende al contemplar cómo lo hace Ellie, permitiendo que se reblandezca la pasta. <i>"Tiene usted más de veinte millones de dólares y no sabe mojar"</i>, le reprocha.<br />
La tensión entre ambos se ha relajado y desaparecerá por completo cuando aparezcan en el bungalow dos detectives contratados por Alexander Andrews. La pareja interpreta teatralmente a un matrimonio "normal", que se grita continuamente; cuando los sabuesos se marchan, una corriente de simpatía nace entre ellos.<br />
El viaje se reanuda en un ambiente relajado. Los pasajeros corean una popular canción (<i>"The man on the flying trapeze"</i>) y hasta el conductor se contagia. Todos, menos Shapeley, que ha visto la foto de Ellie Andrews en la portada de un periódico y la recompensa que ofrece el padre. Por supuesto, quiere sacar provecho.<br />
Peter es un hombre de recursos y se inventa una historia más sórdida que la fuga; le hace creer que se trata de un secuestro y le amenaza con liquidarlo si se echa atrás. Shepeley huye aterrorizado, con la promesa de que no dirá nada a nadie. El periodista va en busca de Ellie y se marchan a pie por el bosque, aprovechando que el autobús se ha quedado embarrado. <i>"Cuando ese tipo deje de correr, se parará y reflexionará. Tenemos que marcharnos de aquí"</i>, le apremia.<br />
La escena del pajar, donde ambos pasan la noche, es clave para entender el súbito cambio que se produce en ambos personajes. Ellie le desquicia cuando le confiesa que tiene hambre y miedo. <i>"No se puede tener hambre y miedo a la vez. Si tiene miedo, eso quita el hambre"</i>. Le pone nervioso cuando se queja de su vestido arrugado y cuando rechaza las zanahorias que ha ido a buscar, pese al hambre que tenía. Se acerca para arroparla y ambos se dan cuenta de que tienen ganas de besarse. Pero Peter vence la tentación.<br />
En realidad, está furioso porque se está enamorando de ella y al mismo tiempo le está ayudando a encontrarse con otro hombre. Le molesta que, pese a sus convenciones sociales, sienta atracción por esa joven tan mimada y, en apariencia, inútil.<br />
<i>- ¿En qué está pensando?</i><br />
<i>- Por extraño que le parezca, estaba pensando en usted.</i><br />
<i>- ¿De veras?</i><br />
<i>- Sí. No consigo comprender cómo las mujeres como usted pueden ser tan bobas.</i><br />
Dos lágrimas aparecen en los ojos de Ellie Andrews, pero él, cansado, irritado y con frío, no se da cuenta de que, por primera vez, ha herido sus sentimientos.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGlpIrEQLNZ7U_A7YrDZwKCV7cISU34UB4xGOa8etMJlTV1DIBzY19oqTV7D6X-fkT5rucaxvq_3KJzE-fvjCX3VpoPMbIArEMo8kbEspaGAdkN3TWaQ1VHsmUJdIpSC5OG8RK_YwXKBA/s1600/gable+01.png" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGlpIrEQLNZ7U_A7YrDZwKCV7cISU34UB4xGOa8etMJlTV1DIBzY19oqTV7D6X-fkT5rucaxvq_3KJzE-fvjCX3VpoPMbIArEMo8kbEspaGAdkN3TWaQ1VHsmUJdIpSC5OG8RK_YwXKBA/s400/gable+01.png" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">La famosa escena del autostop.</td></tr>
</tbody></table><br />
La modestia no forma parte de las virtudes de Peter Warne. Al día siguiente, parados en la carretera, le brinda a su acompañante una divertida e instructiva lección sobre cómo hacer autostop. La clave está en el pulgar, le insiste, y al instante le muestra las diferentes maneras de llamar la atención de los coches. Pero cuando las pone en práctica, ni uno solo se detiene. Desesperado, lo intenta agitando las manos, los brazos y el sombrero. Ellie se levanta y decide probar con su método. <i>"Haré que se pare un coche y no emplearé el pulgar"</i>, le advierte. Cuando se acerca uno, se levanta la falda y enseña su pierna izquierda; el conductor da un frenazo. Peter es tan orgulloso y tan soberbio que no quiere admitir ni su humillación ni el triunfo de ella.<br />
<br />
<i>- Desnudándose del todo se hubieran detenido cuarenta coches.</i><br />
<i>- Lo recordaré cuando necesite cuarenta coches.</i><br />
<br />
Su orgullo le lleva a amenazarla cuando ella quiere pedirle al conductor que les invite a comer. Por primera vez le pide perdón por su brusquedad, pero no hay más tiempo para disculpas: el dueño del coche se larga con el equipaje de la pareja y Peter se lanza a perseguirle; vuelve al cabo de un rato con el vehículo del ladrón y sangre en el rostro. La perseverancia es otra de sus grandes virtudes.<br />
Definitivamente, Ellie se ha enamorado de ese hombre que tan pronto la trata con dureza como le llama "pequeña". Ha leído en la prensa que su padre y su marido han llegado a un arreglo para consentir el matrimonio, pero ahora ya no desea ese compromiso. Aunque están cerca de Nueva York, le pide a Peter que se queden a dormir en un motel de Filadelfia. Puede ser la última noche juntos.<br />
Ellie Andrews, pese a su breve matrimonio, no ha estado con un hombre a solas en su vida. Ahora se ha enamorado de su "guardián" y no tiene picardía ni para coquetear. Separados de nuevo por las murallas de Jericó, Peter le confiesa cómo debería ser su amor ideal, una mujer que respire, que viva, que quisiera acompañarle a una isla desierta, <i>"donde las estrellas están tan cerca de uno que parece que puedes abrazarlas con la mano"</i>.<br />
Ellie traspasa la muralla y le declara, casi le suplica, su amor. La escena rebosa emoción gracias a la sinceridad que transmite ella y al cariño contenido de él, que le abraza con prudencia. <i>"Vete a tu cama, por favor"</i>, es su única respuesta; demasiado dura e insensible para el momento que está viviendo su compañera. <br />
Pero la declaración de amor ha calado en el corazón de Peter, que decide actuar esa misma noche. La deja durmiendo en su habitación y se marcha a Nueva York para escribir la historia de esa odisea que han pasado juntos... con un final feliz. A su jefe le confiesa la exclusiva a cambio de mil dólares; es la cantidad mínima que, a su juicio, todo hombre debe tener para pedir en matrimonio a una chica.<br />
Pero las cosas no salen como había planeado. Los dueños del motel descubren que se ha marchado y expulsan a Ellie; ésta llama a su padre al creer que Peter la ha abandonado y cuando él regresa al motel, feliz, cantando y deseoso de reunirse con ella, comprueba que ya la han recogido su padre y King Westley. Convencida de que el periodista la ha abandonado, ella accede a celebrar una boda equivocada.<br />
La película contiene una gran escena sobre la honestidad de Peter, que transcurre en la redacción del periódico: Al director le devuelve los mil dólares y le asegura que todo fue una broma. De nuevo por orgullo, porque no quiere dar lástima, es incapaz de reconocer que ha sufrido un serio desengaño amoroso. Gordon se olvida de la fallida exclusiva y finge aceptar esa supuesta broma, aunque sabe perfectamente que la historia era verdad.<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgdajozPutKNwhUNqatVnFeFiiCgFo7bijbs9PzbtgLCDfgqwtQGZwl4G4XbgJvByAGf6TkenmShNeid_zd_N4ECGR6LDDhOzk5ewHIEM09sr_XUs8z5I6gIlqucT1FiSiU4zbvixD4XBc/s1600/boda.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="235" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgdajozPutKNwhUNqatVnFeFiiCgFo7bijbs9PzbtgLCDfgqwtQGZwl4G4XbgJvByAGf6TkenmShNeid_zd_N4ECGR6LDDhOzk5ewHIEM09sr_XUs8z5I6gIlqucT1FiSiU4zbvixD4XBc/s400/boda.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Alexander Andrews trata de impedir la boda hasta el final.</td></tr>
</tbody></table><br />
Alexander Andrews juega un papel determinante en el desenlace. Su hija le revela que está enamorada de otro hombre y, cuando le dice su nombre, el magnate recuerda que ha recibido un telegrama de un tal Peter Warne, exigiendo dinero. Tanto Ellie como él creen que reclama la recompensa, lo que destruye las últimas ilusiones de la chica. Pero el padre decide ponerse en contacto con él. Bien mirado, ambos son iguales, a pesar del abismo del dinero; los dos pertenecen a esa clase social luchadora que da valor a las pequeñas cosas. Peter acude a la mansión nervioso, molesto, brusco, insultante. Se siente incómodo ante el lujo que le rodea y la pomposidad de la fiesta que se está organizando por la boda.<br />
Lo que reclama Peter son los gastos por haber tenido que vender parte de su equipaje para costearse la gasolina: en total, 39,60 dólares. Alexander no puede dar crédito. <i>"A ver si lo entiendo, usted quiere 39,60 dólares además de los 10.000 dólares"</i>. El periodista no sabe de qué recompensa le está hablando y se pone muy digno. Le habla de principios y de integridad, mientras su anfitrión le observa con entera satisfacción. Ese hombre díscolo, rudo y honesto le parece el perfecto marido para su hija.<br />
<b><i><br />
- ¿La quiere usted?</i></b><br />
<b><i>- ¡Un ser normal no podría vivir bajo el mismo techo que ella sin volverse loco! ¡No significa nada para mí!</i></b><br />
<b><i>- Le he hecho una pregunta sencilla: ¿la quiere usted?</i></b><br />
<b><i>- ¡Sí!</i></b><br />
<b><i>- Bueeeno...</i></b><br />
<b><i>- Pero no argumente eso contra mí, yo estoy loco desde hace mucho tiempo.</i></b><br />
<br />
Alexander dispone del tiempo justo para convencer a su hija, pero habrá que esperar hasta el último momento para que tome la decisión correcta... justo cuando debe dar el sí en el altar. Ellie escapa con un vehículo que le ha preparado su padre. Por la noche, mientras éste zanja la ruptura matrimonial con Westley, la pareja aguarda con impaciencia ese trámite en un motel para derribar, por fin, las murallas de Jericó. Ellie y Peter ya no aparecen en pantalla, pero el sonido de la trompeta nos reconforta.<br />
<br />
<b>La película</b><br />
- <i>"Sucedió una noche"</i> está basada en un corto relato de <b>Samuel Hopkins Adams</b>, titulado <i>"Bus night"</i>, publicado en la revista Cosmopolitan. Frank Capra leyó el cuento en una barbería y encargó a la Columbia que comprara sus derechos. Tras un breve paso por la MGM, que contrató a Capra para dirigir un frustrado proyecto llamado "Soviet", el cineasta regresó a Columbia y empezó a estudiar "Bus night".<br />
- El directo hizo caso a <b>Harry Cohn</b>, el magnate de los estudios, y cambió el título, debido a que en esa época proliferaban los relatos y las películas ambientadas en viajes en autobús.<br />
- <b>Myrna Loy, Margaret Sullavan, Constance Bennett</b> y <b>Miriam Hopkins</b> rechazaron el papel que se adjudicó finalmente a Claudette Colbert, aunque la actriz de origen francés impuso como condición un plazo muy ajustado para el rodaje, exactamente cuatro semanas. La entrevista con Colbert le costó hasta sangre a Capra, ya que el enorme perro de la estrella le mordió en una pierna, según cuenta él mismo en su autobiografía <i>"El nombre delante del título"</i>.<br />
- La participación de Clark Gable en la película merecería casi un capítulo aparte: <b>Louis B. Mayer</b>, dueño de la MGM, deseaba castigar al actor, que hasta ese momento había interpretado papeles de galán con una alta carga sexual, y que había tenido escarceos amorosos que molestaron al jefe. Era indisciplinado y le gustaba demasiado el alcohol. Mayer lo cedió a la Columbia para escarmentarle. Cuando se entrevistó con Capra, Gable acudió borracho, tartamudeando y lamentando su mala suerte, porque estaba convencido de que le habían rebajado su status de estrella de segunda fila a una categoría inferior. <i>"¿Quiere leerse el guión o prefiere que se lo cuente?"</i>, le preguntó el director. <i>"Amigo, me importa una mierda lo que usted quiera hacer"</i>, le respondió el actor.<br />
- Clark Gable necesitó poco tiempo para descubrir, en palabras de Capra, <i>"el divertido, infantil y atractivo bribón"</i> que era el auténtico actor. Gable sólo tuvo que interpretarse a sí mismo. Y pese a su inicial desprecio hacia la película, se lo pasó en grande durante el rodaje.<br />
- La escena del autobús en la que los pasajeros se ponen a cantar resultó una iniciativa espontánea. Capra dejó que cada uno actuase por su cuenta y todos se divirtieron cantando, incluidos Gable y Colbert, que parecían dos extras más.<br />
- La película constituyó un enorme éxito, tanto de público como de crítica. Y en la ceremonia de los Oscar se produjo un hecho insólito, al ganar los premios a la mejor película, mejor director, mejor guión <b>(Robert Riskin)</b>, y mejores intérpretes principales. Muchos años más tarde, <i>"El silencio de los corderos"</i> igualó ese hito. Fue el único Oscar para Clark Gable, que sorprendentemente no obtuvo la estatuilla por su papel de Rhett Butler en <i>"Lo que el viento se llevó"</i>.<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiyWoNTjMmaWRxZWr-A36XJwBC9WjjchWo9UFbP12Tg_inU_UunRPw0qx1ZKczklyfBasbwyvqZhRinCO8aKEIUgORsMJ7cJ4zuTlD0m1TAgSF4F7t-uCkk6B-hSezGurOS8J_RZiv5YiU/s1600/gable152.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiyWoNTjMmaWRxZWr-A36XJwBC9WjjchWo9UFbP12Tg_inU_UunRPw0qx1ZKczklyfBasbwyvqZhRinCO8aKEIUgORsMJ7cJ4zuTlD0m1TAgSF4F7t-uCkk6B-hSezGurOS8J_RZiv5YiU/s200/gable152.jpg" width="142" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Gable y su Oscar.</td></tr>
</tbody></table>- La popularidad de Clark Gable se disparó gracias a esta película y el supuesto castigo que la MGM había querido inflingirle se convirtió en una bendición para el actor, ya que su cotización obligó a Mayer a revisarle el contrato de forma suculenta para adecuarlo al de las grandes estrellas.<br />
- Una prueba del impacto que causó Gable lo prueba la anécdota de la industria textil. Cuando los espectadores lo vieron con el torso desnudo en el bungalow, el negocio de las camisetas sufrió un descenso notable en la venta. Gable tuvo que ponerse una de esas prendas interiores en su siguiente película ante las súplicas y quejas de ese sector.<br />
- <i>"Sucedió una noche"</i> sirvió de inspiración para un inolvidable personaje de dibujos animados: <b>Bugs Bunny</b> o el Conejo de la Suerte, como se le llamó en España. Aunque siempre se ha comentado que la verborrea del famoso conejo parte de <b>Groucho Marx</b>, su creador, <b>Friz Freleng</b> explicó que le sirvieron de modelo Clark Gable, comiendo una zanahoria en la carretera, y el personaje de Shapeley (Roscoe Karns) cuando no para de hablarle a Ellie (Colbert) en el autobús. <br />
<br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="405" src="http://www.youtube.com/embed/V-5NwK0NJ0I" title="YouTube video player" width="500"></iframe>Kaplanhttp://www.blogger.com/profile/16388624148587647338noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5689287473752209208.post-71320220375360074302011-03-05T12:28:00.000+01:002012-06-22T06:19:31.448+02:00Nina Ivanovna Yakushova, Ninotchka<span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: x-large;"><b>(Greta Garbo, "Ninotchka")</b></span><br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGZHDsOhBTTFxOtrEl9926slet3PFNQusZ-M5zRvVHoP2ijgtqRwGgU3e1OYYp0tof45McRyguJF2L3Mh-O951fKQluAG0yZyvZYpKlqq8r8xToS4TjxVNLCES1RyL0ULPr8Y9NipdC_E/s1600/nino+9.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGZHDsOhBTTFxOtrEl9926slet3PFNQusZ-M5zRvVHoP2ijgtqRwGgU3e1OYYp0tof45McRyguJF2L3Mh-O951fKQluAG0yZyvZYpKlqq8r8xToS4TjxVNLCES1RyL0ULPr8Y9NipdC_E/s640/nino+9.jpg" width="508" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Nina Ivanovna Yakushova. Sencillamente maravillosa.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
"¡Garbo ríe!", fue el acertado lema publicitario utilizado para lanzar <i>"<a href="http://www.imdb.com/title/tt0031725/">Ninotchka</a>"</i> (1939), de <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Ernst_Lubitsch"><b>Ernst Lubitsch</b></a>. Una carcajada de "La Divina" era tan valiosa e insólita como escuchar una palabra de <b>Harpo Marx</b> o ver bailar a <b>John Wayne</b>. La escena en que la actriz sueca se echa a reír sin parar es, a mi juicio, uno de los momentos más entrañables de la historia del cine. Rompe la permanente tensión de su rostro, alivia nuestro espíritu y transforma por completo al personaje. Parece una metáfora más del fabuloso poder que tiene la comedia para cambiar nuestras vidas, algo que <b>Preston Sturges</b> también nos enseñó en su obra maestra -una de ellas- <i>"Los viajes de Sullivan"</i> (1941).<br />
<b>Greta Lovisa Gustafsson (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Greta_Garbo">Greta Garbo</a></b> desde 1922) fue y sigue siendo un misterio de mujer que nos ha fascinado en todas las épocas. En 1941, tras interpretar <i>"La mujer de las dos caras"</i>, dejó el cine para siempre, una decisión que sirvió para avivar su leyenda. Tenía 36 años y una carrera profesional admirable. Tras la Segunda Guerra Mundial se trasladó a vivir a Nueva York. Su mítica frase de película, <i>"Quiero estar sola",</i> no le sirvió de nada, porque hasta el final de sus días se vio acosada por fotógrafos, periodistas y curiosos, ansiosos por comprobar cómo el paso del tiempo hacía mella en su físico.<br />
Todo lo que conocemos ahora sobre la Garbo sirve para apreciar mucho más el papel de esa comisaria política soviética, <b>Nina Ivanovna Yakushova</b>, que es enviada desde Moscú a París para negociar la venta de unas joyas que tres disparatados camaradas habían sido incapaces de gestionar tras haber vivido los tres a cuerpo de rey en una lujosa suite. Ahora conocemos mucho mejor la fragilidad de la actriz, su miedo al fracaso y a hacer el ridículo. Ahora se puede valorar en su justa medida el esfuerzo que tuvo que realizar para meterse en la piel de <b>Ninotchka</b>, para sonreír, interpretar la soberbia escena de la borrachera y lanzar esas carcajadas que nos alegran el corazón.<br />
Greta Garbo no aparece en pantalla hasta los dieciocho minutos de película, cuando llega a la estación de tren de París y espera que sus tres compatriotas, <b>Iranoff (<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Sig_Ruman">Sig Ruman</a>), Buljanoff (<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Felix_Bressart">Felix Bressart</a>)</b> y <b>Kopalski (<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Alexander_Granach">Alexander Granach</a>)</b> acudan a recibirla. Ellos buscan a un emisario masculino, seguramente barbudo y severo; uno responde a esa descripción "soviética" pero comprueban que es un nazi. Al fondo, con sus maletas en la mano, aparece la figura rígida, austera y disciplinada de ella, que pronto evita las confianzas con sus sorprendidos colegas. <i>"No tenéis que darle importancia al sexo; venimos a trabajar"</i>.<br />
Ninotchka es una fría y desapasionada mujer del Partido Comunista con férreos e insobornables ideales. Le extraña que un empleado de la estación se preste a llevarle sus maletas. <i>"Eso no es un oficio, es una injusticia social"</i>, proclama. <i>"Depende de las propinas"</i>, aduce el mozo. En el lujoso hotel observa un sombrero de diseño que le causa asombro y tristeza: <i>"¿Cómo puede sobrevivir una civilización que deja que sus mujeres se pongan eso? No será por mucho tiempo"</i>. Dentro de la habitación, que paradójicamente es la Cámara Real, les hace ver que el coste diario del alojamiento es exactamente lo que cuesta una vaca en Rusia. <i>"¿Quién soy yo para costarle al pueblo ruso siete vacas?"</i>. Finalmente, tras echarles una bronca por su negligencia en la venta de las joyas, pide un cigarrillo; Iranoff llama al servicio, como han hecho tantas veces, y aparecen tres guapas y alegres camareras, que se quedan paralizadas esta vez ante la presencia de Ninotchka. <i>"Camaradas, se ve que habéis fumado un montón"</i>.<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2FA3oLCGOWuBaBwlMJhKCDV1z7J4Jh-Yf_a4m2JIz6FFlXINBjbFY3UEQIGVjj1gSpA13MjHprxHRYGZhi2UId3UOKQiHE6EUqmOC-VfLvHEvw1CUkGHl8ldJdPgG-9qCASiRR-9LQmU/s1600/nino+8.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2FA3oLCGOWuBaBwlMJhKCDV1z7J4Jh-Yf_a4m2JIz6FFlXINBjbFY3UEQIGVjj1gSpA13MjHprxHRYGZhi2UId3UOKQiHE6EUqmOC-VfLvHEvw1CUkGHl8ldJdPgG-9qCASiRR-9LQmU/s400/nino+8.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">El emisario político de la URSS es una mujer.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
La presentación de Ninotchka es una caricatura hollywoodiense de la mujer soviética: seca, agria y asexual. En esta parte de la película, su visión comunista de la vida y de la humanidad tiene ese filtro capitalista de parodia, exagerado y ridiculizado. Una imagen que, por cierto, no le gustó a la actriz. Pero esto no es un tratado sociológico, sino una película. Y de Lubitsch, que ha sido capaz de reírse del nazismo, del comunismo, del capitalismo y de sí mismo.<br />
Ninotchka aprovecha sus escasos ratos libres para inspeccionar los servicios públicos de París. En la calle tropieza con <b>Leon D'Algout (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Melvyn_Douglas">Melvyn Douglas</a>)</b>, precisamente el representante de la <b>duquesa Swana (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Ina_Claire">Ina Claire</a>)</b>, la original propietaria de las joyas que están tratando de vender. Pero ella no lo sabe, igual que Leon desconoce quién es esa mujer tan fascinante. Intrigado, decide seguirla.<br />
<i>- Me interesa la torre Eiffel desde el punto de vista técnico.</i><br />
<i>- ¿Técnico? Creo que no podré ayudarla. Un parisino sólo sube a la torre Eiffel para tirarse.</i><br />
<i>- ¿Cuánto tarda en llegar al suelo?</i><br />
El sentido del humor de Leon choca con el pragmatismo de Ninotchka, que evita el flirteo masculino. Cuando él descubre su nacionalidad, se queda encantado; no en vano, ha hecho muy buenas migas en los últimos días con los ingenuos Iranoff, Buljanoff y Kopalski. <i>"¡Una rusa! ¡Adoro a los rusos! Hace quince años que me fascina vuestro Plan Quinquenal"</i>, bromea. <i>"Los tipos como usted pronto se extinguirán"</i>, replica ella. Desde la torre observan el brillo de la ciudad, de la "civilización caduca": el Arco del Triunfo, Montmartre, otros monumentos... y la casa de Leon, que éste enfoca con el telescopio. Ninotchka le sorprende al aceptar su invitación para visitarla.<br />
Hasta ese instante hemos visto a una mujer directa, muy seria, sobria, digna e imperturbable. Ahora está a punto de aparecer otra nueva mujer, algo más confortable, aunque igual de distante e indiferente. Antes, el encuentro con el mayordomo, <b>Gaston (Richard Carle)</b>, que se queda sin capacidad de reacción, no tiene desperdicio.<br />
<i>- Este hombre es muy viejo, no le haga trabajar.</i><br />
<i>- Él ya se encarga de eso.</i><br />
<i>- Cansado y cara triste. ¿Le azota?</i><br />
<i>- No, pero sólo de pensarlo me extasío.</i><br />
<i>- Un día llegará en que usted será libre. A dormir, padrecito, queremos estar solos.</i><br />
La escena de seducción resulta divertida por el contraste. Melvyn Douglas tiene esa mezcla de padre de familia y galán curtido que le permite ser un caradura cínico pero bonachón, un parásito inútil que cae bien y una especie de gigoló para la duquesa Swana; ella mantiene su rostro inalterable y considera que el amor es una cuestión meramente química, aunque está deseando mantener una relación con ese individuo. Ninotchka puede ser fría como el hielo, pero no tiene nada de puritana.<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhp9s_47P0TonD0m62dNdUADxJ_O_aQ2zMajjP3z1meKCBbrkiQwlx8o_MjpQLTaDVQvzVxo6c6b2YXWxgR1UL8MOZVCDZsfvkItw3HPMz_n7-MlVAD7uSZeYm_KB4oA8dDjHFuy5QC6AY/s1600/ninotchka-garbo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhp9s_47P0TonD0m62dNdUADxJ_O_aQ2zMajjP3z1meKCBbrkiQwlx8o_MjpQLTaDVQvzVxo6c6b2YXWxgR1UL8MOZVCDZsfvkItw3HPMz_n7-MlVAD7uSZeYm_KB4oA8dDjHFuy5QC6AY/s400/ninotchka-garbo.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Ninotchka y Leon: extraña química entre ambos.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
En esa escena nos revela unos pocos datos personales: procede de una familia de la pequeña burguesía, que poseía una hacienda, pero ella se sumó a la Revolución de Octubre y llegó a ser sargento de Caballería. En la guerra ruso-polaca (1920) recibió una herida en la nuca por parte de un lancero polaco. Tenía 15 años.<br />
<i>- ¡Pobre Ninotchka! ¡Pobre, pobre Ninotchka!</i><br />
<i>- No me compadezca a mí, compadezca al lancero: yo aún sigo viva.</i><br />
<i>- ¿Pero qué clase de criatura es usted?</i><br />
<i>- Lo que usted ve: un diente minúsculo en la gran rueda de la evolución.</i><br />
Mientras Leon le explica la magia de la medianoche y el milagro del amor, que se produce en seres vivos sea cual sea su especie, el rostro de Greta Garbo es maravilloso: atiende con seriedad y un ligero interés, de vez en cuando alza una ceja con parsimonia y sus ojos van desde un punto indeterminado en el aire a la cara de Leon, que está a punto de besarla. Es como si intentara comprender que el sentimiento amoroso es algo más que un proceso químico. <i>"¿Es esto locuacidad?"</i>, le pregunta él tras besarla. <i>"No, ha sido un alivio. Otro"</i>, responde.<br />
La magia se rompe con una llamada telefónica. A Leon le avisan de que la enviada especial soviética ha llegado a París. Él pregunta cómo se llama y trata de deletrearlo, pero es la propia Ninotchka quien se lo escribe en un papel. Así se dan cuenta de que son adversarios: él representa a la duquesa Swana, a la Rusia blanca, y ella pertenece a la Rusia roja. De nada sirve la atracción que han sentido ni ese largo beso que han disfrutado. <i>"También besé a ese lancero polaco... antes de morir"</i>.<br />
La siguiente escena ocupa un lugar de honor en nuestro universo cinéfilo. Ninotchka prescinde del hotel para comer y se va a un restaurante para obreros. Leon la sigue y finge que es el lugar habitual donde almuerza. Está tratando de reconducir la situación hasta ese instante amoroso que quedó interrumpido la noche en que se besaron. Pero Ninotchka, más indiferente que nunca, ni le mira a los ojos. Está comiendo, además, no por deleite o placer, sino para adquirir las calorías justas que necesitará a lo largo del día. Sólo cuando Leon le pide que sonría, ella alza la mirada y se queda sorprendida: <i>"¿Sonreír? ¿Para qué?"</i>. La expresión del humor no forma parte de sus necesidades biológicas.<br />
Su acompañante se marca entonces como reto hacerla reír al menos una vez y comienza a soltar chistes, algunos ingeniosos, francamente. Pero es como enseñar humor a un extraterrestre, porque Ninotchka desarma por completo cada intento que realiza.<br />
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<i>- Érase una vez dos franceses que iban a América.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<i>- ¿En qué barco?</i></div>
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<i>- Dejémoslo.</i></div>
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
Después de varios intentos, la paciencia de Leon comienza a agotarse. Se siente molesto y herido en su ego. Finalmente da con un chiste realmente divertido, absurdo y hasta surrealista (<i>"Un hombre entra en un restaurante; se sienta en una mesa y dice: Mozo, tráigame una taza de café sin nata. Cinco minutos después, vuelve el camarero y dice: Perdone, señor, se nos ha acabado la nata, ¿lo quiere sin leche?"</i>). Todos los comensales del restaurante se ríen a carcajadas. Pero Ninotchka sigue inalterable, comiendo y con la mirada perdida.</div>
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
Leon está desesperado. Intenta repetirlo y destripa mal el chiste en un desesperado intento por conseguir esa risa imposible. De repente, se apoya en la mesa contigua, ésta se cae por el peso y él acaba en el suelo con estrépito. Cuando levanta la vista, allí tiene a Ninotchka lanzando carcajadas, riendo abiertamente, incapaz de parar. Trata de reprimirse al ver la cara del ofendido Leon, pero es imposible, él también lanza una sonora risotada.</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjELg_nNSM2aAyM0DYE7XIOWKs85sGcBRYf7rjTS1mBg-SSL_-tyGv_SFx3ZIfqxqBb57DvDl0WjiDbnTFFSJE19LtDW-DGvbhCklSb_hvFABVO8SqgU7SAuFaqdeJbECigUY28z-P3-TI/s1600/nino+4.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjELg_nNSM2aAyM0DYE7XIOWKs85sGcBRYf7rjTS1mBg-SSL_-tyGv_SFx3ZIfqxqBb57DvDl0WjiDbnTFFSJE19LtDW-DGvbhCklSb_hvFABVO8SqgU7SAuFaqdeJbECigUY28z-P3-TI/s400/nino+4.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjH1w4edhUCxK9SmYkY7D_7rypgBoidT82qWcW8ThpncyDp-9R9ZVdskGToQDEnvDEeV6XVSxs05xjW3Ln61YSY_iQRtQC7Mpcx32dmMrevEj7vzJRxaYEHdr2UF4YgDUq8sfLqFIEkeKU/s1600/nino+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjH1w4edhUCxK9SmYkY7D_7rypgBoidT82qWcW8ThpncyDp-9R9ZVdskGToQDEnvDEeV6XVSxs05xjW3Ln61YSY_iQRtQC7Mpcx32dmMrevEj7vzJRxaYEHdr2UF4YgDUq8sfLqFIEkeKU/s400/nino+1.jpg" width="400" /></a></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8XfkoYgOLfqvEejuI2QD9I-MEwbxKf3W5r2yeXTpyASkfa_kip53ha8nc18_a8GhgoOgDwTx9de3Sr4inUPbZLV_5ZR0vNBxnf5DSO1cqVia-uEWM5TO13-RRkAOVNr-4teymBI6BBw0/s1600/nino+3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="292" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8XfkoYgOLfqvEejuI2QD9I-MEwbxKf3W5r2yeXTpyASkfa_kip53ha8nc18_a8GhgoOgDwTx9de3Sr4inUPbZLV_5ZR0vNBxnf5DSO1cqVia-uEWM5TO13-RRkAOVNr-4teymBI6BBw0/s400/nino+3.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Tres momentos de la inolvidable escena en el restaurante.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
El efecto de la risa en esta escena es liberador. Rompe el armazón de Ninotchka y la convierte en una persona comprensible con las debilidades, afable y encantadora. Como si se hubiera quitado una venda de los ojos, ahora contempla la vida desde una hermosa perspectiva y con una actitud tolerante. Delante de los abogados y de sus compatriotas rompe a reír al recordar uno de los chistes que le contó Leon con desesperación. Cuando Buljanoff le sugiere que haga una visita a los alcantarillados de la ciudad, ella le observa y le pregunta que por qué no se corta el pelo.<br />
El ridículo sombrero que luce en el escaparate de una tienda ya no le parece el símbolo de la decadente civilización, sino un divertido atrevimiento que se ha comprado en secreto y que oculta en un armario bajo llave. Se lo llevará puesto a su cita con Leon, que la espera en su apartamento. Por primera vez la vemos sonriente, avergonzada de su propia felicidad, mirando al suelo con timidez ante un hombre que admira su belleza y su encanto. Cuando se besan de nuevo, esta vez con una pasión no disimulada, le confiesa que a veces se despierta en la noche sin parar de reír al recordar esos chistes que aquel día no le hicieron gracia.<br />
Se ha enamorado y en ese momento despiertan casi a la vez su coquetería, su deseo y también sus celos. Ninotchka le pregunta por un retrato que vio en la noche anterior y que ahora ha desaparecido. Es el de la gran duquesa Swana, que Leon ha ocultado convenientemente. <i>"Te lo ruego, nunca me pidas que te regale un retrato mío. No soportaría verme escondida en un cajón. No lo resistiría, me ahogaría"</i>.<br />
La pareja sale a cenar y coincide en el mismo local con la gran duquesa, que trata de ridiculizar y de herir a su compatriota. Ninotchka, bella y elegante, mantiene las formas y su dignidad frente a la abierta hostilidad de esa odiosa mujer. Sin darse cuenta, se está emborrachando y quizá por eso no se pregunta cómo Leon ha podido aguantar a esa caprichosa, rencorosa y ruin señora. El champán causa estragos y su efecto permanece cuando ambos se trasladan al hotel.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNSrV1cM8OMySoR8VhBWBFjcX0hZmGrP1AbEfyljaozKXXFOTExIsc-lTFFQPzMSI6-SJAGmjOZXMSvb-hHeN6Gqy2Vfg9DVtE2QYv9r-EVKiwr70P8mh2y7nTl79CxP_Waf1irb2atmQ/s1600/nino+5.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNSrV1cM8OMySoR8VhBWBFjcX0hZmGrP1AbEfyljaozKXXFOTExIsc-lTFFQPzMSI6-SJAGmjOZXMSvb-hHeN6Gqy2Vfg9DVtE2QYv9r-EVKiwr70P8mh2y7nTl79CxP_Waf1irb2atmQ/s400/nino+5.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Ninotchka quiere purgar las culpas de su felicidad.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
Lubitsch hizo muy bien al mantenerse firme cuando Greta Garbo le pidió suprimir la escena entera de la borrachera. Está francamente divertida. Los quince minutos, desde que empiezan a beber hasta que él la lleva a su cama para que duerma, son deliciosos, románticos y cómicos. La mezcla es entrañable, pero nos deja un punto de suspense y de alarma: se ha quedado dormida, pero la caja fuerte que contiene las joyas la han dejado abierta después de haber jugado un rato con las piezas más valiosas.<br />
Al día siguiente, todavía en la cama, recibe la inesperada visita de la duquesa, que ha venido a proponerle un trato: le devuelve las joyas que un cómplice camarero le ha robado, a cambio de que regrese a su país y se olvide para siempre de Leon. Lubitsch y sus guionistas se ponen del lado de Ninotchka en el choque ideológico entre ambas. Existe una clara simpatía hacia las ideas (que no hacia el Estado) que representa la joven mujer, frente al autoritarismo zarista que encarna la figura de la aristócrata rusa.<br />
<i>- Me quitásteis mi zar, mi nación y el amor de mi pueblo.</i><br />
<i>- El amor de las personas no puede quitarse; ni el de 160 millones ni el de una: el amor hay que ganarlo. </i><br />
Ninotchka acepta marcharse de inmediato para recuperar las joyas del pueblo soviético, pero sólo podrá despedirse de su amante por teléfono. Lo hace con lágrimas contenidas, consciente de que jamás volverá a verlo. Poco después, en compañía de Iranoff, Buljanoff y Kopalski, sobrevuela con nostalgia la torre Eiffel.<br />
Mientras Leon se afana por entrar en la Unión Soviética para reencontrarse con su amor, ella vuelve a su oscura y rutinaria vida en Moscú: desfiles, trabajo y represión. Comparte una habitación con varios camaradas, uno de ellos un inconfundible comisario político; su amiga Ana le advierte de que una prenda femenina que ha traído de París está provocando demasiados recelos. <i>"A partir de ahora la tenderé dentro. No quisiera ver a mi país en peligro a causa de mi ropa interior". </i>Toda una genialidad de guión.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4c2rpP9WPYsKqjPl6Qz9vKg9O_sVfjYBe6bR7IxBzOyVLY5qAVKcpJ_2CznAuhWMG4ION4cUX-CGV6y48vv_4n-z0IFZtGUoUr9KkQ4cBeuUJ-kux_WizXZGTQZ2O6Cn8nqHi3_bM8Ok/s1600/nino+7.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="302" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4c2rpP9WPYsKqjPl6Qz9vKg9O_sVfjYBe6bR7IxBzOyVLY5qAVKcpJ_2CznAuhWMG4ION4cUX-CGV6y48vv_4n-z0IFZtGUoUr9KkQ4cBeuUJ-kux_WizXZGTQZ2O6Cn8nqHi3_bM8Ok/s400/nino+7.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Buljanoff, Ninotchka, Iranoff y Kopalski, juntos de nuevo en Moscú. </td></tr>
</tbody></table>
<br />
Resignada, generosa y más dulce que nunca, se reúne a cenar con el trío de camaradas de París. Ella se empeña en hacerles ver que Moscú puede ser tan bello y divertido como la capital francesa, pero sin suerte. Durante el encuentro, recibe una carta de Leon, pero se lleva un tremendo chasco al leerla: Querida Ninotchka... y lo demás, censurado. <i>"Los recuerdos no se censuran, ¿verdad?"</i>, le consuela Buljanoff.<br />
El desenlace tiene una estructura cíclica. Ha pasado el tiempo y Ninotchka recibe un encargo que no le es desconocido: viajar a Constantinopla para controlar y devolver a la URSS a sus tres inclasificables amigos, que se marcharon de misión comercial a Turquía y no han vendido ni una sola piel. Ella se resiste a pasar de nuevo por esa experiencia, pero el comisario <b>Razinin (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/B%C3%A9la_Lugosi">Béla Lugosi</a>)</b> le obliga sin miramientos. En Constantinopla recibirá una sorpresa inesperada: allí le aguarda Leon, que ha sabido utilizar sabiamente a los tres camaradas para atraer a su amor. Leon le plantea que hará un bien a su país si se queda con él y ella lo tiene muy claro: <i>"Nadie dirá nunca que Ninotchka fue una mala patriota"</i>. <br />
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<b>La película</b><br />
- <i>"Ninotchka"</i> está basada en una historia original de <b><a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Melchior_Lengyel">Melchior Lengyel</a>,</b> que el ayudante de producción de la MGM <b>Gottfried Reinhard</b> ofreció a los estudios en 1937. Las diferencias con el resultado cinematográfico son abundantes: los tres comisarios son dramáticos, no existen las joyas y, entre otros aspectos, el desenlace nada tiene que ver con el final del film.<br />
- Greta Garbo deseaba trabajar con Lubitsch desde 1929, pero nunca pudieron coincidir. Según declaró a <b>Cecil Beaton</b> años más tarde, la experiencia resultó insatisfactoria, aunque a su amante <b>Mercedes D'Acosta</b> le confesó que se lo había pasado muy bien durante el rodaje por primera vez en su vida (según el libro <i>"Ernst Lubitsch. Risas en el paraíso"</i>, de <b>Scott Eyman</b>).<br />
- La actriz sueca se entrevistó por primera vez con el director en su coche particular durante dos horas, ya que la diva no accedió a pasar a los estudios de la MGM. Garbo le pidió que suprimiera la escena en que se emborracha porque le daba miedo hacer el ridículo. No en vano, se trataba de su primera comedia. Lubitsch le replicó que podía cambiar cualquier texto del guión excepto esa escena, primordial para la historia.<br />
- Lubitsch aceptó el encargo porque la Metro Goldwyn Mayer se comprometió a afrontar después el proyecto que a él más le apetecía emprender, <i>"El bazar de las sorpresas"</i>, que realizó dos años más tarde.<br />
- <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Charles_Brackett"><b>Charles Brackett</b></a> y <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Billy_Wilder"><b>Billy Wilder</b></a> ya habían trabajado con Lubitsch en <i>"La octava mujer de Barba Azul"</i> (1938). Ambos, con la aportación de <a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Walter_Reisch"><b>Walter Reisch</b></a>, le dieron la vuelta al texto original de <i>"Ninotchka"</i> de manera magistral, aunque Wilder confesó que la aportación del director fue vital: <i>"Leía una página, se reía y al mismo tiempo tachaba una línea o añadía algo absolutamente genial"</i>.<br />
- La película fue un éxito relativo de taquilla (2,2 millones de dólares, por los 1,3 millones que costó), sobre todo porque "pinchó" en Estados Unidos (1,1 millones), donde <i>"Caballero sin espada"</i>, por ejemplo, ganó 3,5 millones.<br />
- La relación entre la actriz sueca y el director alemán fue simplemente cortés. Garbo sólo tuvo que decirle a Lubitsch una vez durante el rodaje que no le gritara, porque no lo soportaba. El realizador admiraba de ella su instinto y su sentimiento para afrontar cada escena, ya que <i>"carecía por completo de técnica interpretativa"</i>.<br />
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<iframe allowfullscreen="" class="youtube-player" frameborder="0" height="405" src="http://www.youtube.com/embed/L7aOgh7KgRI" title="YouTube video player" type="text/html" width="500"></iframe><br />
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<iframe allowfullscreen="" class="youtube-player" frameborder="0" height="405" src="http://www.youtube.com/embed/7pehl6oID9c" title="YouTube video player" type="text/html" width="500"></iframe>Kaplanhttp://www.blogger.com/profile/16388624148587647338noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-5689287473752209208.post-83647149183160867252011-02-28T19:11:00.002+01:002011-02-28T21:28:00.902+01:00Frank Galvin (Paul Newman)<span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: x-large;"><b>"Veredicto final"</b></span><br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhENX1VBVDF7OfBMncz_4auRCyUY4r3GbT6XEKl5x8YzN8jOr8OIhrpyl4bJ7kB2BYdd-KYLqyRuSWehKca6euQI-GY0dfKbCZDzV_EZ7kGLxOrSpVmWiY1BhUStkqtzHLBi6QnkIUyHO8/s1600/paul+12.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhENX1VBVDF7OfBMncz_4auRCyUY4r3GbT6XEKl5x8YzN8jOr8OIhrpyl4bJ7kB2BYdd-KYLqyRuSWehKca6euQI-GY0dfKbCZDzV_EZ7kGLxOrSpVmWiY1BhUStkqtzHLBi6QnkIUyHO8/s640/paul+12.jpg" width="496" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Cartel promocional de la película.</td></tr>
</tbody></table><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><br />
</div><div style="text-align: left;">La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood concedió a <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Paul_Newman"><b>Paul Newman</b></a> un Oscar honorífico en 1985 por <i>"sus múltiples y memorables interpretaciones en la pantalla"</i>. Tan memorables que ninguna de ellas mereció nunca un premio: ni el inolvidable <b>Eddie Felson</b> de <i>"El buscavidas" </i>(1961) ni <b>Henry Gondorff</b> (<i>"El golpe"</i>, 1973) o <b>Butch Cassidy</b> (<i>"Dos hombres y un destino"</i>, 1969) ni, entre otros, ese tipo que ha encandilado a muchas generaciones: <b>Luke Jackson</b>, de <i>"La leyenda del indomable"</i> (1967), el de los cincuenta huevos duros. Paradójicamente, un año más tarde, en 1986, ganó la estatuilla al mejor actor por interpretar de nuevo a Eddie Felson en <i>"El color del dinero"</i>, de <b>Martin Scorsese</b>. Personalmente, creo que no hay color, pese a ser en blanco y negro, entre el primer "Fast" Eddie Felson y el segundo. </div><div style="text-align: left;">En 1982 se había metido en la piel de otro de mis personajes preferidos, el de un abogado alcohólico, perdedor y autodestructivo, cuya conciencia reacciona ante un caso judicial con el que pretende redimirse. A simple vista, <b>Frank Galvin</b> no parece un papel tan deslumbrante como los citados; pero los primeros planos y la austeridad de los diálogos dejan a Paul Newman solo ante la cámara en muchas escenas: y ahí es donde triunfa el fenomenal actor que era y donde sale fortalecido su personaje, emergiendo de su mediocre existencia. La intensidad de su mirada y sus gestos de hastío, desesperación, esperanza o fracaso en esta película valdrían como un curso acelerado de interpretación para jóvenes actores.</div><div style="text-align: left;"><i>"Veredicto final" ("<a href="http://www.imdb.com/title/tt0084855/">The verdict</a>"), </i>dirigida por <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Sidney_Lumet"><b>Sidney Lumet</b></a>, es una película del género judicial y del subgénero de los perdedores. Frankie es un hombre solitario, alcohólico, irresponsable y hundido en la mediocridad. Como un ave de rapiña, asiste a los funerales privados para dejar su tarjeta entre las manos de los desolados familiares. Viste con una elegancia desfasada. Su melena rubia, abundante y rizada por detrás, denota cierta dejadez en el cuidado personal. A las citas llega siempre con el tiempo justo porque se refugia en su bar habitual para beber cerveza y jugar al "pinball" (máquina del millón o "la máquina" a secas, como le llamábamos en mi época porque no había otra máquina con la que jugar entonces).<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1pLx52hVUQ8tm1jdhr12qbcklegNFvlkwOZK1CI6fqsPCM_FF_UablmxVrthpjv4-CJUIWC49u6SrYX1H7ZN8mp-lO7oZGI_C2rFi4hWovKlCkdS4viHcBlw7oQl7SEqgebQYhDhvG_E/s1600/paul+2.png" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="250" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1pLx52hVUQ8tm1jdhr12qbcklegNFvlkwOZK1CI6fqsPCM_FF_UablmxVrthpjv4-CJUIWC49u6SrYX1H7ZN8mp-lO7oZGI_C2rFi4hWovKlCkdS4viHcBlw7oQl7SEqgebQYhDhvG_E/s400/paul+2.png" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Frank y sus dos aficiones favoritas: cerveza y pinball. </td></tr>
</tbody></table><br />
Su amigo <b>Mickey Morrissey (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Jack_Warden">Jack Warden</a>)</b> es el único apoyo que conserva en los últimos cuatro años, desde que entró en su espiral destructiva. El origen de ese declive fue la acusación de soborno con la que cargó, pese a que, como más adelante nos enteraremos, no cometió ningún delito, sólo encubrió a un compañero. Pero ese desliz, que estuvo a punto de meterlo en la cárcel, arruinó su brillante carrera y su matrimonio. Mickey es su Pepito Grillo, el hombre que le cuenta las verdades, el que le mantiene con respiración asistida dentro de su agónica situación laboral. Está harto de Frankie porque comprueba que nada cambia con el paso del tiempo y que nada va a cambiar.<br />
Hace meses que le proporcionó un caso, el de una mujer que permanece en coma desde 1976 por culpa de una anestesia mal suministrada, pero Frank no ha hecho nada durante ese tiempo. Faltan diez días para ir a juicio y es entonces cuando empieza a estudiarlo. Su despacho es como un almacén destartalado, así que ante los familiares de su defendida tiene que fingir que su verdadero bufete, con secretaria y todo, está en obras. <b>Sally (Roxanne Hart)</b> y <b>Kevin Doneghy (James Handy),</b> hermana y cuñado de la víctima, quieren que el asunto se resuelva cuanto antes porque ya han sufrido bastante.<br />
Todo parece encaminado a un pacto entre la institución católica que controla al hospital Santa Catalina, los doctores acusados, la defensa de éstos y Frankie, que puede ganar 70.000 dólares de golpe sólo con aceptar la indemnización sin ir a juicio. Pero su conciencia despierta mientras acude al hospital a fotografíar a su defendida. Cuenta con la promesa de un testimonio demoledor, el del <b>doctor Gruber (Lewis Stadlen)</b>, que declarará contra los dos médicos por una cuestión de justicia y de sentido del deber profesional. Y ha visto el frágil cuerpo inerte de esa mujer, que un buen día acudió al hospital, perdió al niño que llevaba en su vientre y entró en coma por negligencia.<br />
Como buen perdedor, Frank se pone al lado de los perdedores y de las víctimas. Cuando se entrevista con el <b>obispo Brophy (Edward Binns)</b>, de la archidiócesis de Boston, sufre un ataque de honestidad e integridad y rechaza los 210.000 dólares que le ofrece para zanjar el asunto: <i>"Todos hemos sido comprados para mirar a otro lado. No puedo aceptar el dinero; si lo tomo, estoy perdido"</i>, le confiesa.<br />
La maquinaria del poder se pone en marcha de inmediato. El prestigioso <b>Ed Concannon (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/James_Mason">James Mason</a>)</b> dirige un equipo de catorce abogados que se han volcado durante meses en la defensa de los dos médicos que anestesiaron de forma errónea a la paciente. Disponen de todos los medios posibles para estudiar el caso desde todos los puntos de vista; y van a utilizar a la Prensa para crear un ambiente favorable a la institución que defienden; incluso contactarán con las televisiones para que emitan películas sobre la profesionalidad de los médicos. Todo está perfectamente controlado.<br />
Mientras, Frank y Mickey sólo pueden confiar en su intuición y talento y en la declaración del doctor Gluber. La vida del abogado parece estar dando un giro espectacular. De repente descubrimos que no es un tipo mediocre, sino inteligente y comprometido. <i>"Los débiles deben tener a alguien que luche por ellos"</i>, le cuenta a <b>Laura Fischer (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Charlotte_Rampling">Charlotte Rampling</a>)</b>, una mujer solitaria y escéptica a la que ha conocido en el bar.<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIu6IrRrzw99Wdwnmwmz0i-0CveMn6OtDFMz9iXARGAGs5uPKGn76GEPzpFPyFz5HSNxhpMVfOk9m_TQb1NdhZdxvYIIsjFsIiYD-ej4nL9O7FgnGKDg7yrYCH0gck26lZAv73TMZXFhk/s1600/paul+4.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIu6IrRrzw99Wdwnmwmz0i-0CveMn6OtDFMz9iXARGAGs5uPKGn76GEPzpFPyFz5HSNxhpMVfOk9m_TQb1NdhZdxvYIIsjFsIiYD-ej4nL9O7FgnGKDg7yrYCH0gck26lZAv73TMZXFhk/s400/paul+4.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">James Mason y Paul Newman, abogado rico y abogado pobre. </td></tr>
</tbody></table><br />
El <b>juez Hoyle (<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Milo_O%27Shea">Milo O'Shea</a>)</b> cita a los dos abogados para tantear sus intenciones y su parcialidad resulta descarada. El magistrado está de parte del defensor y le sorprende que Frankie haya rechazado la indemnización que le han ofrecido. La enemistad con el juez se manifiesta abiertamente cuando éste le explica que, en su lugar, <i>"aceptaría el dinero y correría como un ladrón". "Estoy seguro de ello"</i>, es la demoledora respuesta de Frank Galvin.<br />
<div><i>- Frank, hablemos claro: ¿qué les parecería correcto a usted y a su cliente para salir andando de aquí y olvidarse de todo?</i></div><i>- Mi cliente no puede andar, señoría.</i><br />
Todo se vuelve en su contra de repente. La hermana de su defendida y su marido se enfrentan con él por haber rechazado, sin consultarles, un dinero que colmaba sus aspiraciones. Kevin, agresivo e insultante, le reprocha que sea como todos: <i>"Ustedes siempre hablan de lo que van a hacer por nosotros. Y después, cuando fracasan, nos dicen: 'Hicimos todo lo que pudimos, lo siento muchísimo'. Y la gente como nosotros vive a costa de sus errores toda la vida"</i>.<br />
Pero lo peor es que el famoso doctor Gruber, el hombre que iba a testificar de forma contundente contra los dos médicos anestesistas, ha desaparecido misteriosamente. Frank acude a casa del juez a implorarle un aplazamiento, pero éste se muestra implacable; trata de negociar desesperadamente con la institución católica del hospital, pero su esfuerzo es infructuoso: se da cuenta de que el abogado rival ha sobornado a su principal testigo. <i>"Aquí no se puede ni respirar"</i>, le dice a Mickey, a punto de desmayarse.<br />
Frank no sólo está al borde de un nuevo fracaso, sino ante un abismo existencial. Es su última oportunidad para salvarse, para emerger de esa vida patética en la que se encuentra desde hace años. Está en juego, además, su fe no tanto en el sistema judicial del país, sino en el sentido más equilibrado de la justicia humana. <i>"Vamos a perder"</i>, le confiesa a Laura, aunque ésta se muestra inflexible y se niega a compadecerle, porque quiere que siga luchando: <i>"Eres como un niño que dice tener fiebre y ya no quiere ir al colegio"</i>.<br />
Afronta el juicio nervioso y dubitativo, con una presentación monótona y débil. Por si fuera poco, el juez interrumpe su primer interrogatorio con una parcialidad excesiva, tratando de desmontar sus argumentos como si fuera el abogado. <i>"Señoría, con el debido respeto, si va a llevar usted el caso, me gustaría que no lo perdiera"</i>, le suelta impotente.<br />
Frank Galvin no está preparado para enfrentarse a expertos médicos que hablan un lenguaje incomprensible para él. A diferencia de su rival, no ha estudiado el caso a fondo y se pierde en discusiones profesionales. Está derrotado, no encuentra ningún tipo de solución sin un testigo principal sobre el que sostener su acusación. El optimismo que le transmite Mickey no le convence.<br />
<b><i><br />
- Se acabó, Frankie. Ya habrá otros casos.</i></b><br />
<b><i>- No habrá otros casos. Éste es el caso. No habrá otros casos. Éste es el caso...</i></b><br />
<br />
Quizá en otro momento se hubiera dado por vencido, pero no ahora. Con angustiosa desesperación, Frank empieza a revisar nuevas vías y descubre la existencia de una posible testigo, <b>Kaitlin Costello (<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Lindsay_Crouse">Lindsay Crouse</a>)</b>, la enfermera de admisión de la paciente, una joven que no estaba en el quirófano, pero que había anotado todo el historial. Es una posibilidad remota, pero se aferra a ella como a un clavo ardiendo. Las pesquisas, la suerte y el azar le permiten encontrarla en una guardería de Nueva York.<br />
La escena del encuentro es tan sencilla como impactante. Se presentan como dos desconocidos, hablan de cuestiones banales hasta que ella observa en el bolsillo de su abrigo un billete de avión Nueva York-Boston. Ha comprendido al instante qué es lo que quiere; él también sabe que lo ha entendido. <i>"¿Me ayudará?"</i>, es la única frase.<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwRL-W_PHGj6RHdAtVPJUOffhKYNpegpzASseDR-IOWzrKB63ZUz-S34luK_JHWIuUu7vGCxkHDGlBk-W46Rt4DeXD-mCJkylLYuzZ6hFcqbOeQRDLvNU-9NxaXag-2-10qmaLsDm46Fg/s1600/paul+3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="215" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwRL-W_PHGj6RHdAtVPJUOffhKYNpegpzASseDR-IOWzrKB63ZUz-S34luK_JHWIuUu7vGCxkHDGlBk-W46Rt4DeXD-mCJkylLYuzZ6hFcqbOeQRDLvNU-9NxaXag-2-10qmaLsDm46Fg/s400/paul+3.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Mickey y Frank, solos ante la adversidad.</td></tr>
</tbody></table><br />
Llegados a este punto, <b>es oportuno advertir a quienes no hayan visto aún la película que no sigan leyendo</b>, porque se desvela a partir de aquí el interesante desenlace del caso. Frank acude al juicio como si estuviera ante una plegaria, rezando para que el testimonio cale en el corazón del jurado popular. No confía ni en el magistrado ni en las artes de su colega Concannon, quien ha caído como un principiante ante la elocuente sinceridad de Costello. Ella sabe exactamente lo que ocurrió y el abogado de la defensa le hace, sin saberlo, las preguntas adecuadas para que su declaración sea más impactante.<br />
Cuando el juez hace caso, como siempre, a las alegaciones del defensor y rechaza el testimonio como prueba a tener en cuenta, Galvin protesta pero no le sorprende. Le queda una última esperanza, haber llegado al corazón del jurado popular con su sincero discurso. <i>"Por favor, Señor, dinos lo que es correcto, dinos lo que es verdad"</i>, exclama. Ya no tiene que engañar a nadie ni fingir emociones porque se cree derrotado. En realidad, parece estar hablando consigo mismo. <i>"Yo creo que la justicia está en nuestros corazones"</i>, termina su alocución.<br />
Frank gana, los perdedores ganan, los pobre ganan en esta ocasión. Pero no hay euforia, sino alivio y satisfacción por el triunfo de la justicia. Cuando llega a su despacho, suena un teléfono repetidas veces. Su mirada perdida y su ansiedad no necesitan, una vez más, palabras. ¿Y qué pinta Charlotte Rampling a todo esto? No lo cuento, mejor veamos la película.<br />
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<b>La película</b><br />
- <i>"Veredicto final"</i> está basada en la exitosa novela del mismo título, escrita por <b><a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Barry_Reed">Barry Reed</a></b> en 1980.<br />
- <b>Tobin Bell</b> (de la saga sangrienta de Saw) y <b>Bruce Willis</b> (que no necesita presentación) actuaron como extras en esta película.<br />
- <b>Robert Redford</b> iba a ser el protagonista principal, pero el actor no se sintió cómodo con la perspectiva de ser un abogado alcohólico y finalmente rechazó el proyecto.<br />
- Sidney Lumet tuvo que convencer a David Mamet para que incluyera en el guión el resultado de la sentencia, ya que en principio había dejado el desenlace sin esa importante resolución judicial.<br />
- <b>Dustin Hoffman, Cary Grant, Frank Sinatra</b> y <b>Roy Scheider</b> sonaron durante la preparación de la película para protagonizar alguno de los papeles.<br />
- El film está considerado por el American Film Institute como la cuarta mejor película de drama judicial de todos los tiempos.<br />
- En los Oscar de aquella edición había sido nominada a mejor película, mejor actor, mejor actor secundario (James Mason), mejor director y mejor guionista, pero fue el año de <i>"Gandhi"</i>, que acaparó ocho estatuillas.</div><br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="405" src="http://www.youtube.com/embed/F3aJ3MGghXA" title="YouTube video player" width="500"></iframe><br />
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<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="405" src="http://www.youtube.com/embed/YBD6FxrtJN0" title="YouTube video player" width="500"></iframe>Kaplanhttp://www.blogger.com/profile/16388624148587647338noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5689287473752209208.post-19206134636676907672011-02-25T06:37:00.000+01:002011-02-25T06:37:08.756+01:00Leonor de Aquitania<span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: x-large;">(Katherine Hepburn, "El león en invierno")</span><br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlIrfo6ROyJKGIWHbAfqMBOzSCt3XEQVfxTWQ0Comxvr9wDoYp7BFHM_7JFAjK_JZo1VF96aajO7mguDNags7HpEw_fqjZmhY9YVYX8y7BBaM0TCY5E4aW3Ni3oQeSGd9cYSwzhkUrdGk/s1600/leon+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="301" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlIrfo6ROyJKGIWHbAfqMBOzSCt3XEQVfxTWQ0Comxvr9wDoYp7BFHM_7JFAjK_JZo1VF96aajO7mguDNags7HpEw_fqjZmhY9YVYX8y7BBaM0TCY5E4aW3Ni3oQeSGd9cYSwzhkUrdGk/s400/leon+1.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Katherine Hepburn y Peter O'Toole, una espléndida pareja.</td></tr>
</tbody></table><br />
<b><a href="http://en.wikipedia.org/wiki/James_Goldman">James Goldman</a></b>, hermano del guionista <b>William Goldman</b> (<i>"Dos hombres y un destino", "La princesa prometida", "Misery"</i>...) se inventó en 1966 un jugoso libreto sobre una supuesta reunión familiar entre el rey <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Enrique_II_de_Inglaterra" style="font-weight: bold;">Enrique II de Inglaterra</a>, su esposa Leonor (<b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Leonor_de_Aquitania">Eleanor of Aquitaine</a></b>) y sus hijos. El juego sucio y las múltiples intrigas dominan la trama, aderezada por unos diálogos soberbios. En <i>"El león en invierno"</i>, la palabra vale como mil imágenes, no hay desperdicio.<br />
Dos años más tarde, el británico <b><a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Anthony_Harvey">Anthony Harvey</a></b> reunió a <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Katharine_Hepburn">Katherine Hepburn</a></b> y a <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Peter_O%27Toole">Peter O'Toole</a></b> para dar vida a los personajes centrales de la versión cinematográfica (<i><a href="http://www.imdb.com/title/tt0063227/">"The lion in winter"</a>, </i>1968). La química entre ambos supuso un extraordinario hallazgo para los aficionados, una de esas felices coincidencias que surgen en el pantalla cada mucho tiempo. Por edad, la actriz (61 años) podía pasar por la legendaria reina de Aquitania, pero el actor británico sólo tenía 36 años y, sin embargo, está perfecto como el fatigado, exaltado y pasional monarca.<br />
Diciembre de 1183. El rey Henry II traslada su Corte a Chinon (Francia) para pasar las navidades en familia. Llama a sus tres hijos y a su esposa Eleanor, a quien encerró diez años atrás en el castillo de Salisbury por promover una rebelión contra él. Su propósito es anunciarles que tras la muerte del primogénito, Henry, ha decidido nombrar como sucesor al trono a su hijo menor, <b>John (<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Nigel_Terry">Nigel Terry</a>)</b>, quien deberá casarse con la amante de su padre, <b>Alais (Jane Merrow)</b>, hermana del nuevo rey de Francia. <br />
El planteamiento inicial ya promete una interesante sucesión de intrigas. Dos de los hijos, <b>Richard (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Anthony_Hopkins">Anthony Hopkins</a>)</b> y <b>Geoffrey (John Castle)</b>, odian a su padre y no ocultan su ambición por el trono. Pero la figura que desata todas las tensiones e intrigas familiares es una amable y encantadora mujer que no ha perdido ni la sonrisa ni las buenas maneras pese a haber estado diez años encerrada en un castillo. Eleanor llega a la reunión en una barcaza, sentada tranquila y esplendorosa en un trono, como si hubiera vuelto de unas vacaciones. La magnífica banda sonora del recientemente fallecido <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/John_Barry"><b>John Barry</b></a> (con el precioso tema <i>"Eleanor's arrival"</i>) envuelve la escena de manera majestuosa.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjexgZz91R64q4PetpZjIiVkAgFnyPCtdZNnjTUm1Voc3YreV4R46-4TSuAMzBY8Ta9kF_atAYD1nfpaHemFseivNnQYBFF0eHQk0zdo4MT7IRvlyj0TuibL6dScRScH0-9RgiEGpr-4eM/s1600/leon+4.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="265" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjexgZz91R64q4PetpZjIiVkAgFnyPCtdZNnjTUm1Voc3YreV4R46-4TSuAMzBY8Ta9kF_atAYD1nfpaHemFseivNnQYBFF0eHQk0zdo4MT7IRvlyj0TuibL6dScRScH0-9RgiEGpr-4eM/s400/leon+4.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Los reyes presiden la comida navideña.</td></tr>
</tbody></table><br />
Lo primero que llama la atención del matrimonio es su intensa relación amor-odio. El rey recibe a su reina como un adolescente excitado. Ha bajado corriendo desde la torre del castillo y está francamente ilusionado por volver a verla. Ella le dedica una sonrisa apasionada y limpia, sin asomo de rencor, a pesar de su prolongado cautiverio y de que en la misma orilla le aguarda también la nueva amante de su marido, Alais, una joven a la que la reina cuidó de pequeña.<br />
Esa especial relación es importante para entender la película. Eleanor y Henry contrajeron matrimonio en 1152, con 30 y 19 años de edad, respectivamente. Ella había estado casada anteriormente con el rey francés Luis VII, un hombre mucho más débil que ella, hasta que apareció en su vida el joven monarca de la saga de los Plantagenet. Durante mucho tiempo se entendieron a la perfección, porque su nivel intelectual era parejo y ambos eran fogosos amantes y fuertes de carácter.<br />
Sin embargo, la relación se fue deteriorando. Quizá la causa principal fue la diferencia de edad entre ambos, notable conforme pasaba el tiempo. La reina podía asumir las infidelidades de su marido, porque ella también se desquitaba, pero no aceptó la aparición de <b>Rosamund Clifford</b>, que se convirtió en la amante duradera del rey. Es como si el corazón de éste se hubiera dividido en dos.<br />
En 1173, la reina alentó a sus hijos Henry, Geoffrey y Richard a participar en una revuelta contra su esposo, pero éste la abortó y, como resultado, ordenó el exilio de su mujer, que permaneció encerrada durante una década en un castillo... hasta que le llamó en 1183 para celebrar las navidades juntos.<br />
La relación entre Leonor de Aquitania y su marido parece como una partida de ajedrez que ambos reanudan después de tantos años con tremendas ganas y de manera irresistible; las piezas que ponen sobre el tablero son los sentimientos, el sarcasmo, sus debilidades, algunos secretos del pasado, la inteligencia y la enorme fortaleza de carácter, pero nunca la autoridad. Si el rey impone su poder, la partida se acabará. El duelo entre ambos me recuerda al que entablan los protagonistas de <i>"¿Quién teme a Virginia Wolf?"</i> (1966, <b>Mike Nichols</b>).<br />
<div>El objetivo práctico es colocar a los hijos predilectos en el trono, pero el juego es mucho más que eso. Ambos intentan demostrarse que uno es más fuerte que el otro, que la razón está y ha estado de una parte y que, a lo largo de su vida en común, uno de ellos ha sido siempre superior al otro, intelectual y afectivamente.</div>La reina tiene un objetivo político, conseguir que Richard (Ricardo Corazón de León) sea el futuro rey y herede la región de Aquitania, cuyos derechos le pertenecen a ella. Para conseguirlo tendrá que desplegar todas sus armas, porque hasta su hijo predilecto es duro, agresivo, tosco y vengativo. Detesta a su madre tanto como odia a su padre; a ella no le ha perdonado que le utilizara de forma maquiavélica diez años atrás para enfrentarse con el rey.<br />
<br />
<i><b>- "Eres Medea hasta los dientes, pero a este hijo no lo utilizarás en tu venganza contra tu marido".</b></i><br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgV-Zu_9mwFKvVJWK_ytL-OSitVuyqyP7iXf7kOjZkcicVod6gfq2KoQ3ZVLuCjy13vg-XdGAITBzCCVen6khQRtxiuVL5APkw-iii0Gd50K5jSd229Pb9rlyCq0-jyfQJ3WzCrSWLz3kU/s1600/leon+2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgV-Zu_9mwFKvVJWK_ytL-OSitVuyqyP7iXf7kOjZkcicVod6gfq2KoQ3ZVLuCjy13vg-XdGAITBzCCVen6khQRtxiuVL5APkw-iii0Gd50K5jSd229Pb9rlyCq0-jyfQJ3WzCrSWLz3kU/s400/leon+2.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>"Eres Medea hasta los dientes"</i>, le reprocha Richard.</td></tr>
</tbody></table><br />
Los tres hijos son egoístas, ambiciosos y desconfiados. Sólo están pendientes, como los buitres, de la corona real. Son incapaces de disimular su odio y de mostrar afecto y cariño. La madre va a tener el tiempo justo para tratar de ganarse la confianza de los tres, intrigar contra el padre y darle la vuelta a una situación muy desfavorable en esa particular partida de ajedrez, ya que el monarca ha elegido como sucesor a John, el desaliñado y niñato hijo menor. A Geoffrey lo ignoran ambos, no le tienen ningún aprecio. <i>"Tengo que hacerte una confesión: no me gustan nada nuestros hijos"</i>, le revela a su marido.<br />
Leonor no es una madre convencional, al uso. Reconoce que no tiene ningún afecto hacia Geoffrey, un hijo no deseado que deambula como alma en pena reclamando un cariño inexistente. Es una madre imperfecta, más preocupada por la fortaleza de espíritu, el orgullo, el carácter y con un sentido del humor hiriente.<br />
Decía antes que ambos se profesan amor y odio a partes iguales, aunque no está claro dónde está la frontera. Cada uno trata de herir los sentimientos del otro, pero con un cinismo agudo y guardando las formas. Se diría que quien no encuentra una réplica oportuna, pierde los nervios o grita en exceso, se halla en desventaja en esa partida de ajedrez mental. Por eso, Henry sonríe amablemente cuando le asegura que jamás la liberará de su cautiverio; por eso, Eleanor le amenaza sutilmente con una nueva guerra por la posesión de las tierras o se muestra extremadamente cariñosa con Alais, la sumisa y callada amante de él. <i>"La cama de Henry es la provincia de Henry, puede meterse en ella hasta una oveja si quiere... cosa que, por cierto, ya ha hecho"</i>, le suelta en referencia a Rosamund, la amante que rompió el matrimonio.<br />
Henry sorprende con un movimiento inesperado: anuncia que el heredero será Richard en vez de John, lo que deja a la reina descolocada. Exactamente es lo que ella pretendía, pero deseaba ganarlo, luchar por ello, no obtenerlo de esa manera. Todos desconfían de sus intenciones, incluido Richard, quien le reprocha a su madre sus ansias por destrozar a su padre. Eleanor tiene su momento de melancolía cuando habla sinceramente con su hijo. Quizá sea la primera vez en su vida que revela lo mucho que quiso a su marido.<br />
<br />
<b><i>"Henry vino desde el norte a París con la mente de Aristóteles y un cuerpo ardiente de pecador. Quebrantamos los mandamientos al instante".</i></b><br />
<br />
El juego es constante. Los tres hijos son peones de ese ajedrez que cuenta en el tablero con otro rey, <b>Felipe de Francia (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Timothy_Dalton">Timothy Dalton</a>)</b>, quien ha ocupado el trono de su país tras la muerte de su padre. Felipe es, además, hermano de Alais, la amante de Henry, aunque radicalmente diferente a ella: maquiavélico, cruel y desapasionado. Ha sido invitado a la reunión familiar para arreglar la boda de Alais con uno de los hijos, pero su presencia y su ambición condicionan a todos. Sobre todo a Geoffrey, el despechado, por quien nadie siente ni una pizca de cariño.<br />
Leonor sabe muy bien cómo herir a Henry. Primero le insinúa que se acostó con <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Tom%C3%A1s_Becket">Tomas Becket</a></b>, el antiguo arzobispo de Canterbury, un amigo muy especial para el rey y que fue asesinado por su culpa. Y luego le suelta, entre espontánea y divertida: <i>"¿Te has preguntado alguna vez si me acosté con tu padre?"</i>. Esa frivolidad es el talón de Aquiles del monarca, el recurso para sacarle de quicio.<br />
El rey mueve otra fichas. Proponer a Richard como sucesor sólo ha sido una estrategia de confusión para comprobar las distintas reacciones. A su esposa le ofrece luego la libertad a cambio de que John obtenga Aquitania, pero Leonor contraataca con una condición: que Alais y Richard se casen de inmediato. El resultado es que los hijos son meros títeres del pasatiempo de sus padres, a quienes les importa bien lo que están causando con sus intrigas.<br />
La reina no aparece en una de las escenas más importantes de la película: el joven rey francés acoge en su cámara, uno por uno, a los hijos, deseosos de aliarse con él para emprender una guerra contra el padre. Conforme van llegando, cada uno se esconde y se entera de las intenciones de los demás. Descubrimos que Richard ha estado y está enamorado de Felipe, pero éste no sólo le desprecia sino que aprovecha esa circunstancia para herir al rey inglés. <i>"¿Qué piensas oficialmente de la sodomía?"</i>, le pregunta cuando Henry acude también a la habitación del monarca francés.<br />
Felipe ha jugado con todos. Los tres hijos salen de sus respectivos escondites, pero a Henry sólo le duele encontrar ahí a John, a quien iba a confiarle el trono. Se siente traicionado, profundamente herido. <i>"Resultará mucho más brillante leer mi vida que haberla vivido". "El rey Henry nunca tuvo hijos, tuvo tres cosas peludas, pero las desheredó. ¡No sois míos! ¡No estamos relacionados! ¡Reniego de vosotros! ¡Ninguno heredará mi reino! ¡No os dejaré nada y os deseo lo peor! ¡Que todos vuestros hijos enfermen y mueran!"</i>, les grita in crescendo antes de marcharse.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJJrhhkIEPis0Rx3D7-CYiYu5Dy4c60s0EeCpKW5ApMhkar9fUPb_ym6Xgxyyj2C8sN-txepmwFIxmLlxDJgTlSX24jHDTQmdpC3gYgRhZcTM7kyYB1ULjEuPm8oCHgG_xxBjSGDRVexA/s1600/leon+3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="171" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJJrhhkIEPis0Rx3D7-CYiYu5Dy4c60s0EeCpKW5ApMhkar9fUPb_ym6Xgxyyj2C8sN-txepmwFIxmLlxDJgTlSX24jHDTQmdpC3gYgRhZcTM7kyYB1ULjEuPm8oCHgG_xxBjSGDRVexA/s400/leon+3.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">John, Eleanor, Richard y Geoffrey.</td></tr>
</tbody></table><br />
Henry está derrotado, pero su esposa no lo sabe. Ella está cansada del juego, de las intrigas y de una situación que parece haberse vuelto en contra de los dos. Aunque es tan excelente actriz (el personaje) que nos da la impresión de estar fingiendo una vez más. Después del terrible desengaño que ha sufrido él con la evidente traición de sus hijos, se muestra primero indiferente, desapasionado y sin ganas de seguir esa partida de ajedrez emocional. Ya sólo desea desheredar a todos, casarse con su amante y tener nuevos hijos a los que querer. Eso es lo que más le duele a la reina.<br />
<i>- Fuera Eleanor, dentro Alais... ¿por qué?</i><br />
<i>- Esposa mía, quiero una nueva esposa, que llevará dentro a mis nuevos hijos.</i><br />
<i>- Hijos... Pensaba que precisamente de eso ya tenías suficiente.</i><br />
Esta escena resulta ejemplar. La conversación da un vuelco y ambos miran al pasado con añoranza. Se abrazan y se besan con cariño porque, por encima de traiciones, celos y ambiciones, en el fondo se siguen amando. Pero la perspectiva de hacerse daño les resulta más atractiva. En pocos minutos surgen los viejos rencores y vuelven a desafiarse: él le anuncia que va a ir a Roma a pedir la separación y ella le atormenta de nuevo con la revelación de que se acostó con su padre. <i>"Te he puesto más cuernos de los que pudo llevar Luis"</i>, en referencia a su primer marido.<br />
Henry da por terminada la partida. Ha impuesto su autoridad y ya no desea seguir ese juego que le resulta tan doloroso. Ordena que su esposa se prepare para regresar al día siguiente a su castillo y decide encerrar a sus tres hijos en la bodega, bajo arresto. La situación se torna dramática. Eleanor se reúne con Geoffrey, Richard y John y les entrega tres puñales para que puedan huir; pero ellos quieren emplear esas armas para asesinar a su padre.<br />
En ese punto, la reina confiesa por primera vez cuáles han sido sus intenciones desde que promovió una guerra contra su marido, diez años atrás. <i>"Yo amaba a mi Henry"</i>, les dice. Ella quería recuperar ese viejo amor, irreconocible con el paso del tiempo; deseaba volver a sentir y a disfrutar como en los primeros años de su matrimonio. La tragedia planea con la súbita llegada de Henry a la bodega. Se enfrenta a los tres y está a punto de matarlos, pero se reprime pese a que Eleanor, sorprendentemente, le anima a ello. Ella se ha dado cuenta de que tampoco desea estar con esos hijos incapaces de amar, que sólo saben traicionar a su padre por ambición.<br />
<i><br />
<b>- Yo te amaba. Y aún te sigo amando.</b></i><br />
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"><i><b>- De todas las mentiras que has dicho, ésta es la más terrible.</b></i></div><div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"><i><b>- Lo sé. Por eso la he guardado para el final.</b></i></div><i><br />
"El león en invierno"</i> es, bien mirado, una gran historia de amor. La reina se queda a solas con Henry y le confiesa lo que había revelado a sus hijos, que le ama. Y realmente es así, de eso estamos seguros. Aunque él no está por la labor de reconciliarse hasta ese punto. Finge que forma parte de ese juego que consiste en herir los sentimientos, provocar y humillar. Sólo que esta vez no es así. Eleanor se está sincerando; se siente vacía sin él y se da cuenta de que ha intentado recuperarle sin éxito. <br />
Al día siguiente se produce la despedida. Es maravillosa. No importa que se separen. Henry, desde la orilla, le lanza abrazos con una ternura infinita; ella, en la barcaza que se aleja, responde con una sonrisa que revela un amor profundo y eterno. Ambos se ríen, llenos de felicidad. Eleanor vuelve a su prisión, pero lo hace más viva y libre que nunca.<br />
<br />
<div style="margin: 0px;"><b>La película</b></div>- <i>"El león en invierno"</i> significó el debut en el cine de Timothy Dalton (futuro James Bond) y de Nigel Terry (el rey Arturo de <i>"Excalibur"</i>), así como la segunda película para Anthony Hopkins, John Castle y el propio director. Todos ellos destacaron simultáneamente en el teatro y la televisión, aunque la carrera más importante es la de Hopkins, sobre todo en el cine.<br />
- Peter O'Toole se reencontró con el papel de Henry II de Inglaterra, a quien ya había encarnado de manera magistral en <i>"Becket"</i> (1964).<br />
- Curiosamente, Katherine Hepburn se consideraba descendiente de la reina Eleanor por dos líneas genealógicas, por lo que interpretar ese papel resultó muy especial para ella. Sus antepasados irlandeses habían estado entre los pasajeros que viajaron en el <b>Mayflower</b>, el barco que transportó a los primeros colonos británicos al territorio de Estados Unidos en 1620.<br />
- La película no está basada en hechos reales. Es decir, no hubo reunión familiar en diciembre de 1183. Sin embargo, sí recrea con mucha inteligencia la crisis de sucesión que se produjo tras la muerte de Henry, el primogénito del monarca, sucedida sólo unos meses antes. El rey quería a John para el trono y la reina desterrada hizo lo posible para que fuera Richard. La historia complació a ambos, ya que primero <b>Richard the Lionheart</b> (<b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Ricardo_I_de_Inglaterra">Ricardo Corazón de León</a>)</b> y luego <b>John Lackland</b> (<b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_I_de_Inglaterra">Juan Sin Tierra</a>)</b> fueron reyes de Inglaterra. <br />
- Entre Katherine Hepburn y Peter O'Toole surgió una gran relación afectuosa. En una reciente entrevista, el actor reconocía que <i>"la adoraba, la amaba de forma platónica"</i>. Hepburn le golpeó en una ocasión y luego le pidió disculpas: <i>"Cerdo</i> -así le llamaba cariñosamente- <i>yo sólo golpeo a la gente que quiero"</i>.<br />
- El rodaje resultó muy especial para la actriz, que unos meses antes acababa de perder al amor de su vida, <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Spencer_Tracy"><b>Spencer Tracy</b></a>, con quien había mantenido una intensa relación durante décadas. Hepburn reconocería después que el rodaje de esta película tuvo un efecto balsámico en su vida.<br />
- <b>Andrei Konchalovsky</b> dirigió en 2003 una aceptable versión televisiva, con <b>Glenn Close</b> y <b>Patrick Stewart</b> en los papeles principales. <b>Rosemary Harris</b> y <b>Robert Preston</b> fueron los originales Eleanor y Henry II en la primera representación teatral de la obra, en marzo de 1966.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvBF05WeVFxE6Za1fAMNmP71PTIJfABhtpPdcqvsVl-zi2aNpoSE53VRRHIl1dPkSZaT4tdD6W3wyNe-pvFvODjWFV7cw98JJCxGbRdJ3-4OP1njm5Ay4LgGun38VAtEoSN0OaBNTAHHs/s1600/leon+5.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvBF05WeVFxE6Za1fAMNmP71PTIJfABhtpPdcqvsVl-zi2aNpoSE53VRRHIl1dPkSZaT4tdD6W3wyNe-pvFvODjWFV7cw98JJCxGbRdJ3-4OP1njm5Ay4LgGun38VAtEoSN0OaBNTAHHs/s400/leon+5.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Los cuatro Oscar de la gran Katherine Hepburn, todo un hito.</td></tr>
</tbody></table><br />
- Katherine Hepburn y <b>Barbra Streisand</b> (por <i>"Funny girl"</i>) compartieron el premio Oscar en esa edición; era la primera vez que se entregaba ex-aequo. Para la veterana actriz fue el tercero de sus 4 Oscar, ya que en 1981 aún ganaría el de mejor actriz por<i> "En el estanque dorado"</i>. Peter O'Toole volvió a sufrir una nueva decepción, después de haber sido nominado sin éxito por <i>"Lawrence de Arabia"</i> y <i>"Becket"</i>. En total ha sumado ocho nominaciones y un solo premio... honorífico en 2003. (Sin comentarios).<br />
<span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;"><br />
</span><br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="405" src="http://www.youtube.com/embed/5cVwBjwRGgg" title="YouTube video player" width="500"></iframe><br />
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<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="405" src="http://www.youtube.com/embed/rwQ3kVJv7AI" title="YouTube video player" width="500"></iframe>Kaplanhttp://www.blogger.com/profile/16388624148587647338noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5689287473752209208.post-44808986745593155872011-02-19T07:49:00.000+01:002011-02-19T07:49:07.562+01:00John Lloyd Sullivan<span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: x-large;"><b>(Joel McCrea, "Los viajes de Sullivan")</b></span><br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9_s-C2yXgkRKlZa-96ZSUfdeMTDQ-BhQ0YVNEUDAS39msFKNUj2zmyUxvgDDfGTfKwV3N5bMe_CTa5EytSesh5duSiw9bAmcylM-n-_EkR7pndQeOnMc4bYYdwA8ZYOvHhffIS2m0794/s1600/viajes+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9_s-C2yXgkRKlZa-96ZSUfdeMTDQ-BhQ0YVNEUDAS39msFKNUj2zmyUxvgDDfGTfKwV3N5bMe_CTa5EytSesh5duSiw9bAmcylM-n-_EkR7pndQeOnMc4bYYdwA8ZYOvHhffIS2m0794/s640/viajes+1.jpg" width="504" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Joel McCrea y Veronica Lake, dos vagabundos felices. </td></tr>
</tbody></table><br />
<i>1. Una chica guapa es mejor que una fea.<br />
2. Una pierna es mejor que un brazo.<br />
3. Un dormitorio es mejor que un salón.</i><br />
<i>4. Una llegada es mejor que una partida.<br />
5. Un nacimiento es mejor que una muerte.<br />
6. Una persecución es mejor que una conversación.<br />
7. Un perro es mejor que un paisaje.<br />
8. Un gatito es mejor que un perro.<br />
9. Un bebé es mejor que un gatito.<br />
10. Un beso es mejor que un bebé.<br />
... </i><br />
<i> 11. Una buena caída es mejor que todo lo demás.</i><br />
<b>(Decálogo de la comedia, de Preston Sturges)</b><br />
<br />
Hace muchos, muchos años, había un canal televisivo, al que todavía llamábamos el UHF, que emitía películas con talento. Es decir, veíamos grandes obras del cine y, además, las programaba alguien que sabía cómo hacerlo. Aprendimos mejor quiénes fueron y qué hicieron cineastas como <b>Harold Lloyd, William Wellman, Gregory LaCava, Frank Borzage, Buster Keaton, King Vidor, Raoul Walsh </b>o <b>René Clair, </b>entre otros.<br />
Uno de los ciclos que más me impactó fue el dedicado al genial <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Preston_Sturges">Preston Sturges</a></b>, el primer guionista de Hollywood en pasar a la dirección. <i>"El milagro de Morgan's Creek"</i> y <i>"Salve, héroe victorioso"</i>, ambas de 1944, son dos de mis comedias preferidas, por atrevidas, transgresoras y, sobre todo, desternillantes. Hoy sigo sin entender cómo la primera pudo pasar los controles de la censura en esa época.<br />
Sturges pertenecía a la escuela de <b>Ernst Lubitsch</b>, sabía concretar tan bien como éste las situaciones de humor y siempre encontraba una vuelta de tuerca definitiva para explotar mejor los gags. Sus "screwball comedies" poseen -además de diálogos muy inspirados y personajes nada convencionales- un ritmo vertiginoso, lo que significa que <i>"Las tres noches de Eva", "Un marido rico"</i> o las dos citadas anteriormente hay que verlas más de una vez, porque se escapan muchos detalles y situaciones jocosas. Lo mismo ocurre con <i>"Los viajes de Sullivan" (<a href="http://www.imdb.com/title/tt0034240/">"Sullivan's travels"</a></i>, 1941), una absoluta obra maestra del cine y una de las películas con las que más he disfrutado.<br />
<b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Joel_McCrea">Joel McCrea</a></b>, simpático, galán, aventurero y uno de los actores con mejor planta de aquel Hollywood dorado (es un misterio que no llegara a ser una estrella a la altura de <b>Cary Grant, Errol Flynn</b> o <b>Gary Cooper</b>), se convirtió en uno de los intérpretes predilectos del director, aunque no formara parte, estrictamente, de su "compañía estable de actores", el grupo de secundarios que actuaban a menudo en sus películas: <b>Arthur Hoyt, Frank Moran, Robert Greig, Jimmy Conlin, Rudy Vallée, Robert Dudley</b> y, entre otros, el impagable <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/William_Demarest">William Demarest</a></b>.<br />
En <i>"Los viajes de Sullivan"</i>, el actor interpreta al director <b>John Lloyd Sullivan</b>, un "Rey Midas" del cine que tiene un gran éxito comercial, ya se trate de films como "Hormigas 1939" o "Tonteando en el granero". Pero Sullivan, pese a enganchar al público con sus comedias, westerns y musicales, posee un inconsciente idealismo social. Y digo inconsciente porque su conciencia le dicta que debe hacer una película sobre los desamparados y la miseria del país, pero jamás en su vida ha visto a un pobre ni ha sufrido penalidades. Sullivan le dice a sus productores <b>LeBrand (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Robert_Warwick">Robert Warwick</a>)</b> y <b>Casalsis (<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Franklin_Pangborn">Franklin Pangborn</a>)</b> que ya está harto de hacer un cine de entretenimiento.<br />
<br />
<i>- Quiero que sea una película realista sobre la vida de hoy, sobre los problemas de la gente.</i><br />
<i>- Pero con una pizca de sexo.</i><br />
<i>- Con una pizca de sexo, sin exagerar. Quiero que sea un documento, el reflejo de la vida; quiero que plasme la dignidad y el sufrimiento de la humanidad.</i><br />
<i>- Con una pizca de sexo.</i><br />
<i>- Bien, con una pizca de sexo.</i> <br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6eeCupiqx71-m8iCRT2iTdIwnI5YtKf9rYrsnykhZfNIodKKMIkk_Bhj5xo2vEiuC0LZsxivRAIojqcEgN0CYdCctWYnD4gx9Ol5JQEZHJ_m88LilODRgOxjAuDBSop-oZcBO68Z81L0/s1600/viajes+2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="298" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6eeCupiqx71-m8iCRT2iTdIwnI5YtKf9rYrsnykhZfNIodKKMIkk_Bhj5xo2vEiuC0LZsxivRAIojqcEgN0CYdCctWYnD4gx9Ol5JQEZHJ_m88LilODRgOxjAuDBSop-oZcBO68Z81L0/s400/viajes+2.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">LeBrand, Sullivan y Casalsis, en la delirante escena inicial.</td></tr>
</tbody></table><br />
Sullivan está convencido de que si complaciera al público seguiría haciendo películas del Oeste y folletines... <i>"y nos haríamos ricos"</i>, le replica oportunamente LeBrand. Le atraen las posibilidades sociológicas y artísticas del cine. Quiere hacer algo grande que enorgullezca al estudio y que pase a la historia. Casalsis le abre de repente los ojos: <i>"¿Qué sabes tú de problemas? Quieres hacer una película sobre pobres, miseria y basura. ¿Qué sabes tú de basura? ¿Cuándo comiste basura?"</i>.<br />
John Lloyd es un tipo honesto y reconoce que no tiene ni idea, pero lejos de hacer caso a sus productores (ellos están empeñados en que dirija "Hormigas 1941"), su decisión es un compromiso absoluto: se convertirá en un pobre con el vestuario del estudio y llevará sólo diez centavos en el bolsillo para lanzarse a recorrer mundo y comprobar cómo se sufre allí afuera.<br />
Pese a esta sorprendente decisión, con la que pretende dar un giro a su carrera, nuestro personaje es un tipo manipulable. Se casó con una mujer a la que no quería, tal vez por imposición del estudio o por falta de personalidad para rechazarla, y ahora, una vez separados, sufre cada vez que le llama por teléfono. Esa conciencia que le dicta ahora, con fuerza, qué tipo de película quiere hacer ("Oh, brother, where are thou?", algo así como "Oh hermano, ¿dónde estás?") no ha podido impedir que los productores -quienes le llaman cariñosamente "Sully"- le den la razón y le engañen al mismo tiempo como si fuera un idiota. En posteriores secuencias se aprecia su dificultad para hacerse valer ante la gente.<br />
No en vano, es un hombre que no ha sufrido en su vida. Procede, a buen seguro, de una familia de clase alta, que se pudo permitir el lujo de enviarlo a una universidad. Estudiar no debía ser su vocación, así que apostó por el cine, oficio para el que sí tenía grandes aptitudes. A lo largo de la película comprobamos que su fuerte no es el intelecto, aunque sospechamos que le gustaría ser aquello que no es: comprometido socialmente y culto.<br />
En su mansión, Sullivan se prueba diferentes ropajes para parecer un vagabundo. A su mayordomo <b>Burrows (<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Robert_Greig">Robert Greig</a>)</b> no le gusta la idea y también procura abrirle los ojos. <i>"Los pobres ya saben lo que es la pobreza. Sólo a los ricos morbosos les encandilará el tema"</i>. La miseria no es la falta de algo, como piensan los millonarios, sino una plaga. <i>"Hay que huir de ella, incluso para estudiarla"</i>, le advierte.<br />
No ha podido digerir aún lo que le ha dicho su mayordomo, cuando los productores y el jefe de prensa del estudio, el inclasificable <b>señor Jones (William Demarest),</b> irrumpen en su casa para felicitarle por la idea: van a publicitarla para que la conozca todo el mundo. Una caravana le seguirá a cierta distancia con adecuado personal y todo lujo de detalles para sobrevivir. <i>"Yo estoy buscando apuros y no los encontraré con ese numerito siguiendo mis pasos... al menos no los apuros que pretendo encontrar"</i>, protesta.<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYMcDhGyCP5lpwV8KhGsveRUi823GKzMZz4tfjCoQ_l__jkjQ4eW5sHxjfa4brAVIQ7q0S3jgZxPuIviZt3AQNCO7biOZzlPr5Hxd4Py68H4mwYesgsqOCqFktD_VokCGb5weKnuKkAUU/s1600/viajes+3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYMcDhGyCP5lpwV8KhGsveRUi823GKzMZz4tfjCoQ_l__jkjQ4eW5sHxjfa4brAVIQ7q0S3jgZxPuIviZt3AQNCO7biOZzlPr5Hxd4Py68H4mwYesgsqOCqFktD_VokCGb5weKnuKkAUU/s400/viajes+3.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">John se prueba el disfraz de vagabundo ante su ayuda de cámara.</td></tr>
</tbody></table><br />
La expedición se pone en marcha y el resultado es ridículo para Sullivan, que, con su hatillo al hombro, camina por la carretera diez metros por delante de la caravana, en la que conviven una secretaria, un periodista, un telegrafista, un médico, un cocinero, un conductor y Jones, el responsable. La situación se dispara con la repentina aparición de un niño que conduce lo que en principio se asemeja a una tanqueta de juguete; el cineasta se sube al vehículo, que sale disparado a gran velocidad y provoca el caos en el vehículo que les sigue. Sulllivan les propondrá finalmente un trato: que se pierdan durante dos semanas por el país sin decir nada a los jefes, y ya se verán en Las Vegas.<br />
Su primera experiencia real le deja insatisfecho. No son las emociones que esperaba encontrar. Se ha alojado en casa de dos hermanas, que le dan comida y cama a cambio de pequeños trabajos. Una de ellas, viuda (la foto de su marido cuelga en el salón y su semblante se torna grave y enfadado conforme observa las intenciones lascivas de ella), se le insinúa con cierto descaro, por lo que decide fugarse. Antes descubrirá algo que le deja estupefacto: en el cine, los espectadores de ese pueblo no son como los que acuden a los estrenos en Hollywood; roncan, comen ruidosamente, berrean, pitan con silbatos y hablan sin respetar la película.<br />
Un camionero le lleva en autostop y cuando despierta se encuentra en su punto de partida, en Hollywood. Pese a sus harapos y a no llevar más que diez centavos en el bolsillo, Sullivan ya se ha olvidado de su papel de vagabundo. Una <b>chica (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Veronica_Lake">Veronica Lake</a>)</b> le invita a un desayuno más completo que el café y el bollo que se ha pedido y enseguida siente lástima por ella; ha intentado probar fortuna en el cine pero ni siquiera ha llegado a entrar en un estudio.<br />
<i>- Lo siento.</i><br />
<i>- ¿Quién siente lástima por quien? ¿Te invité yo a desayunar o me invitaste tú?</i><br />
<i>- Me gustaría devolverte el favor.</i><br />
<i>- Muy bien, págame con una recomendación para Lubitsch.</i><br />
<i>- Tal vez pueda hacerlo. ¿Quién es Lubitsch?</i><br />
La chica es lo más parecido a un pobre que ha podido ver en días. Y es ella quien mejor le describe el efecto de sus películas, cuando le pregunta por su éxito "Tonteando en el granero", sin advertirle que él la dirigió: <i>"Es una tontería, pero maravillosa"</i>, dice mientras se ríe por primera vez. Sullivan insiste y se lleva otra decepción al contarle que antes de vagabundo fue un director "de películas educativas"; ella mira su aspecto y le replica que no le extraña entonces que haya acabado en la miseria.<br />
Cuando la pareja acaba en la cárcel por la acusación de robar el coche de Sullivan, éste da por terminada su actuación y vuelve a ser el millonario director de cine, seguro de sí mismo, mordaz e irónico. <i>"Qué hace vestido asi?"</i>, le interroga el policía al conocer su verdadera identidad. <i>"Acabo de pagar a Hacienda"</i>, replica Sully. El experimento le ha desencantado, pero al menos ha conocido a una mujer interesante a la que quiere ayudar... O más bien al revés, ya que ella pretende seguirle en su experimento y viajar juntos como una pareja de vagabundos.<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhiXQJiChe4VX9cX3ydC0m5chwhFDkZMbOZJdZiVaNbFd38BzvcizhpbYpJNMKcmhqz2_dsTbk2bZ2HT_YnZWKTWqkrgDht7AqpB91Kfy1QbCe4SRqVnDEILWr8uGwoYek8mjBgZwywMRo/s1600/aaaaaaaaaaa.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhiXQJiChe4VX9cX3ydC0m5chwhFDkZMbOZJdZiVaNbFd38BzvcizhpbYpJNMKcmhqz2_dsTbk2bZ2HT_YnZWKTWqkrgDht7AqpB91Kfy1QbCe4SRqVnDEILWr8uGwoYek8mjBgZwywMRo/s400/aaaaaaaaaaa.jpg" width="326" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">La pareja, ante la piscina de la mansión de Sullivan.</td></tr>
</tbody></table><br />
Sullivan, como muy bien le describe la chica, no sabe nada de la vida, no tiene ni idea de cómo conseguir comida y ni siquiera es capaz de salir de la ciudad. Sus dos sirvientes se encargan de encontrarle un tren de mercancías que admita vagabundos para reanudar la aventura. Dentro del vagón, dos mendigos observan con curiosidad a la pareja, que hablan un lenguaje diferente. Cuando John les pregunta, para romper el hielo, qué opinan sobre el desempleo, los dos hombres se marchan asqueados. Es una elocuente escena acerca de la infranqueable barrera que el millonario no va a poder superar, la diferencia entre un ropaje auténtico y un disfraz de atrezzo y, sobre todo, la diferencia entre un individuo que ha decidido convivir entre la miseria con una preocupación social digna de un snob. Los mendigos no se pueden permitir el lujo de tener conciencia social o de pensar en el paro, sólo en sobrevivir cada día.<br />
El vagón conserva aún el olor de una piara de cerdos, que le dan alergia a Sully y a la chica le recuerda el hambre que tiene. En realidad se lo pasan bien, porque saben que es una experiencia que terminará en pocos días. <i>"Muchas chicas, si les hicieras dormir en una pocilga y no les dieras desayuno, no se lo tomarían bien"</i>, observa ella. El azar les lleva a bajarse en marcha ante una cafetería, donde el dueño se apiada de ellos, y el azar quiere que eso sea la entrada de Las Vegas, donde el director había quedado con todo el equipo de la caravana. La pareja hace trampas y se toma un respiro durante unos días; a él le sirve para cuidar ese resfriado que ha pillado y para darse cuenta de que la vida real le da la espalda.<br />
<i>- Es curioso que siempre tenga que volver a Hollywood o a esta caravana, como si me atrajera la ley de la gravedad. Como si una fuerza dijera: ¡Vuelve a lo tuyo! Tu lugar no está en la vida real, ¡impostor!"</i>. <br />
Una vez repuesto, prosiguen la aventura cogidos de la mano, temerosos ante lo desconocido, ante las miradas, indiferentes a veces, otras sorprendidas, de los mendigos que habitan en los arrabales. Duermen con ellos, se duchan en los baños públicos, rebuscan por la basura, asisten a charlas soporíferas -e incomprensibles para los pobres-, de una hermandad de la caridad a cambio de comida gratis, duermen hacinados como ganado en grotescas posturas... Sturges elige el silencio, como si fuera un homenaje al cine mudo de <b>Charles Chaplin</b> y su entrañable figura de vagabundo, para retratar estas situaciones.<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEji8A4Uollxe81knc8EZgM0itszNWkMqPLRt-SalqOt1TWi0kicdjYBkwCmX0HnJUdgblcGlmNorFE4L2bk8MCza6Smz7anjS7E-sXGk_Zd-ieux_bTmLSbRYJzgJdP8hm6KS6X3IEUm6g/s1600/viajes+4.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="241" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEji8A4Uollxe81knc8EZgM0itszNWkMqPLRt-SalqOt1TWi0kicdjYBkwCmX0HnJUdgblcGlmNorFE4L2bk8MCza6Smz7anjS7E-sXGk_Zd-ieux_bTmLSbRYJzgJdP8hm6KS6X3IEUm6g/s400/viajes+4.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">La película contiene referencias al cine de Chaplin. </td></tr>
</tbody></table><br />
Llega un momento en que les resulta insoportable seguir en esa miseria y regresan a Hollywood. La expedición ya ha terminado, pero Sullivan repartirá por la noche unos cuantos dólares entre los pobres. Será una limosna suculenta, una especie de recompensa por los servicios prestados que, sin ellos saberlo, le han brindado durante tantos días. Parece el desenlace de un argumento clásico del cine de Capra, en el que la bondad y la esperanza se imponen por encima de la tragedia. Pero Sturges no tiene la misma visión social que su colega.<br />
La comedia se convierte en drama. Mientras reparte por la calle los billetes de cinco dólares, un mendigo sigue sus pasos y le golpea para arrebatarle todo el dinero y sus zapatos; luego oculta el cuerpo del director en un vagón, pero cuando huye por las vías muere arrollado por otro tren. A Sullivan le dan por muerto porque en el cadáver del vagabundo se descubre la documentación del cineasta. Pero él se encuentra bien lejos, desorientado porque ha perdido la memoria debido al golpe.<br />
La situación ya no es una broma. Por primera vez le tratan con la crueldad que se emplea con los verdaderos mendigos: un jefe de estación le golpea y le humilla cuando lo descubre en el tren de mercancías; él, confuso aún y con la cabeza dándole vueltas, devolverá los golpes, lo que le lleva a ser arrestado por agresión; en el juicio no se entera de nada, parece estar en una pesadilla; el juez le condena a seis años de trabajos forzados por lo que es: un "sin techo", sin papeles y sin nombre, porque Sullivan no consigue recordar ni cómo se llama. Está viviendo finalmente el lado más oscuro de su idealizada experiencia.<br />
La chica tenía razón cuando le advertía de que no sabía valerse por sí mismo. En la tenebrosa prisión, en medio de un pantano, John actúa como un auténtico novato, incapaz de adaptarse a ese drama aunque sólo sea por una mera cuestión de supervivencia. El sheriff <b>Jake (Al Bridge)</b> se ensañará con él de manera brutal y sólo <b>Trusty (<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Jimmy_Conlin">Jimmy Conlin</a>)</b>, un veterano presidiario, evitará una tragedia mayor. Pero John es demasiado ingenuo, carece de picardía y de ese instinto de conservación que jamás había necesitado desarrollar en su mundo.<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUUW03b3G51FVpxYdsueH5YLi2G_D-NSHCtUUhfDVZUhDbnGjlhl7BK2aNKpey1LETpILbNvPA2Z0tBvA_Q0h97nLv3NLqhSjs0V4a4786Tvw8QinWBPtgXj4f-Lex09kOKfzfo8fKkY8/s1600/viajes+5.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUUW03b3G51FVpxYdsueH5YLi2G_D-NSHCtUUhfDVZUhDbnGjlhl7BK2aNKpey1LETpILbNvPA2Z0tBvA_Q0h97nLv3NLqhSjs0V4a4786Tvw8QinWBPtgXj4f-Lex09kOKfzfo8fKkY8/s400/viajes+5.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Sullivan y Trusty no pueden parar de reír al ver a Pluto en acción.</td></tr>
</tbody></table><br />
La escena más reveladora de la película, y que merece ser recordada siempre en la historia del cine, transcurre en una iglesia evangélica. El reverendo y sus fieles, todos ellos negros, ceden su templo para que los presidiarios puedan ver con ellos una película, privilegio que el brutal Jake consiente hacia los reos porque, como dice Trusty, <i>"él tampoco es mala gente"</i>. Se trata un corto de <b>Walt Disney</b> (<i>"Playful Pluto"</i>) y al instante comienzan a oírse sonoras carcajadas en la iglesia. Todos, los presidiarios, incluido el sheriff, los fieles y el propio Sullivan no pueden parar de reír ante las increíbles torpezas de Pluto.<br />
El momento es magistral. Sturges nos muestra en primer plano los rostros de cada uno de los condenados, que son una estampa momentánea de la felicidad absoluta. Contagiado por esa explosión de alegría liberadora, John entiende por fin que el verdadero cine social no es el que disfraza la realidad bajo el prisma de la gente acomodada como él, sino aquel que sirve a la sociedad para pasar un rato agradable o inolvidable. Para los presos, individuos que viven en penosas condiciones, el pase de una película cómica es lo mejor que les va a pasar en mucho tiempo.<br />
Sullivan ha despertado por fin; su cerebro busca una solución inmediata, porque no está dispuesto a esperar seis años de infierno. Al conocer que le han dado por muerto, se le ocurre que la única manera de que sus amigos se enteren de que está vivo es apareciendo en un periódico; y la mejor forma es declararse culpable de su propia muerte.<br />
Cuando John Lloyd Sullivan regresa a su mundo, ya tiene claro lo que va a hacer: olvidarse de ese drama que quería filmar ("Oh brother, where are thou?"), a pesar de que sus productores se están frotando las manos ante la perspectiva de un taquillazo colosal. La publicidad de todo lo que le ha ocurrido al director sería una garantía absoluta de éxito. Pero Sully, que ha madurado en unos meses más que en toda su vida, quiere rodar una nueva comedia. Es demasiado feliz (al lado de la chica) como para acometer una tragedia y, además, <i>"no he sufrido aún lo suficiente"</i>, les aclara.<br />
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<i><b>"Hacer reír tiene mucho mérito. ¿Sabíais que es lo único que tiene mucha gente? Es poca cosa, pero es mejor que nada en este mundo de locos"</b></i> <br />
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Las carcajadas de los presidiarios y de la gente corriente se funden con los títulos finales. Sturges ofrece un hermoso homenaje a su propio cine (y al de Chaplin, Keaton, Mack Sennett, Disney y tantos otros cineastas que emplearon su talento para hacer felices a los demás). El director filma una comedia disfrazada de drama para que entendamos que lo que necesitan los miserables, los pobres o los desamparados es la risa, no el cine social.<br />
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<b>La película</b><br />
- La sintonía entre Preston Sturges y Joel McCrea comenzó cuando el director se le acercó un buen día para ofrecerle un papel que había escrito expresamente para él. <i>"Nadie escribe un papel para mí; se los escriben a Gary Cooper y yo hago los que él rechaza"</i>, contestó con asombrosa sinceridad.<br />
- El actor era consciente de que no tenía una fuerte personalidad en la pantalla y por eso se llevó muy bien con Sturges, porque <i>"podía hacer cualquier papel, podía hacer de Sturges, podía hacer de mí mismo"</i>, según revela el libro de <b>Ángel Comas</b> <i>"Lo esencial de... Preston Sturges"</i>.<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgE0-9vhPJP6EhXs8YVmLHD-5OdZKjB_YUcS1sJ68G-nadDHqVf-oRlRPyEW4X1E4MWytsT0ZOpTNdyZ3C1fmbm80Wich43zvlWfkjn06IkWnEjDXfOeGj3oYQ51kB1V8I-mzKiMUYTKYw/s1600/viajes+6.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgE0-9vhPJP6EhXs8YVmLHD-5OdZKjB_YUcS1sJ68G-nadDHqVf-oRlRPyEW4X1E4MWytsT0ZOpTNdyZ3C1fmbm80Wich43zvlWfkjn06IkWnEjDXfOeGj3oYQ51kB1V8I-mzKiMUYTKYw/s200/viajes+6.jpg" width="165" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Lake, McCrea y Sturges.</td></tr>
</tbody></table>- Veronica Lake estaba embarazada de seis meses cuando se puso a rodar la película, aunque lo llevó en secreto durante mucho tiempo. La diseñadora de vestuario <b><a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Edith_Head">Edith Head</a></b> le procuró vestidos apropiados para ocultar todo lo posible su estado y el público no se dio cuenta, pese a que al terminar la película le faltaba un mes para dar a luz. Que no luciera su estilizada figura y su habitual sensualidad fue una de las causas del relativo fracaso del film. La película obtuvo, en general, muy buenas críticas entre la prensa especializada.<br />
- El drama social que el personaje de Sullivan quería filmar en la ficción se titulaba <i>"Oh brother, where are thou"</i> y es el título original de la película que los <b>hermanos Coen </b>realizaron en 2000, recortado finalmente a <i>"O Brother!"</i> (2000), como homenaje a Preston Sturges.<br />
- <i>"Los viajes de Sullivan"</i> está considerada como la antítesis de las comedias morales de <b>Frank Capra</b>, en especial su <i>"Juan Nadie"</i>, rodada el mismo año. No obstante, el crítico <b>André Bazin</b> sostuvo años después que no había tanta diferencia entre Sturges y Capra en sus pretensiones sociales y que el final feliz de <i>"Los viajes de Sullivan"</i> anulaba precisamente su mensaje. <br />
- Sturges cita a modo de homenaje a dos directores en la película: a Lubitsch, por el que la chica siente especial admiración, y a Frank Capra, por quien los productores de Sullivan parecen sentir especial aversión.<br />
- El director también rinde su particular tributo a un cine más antiguo: las escenas de la prisión recuerdan a <i>"Soy un fugitivo"</i> (1932, <b>Mervyn LeRoy</b>) y apreciamos continuas referencias a <b>Charlot</b>, el personaje de Chaplin, y a las películas del <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Slapstick">"slapstick"</a>.<br />
- La NAACP (Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Color) felicitó a Preston Sturges por el respetuoso tratamiento que éste hizo en la película de la población negra.<br />
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<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="405" src="http://www.youtube.com/embed/2KaGjY-CNJk" title="YouTube video player" width="500"></iframe>Kaplanhttp://www.blogger.com/profile/16388624148587647338noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5689287473752209208.post-66638105232858185222011-02-13T21:09:00.002+01:002011-02-14T06:11:32.859+01:00Araminty Brown<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: x-large;"><b>(Anne Revere, "Fuego de juventud")</b></span><br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7ZNmCdDsd0veOsIu91hriZq1p5HXPv5JxFonQljyW-i5wxMwA1Xr6ubF7Tz_6RiaLRNwsQcIR0LXKftQEdDqThbv8wITgHMI7HeMQS6UAyvlBD9-yxcK1PHSCBAAmEy5BudJ3q-4gkcM/s1600/anne+2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7ZNmCdDsd0veOsIu91hriZq1p5HXPv5JxFonQljyW-i5wxMwA1Xr6ubF7Tz_6RiaLRNwsQcIR0LXKftQEdDqThbv8wITgHMI7HeMQS6UAyvlBD9-yxcK1PHSCBAAmEy5BudJ3q-4gkcM/s400/anne+2.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">La maravillosa señora Brown.</td></tr>
</tbody></table><br />
<i>"Fuego de juventud" (<a href="http://www.imdb.com/title/tt0037120/">"National Velvet"</a></i>, 1944) de <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Clarence_Brown">Clarence Brown</a></b>, es una excelente película que, a simple vista, parece realizada con el propósito de lanzar la carrera de <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Elizabeth_Taylor">Liz Taylor</a></b> y relanzar la de <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Mickey_Rooney">Mickey Rooney</a></b>. Ella, con apenas doce años, se convirtió en una nueva estrella infantil, mientras que el actor trataba de quitarse la etiqueta de adolescente para acomodarse en papeles más maduros. Ambos están magníficos, pero la protagonista más fascinante de este film es la extraordinaria <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Anne_Revere">Anne Revere</a></b>, que encarna, para mí, a la madre más inolvidable de la historia del cine. <br />
Ese rol matriarcal no era nuevo para ella y a lo largo de su carrera lo repitió en diversas ocasiones. Fue la madre de <b>Gregory Peck</b> en <i>"La barrera invisible", </i>de <b>John Garfield</b> en <i>"Cuerpo y alma"</i> y de <b>Jennifer Jones</b> en <i>"La canción de Bernadette"</i>. En 1951 se acogió a la Quinta Enmienda y rehusó testificar ante el tenebroso Comité de Actividades Antiamericanas. Sin duda, un gesto muy acorde con la honestidad e integridad que transmitió a muchos de sus personajes, pero, como represalia, Anne Revere estuvo veinte años sin poder actuar en el cine.<br />
En <i>"Fuego de juventud"</i> es la madre de <b>Velvet</b> (Elizabeth Taylor), <b>Edwina</b> (<b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Angela_Lansbury">Angela Lansbury</a>), Mally (Juanita Quigley) </b>y <b>Donald</b> (<b>Jackie "Butch" Jenkins</b>, otro ídolo infantil que a los once años dejó para siempre el cine). La señora <b>Araminty Brown,</b> que ayuda a su esposo en la carnicería y lleva las cuentas del negocio y de la casa, no necesita alzar la voz para imponer su juiciosa autoridad a sus hijos. Cuando aparece en pantalla, durante la cena familiar a la que ha sido invitado el joven vagabundo <b>Mi Taylor (Mickey Rooney)</b>, ella sólo habla cuando es necesario. Basta un gesto suyo para que el pequeño Donald ponga fin a sus protestas, lo que su marido, <b>Herbert Brown (</b>un magnífico <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Donald_Crisp">Donald Crisp</a>)</b> no había conseguido pese a sus reprimendas.<br />
Es una mujer con un extraordinario sentido de la justicia y de la honestidad; posee un trato firme pero tan agradable y flexible que no necesita establecer normas estrictas. Su rostro parece duro, pero transmite dulzura cuando sonríe o mira a los ojos. Y su manera de hablar, pausada, lánguida y cordial, impide cualquier atisbo de tensión familiar.<br />
Durante ese momento de la cena se aprecia que sabe perfectamente lo que tiene que hacer en cada momento por el bien de todos. A su marido le advierte que Edwina ha salido por primera vez con un chico y, por ello, no debe burlarse de su hija; ella es la primera en darle de comer a escondidas al perro, una práctica que todos repetirán, incluido el propio Herbert, pese a que éste lo ha prohibido, como una norma familiar que nunca se cumple. Quizá porque, por encima de las normas, está el sentido común, más acorde con la personalidad de Araminty.<br />
La señora Brown comprende de inmediato que Velvet siente simpatía por aquel joven, a cuyo padre ella conoció tiempo atrás, y cuando está a punto de marcharse para seguir su camino le ofrece que duerma esa noche en el establo. <i>"El chico no debe viajar de noche, señor Brown"</i>. Lo mejor de todo es la forma que tiene de decirlo: es una sugerencia más que una orden y nadie la discute. Cuando observa a Herbert para recibir su aprobación, su mirada es abierta y sincera, dejando claro que ni ella ni él se están desautorizando. (A lo largo de la película comprobamos que sus opiniones siempre prevalecen, pero ella jamás se jactará de ello). Sus ojos se vuelven hacia el chico para ofrecerle, de nuevo, el pastel que antes había rechazado y que ahora sí va a probar. La escena es un prodigio de interpretación de Anne Revere por la naturalidad de sus gestos, su mirada y la armonía que transmite.<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8lLlkt4tSRwAXx9iVaZ7NE5DOc4efbnO_lIBWukKqEuAa5g9kiuyaOqFtZ_EOVxoh58XWmDZMlWpCBGsfzu1fW_oepgQCTWwpG6Wmpz41o1jnq3LNuKNR5aG3c8Ep_EelXFry-uZft8U/s1600/anne+8.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="297" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8lLlkt4tSRwAXx9iVaZ7NE5DOc4efbnO_lIBWukKqEuAa5g9kiuyaOqFtZ_EOVxoh58XWmDZMlWpCBGsfzu1fW_oepgQCTWwpG6Wmpz41o1jnq3LNuKNR5aG3c8Ep_EelXFry-uZft8U/s400/anne+8.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">La señora Brown atiende a su impetuosa hija.</td></tr>
</tbody></table><br />
La felicidad de los suyos es su propia felicidad. Observa complacida cómo Edwina entra en casa medio hechizada por el primer beso que ha recibido. A su sorprendido marido le da las explicaciones justas: <i>"Un chico. Está en la edad, no le digas nada"</i>. Su sentido de la justicia es notable: Herbert acepta contratar a Mi Taylor para que le ayude, pero propone pagarle siete chelines. <i>"Diez chelines es lo justo, tiene que vestirse y tiene que ahorrar"</i>, le aclara.<br />
A menudo son pequeños detalles los que avalan la perfecta actuación de Revere. En su habitación, mientras se peina durante un buen rato, con una paciencia exquisita, atiende a la inquieta Velvet con pasmosa tranquilidad y, sin mirarla siquiera, le aparta las manos para que no se coma las uñas: es un gesto de madre, un gesto de gran actriz.<br />
La señora Brown es discreta pero siempre está al tanto de lo que ocurre. En ocasiones parece una mujer de enorme sabiduría. Entiende que a su marido no le gusta el chico, pero no se pone a discutirlo. Ella nunca discute, solo expone sus puntos de vista, que se imponen por ser los más adecuados.<br />
<i>- ¿Puedes garantizarme que en él no hay algo de mentira y trapicheo?</i><br />
<i>- Por supuesto que lo hay, pero la bondad no tiene sentido si no hay algo de maldad que superar.</i><br />
Y dicho eso, sonríe mientras él la acaricia con cariño. Herbert sabe que su esposa tiene siempre las respuestas más adecuadas para sus dudas.<br />
Otro de los rasgos extraordinarios de esta mujer es, como decía antes, su flexibilidad para afrontar todas las situaciones. Ella lo observa todo con desapasionada atención y cuando llega el mejor momento emite un juicio razonable. Y a pesar de su mesura, prudencia y exquisitez en sus opiniones, incluso la insensatez y algunos gramos de locura tienen cabida en su abierta mente.<br />
Velvet ha inscrito a su caballo <b>Pie</b> (de Piebald) en el Grand National, la prueba hípica más importante en el Reino Unido. Lejos de reprocharle que haya actuado por su cuenta, o de calificar como un disparate su sueño, la madre quiere saber lo que costará la inscripción y todas las condiciones para participar en la carrera. <i>"Dime, Mi, ¿qué hay de malo en una locura?"</i>, le replica al chico, que sí se ha escandalizado ante la idea.<br />
A su hija le enseña en el desván recortes de prensa de cuando ella era una joven nadadora y quiso cumplir el sueño de cruzar el Canal de la Mancha. Araminty piensa que todo el mundo tiene derecho a cometer una locura en su vida, como ella lo hizo en su juventud. <i>"Pronto empiezas a soñar. Recuerda, Velvet, que ese sueño debe durar toda tu vida"</i>, le anima, poco antes de entregarle el dinero que ella ganó años atrás como premio al cruzar el canal.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjASfEdMVVdJeYD7ZMlxws-c9NCvtb3zsT2f8Deo4TkbjdMjgtm6fJqfGD2YUAVzpouJOWhxAGoKrfsRDexAXQZwrJ9VU8R5RQD6CZShBjM-4-Clkbbi3ZIxCNuCbgRR46kt9rs4Rt8HoM/s1600/anne+9.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="301" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjASfEdMVVdJeYD7ZMlxws-c9NCvtb3zsT2f8Deo4TkbjdMjgtm6fJqfGD2YUAVzpouJOWhxAGoKrfsRDexAXQZwrJ9VU8R5RQD6CZShBjM-4-Clkbbi3ZIxCNuCbgRR46kt9rs4Rt8HoM/s400/anne+9.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Liz Taylor y Mickey Rooney, en una escena de la película.</td></tr>
</tbody></table><br />
De repente, en apenas un minuto, le da a su hija una lección magistral sobre la vida. Es un discurso sencillo, pero emotivo y profundo a la vez. Es un maravilloso regalo que le brinda con absoluta naturalidad:<br />
<br />
<i><b>"Ganar o perder es lo de menos, lo que cuenta es cómo lo tomes; saber cuándo hay que abandonar, saber cuándo hay que pasar a lo siguiente. Todo tiene su momento, Velvet. Disfruta de cada cosa, olvídala y pasa a la siguiente. Hay tiempo para todo. Tendrás tiempo para que tu caballo participe en el Grand National, para enamorarte y para tener hijos. Incluso para morir. Todo por su orden y en su momento".</b></i><br />
<b><i><br />
</i></b>El chico se encarga de viajar a Londres para pagar la inscripción. Es una prueba de confianza, porque Herbert no se fía de él y da el dinero por perdido. En realidad, tiene motivos para ello: Mi Taylor está a punto de quedarse con las cien libras y desaparecer, pero en una taberna de la capital, medio borracho y en compañía de dos timadores, recuerda la fe que le han mostrado Velvet y su madre y decide cumplir con su obligación.<br />
En los momentos dramáticos, -uno cada diez años, como explica el padre-, Araminty mantiene la serenidad de manera admirable. El caballo ha enfermado gravemente y Velvet está desesperada, porque sólo Mi puede ayudar al animal en el establo. La señora Brown simplemente está ahí, despierta en el salón, esperando acontecimientos, sin preguntar ni incordiar. Juega a las cartas o hace labores de hogar durante toda la noche. <i>"Vete a la cama, señor Brown, la tragedia puede rondar la casa sin tu ayuda"</i>, le dice a su impaciente esposo.<br />
Pie se recupera por la mañana temprano y la chica está exultante de alegría. No ha dormido nada, no ha desayunado, pero decide marcharse al colegio pese a estar tan cansada, sin dar tiempo a la reacción de sus padres. Herbert protesta cuando se marcha y le pregunta a su mujer por qué le ha dejado irse así. <i>"Volverá dentro de media hora. Hoy es sábado y no hay colegio"</i>, replica sonriente.<br />
Velvet y Mi se marchan rumbo a Aintree, cerca de Liverpool, para participar en la carrera. Ambos rechazan a un jinete altivo y engreído porque se dan cuenta de que no va a sentir ningún afecto por el caballo y no habrá química entre ellos. Mi, que había ocultado en secreto su doloroso pasado de jockey, llega a plantearse superar sus miedos para participar en la carrera, pero será la chica quien le sorprenda con la idea de hacerse pasar por chico y montar a Pie. Velvet participa y gana el Grand National, pero, cuando se descubre que es una chica, es descalificada. A pesar de ello, se convierte en una celebridad nacional por la hazaña que ha conseguido.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiu9VS8-WVovY1jbUga7E9CUb417bc9VgsWqo1YBMe9Hkn6jgsN45IGEzIwNFDMzWVLuorCo3msZkpKAHwAdJPnKsAh1ilQnK-xbhYkAvvRTZQG79IkD929dz7xfbUxJPfuLoAjoukOqlc/s1600/anne+5.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="305" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiu9VS8-WVovY1jbUga7E9CUb417bc9VgsWqo1YBMe9Hkn6jgsN45IGEzIwNFDMzWVLuorCo3msZkpKAHwAdJPnKsAh1ilQnK-xbhYkAvvRTZQG79IkD929dz7xfbUxJPfuLoAjoukOqlc/s400/anne+5.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">La madre, orgullosa del sueño cumplido de su hija.</td></tr>
</tbody></table><br />
Frente a las manifestaciones de euforia de vecinos y familiares, la madre recibe a su hija con serenidad y orgullo. Empiezan a llover las ofertas para convertir a Velvet y al caballo en una gran atracción de todo el país. Y el padre comienza a soñar con hacerse millonario.<br />
<i>- ¿Necesitamos el dinero, señor Brown?</i><br />
<i>- ¿Debo entender que a ti no te interesa el dinero, señora Brown? A mí no me gusta la gente ambiciosa, pero tampoco hay que despreciarlo.</i><br />
<i>- No es bueno ganar dinero deprisa.</i><br />
Araminty llama a Velvet para que hable con su padre, que le explica la oferta más llamativa, ir a Hollywood para rodar una película. La señora Brown no dice nada, sólo le da vueltas al café con su cucharilla mientras escucha con la mirada ausente. La niña replica al instante, ante la desesperación de Herbert, que no quiere ver a su caballo convertido en una atracción de feria. La señora Brown está callada, sin gesto de triunfo ni de decepción. Está tan segura de su hija que la reacción de Velvet ni le sorprende ni le conmueve, al menos en apariencia.<br />
Es otra escena de soberbia interpretación, que ella misma da por zanjada cuando envía a la niña a su habitación... no sin antes recordarle que tiene que ponerse el aparato bucal para corregir sus dientes. Una madre siempre tiene en cuenta esos domésticos detalles aunque se esté hablando de algo tan trascendental como ganar 5.000 libras o un futuro esplendoroso. Cuando la chica se marcha, Herbert le pide explicaciones a su esposa. No entiende que se desperdicie una fortuna por no exhibir un caballo. Su respuesta le deja sin palabras:<br />
<br />
<b><i>"Esa es la eterna duda, señor Brown: Hacer el mal por una buena razón o el mal por una mala razón".</i></b><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhB3FR2jfp9li0b6R7iJmh_bX2rvREOetxiI1CbIm19cjf2DgvtLJjtBzCeQUmhoUIz55Ed8GdK3p3EXUMT9rlHClZ3LhgyqxqwSH-3E1Al1Kq-_lvVlDePdNEvtbO1aO-eExPvMaf1B-4/s1600/aaa.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="306" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhB3FR2jfp9li0b6R7iJmh_bX2rvREOetxiI1CbIm19cjf2DgvtLJjtBzCeQUmhoUIz55Ed8GdK3p3EXUMT9rlHClZ3LhgyqxqwSH-3E1Al1Kq-_lvVlDePdNEvtbO1aO-eExPvMaf1B-4/s400/aaa.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Araminty y Herbert se llaman al final por sus nombres de pila.</td></tr>
</tbody></table><br />
Mi Taylor decide seguir su camino y abandona el hogar de los Brown. Será la madre quien le explique de nuevo a Velvet que todo tiene su momento, como hizo en el desván, y que el chico ha decidido pasar página para ser feliz. La forma en que se lo explica deja satisfecha a la niña, que va en busca de Mi para despedirse. Por primera vez en la película, el señor y la señora Brown se llaman por sus nombres de pila, como si fuera un grado más de cariño que fortalece su amorosa relación.<br />
Todo tiene su momento en la vida, pero reconozco que esta película, didáctica sin sermones, positiva sin cursilería y hermosa sin ser empalagosa, ha formado parte de mi vida (y a buen seguro de la de muchísimos aficionados al cine), en muchos momentos, no sólo en uno.<br />
<br />
<b>La película</b><br />
- <i>"Fuego de juventud"</i> está basada en la novela <i>"National Velvet"</i> que la escritora <b><a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Enid_Bagnold">Enid Bagnold</a></b> publicó en 1936, ocho años antes de la película.<br />
- El productor <b><a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Pandro_S._Berman">Pandro S. Berman</a></b> creía que Liz Taylor no era la joven apropiada para ese papel por su escaso desarrollo físico. La actriz tuvo que realizar un adecuado plan de ejercicios para complacerle.<br />
- <b>Shirley Williams</b>, futura baronesa y miembro del Parlamento británico, fue una de las que hizo una audición para el papel de Velvet Brown. <b>Gene Tierney</b> y <b>Susanna Foster</b> también fueron tanteadas para ese papel.<br />
- El American Film Institute la eligió en 2008 la novena mejor película del género del cine deportivo y la número 24 en la lista de las películas más inspiradoras (por los valores que transmite) de todos los tiempos. Esa última lista está encabezada por <i>"¡Qué bello es vivir!"</i> y <i>"Matar un ruiseñor"</i>.<br />
- Anne Revere ganó el Oscar a la mejor actriz de reparto por su papel de la señora Brown. En dos ocasiones más fue nominada para este premio. <br />
- En 1979, Mickey Rooney fue uno de los protagonistas de <i>"El corcel negro"</i>, muy similar a <i>"National Velvet"</i>. Un año antes, <b>Tatum O'Neal</b> protagonizó <i>"Doble triunfo"</i>, que también está muy influenciada por el film de Clarence Brown.<br />
- Anne Revere fue una de las víctimas de la famosa "lista negra" de la Caza de Brujas hollywoodiense, por lo que no pudo volver a trabajar en el cine hasta 1970. Su carta de dimisión al Sindicato de Actores es un gran ejemplo de honestidad, de dolor por el daño causado y también de esperanza.<br />
<br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="405" src="http://www.youtube.com/embed/4NYsONLJUTQ" title="YouTube video player" width="500"></iframe>Kaplanhttp://www.blogger.com/profile/16388624148587647338noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5689287473752209208.post-670900206049421022011-02-12T09:28:00.002+01:002011-02-12T10:33:56.147+01:00Fernando Galindo<span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: x-large;">(José Luis López Vázquez, "Atraco a las tres")</span><br />
<div><br />
</div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4KD0p195DROO_MPChtLrX99fgSOhn2HrlwoS82U8qH-yGCQ_QOZs2ajk1DEzl833u-rfOD-bRSaC28f-6e_c_bpb0ux0CYXxqY-5UVeJqytM9wjlNIz0E_GIln7lBQorsLf2UbGy_7oA/s1600/atraco+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="302" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4KD0p195DROO_MPChtLrX99fgSOhn2HrlwoS82U8qH-yGCQ_QOZs2ajk1DEzl833u-rfOD-bRSaC28f-6e_c_bpb0ux0CYXxqY-5UVeJqytM9wjlNIz0E_GIln7lBQorsLf2UbGy_7oA/s400/atraco+1.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Galindo y sus compañeros de oficina.</td></tr>
</tbody></table><div><br />
</div><div><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif; font-size: large;"><i>"Fernando Galindo, un admirador, un amigo, un esclavo, un siervo"</i></span></div><div><br />
</div><div>Cuando leo la cantidad de teorías, métodos y tratados que existen sobre la profesión de actor -todos, por cierto, muy respetables-, no puedo dejar de pensar en <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Luis_L%C3%B3pez_V%C3%A1zquez">José Luis López Vázquez</a></b>. No creo que fuera el mejor intérprete del mundo, pero era tan profesional que jamás dio importancia a lo que hacía. Como otros muchos compañeros de profesión, en sus comienzos decidió buscar un rasgo cómico que le identificara mejor ante el público y eligió una manera de hablar peculiar, desmenuzando las frases en sílabas de forma muy enfática, lo que se convirtió en una de sus señas más características.<br />
Creo que nunca necesitó psicoanalizar a sus personajes ni sesiones de meditación ni técnicas específicas para abordar un determinado papel. López Vázquez pertenecía a una generación que tomaba la actuación como un mero oficio. Las consideraciones artísticas, intelectuales y míticas de su trabajo las dejaba para los demás. (Para saber más sobre su humidad y sobre su desapasionada relación con el cine, recomiendo la biografía autorizada de <b>Luis Lorente</b>, titulada exactamente <i>"José Luis López Vázquez"</i>).<br />
Sin embargo, con este actor disfrutas realmente, al margen de la calidad que tenga la película. En <i>"Crónica de nueve meses"</i> (1967, <b>Mariano Ozores</b>), interpreta a un marido que está harto de los falsos embarazos de su esposa y ya no se fía de nada, por mucho que la tripa de <b>Julieta Serrano</b> sea cada vez más abultada: Su presencia en esa película es para mí absolutamente memorable, lo que confirma, como decía <b>Howard Hawks</b>, que a menudo el cine es un puñado de buenas escenas, más que un puñado de buenas películas.<br />
<i><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Atraco_a_las_tres">"Atraco a las tres"</a></i> (1962, <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Mar%C3%ADa_Forqu%C3%A9">José María Forqué</a></b>) es precisamente eso, una sucesión de buenas escenas, interpretadas por un conjunto de actores y actrices irrepetibles. Si a esto le añadimos un guión afortunado y la dirección de un cineasta versátil y con talento, tenemos una de esas pequeñas joyas del cine español que se revalorizan con el tiempo.<br />
López Vázquez es <b>Fernando Galindo</b>, el cajero de cuentas corrientes del Banco de los Previsores del Mañana, que no está a gusto con su trabajo. Todos los días ve pasar el dinero por delante de sus ojos, toca los billetes con sus dedos y sueña con ser millonario. Es un tipo insatisfecho, cansado de la monotonía laboral, de su vida gris y de esa sociedad española tan triste, mustia y llena de frustraciones, como nos muestra con acierto -y salvando la censura- esta película. Una sociedad franquista en la que el director general (<b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Mar%C3%ADa_Caffarel">José María Caffarel</a></b>) es como un virrey, a quien sigue de manera servil y rastrera gente como <b>Prudencio Delgado (<a href="http://ladyfilstrup.blogspot.com/2009/01/manuel-daz-gonzlez-el-despreciable.html">Manuel Díaz González</a>)</b>, el agrio y odioso subdirector que va a ocupar el cargo del generoso, afable y <i>capriano</i> <b>don Felipe (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Orjas">José Orjas</a>)</b>. <i>"¡Qué sorpresa tan agradable, señor director general! ¿Se encuentra bien, señor director general? Tiene buen aspecto. ¿Y su augusta madre? ¿Y su bella y distinguida esposa?". "Póngame a sus pies, señor director general"</i>.<br />
Frente a ese servilismo tan grotesco y caricaturizado, Galindo actúa con un desdén que apenas disimula. Se ha quedado a dormir en la oficina porque le faltan nueve céntimos para cuadrar las cuentas, pero no va a poder cobrar horas extras por la escrupulosa aplicación de las normas de don Prudencio. <i>"Y luego quieren que no haya revoluciones"</i>, murmura el cajero. De mala gana atiende a <b>doña Vicenta (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Rafaela_Aparicio">Rafaela Aparicio</a>)</b>, que acude a ingresar, como siempre. Y él, también como siempre, utiliza su humor socarrón, en este caso con clara referencia a la política franquista.<br />
<i>- ¿Qué?¿Va bien la vaquería?</i><br />
<i>- No puedo quejarme, cada vez hay más clientes.</i><br />
<i>- Y menos vacas, pero mientras sigan haciendo pantanos...<br />
</i><br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWFQNLynhs-1Ha5CV7Y65V7JIvILtfKnZ0LQMto_tPwggyTWh_2Eb3wFyeiFtKuv684_sfZXOv68orRTwoD3IW8JawJhIB044Rdf_KAVuV51yrTyC_-Cu8gUnNu2z5hctPT-q7XWrrLmI/s1600/atraco+3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="248" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWFQNLynhs-1Ha5CV7Y65V7JIvILtfKnZ0LQMto_tPwggyTWh_2Eb3wFyeiFtKuv684_sfZXOv68orRTwoD3IW8JawJhIB044Rdf_KAVuV51yrTyC_-Cu8gUnNu2z5hctPT-q7XWrrLmI/s400/atraco+3.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Galindo atiende con desgana a doña Vicenta.</td></tr>
</tbody></table><br />
A otro pobre hombre que trata de ingresar una cantidad más modesta lo tiene esperando hasta que <b>Enriqueta (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Gracita_Morales">Gracita Morales</a>)</b> termine de relatar lo que ha ocurrido en el despacho: que don Prudencio ha sido elegido director de la sucursal. Es lo que necesitaba Galindo para expresar ante sus compañeros y ante el depuesto director lo que llevaba tiempo ocultando. <i>"Estoy harto de levantarme a las siete de la mañana, de trabajar como un esclavo, de que pasen millones por mis manos sin que le den a uno tiempo de saborearlos; en una palabra, señor director: me he cansado de ser pobre"</i>.<br />
Cuando Galindo, que ha debido leer muchas novelas policíacas y habrá visto mucho cine negro, revela que tiene planeado atracar la sucursal y dar <i>"par-ti-ci-pa-ción en el negocio"</i>, don Felipe no sabe si está loco o es un sinvergüenza, y los demás se quedan asombrados. Tan obsesionado está con su plan, que empieza a soñar con un futuro en la Costa Azul y en las pistas de esquí de Chamonix. Incluso acude, con el conserje <b>Martínez (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Cassen_(actor)">Cassen</a>)</b> a probar un Mercedes de lujo en un concesionario. En su delirio de próximo millonario, al encargado (que Martínez confunde con un ministro) le preguntará si acepta divisas.<br />
Desde un punto de vista sociológico, la película refleja la imagen de un país que estaba inmerso en una política liberalizadora de la economía (la sucursal bancaria sería el símbolo), aunque queda todavía el recuerdo de la dura posguerra. Es muy elocuente la escena del hospital: el conserje está tumbado en la cama, recién operado de apendicitis, satisfecho ante la bandeja de pollo asado con patatas, mientras que sus compañeros no pueden apartar la mirada de la comida hasta que deciden arrebatársela.<br />
Todo el plan del atraco quedaría en una simple rabieta de Galindo si no fuera porque los demás compañeros también empiezan a soñar con una vida mejor. En breves pinceladas comprobamos cómo <b>Cordero (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Agust%C3%ADn_Gonz%C3%A1lez">Agustín González</a>)</b> sufre porque su novia se distancia de él, ya que no tiene dinero para casarse; <b>Benítez (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Manuel_Alexandre">Manuel Alexandre</a>)</b> y <b>Castrillo (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Alfredo_Landa">Alfredo Landa</a>)</b> callejean sin rumbo porque están sin blanca; y a Enriqueta le vienen a embargar el televisor que sirve de entretenimiento para todos los vecinos. Esa noche todos acuden a casa de Galindo para conocer sus intenciones.<br />
El disparate de la trama arranca cuando, como cerebro de la operación, les explica que lo primero a tratar no es el plan, sino el reparto de beneficios, porque <i>"antes de hacer un atraco hay que saber lo que necesita cada uno"</i>. De las peticiones modestas pasan a las más lujosas, hasta que Galindo se harta cuando Benítez llega a pedir <i>"un cortijo...¡con toros!"</i>. Lo bueno de su personaje es que combina diferentes actitudes de una manera magistral. Cuando recibe a sus compañeros está radiante y feliz, pero eso no le impide tratar a Martínez según su cargo: <i>"Aparta, conserje"</i>, le dice cuando éste no para de colocarle bien el abrigo. Se ilusiona, se impacienta, sonríe abiertamente, habla con vehemencia, se indigna... Creo que actúa más al dictado de su instinto que del guión.<br />
Por la mañana aparece por el banco la vedette <b>Katia Durán (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Katia_Loritz">Katia Loritz</a>)</b>, dispuesta a hacer un fuerte ingreso de dinero, y entonces surge el otro López Vázquez, también reconocible: zalamero, baboso y seductor <i>a la española, </i>siempre embobabo, con la mirada perdida en las piernas de esa bella mujer y bien cargado de réplicas y equívocos que pretenden ser ingeniosos. <i>"¿Y cuántas piernas... digo pesetas, anotamos como primera imposición?"</i>.<br />
Si el antipático don Prudencio se mostraba servil con su superior, Galindo lo hace con esta escultural mujer, que parece colmar todos sus sueños. <i>"Fernando Galindo, un admirador, un amigo, un esclavo, un siervo"</i>, se despide con exagerada devoción.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiz12XmBp2_opaOq0WNiASHNirShsWsWw8TjEw4goNArYiYjBQ3z2IZsxAwBvk8C4K32v8KZH8l6dtM3vtH25BtSK4vdHcbBrw8dhopfxelYW-5kjYB2qgf-FLgRYTCoRNsIgM_u2J99Nk/s1600/atraco+6.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="305" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiz12XmBp2_opaOq0WNiASHNirShsWsWw8TjEw4goNArYiYjBQ3z2IZsxAwBvk8C4K32v8KZH8l6dtM3vtH25BtSK4vdHcbBrw8dhopfxelYW-5kjYB2qgf-FLgRYTCoRNsIgM_u2J99Nk/s400/atraco+6.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Los protagonistas le quitan la comida a Martínez en el hospital. </td></tr>
</tbody></table><br />
El cajero ejerce su papel de cabecilla del grupo con cinéfila o novelesca precisión, pero con tremenda torpeza, digna de sus compañeros. <i>"Evitad cuestiones personales"</i>, dice solemne para zanjar una discusión. Cuando elige quiénes serán los protagonistas del robo, a Castrillo le nombra atracador y conductor del coche, pese a que no sabe conducir. Siempre lleva la voz cantante, es quien decide qué hacer con el pico de dinero que sobra tras el reparto (para la jubilación de don Felipe), cómo pintar el coche alquilado o en qué momento hay que ensayar. Y no permite frivolidades entre compañeros, como el coqueteo entre Enriqueta y Benítez. <i>"¡Basta! Ya está bien, que hemos perdido demasiado tiempo. ¡A ensayar! A ver, los a-tra-ca-do-res, ¡a alinearse!"</i>, les ordena como si fuera un sargento.<br />
El ensayo es un desastre que se remata con un golpe exagerado en su cabeza por parte del conserje. Galindo se queda inmóvil en el suelo, con las gafas desencajadas y una cómica mueca de dolor, como si estuviera muerto. A la mañana siguiente, una venda cubre su calva. <i>"Esto es que me he caído por la escalera. ¿Qué pasa? ¿No puede caerse uno por la escalera?"</i>, le explica con chulería a don Prudencio, que no hace más que mirarle la herida. Galindo nos cae especialmente bien, entre otras razones, porque es capaz de enfrentarse a sus superiores con valentía, al contrario que sus compañeros, aunque le pueda costar muy caro. Así, cuando el subdirector le recuerda que es él quien manda en la oficina, el cajero le replica con firmeza: <i>"Hasta el día 13 usted no es director de nada"</i>. Toda una lección para el resto de empleados, sobre todo para Martínez, preocupado por el brutal golpe que le dio en la cabeza.<br />
<i>- ¿Qué metió en el calcetín? ¿Plomo?</i><br />
<i>- Arena, ¡pero es que eres un bestia, qué manera de sacudir!</i><br />
En la escena más floja de la película, Galindo acude al club donde trabaja Katia para informarle de la transferencia. Allí está también <b>Tony (Alberto Breco)</b>, el gángster amante de la vedette, que quiere el dinero que ella ha ingresado. El cajero calvo y bajito intenta mantener la dignidad a duras penas. Luego se queda a solas con ella, cenan y beben champán. Galindo es un títere a manos de Katia, incapaz de besarla siquiera, ingenuo e infeliz, porque hasta le va a contar los planes del atraco y la llegada al banco de veinte millones de pesetas. Un error fatal, como se verá más adelante.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHp2oeuua8PeJVdFTS5j21sBvNc0_IYKRoa6TbgJ_sfa_kWsi84vMdS3eQfbj3q-wC53JVvrjgwQH2An4bd-T9itWysvmGo7JGGpuo6OA6xGFBmSLjIdkk0oOOo6aJ37LfzX-9DrmX3HM/s1600/atraco+5.png" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="250" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHp2oeuua8PeJVdFTS5j21sBvNc0_IYKRoa6TbgJ_sfa_kWsi84vMdS3eQfbj3q-wC53JVvrjgwQH2An4bd-T9itWysvmGo7JGGpuo6OA6xGFBmSLjIdkk0oOOo6aJ37LfzX-9DrmX3HM/s400/atraco+5.png" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Galindo, embobado en el cabaret donde actúa Katia.</td></tr>
</tbody></table><br />
Tras pasar toda la noche fuera de casa, llega al día siguiente tarde a la oficina, pero radiante, enamorado, con una flor en su ojal y una alegría inusual. Lanza el sombrero con precisión hacia el perchero, saluda chasqueando los dedos y hasta tiene palabras amables con don Prudencio. "<i>He venido dando un paseo. Ya vuelven a florecer los árboles y los pájaros trinan en sus nidos. Yo también seré pájaro y volaré. ¡Alegre esa cara, don Prudencio, que ha llegado la primavera!". </i>Éste le informa de que ya es el nuevo director y la cara de Galindo se torna seria y resignada.<br />
<br />
<b><i>- Ya ni trinan los pájaros ni vuela nadie ni florece nada de nada. Enseguida me pongo a trabajar, señor director de la sucursal.</i></b><br />
<br />
La escena, muy divertida, está rodada en un solo plano desde que entra por la puerta, y juraría que los actores se lo tuvieron que pasar en grande (seguramente repitiendo varias tomas) por la cara de chiste y el tono de voz de López Vázquez cuando acierta a colgar el sombrero. Tras engañar a sus compañeros (con aspecto serio les cuenta que ha pasado la noche meditando el golpe), se citan de nuevo para la reunión más disparatada y surrealista: El plano lo tiene al revés; Martínez le pide el coche de juguete, que utiliza para escenificar el golpe, para su hijo; Castrillo sugiere que el dinero robado se ingrese en un banco; Enriqueta y Benítez quieren ya un adelanto; el propio Galindo no se aclara con las calles.<br />
Llega el día señalado, martes, 13 de diciembre, y aparecen enseguida los problemas. La mujer del conserje está de parto y él sugiere retrasar el atraco. <i>"¿Pero qué te has creído? Un atraco es una cosa muy seria. No se puede tener un hijo en estos momentos, es una barbaridad"</i>. Doña Vicenta acude, pero esta vez no es para ingresar, sino para sacar 400.000 pesetas porque quiere comprarse un piso. <i>"¡Un piso! ¡Un piso! En eso se gastan ustedes el dinero. ¡Unos cuantos ladrillos, un poco de cemento y tres tabiques! Y una hipoteca que dura veinte años"</i>. Galindo tiene que hacer malabares dialécticos para echarla del banco, con la excusa de que el palito de la 't' en la firma no es suyo. Al resto de indignados clientes, que también quieren sacar dinero, los mantiene a raya, imperturbable, con todo tipo de excusas peregrinas.<br />
Cuando llegan los veinte millones, Galindo y Cordero se las ingenian para perder el tiempo contando una y otra vez todos los billetes, ante la desesperación del director, que sólo quiere meterlos enseguida en la caja fuerte. Mientras, los tres atracadores esperan en el punto A con un coche que no arranca y los relojes sin sincronizar. El tiempo pasa y no llegan. Desesperados e inquietos, Enriqueta, Galindo y Cordero sólo miran cómo se mueven las agujas del reloj lentamente.<br />
A los cinco minutos de la hora señalada entran tres atracadores, muy profesionales, aunque nuestro personaje no puede evitar hacerles un reproche. <i>"Sois una calamidad, ¿eh? Tarde y con pañuelitos. ¿Y las medias? ¿Qué habéis hecho con las medias?"</i>. Galindo se queda maravillado ante el enérgico y brutal comportamiento de los que cree sus compañeros, pero pronto advierte que algo va mal. La angustia al comprobar que otros ladrones les están robando lo que ellos ambicionaban puede más que el miedo y los tres se encaran con esos profesionales. Una hora más tarde llegan Martínez, Benítez y Castrillo y entre todos consiguen reducirlos.<br />
Los empleados, excepto don Prudencio, que ha quedado como un cobarde, reciben una recompensa. Todo vuelve a la normalidad, porque el antiguo director ha recuperado su cargo. El único inconformista sigue siendo Galindo, que no está dispuesto a renunciar a su sueño. Cuando los demás se burlan de él y rechazan sus futuros planes, nuestro personaje lo tiene muy claro: <i>"¡Aficionados! ¡Que sois unos aficionados!"</i>.<br />
<br />
<b>La película</b><br />
- Pedro Masó, productor y guionista de la película, reveló que escribió la historia en nueve noches de inspiración. <b><a href="http://www.elpais.com/articulo/agenda/Vicente/Coello/guionista/Atraco/elpepigen/20070106elpepiage_5/Tes">Vicente Coello</a></b> y <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Rafael_J._Salvia">Rafael J. Salvia</a></b> completaron y mejoraron el guión. Se estrenó el 10 de diciembre de 1962 en Madrid y costó casi 5 millones de pesetas.<br />
- La película toma como referencia dos éxitos del cine francés (<i>"Rififí"</i>, 1955) y del cine italiano (<i>"Rufufú"</i>, 1958), dirigidos respectivamente por <b>Jules Dassin</b> y <b>Mario Monicelli</b>, y que gozaron de popularidad en España. Años más tarde, <b>Mariano Ozores</b> tomó como ejemplo la película de Forqué para realizar <i>"Todos al suelo" </i>(1982). En 2003, <b>Raúl Marchand</b> dirigió <i>"Atraco a las tres y media"</i>, un remake adaptado a los nuevos tiempos y producido también por Pedro Masó. <b>Iñaki Miramón</b> interpretó a Galindo.<br />
- En la película se juntaron cuatro voces muy características: Gracita Morales, Manuel Alexandre, Manuel Díaz González y el propio López Vázquez, intérpretes de teatro y de cine que en su juventud añadieron efectos a su forma de hablar, principalmente cómicos, para ser más reconocibles.<br />
- Fue López Vázquez quien se inventó esa frase (<i>"Fernando Galindo, un admirador, un amigo..."</i>) tan afortunada que utiliza cuando se encuentra con Katia Loritz.<br />
- <i>"Atraco a las tres"</i> suele estar casi siempre en las listas de las mejores películas españolas de todos los tiempos.<br />
- Alfredo Landa, que sólo había hecho de extra en el cine años atrás, debutó como actor en esta película. En sus memorias cuenta que su primer encuentro con el director aragonés fue desalentador. Forqué le dijo: <i>"Siéntate, pon cara de susto y después vete a casa"</i>.<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUT922Fph-USp1YPcA5GwSaobQJwIbKhL8lrdOMZrLkIhZ_SLwE5E8cDA14AGVme5kl90qbs8LBkgYgNAUbM3-XAtetPMnOXE1OBYewqkfQ3EwW8_4mWEJckHi6nJaPEcdceIBddr1IpU/s1600/atraco+7.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="161" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUT922Fph-USp1YPcA5GwSaobQJwIbKhL8lrdOMZrLkIhZ_SLwE5E8cDA14AGVme5kl90qbs8LBkgYgNAUbM3-XAtetPMnOXE1OBYewqkfQ3EwW8_4mWEJckHi6nJaPEcdceIBddr1IpU/s200/atraco+7.jpg" width="200" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">José María Forqué.</td></tr>
</tbody></table>- <i>"¡Aficionados, que sois todos unos aficionados!"</i>, la frase que cierra la película, se convirtió en un latiguillo muy popular que aún se cita actualmente. Otro diálogo que traspasó la pantalla para adaptarse a la realidad (en un país muy dado a los piropos) es el que mantiene el personaje de Manuel Alexandre con una mujer con la que se cruza por la noche en la calle: <i>"Estoy disponible, guapa", </i>le suelta él; y ella replica:<i> "No me extraña nada, joven"</i>.<br />
- Galindo, como se llama nuestro personaje, es el segundo apellido del director aragonés, nacido en Zaragoza en 1923.<br />
- En el año 2002 se produjo el estreno de la versión teatral, que contó con la presencia simbólica de Manuel Alexandre (Benítez), que esta vez encarnó el papel del director que en la película había encarnado José Orjas.</div><br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="405" src="http://www.youtube.com/embed/sPa2KD_f8ik" title="YouTube video player" width="500"></iframe>Kaplanhttp://www.blogger.com/profile/16388624148587647338noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5689287473752209208.post-88396167516531240552011-02-06T22:04:00.002+01:002012-06-28T20:55:37.713+02:00Sally Albright<span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: x-large;">(Meg Ryan, "Cuando Harry encontró a Sally")</span><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhl86I1hKiSSnHHK_GEvjwCM61Gs0JFL71nlCTck74gvIFcDhV4v7ZLnV14y0D01oVlox87hoHH1qtCUeAkDHAdY0mpADDPBb7CtKKHW6K6heVlZhwaVrAbGlkG7BA2of6rmy0XiI44Mo/s1600/sally+12.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="287" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhl86I1hKiSSnHHK_GEvjwCM61Gs0JFL71nlCTck74gvIFcDhV4v7ZLnV14y0D01oVlox87hoHH1qtCUeAkDHAdY0mpADDPBb7CtKKHW6K6heVlZhwaVrAbGlkG7BA2of6rmy0XiI44Mo/s400/sally+12.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Altiva, orgullosa, metódica, encantadora.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<i style="font-weight: bold;">"Te quiero cuando tienes frío a 21 grados; te quiero cuando tardas una hora para pedir un bocadillo; adoro la arruga que se te forma aquí cuando me miras como si estuviera loco; te quiero cuando, después de pasar el día contigo, mi ropa huele a tu perfume; y quiero que seas tú la última persona con la que hable antes de dormirme por las noches". </i>(Harry a Sally)<br />
<br />
Existe la peligrosa tendencia de reducir la excelente <i>"Cuando Harry encontró a Sally" (<a href="http://www.imdb.com/title/tt0098635/">"When Harry met Sally"</a></i>, 1989) a una sola escena, la del orgasmo fingido de <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Meg_Ryan">Meg Ryan</a></b> en un restaurante. Se trata, sin duda, de un momento ingenioso y magnífico, pero la película posee tal riqueza emocional que me parece injusto resumirla en un divertido gag. Su interés no sólo radica en el lúcido análisis de las relaciones de pareja, en la perfecta sintonía entre los dos personajes centrales, en su divertido planteamiento o en el romanticismo que respira cada fotograma; además, se trata de una comedia innovadora, que recuperó, en el momento oportuno, el camino que había abierto años atrás <b>Woody Allen</b> -verdadero inspirador de esta obra- con <i>"Annie Hall"</i> y <i>"Manhattan"</i>.<br />
La película de <b><a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Rob_Reiner">Rob Reiner</a></b>, apoyada en un inteligente guión de <b><a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Nora_Ephron">Nora Ephron</a></b>, acabó en 1989 con una década de comedias banales, juveniles o poco trabajadas que, por regla general, se realizaron en Hollywood en los años 80. El filón de <i>"Cuando Harry encontró a Sally" </i>se explotó en posteriores films, a veces con los mismos intérpretes, director o guionista, y ha servido de base para algunas de las series televisivas que han triunfado en los últimos años.<br />
Meg Ryan (Margaret Mary Emily Anne Hyra, para más señas) salió de esta película convertida en la musa de la moderna comedia romántica: <i>"Hechizo de un beso", "Algo para recordar", "Cuando un hombre ama a una mujer", "French kiss"</i> o <i>"Tienes un email"</i> reforzaron esa imagen de chica soñadora, simpática y un tanto sensiblera. Sus personajes poseen un indudable atractivo físico, aunque muy poca sensualidad. Esa imagen se fue diluyendo poco a poco debido, principalmente, a que el prototipo se repitió hasta la saciedad.<br />
<i>"Cuando Harry encontró a Sally" </i>es una obra maestra por muchos motivos, pero la admirable química entre Meg Ryan y <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Billy_Crystal">Billy Cristal</a></b> es probablemente el más evidente. El cómico interpreta de una manera magistral a <b>Harry Burns</b>. Simplemente genial. Es un tipo pesimista, divertido, mordaz, extrovertido, inteligente, inseguro, insolente, descarado y depresivo, entre otras características. Su personaje está trabajado a la perfección, aunque es obvio que toma el modelo de <b>Alvy Singer (Woody Allen</b>, <i>"Annie Hall"</i>). Algún día me detendré en él como se merece.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxeeKCej1gPrK0jFXKW9j3NlZWNM5i7Iqk6dEKVXcvgOeYcHel02JFuDnS9rLmsiQ31kuf617qPkK1XIQZbrHjkHYiZbiG_YOaUgUSfbse25E_Df6ASrphCmdGuZYGcvFWc8RlLUYXuMI/s1600/sally+8.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="233" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxeeKCej1gPrK0jFXKW9j3NlZWNM5i7Iqk6dEKVXcvgOeYcHel02JFuDnS9rLmsiQ31kuf617qPkK1XIQZbrHjkHYiZbiG_YOaUgUSfbse25E_Df6ASrphCmdGuZYGcvFWc8RlLUYXuMI/s400/sally+8.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEXC3vT89hKbGVeh7xJwqZp2vFqHOBMkfPMU-fkbGmsRHdo2NlWPEDXipZ-EbXH-YjWGWJyoI0GLegU-p0gCvi3WQk_GrcGWpOutIc_MTuDlDxhbpoNgXd1YGK3ZloEoHoASvumjfajqQ/s1600/sally+9.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="234" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEXC3vT89hKbGVeh7xJwqZp2vFqHOBMkfPMU-fkbGmsRHdo2NlWPEDXipZ-EbXH-YjWGWJyoI0GLegU-p0gCvi3WQk_GrcGWpOutIc_MTuDlDxhbpoNgXd1YGK3ZloEoHoASvumjfajqQ/s400/sally+9.jpg" width="400" /></a></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjCQNXrOdV6yRmgPCjZMgleW0GSEquSCs6FQnq94RrtAE9HMI31bAVxlOPSeSEsWDuZ3JGfAdYJ1oP2MZamp9_DlsLdWo5iqzKetb31nbn8HPiBTCnsYLLxbJAI0ez9drnuw6VAs0FhPg/s1600/sally+10.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="267" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjCQNXrOdV6yRmgPCjZMgleW0GSEquSCs6FQnq94RrtAE9HMI31bAVxlOPSeSEsWDuZ3JGfAdYJ1oP2MZamp9_DlsLdWo5iqzKetb31nbn8HPiBTCnsYLLxbJAI0ez9drnuw6VAs0FhPg/s400/sally+10.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">"Casablanca" y "Annie Hall", dos modelos para esta película.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
Harry Burns y <b>Sally Albright</b> conectan a la perfección con el espectador porque son demasiado reales e imperfectos; no tienen, por ejemplo, el halo mítico e inalcanzable de <b>Rick Blaine</b> e <b>Ilsa Lund</b> (<i>"Casablanca"</i>), personajes a los que, de manera consciente, aluden en más de una ocasión a lo largo de la película. Harry y Sally sufren desengaños amorosos, son inseguros y no tienen muy claro si el sexo es la frontera que separa la amistad del amor.<br />
<br />
<b>Primera fase: Amor-odio</b><br />
Sally es perfeccionista, ordenada, orgullosa, metódica, pudorosa y muy exigente. Su primer encuentro con Harry, en 1977, la desquicia. Nada más sentarse en el coche, para emprender el largo viaje que les va a llevar de Chicago a Nueva York, él se pone a comer uvas de manera ruidosa, escupiendo los granos por la ventanilla. Ambos son estudiantes universitarios, pero proceden de dos universos diferentes. Harry le contradice en todo, desde el verdadero significado del final de <i>"Casablanca"</i> hasta si realmente ha disfrutado haciendo el amor. Ella se escandaliza ante las opiniones, aparentemente firmes y seguras, de ese tipo engreído que no cree en la amistad entre hombre y mujer:<br />
<br />
<i><b>- Estás equivocado, yo tengo muchos amigos varones y para nosotros el sexo no cuenta para nada.</b></i><br />
<i><b>- No es cierto.</b></i><br />
<i><b>- Sí es cierto.</b></i><br />
<i><b>- No es cierto.</b></i><br />
<i><b>- ¡Sí es cierto!</b></i><br />
<i><b>- Sólo tú crees que es así.</b></i><br />
<i><b>- ¿Insinúas que me acuesto con todos mis amigos sin siquiera saberlo?</b></i><br />
<i><b>- No, lo que insinúo es que todos ellos quieren acostarse contigo</b></i>.<br />
<br />
Sally es exigente hasta límites sorprendentes. En el restaurante donde cenan deja boquiabierto a Harry cuando pide el postre. <i>"Lo que quisiera es que me calentara la tarta; y no quiero el helado encima, lo quiero a un lado; y me gustaría de fresa si lo tienen, en vez de vainilla; si no, no quiero helado, quiero nata montada; pero sólo si es natural, si es de lata no quiero nada"</i>.<br />
De Sally Albright desconocen muchos datos, pero el personaje es tan fascinante que realmente poco importan. No sabemos nada de su familia ni de su origen; tampoco de sus aficiones e incluso de cómo le va en el trabajo, si es ambiciosa o eficaz. Sabemos que es periodista, pero en ningún momento del film tenemos más indicios de su profesión.<br />
Cuando se despiden en Nueva York, de una manera fría y un tanto brusca, nos queda la sensación de que ambos se quedan con ganas de prolongar esa relación en apariencia odiosa. Cinco años más tarde se encuentran en otro viaje, esta vez en un avión. Sally, que ya es periodista, tiene novio y Harry está a punto de casarse. Para ella es un reencuentro incómodo porque, además de estar enamorada, ha descubierto que algunas de las impertinencias de ese asesor político con incontinencia verbal son certeras. No obstante, en ese tiempo hay algo nuevo en su carácter: cierto sentido del humor. <i>"Harry, tal vez no te lo creas, pero nunca he pensado que el hecho de no acostarme contigo fuera un sacrificio"</i>.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXtCR2V6WdIdqkAvf9Dgx-nUdcZmOyBkQXKBlpMnmTOVbLEx4tduqlwJNHRp9q0hxaWN_BPVoWBDJIu5WtI0w44IBFiQVOr7mxQXsea10uSmTFmG6qevkh9NhOh5k2Ohl-NnkBXUguFcs/s1600/sally+2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="218" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXtCR2V6WdIdqkAvf9Dgx-nUdcZmOyBkQXKBlpMnmTOVbLEx4tduqlwJNHRp9q0hxaWN_BPVoWBDJIu5WtI0w44IBFiQVOr7mxQXsea10uSmTFmG6qevkh9NhOh5k2Ohl-NnkBXUguFcs/s400/sally+2.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Segundo encuentro y desencuentro.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<b>Segunda fase: Amistad</b><br />
Han pasado de nuevo otros cinco años. La mujer de Harry se ha marchado con otro hombre y Sally ha roto con su novio. Tiene ya treinta años, lo que para sus amigas <b>Marie (</b>una espléndida <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Carrie_Fisher">Carrie Fisher</a>)</b> y <b>Alice (Lisa Jane Persky)</b> (ambas precursoras de los personajes de <i>"Sexo en Nueva York"</i> o <i>"Mujeres desesperadas"</i>) empieza a ser un problema a tener en cuenta.<br />
Cuando Harry se reencuentra con Sally en una librería, la tensión negativa que existía entre ambos desaparece al instante. Él ha abandonado esa pose de cínico sabelotodo y hasta recuerda su nombre. Ella se siente reconfortada porque no tiene que aparentar ningún estado de ánimo diferente para ocultar su frustración amorosa. A él le puede confesar que rompió su relación porque quería formar una familia y su novio no. Súbitamente ha nacido una amistad basada en la necesidad de compañía, en la sinceridad y en el afecto.<br />
<i>- ¿Te gustaría cenar alguna noche conmigo?</i><br />
<i>- ¿Quieres decir que ya somos amigos?</i><br />
<i>- Bueno... sí.</i><br />
<i>- Estupendo, una amiga mujer.</i><br />
Llega un dulce periodo de confidencias y de cariño mutuo. Hablan a todas horas, de sus aficiones, de sus pequeños defectos y de sus respectivas maneras de entender la vida. Ella sigue siendo meticulosa y ordernada. Por ejemplo, introduce las cartas en un buzón una por una, mientras él se desespera y acaba cogiendo el fajo entero para meterlo de una vez. <i>"Ingrid Bergman era poco exigente; tú eres de las peores, eres muy exigente pero te crees poco exigente"</i>, le reprocha con afecto. Decía antes que <i>"Casablanca"</i> tiene un sentido especial para ellos. En realidad, <b>Ingrid Bergman</b> representa sus desengaños amorosos. Harry y Sally son, más bien, <b>Humphrey Bogart</b> y <b>Claude Rains</b>, que están en el inicio de una hermosa amistad, como la de ellos. <br />
Las citas que tienen con otras personas fortalecen su propia relación, porque no tienen reparos en contarse todos los detalles con absoluta confianza. Se crea un clima de complicidad que supera el que existe entre Harry y su mejor amigo, <b>Jess (Bruno Kirby)</b>. Éste no entiende esa relación sin atracción sexual ni tampoco la afinidad repentina que ha surgido entre ambos. Harry multiplica sus citas, pero eso no parece importar a su amiga. Lo único que le reprocha es que huya de esos ligues enseguida, como si fueran mujeres de usar y tirar.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXD9US-5xig2FZYGMcbzXhbKx9NOU7dz1JWkxD3T9dNLdgtaYGcMt1SHbSXZgAGOvALUfFn2c_YTsU7HqnJs5HeViSOSFgamk3k35I0olHS43gHD_18ps_OsFaxd5xo8NOaSKb6L6sTIc/s1600/sally+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXD9US-5xig2FZYGMcbzXhbKx9NOU7dz1JWkxD3T9dNLdgtaYGcMt1SHbSXZgAGOvALUfFn2c_YTsU7HqnJs5HeViSOSFgamk3k35I0olHS43gHD_18ps_OsFaxd5xo8NOaSKb6L6sTIc/s400/sally+1.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Sally le demuestra a Harry que el orgasmo también puede ser ficción.</td></tr>
</tbody></table>
<i><br />
- La mayoría de las mujeres han simulado el orgasmo.</i><br />
<i>- Pues conmigo no lo han simulado.</i><br />
<i>- ¿Y tú cómo lo sabes?</i><br />
<i>- Porque lo sé.</i><br />
<i>- Oh, claro. Lo olvidaba. Eres hombre.</i><br />
<i></i><br />
En esta escena, los gestos tienen tanta importancia como las palabras, sobre todo cuando ella termina de masticar, se limpia con la servilleta y empieza a fingir que está llegando al éxtasis. La cara de circunstancias de Harry y la sorpresa y el deseo de los comensales que les rodean acompañan la perfecta representación de Meg Ryan, aunque el gag, en realidad, lo firma una de las clientes (la actriz <b>Estelle Reiner</b>, madre del director), que le comenta al camarero: <i>"Tomaré lo mismo que ella"</i>.<br />
<b><br />
Tercera fase: Atracción</b><br />
Llega la fiesta de Año Nuevo. Harry y Sally celebran juntos esa noche porque no tienen pareja. Bailan en un cotillón y bromean. Sus mejillas pueden juntarse sin peligro. O eso cree ella: cuando sus rostros se acercan en el baile, advierten una extraña sensación, como si el deseo mutuo estuviera a punto de cautivarles. Salen a la terraza para romper ese hechizo y observan cómo las parejas se besan para celebrar las campanadas del nuevo año. Sus labios se rozan y finalmente se abrazan como amigos. La escena es magnífica. En apenas unos segundos hemos descubierto que su amistad no es una barrera inquebrantable. Pueden enamorarse.<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdD68a7vSWGi1jAiTMGBUHKRnuSak_hlO-k6Y4S-UREEBRCkcWTDIy1iEwB-mFBKbTB-Hm9gmmZGZMBPwx41zbcs7t7SUECF4KZZV4s-JZ_6hNv97VvfZn-IBPIC4Bfp6bi21syy9epe8/s1600/sally+5.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="260" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdD68a7vSWGi1jAiTMGBUHKRnuSak_hlO-k6Y4S-UREEBRCkcWTDIy1iEwB-mFBKbTB-Hm9gmmZGZMBPwx41zbcs7t7SUECF4KZZV4s-JZ_6hNv97VvfZn-IBPIC4Bfp6bi21syy9epe8/s400/sally+5.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Cuando Marie encontró a Jess.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
Una de las escenas más logradas transcurre durante la cena en la que sus respectivos amigos, Marie y Jess, se conocen por fin. Harry convence a Jess para tener una cita con Sally y ésta arrastra a Marie para que salga con Harry. Nadie se siente cómodo porque no existen puntos en común... hasta que a Marie se le ocurre decir que los restaurantes son para la gente de los 80 lo que los teatros eran para la gente de los 60. Está repitiendo una cita que Jess escribió en una revista. Ambos se quedan entusiasmados y se olvidan de sus respectivas parejas, mientras Harry y Sally nos lo dicen todo mientras se miran en silencio, casi humillados, conscientes de que están siendo testigos de un inesperado flechazo.<br />
Ambos se sienten atraídos aunque mantienen esa relación de camaradería. En una fiesta en casa de Marie y Jess, que no han perdido el tiempo y ya viven juntos, los dos sienten celos ante sus respectivos acompañantes. Y por primera vez, Harry le miente a ella. <i>"¿Emily es la tía Emily?"</i>, pregunta ofendida al saber que le ha ocultado el nombre de su pareja.<br />
La amistad ya no suple las carencias sentimentales. Harry sufre una depresión cuando vuelve a ver a su ex mujer con otro hombre. Y Sally lo pasará mucho peor al enterarse de que Joe va a casarse. Sufre una crisis emocional y llama a su amigo para que la consuele. <i>"Acaba de conocerla, se supone que tendría que ser una mujer de transición, no la definitiva"</i>, lamenta entre sollozos interminables. Es difícil interpretar una escena en la que apenas puedes hablar y hay que estar pendiente de las lágrimas, pero Meg Ryan sale airosa y muy convincente, entre lo dramático y lo cómico.<br />
<i>- ¡Voy a cumplir los 40!</i><br />
<i>- ¿Cuándo?</i><br />
<i>- ¡Algún día!</i><br />
<i>- Eso es dentro de ocho años.</i><br />
<i>- ¡Pero me están acechando!</i><br />
Harry la reconforta de tal manera que sus abrazos y besos de cariño terminan siendo abrazos y besos de amor, por iniciativa de ella. Recuerda mucho, en este sentido, al momento de pasión de <i>"Cabaret"</i> (1972), cuando <b>Sally Bowles</b> y <b>Brian Roberts</b> dejan de ser amigos para ser amantes. La diferencia es que algo sale mal, fatal en realidad. Tras hacer el amor, Harry sufre un ataque de pánico, mientras ella se siente feliz. Él desea escapar cuanto antes, como le ocurre con tantas mujeres. Sólo que esta vez no puede engañarle, porque ella sabe perfectamente cómo se comporta él con sus ligues. Esta vez no va a poder colar una excusa y marcharse a las tres de la madrugada para contárselo al día siguiente a su amiga, porque se trata de ella.<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiAan_SwrifPl58I2xRVy5CiBjBNs-lBMijYiuGm15EQeXcNuG2q__qXQqXuXOW4zRKAT_TgGNDJg0kiANGLkgHWllA1wUAO9whyphenhyphen3EPZUMUNuUEYa1eBZJwmA3S0VhJsjHymp2UEPr2TMs/s1600/sally+4.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="275" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiAan_SwrifPl58I2xRVy5CiBjBNs-lBMijYiuGm15EQeXcNuG2q__qXQqXuXOW4zRKAT_TgGNDJg0kiANGLkgHWllA1wUAO9whyphenhyphen3EPZUMUNuUEYa1eBZJwmA3S0VhJsjHymp2UEPr2TMs/s400/sally+4.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Harry, aterrado, y Sally, feliz, tras romper su amistad por el amor.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<b>Cuarta fase: Desengaño</b><br />
Sally sufre una profunda decepción cuando él se marcha temprano, le da un beso en la frente y actúa como si esa noche no hubiera existido. <i>"Me gustaría invitarte a cenar si estás libre"</i>, le dice para despedirse. Lo que han hecho ha sido un error fatal, porque ya no podrán volver a ser amigos y las perspectivas de convertirse en una pareja enamorado son bastante negras. Durante la cena, Sally descubre con preocupación que ya no tienen nada que decirse, porque han pasado a un nivel en el que las confidencias son imposibles, sobre todo si les afecta a ambos.<br />
Sólo Sally Albright parece consciente del tremendo cambio que han experimentado sus vidas, porque él se sigue comportando como siempre. Durante la boda de Jess y Marie se siente incómodos cuando se miran; y ella le deja claro que el juego se ha terminado, ya no quiere saber nada de sus ligues ni le va a contar los suyos. <i>"Los dos admitimos que fue un error"</i>, trata de explicar Harry. <i>"¡El peor de mi vida!"</i>, le replica dolorida, antes de estallar en indignación cuando él le recuerda que hicieron el amor porque le dio lástima.<br />
Llega de nuevo la Navidad. Sally y Harry hace tiempo que no se ven; ella no quiere saber nada de él, porque la situación le hace daño. Intenta rehacer su vida, consciente de que la amistad que busca él es imposible y el amor que desea ella no se lo va a ofrecer. <i>"Las cosas han cambiado, ya no soy tu tabla de salvación"</i>, le explica por teléfono cuando le invita a celebrar el Año Nuevo.<br />
<br />
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<b>Quinta fase: Amor</b></div>
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
Durante la fiesta de Nochevieja, Sally se aburre, no conecta con nadie, sólo piensa en Harry. Sabemos que está enamorada de él, pero no está dispuesta a rebajar ese sentimiento para adecuarlo a sus pretensiones. Su relación depende de Harry, que en esos momentos está poniendo en orden sus emociones. Cuando tiene claro que quiere pasar el resto de su vida con la que fue su amiga, se lanza a correr por las calles para encontrarse con ella. Se habían odiado, fueron amigos y ahora se enamoran. Han tardado doce años en darse cuenta hasta llegar a un final previsible y feliz. ¿Pero acaso los finales felices tienen que ser los peores?</div>
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<b>Curiosidades</b></div>
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
- <b>Molly Ringwald</b> y <b>Albert Brooks</b> rechazaron los papeles que interpretaron finalmente Meg Ryan y Billy Cristal.</div>
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
- La personalidad de Sally Albright toma como modelo a la de la guionista Nora Ephron, mientras que el carácter depresivo de Harry Burns es un calco de Rob Reiner, según confesó el propio director.</div>
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
- Cuando Reiner comprobó lo exigente que era Nora Ephron para elegir la comida, se le ocurrió añadir en la película un par de escenas cómicas en las que el personaje de Sally recuerda a la guionista. En un viaje en avión, cuando Ephron empezó a ser quisquillosa con la comida, una azafata le hizo ver que se parecía "a la de 'Cuando Harry encontró a Sally'".</div>
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
- La escena del orgasmo fingido fue idea de Meg Ryan, mientras que la frase que pronuncia una de las clientes del local (<i>"Tomaré lo mismo que ella"</i>) fue sugerencia de Billy Cristal. Rob Reiner le propuso a su madre que pronunciara esa frase, hoy en día considerada la 33ª mejor frase de la historia del cine, según el American Film Institute.</div>
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
</div>
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
- El restaurante Katz Deli, donde se filmó la famosa escena, conserva en la mesa donde se sentaron los protagonistas una placa que pone "Felicidades, está sentado donde Harry encontró a Sally".</div>
<div>
- El American Film Institute también considera que la película está entre las diez mejores comedias románticas de todos los tiempos.<br />
- Lo que más les costó decidir fue el título de la película. "Just friends", "Words of love", "It had to be you", "Harry, this is Sally" o "Blue moon" fueron algunas de las sugerencias barajadas. La guionista reconocería años más tarde que lo único que cambiaría de la película seguía siendo el título.<br />
- Los segmentos de entrevistas que aparecen a lo largo de la película son de matrimonios reales, que explican sus experiencias verdaderas. En un detalle muy brillante, Reiner incorporó como si fueran reales los testimonios de Harry y Sally. </div>
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<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="412" src="http://www.youtube.com/embed/0hqdmYF6Wv4" title="YouTube video player" width="510"></iframe><br />
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<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="412" src="http://www.youtube.com/embed/b-rNdDRcyWs" title="YouTube video player" width="510"></iframe>Kaplanhttp://www.blogger.com/profile/16388624148587647338noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5689287473752209208.post-77217756024672923322011-02-01T07:01:00.002+01:002011-02-01T18:36:55.765+01:00Tom Ripley<span style="font-size: x-large;"><span style="font-family: inherit; font-size: small;"><span style="font-family: inherit;"></span></span><b style="color: blue;"><span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">(Alain Delon, "A pleno sol")</span></b></span><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8o8AIHoX56WJoORK7L0UuqI9z45Y87WlJ0cvrBmz05N4NYMhvFHHNG7ABwrPDOyj9T2uK00fjrbV2WmaAiJ2ScZNyz6NO9jr1npwm80otpAEh-W9XCrXRR0EETwN18bGyVvS6YFGRucA/s1600/alain+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="310" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8o8AIHoX56WJoORK7L0UuqI9z45Y87WlJ0cvrBmz05N4NYMhvFHHNG7ABwrPDOyj9T2uK00fjrbV2WmaAiJ2ScZNyz6NO9jr1npwm80otpAEh-W9XCrXRR0EETwN18bGyVvS6YFGRucA/s400/alain+1.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Tom Ripley utiliza todos sus recursos para seducir a Marge.</td></tr>
</tbody></table><br />
<b><a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Tom_Ripley">Tom Ripley</a></b> es uno de mis personajes literarios favoritos, pero lo descubrí -como tantas otras cosas- gracias al cine. Mi entusiasmo por <i>"Extraños en un tren", </i>de <b>Alfred Hitchcock</b>, me llevó a la novela; su lectura despertó mi interés por su autora, la extraordinaria <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Patricia_Highsmith">Patricia Highsmith</a>;</b> enseguida reparé en sus restantes novelas y, sobre todo, en ese fascinante individuo que lleva una doble vida: es un asesino, pero sólo mata para mantener su privilegiada posición social. Ni la escritora ni los lectores somos capaces de juzgar sus actos. Es un apasionado del arte (y de la falsificación), de la música clásica, de los vinos más selectos, de la jardinería, que practica en su espléndida finca francesa de Belle Ombre, y de la buena vida. Algo así como <b>James Bond</b>, pero sin licencia para matar y con una ambigüedad sexual un tanto disimulada.<br />
Gracias a su boda con la rica heredera <b>Héloise Plisson</b> (quien tampoco le juzga, aunque sospeche algo), Tom no necesita más que uno o dos crímenes al año, los suficientes como para borrar huellas del pasado o recuperar su status social si está en peligro. Es un ser amoral y sin conciencia, pero nos cae francamente bien. Cuando le acecha el riesgo sufrimos con él, sobre todo gracias a la habilidad de Highsmith para mantenernos en una tensión a veces insoportable.<br />
Sin embargo, ese Tom Ripley del que hablo es muy diferente al de la primera novela, <i><a href="http://en.wikipedia.org/wiki/The_Talented_Mr._Ripley">"The talented Mr. Ripley"</a></i> (1955), que el director francés <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Ren%C3%A9_Cl%C3%A9ment">René Clément</a></b> llevó a la pantalla bajo el título de <i>"A pleno sol"</i> (<i><a href="http://www.imdb.com/title/tt0054189/">"Plein soleil"</a></i>, 1960). En esta obra descubrimos las raíces de su comportamiento, su inseguridad juvenil y su incipiente ambición. En posteriores novelas comprenderemos que esa codicia nunca va a más: una vez que ya ha conseguido disfrutar de los placeres de la vida, sólo quiere mantenerlos, como un hedonista sin más aspiraciones.<br />
<b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Alain_Delon">Alain Delon</a></b>, uno de los actores más deslumbrantes que ha dado el cine, tal vez no encajaría en un Ripley más maduro, el de las posteriores novelas (será una fijación, pero siempre pienso en el rostro firme, sereno y amable de <b>Ed Harris</b> para ese evolucionado personaje), aunque está francamente insuperable en <i>"A pleno sol"</i>. Como lo está en esos papeles tan sórdidos y desapasionados del cine negro francés de los años 60-80, que incluye a dos soberbios personajes: <b>Eugene Grindel</b> (de la desapercibida y notable <i>"No despertar al policía que duerme"</i>, 1988) y <b>Mr. Klein</b> (<i>"El otro señor Klein"</i>, 1976).<br />
Con 25 años, a este icono erótico del cine francés le sobró estilo y talento para llenar por sí solo la pantalla. Durante casi dos horas tiene que interpretar tres papeles: un Ripley sumiso, agradable y servil, al comienzo; un Ripley decidido, seductor, agobiado y ambicioso, cuando se desencadena la trama principal; y un Philippe Greenleaf a quien suplanta con increíble habilidad y tensión. Alain Delon supera con sobresaliente las tres pruebas.<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhVGfud0pvXPzwMC7X7H43aGVBb0gOLWuwAswFts6qY9T-oqa5xFGyLNVm1jzRoR-Fva36n7m7kK7Ka3ulu8WppaWW2_bVAMXKaRRonqjWrpezhYWrHB0FoBabBltKlAReRzvU9Z1VWcsI/s1600/aaaaaaaa.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhVGfud0pvXPzwMC7X7H43aGVBb0gOLWuwAswFts6qY9T-oqa5xFGyLNVm1jzRoR-Fva36n7m7kK7Ka3ulu8WppaWW2_bVAMXKaRRonqjWrpezhYWrHB0FoBabBltKlAReRzvU9Z1VWcsI/s400/aaaaaaaa.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Romy Schneider, novia de Alain Delon, tiene una aparición fugaz.</td></tr>
</tbody></table><br />
La novela arranca con el desesperado encargo que el millonario <b>Herbert Greenleaf</b> le hace a Tom Ripley en San Francisco: aunque es un amigo demasiado lejano de su incontrolado hijo Philippe, le pide viajar a Italia para contactar con él y obligarle a que vuelva a los Estados Unidos. La película, sin embargo, prescinde de esa innecesaria introducción: Tom se ha hecho amigo de Philippe (<b><a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Maurice_Ronet">Maurice Ronet</a></b>), que vive plácidamente en Mongibello (Italia), y la complicidad que existe entre ambos impide que se tome en serio el encargo del padre.<br />
En este primer tramo de la película, la relación que mantienen es singular: Philippe, adinerado, juerguista y amante de los placeres de la vida, trata a su nuevo amigo con un calculado desprecio; le gusta como compinche y se divierte con él, pero sabe que Tom sólo aspira a conseguir los 5.000 dólares que le prometió su padre de recompensa si lo devolvía a casa. Por eso le mortifica de vez en cuando, trata de humillarlo y le convierte en su chico de los recados.<br />
Pero en Tom Ripley no hay ni un atisbo de rebeldía. Él se encarga de las cartas, de llevar las maletas o de ir a comprar algún capricho. Y lo hace con entusiasmo, como si no se diera cuenta del trato vejatorio que está recibiendo. Da la impresión de que intenta hacerse imprescindible para ese "playboy" fútil y engreído. La denigrante situación afecta a la sensible novia de Philippe, <b>Marge Duval (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Marie_Lafor%C3%AAt">Marie Laforêt</a>)</b>, que tiene que aguantar además el carácter irresponsable de éste.<br />
Tom ha descubierto que quiere ser como Philippe: elegante, despreocupado, un "bon vivant" millonario. En una reveladora escena, se pone el traje de su amigo, se peina como él y besa el espejo al contemplar su nueva imagen. Cuando Philippe le descubre, se queda azorado y sin poder reaccionar. <i>"Te estaba imitando"</i>, le tartamudea.<br />
Pronto descubrirá también que el hijo de Herbert Greenleaf no tienen ninguna intención de regresar con su padre, lo que significa que se va a quedar sin cinco mil dólares. Pese a las promesas que le haya podido hacer, Tom entiende que formaba parte de un juego, del que Philippe parece estar ya cansado. Intuye que en cualquier momento le dirá que no le acoge más en su casa, que no tiene ganas de ser su amigo, que ya no le apetece mantenerle. <i>"Unos tanto y otros tan poco"</i>, murmura resignado cuando le acompaña a sacar del banco una importante suma de dinero.<br />
La situación se agrava durante un viaje de placer en velero. Tom acompaña a la pareja como si fuera un secretario personal o el siervo de su amigo. <i>"Ni la cuarta parte de lo que te aguanta él soportaría yo"</i>, le recrimina Marge. <i>"Quiero saber hasta dónde puede llegar. No lo compadezcas, sólo piensa en el dinero"</i>, objeta él.<br />
Después de humillarle varias veces (le recuerda su humilde condición social e incluso le reprocha que no sepa utilizar los cubiertos para comer), Philippe le gasta una pesada broma al obligarle a salir del velero para que viaje en la barca que se ha soltado. Cuando la cuerda se rompe, se queda a la deriva y sufre una fuerte insolación. Su amigo ha ido demasiado lejos, pero Tom no parece tenerlo en cuenta. Más bien bromea con él sobre la súbita posibilidad de asesinarlo y quedarse con todos sus bienes, algo que Philippe considera un divertido juego.<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQJzJ2xPxUaGr6n64WmG5d7MBFwULwkWbL-BIOQ-ZQYM9NAwzZSddLWi-ne_xnE-p9eOJq1RGUk19l59Sgr7aKSNE-P9KljVCp89-tpbzIZGkw_Xv2Eey1mFxVX80ip7gUKW99n_BnEdw/s1600/apleinsoleil.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="297" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQJzJ2xPxUaGr6n64WmG5d7MBFwULwkWbL-BIOQ-ZQYM9NAwzZSddLWi-ne_xnE-p9eOJq1RGUk19l59Sgr7aKSNE-P9KljVCp89-tpbzIZGkw_Xv2Eey1mFxVX80ip7gUKW99n_BnEdw/s400/apleinsoleil.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Philippe, Marge y Tom, en el barco donde se desencadena la tragedia.</td></tr>
</tbody></table><br />
Es posible que en ese momento haya cambiado Tom Ripley sus objetivos. Ya no le interesan los cinco mil dólares de Herbert Greenleaf, sino la propia vida de su hijo. De noche, mientras la pareja duerme, ha colocado en el bolsillo de Philippe dos pendientes para hacerle creer a Marge que pertenecen a una de sus amantes. Tom consigue su propósito, porque desencadena una violenta situación y la ruptura de la pareja. La chica desembarca en un puerto y los dos hombres reanudan el crucero.<br />
El juego sigue para Philippe, ansioso por reanudar esa morbosa conversación que han mantenido antes acerca de cómo Tom podría asesinarle y suplantar su personalidad. Cuando le confirma que se queda con Marge, que no tiene ninguna intención de marcharse a Estados Unidos, la mirada de Ripley parece condenarle. Philippe le propone pagarle 2.500 dólares si le gana al póker; intencionadamente hace trampa para perder, pero su compañero de viaje lo tiene muy claro: <i>"Ni los cinco mil dólares me interesan ya, lo quiero todo"</i>, le dice poco antes de asesinarlo con un cuchillo.<br />
Durante cinco largos minutos vivimos su angustia para mantener a flote el velero, cubrir al muerto con una lona, atarlo con el ancla para que se hunda, caer al mar por un golpe inesperado, volver a bordo milagrosamente y cortar el alambre que mantiene el cadáver de Philippe. Instintivamente, deseamos que Ripley salga airoso de la dramática situación. <br />
Cuando vuelve solo a Mongibello se mete en una espiral de engaños de la que ya no podrá escapar. A Marge le hace creer que su novio se ha ido a Roma para olvidarla por una temporada y él sólo ha vuelto para llevarle su ropa y algunas pertenencias; en el banco inicia su proceso de suplantación de Philippe, para lo que necesita falsifica su pasaporte de forma minuciosa, imitar perfectamente su voz, con el fin de hacer creer que aún sigue vivo, y viajar constantemente de Roma a Mongibello para dejarse ver como Tom de vez en cuando. Como advierte Marge, ha cambiado mucho: su rostro es más duro y viste con mayor elegancia.<br />
El juego tiene sus riegos: los oficinistas, botones o recepcionistas de hotel no le conocen, pero cuando tropieza con las amistades de Philippe tiene que esconderse súbitamente. Por eso decide abandonar el hotel donde se aloja bajo el nombre de Greenleaf y alquilar un lujoso apartamento en la capital. De nada le sirve porque le descubre <b>Freddy Miles (Billy Kearns)</b>, un viejo amigo de Philippe que siente una abierta antipatía hacia Tom. Éste -muy elocuente su tic nervioso en el ojo derecho cuando le abre la puerta- acabará matándolo porque ha descubierto demasiado: comprueba que lleva las ropas y hasta el calzado de Philippe y, finalmente, que se hace pasar abiertamente por él.<br />
El vertiginoso ritmo de tensión no parece tener fin. A René Clément no le importa detenerse varios minutos en la escena en que se deshace del cadáver de Freddy: Ripley le baja lenta y pesadamente por las escaleras; el esfuerzo es agotador; de repente, alguien sube y se le ocurre colocarle un cigarrillo para que parezca que el muerto está borracho. En la calle, ante la presencia de dos religiosos que pasan por la acera, le habla como si Freddy sufriera una cogorza tremenda. Finalmente, se libra del cadáver al arrojarlo por un barranco. <i>"Ya está. El asesino será Philippe, nada tengo que ver yo con esto"</i>, murmura.<br />
Ripley ha aprendido a conjugar ambas personalidades en una nueva. Y lo hace con soltura por estafetas, hoteles y oficinas bancarias, de donde saca todo el dinero de su amigo. Delante de la policía -que investiga ya la muerte de Freddy- es Tom, discreto y comedido, lo suficientemente hábil como para defender a Philippe frente a la sospecha de su culpabilidad; ante Marge sigue siendo el mismo, sólo que más elegante y decidido. Definitivamente, el Ripley servil no existe. Ahora es un tipo intuitivo, con la mente y los ojos bien abiertos. Consciente de que una policía de paisano escucha su conversación, le hace creer a Marge que su novio se esconde en Mongibello, lugar donde se va a desarrollar el desenlace de la trama que está tejiendo. Aunque tiene que escapar por la ventana antes de que lo atrapen, consigue preparar las pistas del supuesto suicidio de Philippe (incluso redacta un testamento a favor de Marge, para no levantar sospechas) y viajar rápidamente a Roma para que la policía le descubra durmiendo en una pensión.<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKM6KuZaWkjUL6ybCvaToLGi76tqGKiln_e34q28hCRkngPPoT3fFrOCsj7kdMZ6nL5eQTioIZhAI5jNmWi5-4YkYEGxRfv1oWLPMUdhM-H-_sEDj3XyNbYxSqXI7irO5qNyjobFWJlRk/s1600/aaa.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="292" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKM6KuZaWkjUL6ybCvaToLGi76tqGKiln_e34q28hCRkngPPoT3fFrOCsj7kdMZ6nL5eQTioIZhAI5jNmWi5-4YkYEGxRfv1oWLPMUdhM-H-_sEDj3XyNbYxSqXI7irO5qNyjobFWJlRk/s400/aaa.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Tom Ripley comienza a seducir a Marge.</td></tr>
</tbody></table><br />
Haciendo malabarismo y caminando por la cuerda floja, Tom ha conseguido milagrosamente lo que pretendía. Ahora sólo debe conquistar a Marge con un minucioso proceso de seducción para quedarse con todo, incluida la desolada novia. En sólo unos meses, Ripley se ha graduado en interpretación con matrícula de honor, por lo que no necesitará mucho tiempo para lograrlo. Es sumamente atractivo, sabe emplear en cada momento las palabras adecuadas y la besa en el instante preciso en que ella advierte que no quiere quedarse sola.<br />
<b>(Y si no has visto la película, mejor no leas esto)</b><br />
Tom ha disipado todos sus temores. Ni siquiera la llegada del padre de Philippe a Mongibello le provoca inquietud. Herbert Greenleaf está en Italia para agilizar el testamento y vender el velero de su hijo. Ripley se queda en la playa esperando acontecimientos. Se encuentra extrañamente feliz, quizá como nunca en su vida. Sentado en una hamaca, junto a un bar pegado a la costa, solo tuerce el gesto ante el sol que le obliga a cerrar los ojos. Llama a la camarera. <br />
<i>- ¿Se encuentra bien?</i><br />
<i>- Sí, es sólo ese sol que molesta. Pero, aparte de eso, nunca me había encontrado mejor. Deme algo de beber.</i><br />
<i>- ¿Qué quiere?</i><br />
<i>- Lo mejor.</i><br />
Una sonrisa de felicidad se adivina en su rostro mientras repite una y otra vez esas últimas palabras. Tom aspiraba a tener lo mejor desde el principio y cree haber llegado al final del camino. En el puerto, Marge, el padre de Philippe, un empleado del banco y operarios de puerto observan cómo atraca el velero, ya en venta. Un alambre sale de las aguas del mar y la chica lanza un grito de terror cuando observa que el extremo lleva atado un cadáver envuelto en una lona; su brazo izquierdo, casi esquelético, asoma con espantosa rigidez. Poco después, la policía llega a la playa donde un confiado Tom sigue sonriendo de felicidad.<br />
<br />
<b>La película</b><br />
- 1960 fue el año de consagración de Alain Delon: además de su soberbia actuación en esta película, cautivó a medio mundo gracias a su papel de <b>Rocco Parondi</b> en <i>"Rocco y sus hermanos"</i>, de <b>Luchino Visconti</b>. <br />
- La actriz austriaca <b>Romy Schneider</b> tiene un breve papel en la película, pese a que ya arrastraba una gran fama internacional por haber protagonizado la serie de <b>Sissi</b>. Romy y Alain Delon eran novios por esa época, hasta que el actor francés rompió con ella, de manera traumática, años más tarde.<br />
- <b>Anthony Minghella</b> filmó en 1999 el remake de <i>"A pleno sol"</i> y utilizó el título original de la novela de Patricia Highsmith, <i>"El talento de Mr. Ripley"</i>, con <b>Matt Damon</b> como el protagonista.<br />
- <b>Barry Pepper</b> (<i>"El regreso de Mr. Ripley"</i>, 2005), <b>John Malkovich</b> (<i>"El juego de Ripley"</i>, 2002) y <b>Dennis Hooper</b> (<i>"El amigo americano"</i>, 1977) también encarnaron a este personaje para el cine.<br />
- Highsmith declaró sentirse encantada con la película y con Alain Delon en el papel de Ripley, pero lamentó que hubieran cambiado el final de la novela por plegarse a la moralidad; es decir, que Tom es castigado por sus actos, pese a que en su obra literaria sale perfectamente indemne.<br />
- <b>Nino Rota</b> firmó una espléndida banda sonora, mientras que el propio director, René Clément, se encargó del guión junto a <b>Paul Gégauff</b>.<br />
<br />
<br />
<iframe allowfullscreen="" class="youtube-player" frameborder="0" height="316" src="http://www.youtube.com/embed/r0QDVrC7cps" title="YouTube video player" type="text/html" width="510"></iframe><br />
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<iframe allowfullscreen="" class="youtube-player" frameborder="0" height="316" src="http://www.youtube.com/embed/c-R_xA-gmcs" title="YouTube video player" type="text/html" width="510"></iframe>Kaplanhttp://www.blogger.com/profile/16388624148587647338noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5689287473752209208.post-91865408038646855332011-01-28T06:57:00.006+01:002011-12-17T13:43:24.825+01:00Marge Gunderson<span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: x-large;"><b>(Frances McDormand, "Fargo")</b></span><br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhM-6IHTPj-HNukqDptMty8rRpTWjm_1XW8NNaCiFdpbqYhulDvLd00SmuXbZXtiVAzFhKFnKlLMNoeFYAb1Rw7Nsd2WXgVHQHcY94dyLOH_gLIRqGMdkoebxWpG4jLDgopD92xHkvL_Cc/s1600/fargo+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="261" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhM-6IHTPj-HNukqDptMty8rRpTWjm_1XW8NNaCiFdpbqYhulDvLd00SmuXbZXtiVAzFhKFnKlLMNoeFYAb1Rw7Nsd2WXgVHQHcY94dyLOH_gLIRqGMdkoebxWpG4jLDgopD92xHkvL_Cc/s400/fargo+1.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Marge, cumpliendo con su deber.</td></tr>
</tbody></table><br />
Vuelvo a los <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Hermanos_Coen">hermanos Coen</a></b> para hablar de un personaje sumamente peculiar y fascinante: el de una mujer policía, inteligente y cortés, en avanzado estado de gestación, para quien lo extraordinario de su existencia no es la investigación de una serie de crímenes complejos sino su exageradamente apacible vida marital. <b>Marge Gunderson </b>(Olmstead, de soltera)<b> (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Frances_McDormand">Frances McDormand</a>)</b> nos sorprende porque, pese a su eficacia, es la antítesis de los agentes policiales de muchas películas, esos que se pasan las veinticuatro horas del día pensando en su caso, sin apenas comer ni dormir, atiborrados de café y tabaco, alejados de sus familias y con la tensión permanente en el rostro.<br />
Cuando Marge vuelve a casa le espera su esposo <b>Norm (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/John_Carroll_Lynch">John Carroll Lynch</a>)</b>, un tipo bonachón, callado y relajado que nunca le pregunta por los casos que investiga. Ella, sin embargo, está vivamente interesada en la rutina diaria de Norm, los sellos que pinta de forma artesanal, su pesca y las sencillas noticias que le comenta. La trivialidad es su felicidad, mientras que el sentido del deber policial, cumplido con sensatez y exquisitez, no traspasa el umbral de su hogar. Y es que uno de los grandes aciertos de esa maravilla cinematográfica que se llama <a href="http://www.imdb.com/title/tt0116282/"><i>"Fargo"</i></a> (1996) es convertir la espeluznante historia criminal que nos cuenta en uno más de los acontecimientos secundarios en la vida de Marge.<br />
Frances McDormand es una de esas prodigiosas actrices que responden siempre a los grandes papeles. Como <b>Meryl Streep, Jessica Lange, Glenn Close</b> o <b>Sigourney Weaver</b>, entre otras (creo que ya hablé de esto a propósito de la Weaver y su <b>Paulina Escobar</b>). Lo malo es que esos grandes papeles no suelen ser frecuentes, pero cuando se produce salen momentos tan inolvidables para el cine como <i>"La decisión de Sophie", "Frances", "Atracción fatal"</i> o <i>"La muerte y la doncella"</i>. En el caso de McDormand, <i>"Fargo"</i> es una de las cimas de su carrera, pero no hay que perder de vista sus personajes en <i>"Camino al paraíso", "Casi famosos", "Vidas cruzadas", "Arde Mississippi"</i> o <i>"En tierra de hombres"</i>.<br />
Marge Gunderson es la jefa de policía de Brainerd (Minnesota, Estados Unidos), una pequeña ciudad de unos diez mil habitantes, cerca de la frontera con Canadá, donde las principales noticias suelen ser domésticas. El invierno dura desde noviembre hasta abril y la nieve es un elemento habitual en ese periodo. Es una población peculiar, ya que el origen alemán, noruego y sueco de muchos de sus habitantes ha creado un acento comunitario muy singular. Por si fuera poco, la falta de estrés y de tensiones ha proporcionado a la gente un poso de extremada tranquilidad que se advierte en su parsimonia para hablar y actuar.<br />
Es lo que se conoce por el nombre de <b>"Minnesota nice"</b>, un estereotipo aplicado a los habitantes de este Estado (precisamente en el que nacieron y se criaron los hermanos Coen) que define su conducta social: son educados, generosos, corteses, agradables, suaves en el trato, reservados para los forasteros, contenidos emocionalmente y poco dados a la confrontación, entre otras características. Sólo por el esfuerzo de Frances McDormand con su "acento Minnesota" es aconsejable ver la película en versión original... y con subtítulos, por muy buen dominio del idioma anglosajón que se tenga, ya que muchas expresiones son demasiado localistas.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgv6cXLsP32MoimOyvC5M1IC3xyvANAb5dOeB7OFYEiaSrzN-G0wwSTiyQWfFYEHsZfphOptwJkUTVdaLjBtQakHiItAcraGTi1kD2frBjPvuG-dW9RqRQNrpCxq1Bdrf_y3DNy_eNnnQ/s1600/fargo+032.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="221" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgv6cXLsP32MoimOyvC5M1IC3xyvANAb5dOeB7OFYEiaSrzN-G0wwSTiyQWfFYEHsZfphOptwJkUTVdaLjBtQakHiItAcraGTi1kD2frBjPvuG-dW9RqRQNrpCxq1Bdrf_y3DNy_eNnnQ/s400/fargo+032.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Norm y Marge, una pareja plácidamente enamorada.</td></tr>
</tbody></table><br />
Marge está embarazada de siete meses, pero su avanzado estado de gestación no le impide por el momento cumplir con su labor. Su marido, Norm Gunderson, también era policía, pero acordaron que él dejaría el trabajo para ocuparse de las labores domésticas y de sus plácidas aficiones: pintar y pescar. Sus conversaciones no parecen tener una gran trascendencia:<br />
<b><br />
Norm:</b> <i>Lo publicaron.</i><br />
<b>Marge:</b> <i>¿Lo publicaron?</i><br />
<b>Norm:</b> <i>Sí.</i><br />
<b>Marge:</b> <i>¿De veras?</i><br />
<b>Norm:</b> <i>El sello de tres centavos.</i><br />
<b>Marge:</b> <i>¿Tu pato real?</i><br />
<b>Norm:</b> <i>Sí.</i><br />
<b>Marge:</b> <i>¡Oh, eso es fantástico!</i><br />
<b>Norm:</b> <i>Es sólo un sello de tres centavos.</i><br />
<b>Marge:</b> <i>Es fantástico.</i><br />
<b><br />
</b>Marge es la protagonista de la película, pero se trata de una condición discutible. Para empezar, aparece cuando ya ha transcurrido la media hora de proyección, todo un desafío para las leyes del buen guión cinematográfico, que aconsejan incluir al personaje principal en las cinco primeras páginas. Pero <b>Ethan</b> y <b>Joel Coen</b> se saltan esta norma de forma magistral, porque luego su presencia cobra una fuerza magnética que nos hace creer que ha estado siempre en pantalla. Está tan bien trabajado su personaje que nos encandila de inmediato.<br />
Las comidas cobran una gran importancia en la película, en parte por el embarazo de Marge. A ella la vemos comer en restaurantes, en la cocina de su casa, en la carretera o en su despacho. En todas las escenas en que aparece con Norm o bien están en la cama, generalmente pensativos, o engullendo cualquier tipo de alimento.<br />
Desde un punto de vista narrativo, muy a gusto de cada espectador, <i>"Fargo"</i> también se puede ver como la historia de un tipo gris, inseguro, humillado por la sociedad, sin personalidad, anulado por todos los que le rodean, manejable y tan vacío que nos da lástima. Tenemos entonces la historia de <b>Jerry Lundegaard</b>, interpretado de manera magistral por <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/William_H._Macy">William H. Macy</a></b>. Jerry ha contratado a dos individuos en la ciudad de Fargo para que secuestren a su mujer; el objetivo es que su millonario suegro pague el rescate y él pueda hacer frente, con la mitad de ese dinero, a sus numerosas deudas. Pero Jerry es un pobre hombre incapaz de controlar la situación. A los dos delincuentes se les va de las manos ese encargo y antes de secuestrar a su esposa ya han dejado cadáveres por el camino. Y es ahí donde aparece la jefa de policía de Brainerd.<br />
Marge recibe una llamada de madrugada; le informan de que han aparecido tres cadáveres en la carretera del término municipal. Norm también se levanta para prepararle unos huevos a modo de desayuno. Se despiden con dulzura. Cuando llega al escenario del crimen, acompañada por <b>Lou (Bruce Bohne)</b>, demuestra su sagacidad para, con un simple vistazo, darse cuenta de lo que ocurrió: un policía hizo detener a dos sospechosos; estos le asesinaron y, cuando escondían el cadáver, fueron vistos por dos testigos que iban en un vehículo. Los persiguieron y los mataron unos kilómetros más adelante.<br />
<i>- ¿Has visto algo ahí, jefa?</i><br />
<i>- No, es que creo que voy a vomitar.</i><br />
<i>- ¡Demonios! ¿Necesitas ayuda, Margie?</i><br />
<i>- No, ya se me ha pasado: Vuelvo a tener hambre.</i><br />
Los protagonistas van actuando según el plan previsto. Jerry, ajeno al triple asesinato, trata de convencer a su suegro, <b>Wade Gustafson (Harve Presnell)</b>, de que no hay que llamar a la policía por el secuestro, sino dejar que las negociaciones las lleve él en persona. Los criminales, <b>Carl Showalter (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Steve_Buscemi">Steve Buscemi</a>)</b> y <b>Gaear Grimsrud (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Peter_Stormare">Peter Stormare</a>)</b>, han llegado a una cabaña, donde ocultan a <b>Jean (Kristin Rudrüd)</b>, la mujer de Jerry, a la espera de noticias y del dinero.<br />
Pese a la brutal naturaleza del crimen, Marge recuerda que tiene que comprarle a Norm lombrices para pescar; y cuando éste le espera en la jefatura de policía, no le abruma con detalles del caso, sino que le pregunta por el concurso local de pintura al que se va a presentar. Su esposo ni siquiera parece interesado cuando Lou le informa a su jefa acerca de las pesquisas sobre el coche alquilado que han utilizado los asesinos.<br />
Marge consigue que la gente se sienta a gusto en su compañía; sabe escuchar, sonríe y trata a las personas con tacto y psicología. Cuando se entrevista con dos prostitutas de un club de carretera (que pasaron una noche con los ocupantes del vehículo alquilado), se muestra afectuosa y cordial, por lo que consigue mucha más información que si hubiera sido fría y distante.<br />
<br />
<i>- La verdad es que el bajito era raro.</i><br />
<i>- ¿En qué sentido?</i><br />
<i>- No lo sé, pero era raro.</i><br />
<i>- ¿No puedes concretar un poco más?</i><br />
<i>- No sabría decírselo... la tenía muy torcida.</i><br />
<i>- ¿Y seguía siendo raro además de eso?<br />
</i><br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhoqWPKSgenjG7ZLhToQAAMsFDFxEvEpH9iULXMns1ZftbtdpZYtkJaBAD_gEulggtkhVZx-ajNSF-Do-9MlnEgZVrujp_VU6fBRhDUhIpK1FwCBQd3ZUANkTYooRTm_3TdfwyZBMPYKM0/s1600/fargo+052.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="210" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhoqWPKSgenjG7ZLhToQAAMsFDFxEvEpH9iULXMns1ZftbtdpZYtkJaBAD_gEulggtkhVZx-ajNSF-Do-9MlnEgZVrujp_VU6fBRhDUhIpK1FwCBQd3ZUANkTYooRTm_3TdfwyZBMPYKM0/s400/fargo+052.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Marge pone nervioso al desgraciado Jerry Lundegaard.</td></tr>
</tbody></table><br />
La investigación le lleva a Minneapolis, la capital del Estado, para hablar precisamente con Jerry Lundegaard, jefe de ventas del concesionario de coches al que pertenecía el vehículo de los secuestradores. En ese momento no puede imaginarse lo cerca que está de la clave del caso. Viajar hasta allí es tan especial que hasta Norm se sorprende ligeramente. Con cualquier otro policía de película, la acción iría directamente al meollo de la cuestión, pero con ella, no: La vemos acercarse a la conserjería del hotel, saludar a los empleados con exquisita amabilidad, preguntar por un buen restaurante para cenar y guardar bien las distancias, sin parecer antipática, con un antiguo compañero de estudios, <b>Mike (Steve Park)</b>, quien afirma estar viudo para intentar ligar con ella.<br />
Marge puede parecer frágil, sobre todo por su estado, pero no se amilana ni siquiera ante la amenazadora presencia de <b>Shep Proudfoot ("Pie Ligero") (Steve Reevis)</b>, un fornido y violento indio cuyo teléfono particular aparece en el registro de llamadas que hicieron Carl y Gaear desde el club de carretera. Shep trabaja en el concesionario de coches donde Jerry es el jefe de ventas y fue el vínculo entre éste y los secuestradores. Con sagacidad y con asombroso conocimiento de la naturaleza humana, no le deja opción para inventarse ninguna excusa y le lleva adonde quiere. <i>"¿Cree usted que recordará ahora quién hizo la llamada?"</i>, concluye sonriendo.<br />
El círculo criminal se está cerrando en torno a un sobrepasado Jerry, incapaz de controlar lo que ha provocado. Su suegro es asesinado porque no le deja entregar el dinero; no sabe nada de su mujer, es incapaz de consolar a su hijo y los problemas le atosigan sin que pueda hacerles frente. Marge se convierte en su nuevo problema cuando ella va a visitarlo por segunda vez. Está plenamente convencida de que el coche de los delincuentes salió de allí; la actitud de Jerry, nervioso e inseguro, le confirmará sus sospechas cuando eleve la voz y se ponga muy tenso durante el interrogatorio.<br />
<br />
<i>- Ese coche no es nuestro. Yo lo sé.</i><br />
<i>- ¿Pero cómo lo sabe? ¿Cuentan los coches todos los días?</i><br />
<i>- Señora: ya he contestado a su pregunta.</i><br />
<i>- ¿Disculpe, señor?</i><br />
<i>- Señora, ya he contestado a su pregunta. Ya he contestado a su... ¡Estoy cooperando!</i><br />
<i>- Señor, debería intentar no ponerse borde, porque estoy haciendo mi trabajo.</i><br />
<br />
Jerry acaba desquiciado y la deja sola en el despacho con la promesa de que va a comprobar si realmente le falta algún vehículo. La mirada de Marge se detiene en la libreta de aquel tipo, luego pasa a la mesa, las paredes, una fotografía enmarcada de su mujer y, finalmente, la ventana: entonces descubre que Jerry se va con su coche. <i>"¡Maldita sea! ¡Se está largando! ¡Se está largando!"</i>, exclama nerviosa y, por primera vez en la película, un tanto excitada. Sabe que está muy cerca de la resolución de su caso.<br />
El azar juega a su favor cuando Marge da una vuelta con su coche por la zona de los lagos: descubre el vehículo (un Sierra marrón) que andaba buscando y, cuando se acerca a la cabaña, observa que un individuo (Gaear) está triturando un cadáver. La escena está exenta de dramatismo, heroísmo y riesgo, salvo un trozo de madera que le lanza él antes de intentar escapar. El ruido ensordecedor de la máquina anula la música y el diálogo, de forma que tampoco es un momento aterrador. La jefa de policía le detiene con un balazo en la pierna.<br />
En el coche policial, Gaear escucha en silencio el monólogo de Marge, abatida por las circunstancias. Ha apresado a un tipo que ha asesinado a cinco personas, entre ellas a la secuestrada señora Lundegaard (porque no soportaba sus gritos) y a su compinche Carl. Y todo por un poco de dinero. Su frase final es como una declaración de principios, un canto a la honestidad y a la sencillez. Una filosofía de la vida resumida en una simple frase:<br />
<br />
<b><i>"Hay cosas en la vida más importantes que el dinero, ¿sabes? ¿No lo sabías? Y ahora estás aquí. Y hace un precioso día. Es muy difícil entenderlo".</i></b><br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhf-nJ1jGXKXnYiuuue1L6SG0u-EPaYsZMIbgbaWHu77HzxsCoPK7LY66GmG7ngg-VoCXJdbEDzyyIpxdTx8L2Ah8M5I__iIEFV1DaNjoop_bvz6j08_zyySbqa3nQtWf1zGJP5LUrXJkQ/s1600/fargo+011.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="221" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhf-nJ1jGXKXnYiuuue1L6SG0u-EPaYsZMIbgbaWHu77HzxsCoPK7LY66GmG7ngg-VoCXJdbEDzyyIpxdTx8L2Ah8M5I__iIEFV1DaNjoop_bvz6j08_zyySbqa3nQtWf1zGJP5LUrXJkQ/s400/fargo+011.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>"Dos meses más..."</i>.</td></tr>
</tbody></table><br />
Marge es la antítesis de la degradante actitud que han mostrado Jerry, Carl y Gaear, tres seres solitarios e incapaces de encontrar sentido a sus vidas. El dinero es lo último que necesita ella. Tiene a Norm, que le aporta serenidad, tiene una existencia placentera, que irá consumiendo sin sobresaltos, con la fuerza del cariño, y tiene a un bebé en camino que se convertirá en el punto culminante de su felicidad. Si eres feliz, ¿para qué ambicionar poder o dinero?<br />
<i>- Te quiero, Margie.</i><br />
<i>- Te quiero, Norm.</i><br />
<i>- Dos meses más.</i><br />
<i>- Dos meses más.</i><br />
<br />
<b>La película</b><br />
- Aunque al comienzo se advierte que está basada en hechos reales, lo cierto es que los Coen tomaron dos episodios trágicos ocurridos en 1962 y 1972 y mezclaron ambas situaciones en una sola historia.<br />
- El título <i>"Fargo"</i> hace referencia a una localidad de Dakota del Norte, aunque realmente no se filmó ahí ninguna escena y sólo se menciona la ciudad cuando Jerry se entrevista con los dos secuestradores.<br />
- La genial actuación de Steve Buscemi, como Carl Showalter, era de prever; no en vano, los Coen escribieron el papel pensando en él.<br />
- William H. Macy tuvo que insistir para encarnar, de forma espléndida, a Jerry Lundegaard. Tras hacer una prueba y esperar a que le llamaran, decidió volar a Nueva York y entrevistarse con el director y el guionista. Al parecer les convenció tras asegurar que si no le daban el papel arruinarían la película: <i>"Es mi papel"</i>.<br />
- La actuación de Macy provocó grandes elogios y en varias entrevistas tuvo que admitir que no improvisó nada: hasta la tartamudez estaba en el guión.<br />
- Frances McDormand, que es la esposa de Joel Coen, tuvo una profesora, <b>Larissa Kokernot</b>, natural de Minnesota, para conseguir su peculiar acento local. Curiosamente, esa profesora hace el papel de una de las prostitutas.<br />
- De las siete nominaciones que obtuvo la película en la gala de los Oscar de 1997, se llevó la del mejor guión original (Ethan y Joel Coen) y mejor actriz, para McDormand, que superó, entre otras, a la espléndida <b>Brenda Blethyn</b> (<i>"Secretos y mentiras"</i>).<br />
- El personaje de Marge Gunderson está considerado entre los cien mejores de la historia del cine (el 33, según el American Film Institute; el 75, según la revista Empire).<br />
- Durante años circuló el rumor de que una mujer japonesa había estado buscando realmente el maletín del dinero que Carl Showalter escondió en la nieve.<br />
- Una curiosidad: <b>Santiago Mainar</b>, condenado por el asesinato del alcalde de Fago, una pequeña y bella localidad de Huesca, tenía el dvd de "Fargo" cuando las televisiones le entrevistaron antes de que fuera inculpado por el crimen.<br />
<br />
<iframe allowfullscreen="" class="youtube-player" frameborder="0" height="349" src="http://www.youtube.com/embed/w-Wb2EdMffc" title="YouTube video player" type="text/html" width="425"></iframe>Kaplanhttp://www.blogger.com/profile/16388624148587647338noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-5689287473752209208.post-1682861646689347192011-01-22T20:58:00.003+01:002012-07-22T08:40:35.556+02:00Thomas E. Lawrence<span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: x-large;"><b>(Peter O'Toole, "Lawrence de Arabia")</b></span><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
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</div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4vlNTk0p3AqIh6tVaWBE-BlQnw77hi1IMyzL8P_EBp0fCN4YCIvlLt7m07nTABEJ4zGglV4pIr2rZwFky7_F7KiwvkY2pJheU-ameEdkzX3heb9QCt4dJWSDIobdw22aneqmyDz1zsgU/s1600/img513_1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4vlNTk0p3AqIh6tVaWBE-BlQnw77hi1IMyzL8P_EBp0fCN4YCIvlLt7m07nTABEJ4zGglV4pIr2rZwFky7_F7KiwvkY2pJheU-ameEdkzX3heb9QCt4dJWSDIobdw22aneqmyDz1zsgU/s640/img513_1.jpg" width="482" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Lawrence de Arabia, reencarnado en Peter O'Toole.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
Hay intérpretes que hacen historia en el cine durante años y sólo nos damos cuenta de ello cuando un día nos detenemos a repasar su filmografía. Hasta ese momento pensábamos que formaban parte de una moda pasajera y por eso seguíamos su trayectoria con escepticismo y máxima exigencia. Sólo cuando pasa el tiempo apreciamos verdaderamente lo que nos han ido dejando. Pienso en toda la carrera de <b>Tony Curtis</b>, en la primera década de <b>Leonardo DiCaprio</b> y de <b>Tom Hanks</b> o incluso en los primeros años de <b>Sean Connery</b>, por ejemplo.<br />
Pero para mí el paradigma de esta teoría es <b><a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Peter_O%27Toole">Peter O'Toole</a></b>, un verdadero genio de la actuación, un tipo con enorme talento para meterse en la piel de reyes, aventureros o seductores. Un excepcional intérprete a quien merece la pena redescubrir, porque durante su prodigiosa década, la de los años 60, se le juzgó como si fuera un fenómeno fugaz.<br />
Sólo había rodado tres películas, dos de ellas en Inglaterra, cuando le tocó el premio gordo de la interpretación: <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Thomas_Edward_Lawrence">Thomas E. Lawrence</a>, “Lawrence de Arabia”</b>. Para que nos hagamos una idea de lo que significó aquello: es como si un futbolista que debuta en Primera División con un equipo modesto acaba la temporada disputando la final del Mundial.<br />
Siempre me ha parecido injusto que la mayoría de las reseñas sobre este actor se centren en el papel de Lawrence y, en menor medida, en el del <b>rey Enrique II</b>, monarca a quien encarnó en dos ocasiones: <i>"Becket"</i> y <i>"El león en invierno"</i>. Se dice bien poco de <i>"Lord Jim", "Adiós, Mr. Chips", "La noche de los generales", "Mi año favorito", "¿Qué tal, Pussycat?"</i> y casi nada de esa pequeña joya de <b>William Wyler</b> llamada <i>"Cómo robar un millón y..."</i>, en la que este actor irlandés nos fascina tanto como <b>Audrey Hepburn</b>.<br />
No obstante, Lawrence es un personaje tan complejo, deslumbrante y grandioso que es imposible poner a su altura a otro cualquiera de su actor. Peter O’Toole lo creó, además, de manera sublime, con un aura casi divina que se eleva hasta el sol del desierto y desciende al infierno de la locura. Le salió con un sentido colosal de la vida que le aleja del resto de los mortales. Sólo el monumental paisaje, un protagonista poético en la película, es tan inmenso como él.<br />
<i><a href="http://www.imdb.com/title/tt0056172/">"Lawrence of Arabia"</a></i> (1962, <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/David_Lean">David Lean</a></b>) es una obra maestra irrepetible, imposible de asumir hoy en día por una industria que valora aspectos más convencionales del arte cinematográfico. Fue posible por las circunstancias de la época, por ese afán de ofrecer espectáculo grandilocuente, ya fuera de calidad o mediocre, aprovechando las sucesivas novedades tecnológicas de exhibición (Cinemascope, Vistavision, Todd-AO, Panavision, Techniscope...). Fue posible gracias al entusiasmo de su director y de su productor, <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Sam_Spiegel">Sam Spiegel</a></b>, que repetían juntos tras la experiencia de <i>"El puente sobre el río Kwai"</i> (1957). El resultado es una bellísima película en la que el sol abrasador, un místico aventurero y fascinantes personajes de las tribus árabes nos encandilan durante casi cuatro horas.<br />
La película arranca en 1935. Thomas Edward Lawrence ha fallecido en un accidente de moto en Inglaterra y a su funeral acuden muchas personalidades. Lo describen como un poeta, un sabio, un buen soldado... y <i>"el mayor exhibicionista que he conocido en mi vida"</i>, como le califica el corresponsal de prensa <b>Jackson Bentley (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Arthur_Kennedy">Arthur Kennedy</a>)</b>.<br />
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Y realmente lo es. Cuando la acción retrocede diecinueve años, Lawrence es un teniente del ejército inglés que trabaja en El Cairo en un puesto rutinario y poco atractivo. Ante sus compañeros es presumido, narcisista y soñador. Se sabe un ser singular. <b>Mister Dryden (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Claude_Rains">Claude Rains</a>)</b>, un político del departamento de Asuntos Árabes, lo rescata de esa anodina labor para enviarlo al desierto a tratar con el príncipe Feisal y pulsar si los beduinos son capaces de aliarse con los británicos contra los turcos. Sorprende con su aire de visionario ingenuo y torpe, como si no perteneciera a ese mundo tan disciplinado, tan marcial, tan inglés. <i>"Es usted un payaso, Lawrence"</i>, le amonesta un superior al tropezar con una mesa de billar. <i>"No todos podemos ser domadores de leones, señor"</i>, le contesta con soltura.<br />
El joven oficial está a punto de entrar en maravillosas y a la vez siniestras regiones de Arabia y de su propio interior, regiones de su mente y de su alma que jamás creyó que pudieran existir. Cuando enciende una cerilla y observa con devoción cómo arde, una fantástica elipsis (casi tan celebrada como la del hueso y la nave espacial de <i>"2001, una odisea del espacio"</i>) nos traslada al desierto rojizo. Lawrence emprende el camino con ilusión y entusiasmo por aprender las costumbres árabes, sus diferentes tribus y todo lo relacionado con ellos. Ha decidido que si tiene que convivir con su gente tendrá que adaptarse enseguida.<br />
Por eso emula a <b>Tafas</b>, su guía, que todavía no bebe agua, y cierra la cantimplora pese al tremendo calor que sufren. Éste morirá a manos de <b>Sherif Ali (</b>un soberbio <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Omar_Sharif">Omar Sharif</a>)</b>, jefe del clan Harith, por robar agua de su pozo, aunque respetará la vida de un indignado y valiente Lawrence, quien representa la civilización occidental que tanto admira. El sentimiento no es, sin embargo, recíproco: <i>"Mientras los árabes luchen tribu contra tribu seguirán siendo un pueblo insignificante, idiota y bárbaro, voraz, asesino y cruel. ¡Como tú!"</i>, le grita el inglés en ese primer encuentro.<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfFkixxRLZguNe98xFuM-yaGp3Yq0sUgHigyEd1GoL296P5WzMztjvqveoSR0-5kKPoG7Aft3ejCllnGp3QCItNOPjKTD9ni-xBmtWxkam4wm_2ntPvE5Y8aSPb3-zYUWiMhk319_Tfqo/s1600/la1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="183" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfFkixxRLZguNe98xFuM-yaGp3Yq0sUgHigyEd1GoL296P5WzMztjvqveoSR0-5kKPoG7Aft3ejCllnGp3QCItNOPjKTD9ni-xBmtWxkam4wm_2ntPvE5Y8aSPb3-zYUWiMhk319_Tfqo/s400/la1.jpg" width="400" /></a></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihkylBqsmzCYPAA79TV78-C3PB8wKFRwp8LX5OqlnivJzV2dOI8gyM4g70GB1d5eY8KaqKRN62TUBOCT-8avMbJDJpHOPGXkYRgM841VTO2WfxMidgj5IaxeeKNy_mclKxFvCubom1nwY/s1600/law+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihkylBqsmzCYPAA79TV78-C3PB8wKFRwp8LX5OqlnivJzV2dOI8gyM4g70GB1d5eY8KaqKRN62TUBOCT-8avMbJDJpHOPGXkYRgM841VTO2WfxMidgj5IaxeeKNy_mclKxFvCubom1nwY/s400/law+1.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Sherif Ali defiende su pozo a muerte.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
Visualmente, la escena de la llegada de Ali a lomos de su camello es fascinante. A lo lejos observamos un punto negro, inquietante, que se acerca lentamente como si fuera la muerte; David Lean no tiene prisa por que llegue y nosotros tampoco, ya que el silencio y la actitud de los protagonistas nos cautivan. Y cuando Tafas trata de coger su pistola suena un disparo lejano y certero que acaba con su vida. Ali simpatiza enseguida con ese joven rubio desafiante, digno pero asustado, pese a que éste le odia por haber matado a su guía.<br />
<i>- ¿Cómo te llamas, inglés?</i><br />
<i>- Mi nombre es para mis amigos.</i><br />
Lawrence contacta con el <b>coronel Brighton (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Anthony_Quayle">Anthony Quayle</a>)</b> en Wadi Safra, donde las tropas del <b>príncipe Faisal (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Alec_Guinness">Alec Guinness</a>)</b> sufren ante el acoso aéreo de los turcos. Faisal lamenta que los británicos estén más interesados en el canal de Suez que en ayudarles a ellos contra los obuses y las modernas armas turcas. El recién llegado sorprende al príncipe porque muestra simpatía y respeto hacia la cultura árabe e incluso es capaz de recitar pasajes del Corán. Intuye, además, que ese hombre de aspecto frágil y distraido será capaz de obrar el milagro.<br />
El inglés se pasa la noche pensando en una solución milagrosa contra ese poderío turco; vaga por el desierto en solitario y observa el cielo y las dunas como si pudiera inspirarse en el paisaje. La música nos revela que ha dado con la solución: ir hasta Aqaba, donde los turcos tienen allí una plaza militar importante con cañones apuntando hacia el mar. Su idea es cruzar el desierto del Nefut ("el peor lugar creado por Dios") por detrás y sorprenderles. Para Sherif Ali es una locura, pero decide sumarse a la aventura con la bendición del príncipe.<br />
Cruzar el desierto es una tortura que durará varias semanas y que pondrá a prueba su apasionada adaptación a la forma de vida bedu.<br />
Pero Lawrence no ha viajado a esas remotas regiones para ser un árabe más; desafía a todos los guerreros, en especial a Ali, cuando decide retroceder para ir en busca de un beduino, <b>Gasim</b>, que se ha quedado fatalmente rezagado. Se está burlando del destino, lo que para ellos es una blasfemia, pero nada le detiene en su empeño, pese a que le insisten en que la muerte de ese hombre está escrita. <i>"Nada está escrito"</i>, les reprocha a Ali.<br />
De nuevo el desierto, cuyo horizonte desenfocado por el calor y la lejanía lo convierten en inalcanzable, es el protagonista de la acción. Gasim, sufriendo una agonía, Lawrence, a lomos de su camello, y su sirviente <b>Farraj</b>, que le espera con ansiedad en un punto más seguro, son almas insignificantes en ese mar de arena. De manera acertada, Lean oculta la escena en que le rescata, porque es mucho más emocionante el punto de vista de Farraj, que comienza a vislumbrar a lo lejos un punto diminuto que se agranda con el paso de los minutos. Su grito de alegría descarga la tensión de la espléndida escena.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGY91Us_Iy6QAsaZyNxQ5NWqQdK0A_GV_dKYuRvDbycDXL_B4cwjJRiM5CJkt8X3qAvc1IHMsKSVvroEBZtkHhyf2PgboDSVWKNim6dIWI-NGakfzLR1YCUOiTE_PCdJjkrn03RH6ZppE/s1600/laaaaaaaaaa.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGY91Us_Iy6QAsaZyNxQ5NWqQdK0A_GV_dKYuRvDbycDXL_B4cwjJRiM5CJkt8X3qAvc1IHMsKSVvroEBZtkHhyf2PgboDSVWKNim6dIWI-NGakfzLR1YCUOiTE_PCdJjkrn03RH6ZppE/s400/laaaaaaaaaa.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Lawrence le muestra el camino a Sherif Ali.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
Tras conseguir salvarlo, "El Aurens", como le llaman los beduinos, regresa como un héroe; se ha ganado el respeto de todos, incluso de un sonriente y admirado Sherif Ali, quien pronuncia la frase más ajustada a la personalidad de ese resuelto y audaz inglés:<br />
<br />
<i><b><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">"Para ciertos hombres nada hay escrito si ellos no lo escriben"</span></b></i><br />
<br />
En esos momentos, el personaje está más cerca de sentirse un dios que un héroe. Lawrence ha obrado el milagro que le pedía Feisal; ha conducido a un pequeño ejército por un desierto mortal; ha desafiado a la providencia y "ha resucitado" a un hombre que para todos estaba muerto. Cuando regresa al campamento, su estampa recuerda a la de Jesucristo entrando en Jerusalén entre palmas. En posteriores momentos, su figura evocará diversas fases de la divinidad y él mismo establecerá significativas comparaciones: <i>"Moisés lo hizo"</i>, responderá cuando le pregunten cómo será capaz de cruzar el desierto del Sinaí sólo con sus dos jóvenes sirvientes.<br />
Ali le regala a Lawrence la elegante indumentaria de un sherif, todo un signo de hermandad y amistad. Cuando se aleja para lucir la túnica a su manera (juega a anticiparse a su propia sombra) se topa con <b>Auda Abu Tayi (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Anthony_Quinn">Anthony Quinn</a>)</b>, un jefe Howeitat, arrogante, valiente y engreído, que se encara con los cincuenta hombres de Ali sólo con la ayuda de su hijo. Además de su encanto personal, Lawrence es un maestro de la diplomacia y conseguirá que los Harith y los Howeitat se unan en la aventura. <i>"Quien recibe dinero es un siervo"</i>, le reprocha a Auda, que también se siente fascinado por ese inglés con alma árabe.<br />
Todos se marchan a Aqaba, pero un incidente pone en peligro la unidad. Un miembro de la tribu de Abu Tayi ha muerto a manos de otro de la tribu rival. Lawrence, al ser neutral, decide cumplir la ley, es decir, matarlo él mismo, para evitar ofensas: descubre que el hombre a quien tiene que ejecutar es Gasim, el hombre a quien salvó en el desierto. <i>"Estaba escrito entonces, debió dejarle allí"</i>, sentencia Abu Tayi, cerrando así la paradoja del destino que había burlado. Es cuando Lawrence descubre algo aterrador en su interior, el placer de quitarle la vida a una persona, algo que también le acerca a la divinidad de una manera siniestra.<br />
Tras conquistar Aqaba, decide marchar a El Cairo por el Sinaí para avisar a los generales británicos, mientras ordena a Ali que vaya a avisar al príncipe para que mande barcos a Aqaba. Su amigo cree que una vez en El Cairo se quitará sus ropajes y hablará sobre la barbarie de los árabes. <i>"Eres un ignorante"</i>, le replica.<br />
Lawrence se marcha con sus dos criados, Farraj y <b>Daud</b>, a quienes promete que dormirán por primera vez en sábanas limpias en un hotel de la capital. Pero en el penoso viaje, Daud desaparece en unas arenas movedizas. Su muerte deja un poso de tristeza infinita en el alma de El Aurens, que no ha podido salvarle.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg44u9n4EQHnDySHj1mRkbmPw0ocMxJnkXkIfiHH36rXRr4cHqVShIGmnMry-RLuHbzhrk0ZX7NiLo8JNL5Ri6XLQHexuirHOdy3dFy5ms0lqdF-ILy5Slyq1BVUhH01cFWjCEjT245NM4/s1600/lawre.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="210" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg44u9n4EQHnDySHj1mRkbmPw0ocMxJnkXkIfiHH36rXRr4cHqVShIGmnMry-RLuHbzhrk0ZX7NiLo8JNL5Ri6XLQHexuirHOdy3dFy5ms0lqdF-ILy5Slyq1BVUhH01cFWjCEjT245NM4/s400/lawre.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">El general Allenby atiende a Lawrence ante Dryden y Brighton.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
Cansados, con semblante funesto, sucios y llenos de polvo, se acercan al cuartel general, donde tratan de impedirles la entrada por sus vestimentas. Lawrence es capaz de enfrentarse a cualquiera, superior o no, que prohíba a Farraj entrar en el bar de oficiales para beber un buen vaso de limonada, como le había prometido. Pero la desconfianza de los militares dará paso a la admiración cuando les cuente que las tribus árabes han tomado la crucial plaza de Aqaba y que han hecho prisioneros a muchos turcos. El Aurens se emociona por primera vez cuando sus compañeros le aclaman por la hazaña. Al nuevo general, <b>Edmund Allenby (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Jack_Hawkins">Jack Hawkins</a>)</b>, le confiesa qué es lo que le atormenta hasta el punto de no desear volver al territorio árabe: tuvo que ejecutar a un hombre.<br />
<br />
<i><b>- Hubo algo que no me gustó nada. </b></i><br />
<i><b>- Naturalmente, es lógico. </b></i><br />
<i><b>- No, hay más todavía. </b></i><br />
<i><b>- ¿Qué es?</b></i><br />
<i><b>- Disfruté haciéndolo. </b></i><br />
<br />
Lawrence asciende a comandante y regresa con las tribus beduinas para liderarlas en la Revuelta Árabe contra los turcos. Su motivación es la independencia del territorio y para ello pide armamento, dinero y todo aquello que haga posible esa aspiración. La motivación del gobierno británico en plena Primera Guerra Mundial es bien diferente: primero, debilitar a los turcos, aliados de los alemanes; y segundo, asentarse en el rico territorio del Imperio Otomano, muy apetitoso para cualquier nación europea. La figura ya mítica de Lawrence servirá como ejemplo para alentar a países como Estados Unidos a entrar en guerra. Quizá por esta razón llega el periodista norteamericano Jackson Bentley, decidido a entrevistar a Lawrence. Cuando habla con el príncipe Faisal le deja claras sus intenciones.<br />
<i>-Busco un héroe.</i><br />
<i>- ¿Busca a alguien que atraiga a su país a la guerra?</i><br />
<i>- Así es, señor.</i><br />
<i>- Lawrence es su hombre.</i><br />
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El periodista comprueba directamente el poderoso liderazgo de su héroe cuando las tropas beduinas asaltan un tren de mercancías turco: El Aurens camina por encima de los vagones como si un espíritu le poseyera. Aspira a ser un ángel inmortal y hace la prueba cuando se enfrenta, inmóvil, sereno y desafiante, a un soldado turco que le apunta con su fusil. Cuando éste le dispara, Lawrence no mueve ni un músculo porque realmente se cree inmortal.<br />
Se sabe, no se cree, el salvador de los árabes, el creador sobrenatural de una nación que se dibuja en el aire, el ángel exterminador de los turcos y un ser omnipotente. Su universo es el desierto y le atrae, como revela a Bentley, porque <i>"está limpio"</i>.<br />
Lawrence comienza a sufrir su particular descenso a los infiernos cuando se desplaza con unos pocos hombres a Deraa. En una acción de sabotaje tiene que ejecutar a su fiel amigo Farraj, herido por un detonador, para que los turcos no le torturen. Ya no es omnipotente. Y cuando entre en la ciudad turca, con la única compañía de su solidario Sherif Ali, descubrirá que está muy lejos de cualquier condición extrahumana.<br />
En Deraa es apresado y conducido ante un <b>bey (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Ferrer_(actor)">José Ferrer</a>)</b> que, al contemplar su figura, su cabello rubio y sus ojos azules, le acaricia de forma lasciva. El Aurens grita aterrorizado y le golpea: quizá porque acaba de descubrir que no es tan extraordinario ni divino como para eludir los instintos humanos; tal vez porque es homosexual y no desea satisfacer así su apetito reprimido (estamos en 1916, no hay que olvidarlo) o porque es un heterosexual convencido.<br />
La escena es significativa porque le azotan de inmediato; y precisamente sobre el Thomas Edward Lawrence real existe una eterna polémica sobre su condición sexual: masoquista y/o homosexual. El origen de este debate es una carta amorosa dirigida a S.A. ¿S.A. era Selim Ahmed, uno de sus sirvientes? ¿Se trataba de una mujer? ¿Era realmente masoquista? ¿Por qué se le ha dado tanta importancia a su sexualidad? David Lean no quiso profundizar en ese debate más allá de ese episodio, pero lo tuvo en cuenta sin necesidad de que resultara un factor clave en la película.<br />
Sherif Ali le cuida durante días en una cueva, pero Lawrence ha llegado al límite de sus fuerzas. Física y mentalmente está exhausto y por eso vuelve a El Cairo, donde recupera su uniforme y su vida militar. Trata de adaptarse a la rutina del cuartel, pero no va con él. Allí se entera del tratado anglo-francés para repartirse el territorio turco, incluido Arabia, tras la guerra.<i> "Puede haber honor entre ladrones, pero nunca lo habrá entre políticos"</i>, le reprocha a Dryden, el oscuro representante del Gobierno británico.<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiE3X7S4MKqNsqIDSj3Bx0T9h10mXY00tQk1mH_C9UOGuUcOKwIMyi-GyZHryLsk5jDn8YfhlJ9MoTeVrOFBlEvW0i31ewF7lfuX1BgTUkbWgRu1SpqKMU1TT5zOpUpaqhizqLlmEgQkP8/s1600/lawrence_of_arabia__xvid___1962_-fanart4.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiE3X7S4MKqNsqIDSj3Bx0T9h10mXY00tQk1mH_C9UOGuUcOKwIMyi-GyZHryLsk5jDn8YfhlJ9MoTeVrOFBlEvW0i31ewF7lfuX1BgTUkbWgRu1SpqKMU1TT5zOpUpaqhizqLlmEgQkP8/s400/lawrence_of_arabia__xvid___1962_-fanart4.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Espléndida estampa del héroe.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
Nadie es consciente de su tormento interior. El general Allenby le insiste para que dirija una ofensiva contra Damasco y le adula con elogios sobre su personalidad. <i>"Sé que no soy un hombre corriente. ¡Está bien, soy extraordinario! ¿Y qué más?"</i>, responde ante la presión del general. Lawrence le promete que tomará Damasco con los mejores guerreros, a quienes no hace falta contratar por un elevado precio. <i>"Los mejores no vendrán por dinero, vendrán por mí"</i>.<br />
Lawrence reúne a las tribus para formar un gran ejército e incluye a asesinos que forman su guardia personal; esto indigna especialmente a Ali, porque muchos no saben ni lo que significa la Revuelta Árabe. Su aspecto y su carácter ya no tienen nada que ver con aquel joven ilusionado, osado y vitalista de meses atrás. Ahora su tez es siniestramente oscura y nunca sonríe. Durante su avance hacia Damasco ven cómo un poblado árabe ha quedado destrozado al paso de una columna de turcos que se retiran con sus heridos. Su instinto criminal se desata con una pasión desmedida al ordenar aniquilar a la columna entera. Sherif Ali se queda horrorizado cuando observa el rostro desencajado de Lawrence mientras se recrea en la barbarie como si estuviera en éxtasis.<br />
Su locura ha causado una matanza en Tafas y sólo su amigo Ali sabe que él ha sido el artífice. Pero poco importan los demonios interiores de El Aurens, porque consiguen tomar Damasco y organizan el Consejo Nacional Árabe. Las disputas internas, la ambición política y los graves problemas sanitarios, de suministro de agua y de luz, entre otros, ya no son asunto suyo: Lawrence está absolutamente destrozado, el esfuerzo por crear una nación árabe le ha dejado una profunda herida en su alma y ya no está en condiciones de seguir allí. Cuando acude a un hospital donde se encuentran hacinados cientos de heridos en lamentables condiciones, sin cuidados médicos ni agua, un oficial británico le golpea y le insulta: <i>"¡Cochino árabe!"</i>, mientras él se ríe histérico.<br />
<i>"Mi deuda contigo no tiene precio"</i>, le dirá el príncipe Faisal al despedirse de él. Lawrence regresa a Inglaterra como coronel, triste, abatido y envejecido. La deuda que el Cine tiene con David Lean, Peter O'Toole, Omar Sharif, Anthony Quinn y con esta obra maestra tiene el mismo valor. <br />
<br />
<b>La película</b><br />
- El origen literario de la película es la obra autobiográfica <i>"Los siete pilares de la sabiduría"</i>, de T.E. Lawrence, que los guionistas <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Robert_Bolt">Robert Bolt</a></b> y <b>Michael Wilson</b> se encargaron de adaptar para la pantalla.<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjX8mmePUYmDpmeKO9pwgGQVkJ49UEkonjmxjB7Tu900QwuJyxpcmd6B-14oOl1jbHzO3Dhlq0pa-m7BapljJejY6Frqdj8_lmRisGsJYw38KhVJKMn7CoJHw1jerX_OQ-q5jjvurT4ReM/s1600/te_lawrence_of_arabia.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjX8mmePUYmDpmeKO9pwgGQVkJ49UEkonjmxjB7Tu900QwuJyxpcmd6B-14oOl1jbHzO3Dhlq0pa-m7BapljJejY6Frqdj8_lmRisGsJYw38KhVJKMn7CoJHw1jerX_OQ-q5jjvurT4ReM/s200/te_lawrence_of_arabia.jpg" width="188" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">El verdadero T.E. Lawrence.</td></tr>
</tbody></table>
- Pese a tratarse de una superproducción con grandes estrellas del cine, un amplio elenco de intérpretes y centenares de extras (entre ellos los propios soldados del ejército árabe), ninguna mujer aparece en la pantalla.<br />
- La revista Premiére Magazine publicó en 2006 la lista de las 100 mejores actuaciones en la historia del cine: la de Peter O'Toole, como Lawrence, fue elegida en primer lugar, por delante de <b>Marlon Brando (Terry Malloy</b>, <i>"La ley del silencio"</i>), <b>Meryl Streep (Sophie Zawistowska</b>, <i>"La decisión de Sophie"</i>), <b>Al Pacino (Sonny Wortzik</b>, <i>"Tarde de perros"</i>) y <b>Bette Davis (Margo Channing</b>, <i>"Eva al desnudo"</i>).<br />
- <b>Steven Spielberg</b> y <b>Martin Scorsese</b>, entre otros, fueron artífices de la versión restaurada en 1989, que recuperó metraje descartado en su día hasta los 216 minutos actuales.<br />
- <b>Marlon Brando</b> y <b>Albert Finney</b> fueron las dos primeras opciones para el papel de Lawrence, para el que también se tuvo en cuenta a <b>Montgomery Clift</b>, entre otros. En una obra teatral anterior a la película fue Alec Guinness, en la película el príncipe Faisal, quien hizo de Thomas E. Lawrence. David Lean se fijó en O'Toole cuando lo vio en la película <i>"El robo al banco de Inglaterra"</i> (1960).<br />
- La película conquistó 7 Oscar en la gala de la Academia de Hollywood, entre ellos a la mejor película, mejor director, mejor banda sonora (<b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Maurice_Jarre">Maurice Jarre</a></b>) y mejor fotografía (por el impresionante trabajo de <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Freddie_Young">Freddie Young</a></b>). Gregory Peck, por su papel de <b>Atticus Finch</b> en <i>"Matar a un ruiseñor"</i>, ganó el premio de mejor actor al que optaba Peter O'Toole.<br />
- <b>Horst Buchholz</b> y <b>Alain Delon</b> fueron tanteados para el papel de Sherif Ali, que interpretó magistralmente Omar Sharif, que en principio había sido seleccionado para un papel menor. Peter O'Toole se negó a acudir a la presentación oficial de la película en Hollywood si no se invitaba al actor egipcio.<br />
- El episodio de la tortura y la violación de Lawrence no aparece en <i>"Los siete pilares de la sabiduría"</i>, pero sí en otro relato más selecto y restringido del propio autor.<br />
- David Lean sólo se perdió un día de trabajo, por enfermedad, desde que comenzó a trabajar en la película.<br />
<br />
<iframe allowfullscreen="" class="youtube-player" frameborder="0" height="349" src="http://www.youtube.com/embed/oGjENEksvYU" title="YouTube video player" type="text/html" width="425"></iframe><br />
<br />
<iframe allowfullscreen="" class="youtube-player" frameborder="0" height="300" src="http://www.youtube.com/embed/z7TnY94x_mI" title="YouTube video player" type="text/html" width="480"></iframe>Kaplanhttp://www.blogger.com/profile/16388624148587647338noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5689287473752209208.post-87938307437785708352011-01-16T20:04:00.004+01:002011-01-16T20:09:08.516+01:00Alicia Huberman<span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: x-large;"><b>(Ingrid Bergman, "Encadenados")</b></span><br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgMbXyqAeXzE_WKilEGJP8AbUDtgVID8T2g6HawvCj627_LgveImr0rIB8RUhRDbAppewidBcYFHv1ArWeDD2AJrow4oySh7-Fy3EIKOV1b3XaG2TGiLEkFicyEPrrU4y7YzY73unyT9w/s1600/ingrid+5.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="341" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgMbXyqAeXzE_WKilEGJP8AbUDtgVID8T2g6HawvCj627_LgveImr0rIB8RUhRDbAppewidBcYFHv1ArWeDD2AJrow4oySh7-Fy3EIKOV1b3XaG2TGiLEkFicyEPrrU4y7YzY73unyT9w/s400/ingrid+5.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">El agente Devlin protege a Alicia Huberman.</td></tr>
</tbody></table><br />
<b>Alicia Huberman</b> es una mujer única en la filmografía de <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Alfred_Hitchcock">Alfred Hitchcock</a></b>. Por mucho que repase los personajes femeninos de su cine no encuentro a nadie tan sacrificado y entregado como ella. Si acaso posee el aire victimista de <b>Margot</b> (<i>"Crimen perfecto"</i>), comparte la misma afición juvenil por la bebida, la juerga y los hombres que la redimida <b>Melanie Daniels</b> (<i>"Los pájaros"</i>) y se echa en brazos del enemigo, al igual que <b>Eva Kendall</b> en <i>"Con la muerte en los talones"</i>. Además, es tan apasionada que no juega ni coquetea con el amor: Alicia se entrega a Devlin con sincera devoción. A pesar de la fabulosa trama que se teje a lo largo de <i>"Encadenados"</i> (<i><a href="http://www.imdb.com/title/tt0038787/">"Notorious"</a></i>, 1946), se diría que el único propósito que ella persigue es demostrarle a ese hombre que es una mujer de la que se puede fiar y enamorar.<br />
Alicia resulta tan espléndida como la actriz que la interpreta, una <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Ingrid_Bergman">Ingrid Bergman</a></b> que ya había protagonizado excelentes películas, entre ellas <i>"Casablanca"</i> y <i>"Luz que agoniza"</i>. Su carrera y su personalidad resultan admirables; además de una elegante belleza, Bergman poseía un halo trágico que encajaba muy bien en los papeles de cierta complejidad dramática. Su relación con el director italiano <b>Roberto Rossellini</b> destapó la bajeza moral del Hollywood más hipócrita e ingrato, ya que llegaron a declararle persona non grata. Pocos años después la encumbrarían de nuevo entre ovaciones y homenajes, pero el mal ya estaba hecho.<br />
<i>"Encadenados"</i> es una historia de amor que late con fuerza entre botellas enigmáticas, llaves misteriosas, espías nazis, agentes federales y personajes de poderoso magnetismo. Alicia es hija de John Huberman, un agente alemán que ha sido condenado a veinte años de prisión por traición a los Estados Unidos. Agobiada por la presión policial y por su traumática situación familiar, ella sólo quiere olvidarlo todo con juergas, alcohol y compañía masculina.<br />
La película arranca en Miami (Estados Unidos) en abril de 1946. Alicia da una fiesta en su casa tras el juicio a su padre. Reparte whisky y frivolidad entre sus invitados, pero hay uno especialmente que le llama la atención. No habla, no se inmuta; lo vemos de espaldas y sabemos lo atractivo que debe ser a través de la encandilada mirada de Alicia. Cuando se quedan solos descubrimos a <b>T.R. Devlin (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Cary_Grant">Cary Grant</a>)</b>, un tipo elegante y frío, pero con un fuerte magnetismo.<br />
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">Por lo que sabemos a lo largo de la película, ella es una mujer sensual, seductora con los hombres y ociosa, con un nivel de vida lujoso, al igual que los amigos que la acompañan. Parecen vivir en una continua fiesta, ahora en las playas de Miami y al día siguiente en La Habana. Hitchcock sólo nos da una pista acerca de su comportamiento: cuando descubrió las actividades de su padre, su mundo se derrumbó y es posible que actúe con ligereza en la vida para olvidar que es hija de un nazi.<br />
Chica de mala fama: ese es uno de los significados de "notorious", el título original. En versión doblada nos ofrecieron otro igual de sugerente: encadenados. En el momento en que salen afuera y él le coloca un pañuelo a la altura del ombligo sentimos el alcance del título en castellano.</div><i>- ¿No necesitas un abrigo?<br />
- Tú eres mi abrigo.<br />
</i><br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhP2WszCrgwFqxOZVy-9_6-z47tLhxMyBWHDJpSE_ezmkyqFTcpIy7r2PZEQldFeXhVy67LQG3mjv5tUHEnJSOW2akjwADPfExw-l8xFvl6DdsGdth_rnRQcqM6L691agSuDbP2pfCyap8/s1600/ingrid+9.png" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhP2WszCrgwFqxOZVy-9_6-z47tLhxMyBWHDJpSE_ezmkyqFTcpIy7r2PZEQldFeXhVy67LQG3mjv5tUHEnJSOW2akjwADPfExw-l8xFvl6DdsGdth_rnRQcqM6L691agSuDbP2pfCyap8/s400/ingrid+9.png" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Alicia quiere borrarle la sonrisa de la cara a Devlin.</td></tr>
</tbody></table><br />
Devlin es un agente federal, pero ella sólo lo sabrá cuando un policía la detenga por conducir borracha y a gran velocidad, ya que ha decidido borrarle la sonrisa de la cara a ese hombre tan imperturbable y seguro de sí mismo. Alicia reacciona con agresividad al conocer de quién se trata y él le pega un puñetazo en la barbilla para dormirla; al día siguiente le explica el plan: el FBI la quiere utilizar para desmontar una red nazi en Sudamérica que tiene su sede en Brasil. Ella se muestra escéptica incluso cuando le pone una grabación en la que se demuestra que aborrece a padre y defiende el país que los acogió, los Estados Unidos.<br />
Está dividida entre el odio que siente hacia la policía y su atracción por Devlin y éste no hace nada por convencerla, se muestra frío e indiferente. Cuando ella acepta, ni siquiera se lo agradece, simplemente se levanta y se marcha sin más; le deja bien claro que si ha habido algún momento de atracción sólo ha sido porque se trataba de su misión.<br />
En el avión que les traslada a Río de Janeiro hay un momento prodigioso que casi pasa desapercibido. Devlin le ha comunicado que su padre se ha suicidado y para ella resulta un alivio. <i>"Ya no tengo que seguir odiándole ni odiándome a mí misma"</i>. Cuando Alicia contempla la ciudad por la ventanilla de la derecha, su cuerpo y su rostro se inclinan hacia Devlin, que la mira como si hubiera recibido un flechazo instantáneo: resulta absolutamente revelador, porque en apenas tres segundos nos damos cuenta de la súbita atracción que siente hacia esa mujer a la que hasta hace un rato aborrecía.<br />
Huberman se siente fascinada por ese tipo que no le hace ni caso, que contesta con monosílabos y que desconfía de su nuevo estado de ánimo. Se ha enamorado y eso la ha cambiado, pero no parece suficiente para el agente federal, frío, odioso y escéptico.<br />
<i>- ¿Me has oído? Me he vuelto abstemia. Un buen cambio, ¿eh?</i><br />
<i>- Bueno, eso es sólo una frase.</i><br />
<i>- ¿No puede cambiar una mujer?</i><br />
<i>- Sí, cambiar es divertido... durante un rato.</i><br />
Mientras esperan instrucciones del capitán <b>Paul Prescott (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Louis_Calhern">Louis Calhern</a>)</b>, ambos están juntos a todas horas y esa estrecha relación acaba en el primer beso de amor. Alicia ha manejado la situación hasta donde ha querido y se entrega a Devlin sin condiciones. El largo beso en el apartamento, interrumpido por las cortas palabras que se dedican, es un momento de pasión irrepetible en la historia del cine. La mirada de Ingrid Bergman ilumina toda la secuencia hasta que él se despide en la puerta.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqY7DS_1m8pRnrgAfHR4iDlJZTEYPTJdvmSDZGaj9qmFFsVibjfxzXUYWT8upg5opkbtxlunVMx1Xbdlkz_pxwoIsjX9YHwG-Zv25i_4TyYRLIoVGpjRfYJX1FbhNWPMuR-XAkYgGqvgs/s1600/ingrid+6.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqY7DS_1m8pRnrgAfHR4iDlJZTEYPTJdvmSDZGaj9qmFFsVibjfxzXUYWT8upg5opkbtxlunVMx1Xbdlkz_pxwoIsjX9YHwG-Zv25i_4TyYRLIoVGpjRfYJX1FbhNWPMuR-XAkYgGqvgs/s400/ingrid+6.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Uno de los besos más famosos de la historia del cine.</td></tr>
</tbody></table><i><br />
- Nuestro amor es bastante extraño.</i><br />
<i></i><i>- ¿Por qué?</i><br />
<i></i><i>- Porque a lo mejor tú no me quieres. ¿Me quieres?</i><br />
<i></i><i>- Los actos importan más que las palabras.</i><br />
<br />
<i></i>Paul Prescott le cuenta a su agente el plan previsto para Alicia: debe contactar con <b>Alex Sebastian (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Claude_Rains">Claude Rains</a>)</b>, el jefe de la red nazi en Brasil, para saber todos los datos posibles acerca de sus actividades. A Devlin no le gusta la idea y le explica a Prescott que ella no es esa clase de mujeres. Pero su sentido del deber le lleva a retomar esa pose fría y desapasionada cuando vuelve a su lado. Ya no le abraza cuando ella, amorosa, juguetona y bromista, reanuda aquel beso.<br />
<b style="font-style: italic;"><br />
- Este es el momento en que me vas a decir que tienes esposa y dos niños encantadores. Y que esta locura no puede continuar ni un minuto más.</b><br />
<b style="font-style: italic;"></b><i><b>- Apuesto a que has oído eso muchas veces.</b></i><br />
<i><b><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-style: normal; font-weight: normal;">La magia entre ambos ha desaparecido de repente. Alicia se siente humillada y herida por ese golpe bajo que le ha propinado. De nada ha servido el cariño de los últimos días y sus esfuerzos para demostrarle que es una mujer de fiar. Es como volver a empezar. Lo peor es que la misión significa agradar y enamorar a un hombre, es decir, una regresión al pasado que quería olvidar. </span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">"</span></b>¿No dijiste nada? ¿Por ejemplo, que no era la mujer adecuada? Ni una palabra a favor de esta loca enamorada que habías dejado unas horas antes"</i>, lamenta resignada.<br />
Devlin no está por la labor de ayudarla. No quiere decidir por ella. Seguramente bastaría con una insinuación o un leve consejo, pero se muestra hermético incluso cuando le pide, como último recurso, que le diga lo que no se atrevió a decirles a sus jefes: que es buena, que le ama, que no cambiará más. <i>"Espero tu respuesta"</i>, es su lacónica contestación. La habilidad de Hitchcock evita que el público odie a Cary Grant en ese momento: dedica miradas implacables a Alicia, sin un resquicio de compasión ni de simpatía; pero de alguna manera intuimos que en su interior le falta poco para abrazarla.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1cBLx4xDcUpXBi5MT7tH71YWwiQf0S0HkxzPHDl4VtLYbCBrhk39NlN91OogkFjmRfnQ3_m3AOMIz2Yy2j-Q-gyT4_48vDNO-lUMTFch6yO9d9lyMfzxxkylI-koTnDFDQI8bFrB2RMQ/s1600/ingrid+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1cBLx4xDcUpXBi5MT7tH71YWwiQf0S0HkxzPHDl4VtLYbCBrhk39NlN91OogkFjmRfnQ3_m3AOMIz2Yy2j-Q-gyT4_48vDNO-lUMTFch6yO9d9lyMfzxxkylI-koTnDFDQI8bFrB2RMQ/s640/ingrid+1.jpg" width="380" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Ingrid Bergman, fascinante en la película.</td></tr>
</tbody></table><br />
Tal vez lo que nos saca de quicio es que Alicia Huberman es un personaje desamparado que busca la felicidad y el cariño de manera desesperada. Devlin tiene demasiados prejuicios como para colmarla. No sólo ha renunciado a hacerlo, sino que le lanza en brazos de un hombre que estuvo enamorada de ella, aunque no le correspondió.<br />
Alicia contacta con Alex Sebastian y acepta cenar con él. Tras aclararle que Devlin la sigue desde que se conocieron en el avión, le lanza sus redes pero sin alardes, lo justo para conseguir que le invite a su casa. La mansión ya tiene una dueña, <b>madame Anna Sebastian</b> (la impresionante <b><a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Leopoldine_Konstantin">Leopoldine Konstantin</a></b>), que posee una sonrisa y una mente tenebrosas.<br />
<i>- No testificó en el juicio de su padre. Pensamos que no era muy normal.</i><br />
<i>- Él no quiso. No dejó que sus abogados me llamaran a declarar.</i><br />
<i>- Me pregunto por qué lo haría.</i><br />
La madre desconfía de Alicia y no quiere que Alex le dé muchas explicaciones delante de los invitados. Sin embargo, puede observar una escena extraña: un tal Emil Hupke se pone muy nervioso al ver una botella en el salón. Aunque luego pide perdón por su misteriosa reacción, los demás deciden eliminarlo, tarea de la que se encarga <b>Eric Mathis (Ivan Triesault)</b>. Hitchcock ya ha introducido su particular <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Macguffin">macguffin</a>, una botella contiene un misterio que afecta a toda esa red de espías nazis.<br />
Alicia deberá comportarse como una excelente actriz ante Alex: por un lado tiene que enamorarle, lo que no le resultaría difícil antes, pero sí ahora que ama a otro hombre; además, ha de aparentar que ella también siente una atracción hacia él y que Devlin no significa nada, pese a que en el hipódromo han vuelto a estar juntos y Alex Sebastian ha intuido al verlos que hay algo más que simple amistad entre ellos. Quiere estar plenamente convencido de ella. Por eso le pide en matrimonio.<br />
La proposición sorprende a Alicia, a Devlin y a los jefes del FBI, quienes creen que la capacidad seductora de la joven ha sido la clave del éxito. Cuando le preguntan a la señorita Huberman si llegaría tan lejos por la misión, ella mira constantemente a Devlin, que está vuelto de espaldas sin querer saber nada. Como siempre, él está esperando que ella decida. Alicia habla con Prescott y con los demás, pero su mirada está fija en la figura ausente de su amante por si encuentra algún signo que le impida casarse con Alex. Pero sólo halla sarcasmo.<br />
Tras la luna de miel, Alicia asume el mando de la casa sin tener que enfrentarse a la madre, obligada por su hijo a mantenerse en un segundo plano. Dispone de todas las llaves de la mansión excepto una, la de la bodega. Cuando vuelve a encontrarse con Devlin, éste tiene claro que el misterioso asunto de la botella sólo se podrá resolver si ella se apodera de la llave. Por primera vez en mucho tiempo demuestra comprensión y simpatía hacia ella.<br />
<i>- Lo estás haciendo muy bien.</i><br />
<i>- No es divertido, Dev.</i><br />
<i>- Un poco tarde para eso, ¿no?<br />
</i><br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgycZtXUDUcH_LL-uv3H6J1OaOMHypt7KLs2Synu4MHJTZnsX_Y97c_lVV6JNPajDtugRq8BLPY1RyNB7DWqCOuNUnKMTo4PngDeo8fcWbe2VFWEjd38H_V4NOMtFu2mllF0ei_zRmFf5U/s1600/ingrid+3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="296" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgycZtXUDUcH_LL-uv3H6J1OaOMHypt7KLs2Synu4MHJTZnsX_Y97c_lVV6JNPajDtugRq8BLPY1RyNB7DWqCOuNUnKMTo4PngDeo8fcWbe2VFWEjd38H_V4NOMtFu2mllF0ei_zRmFf5U/s400/ingrid+3.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Devlin y Alicia, en su habitual punto de encuentro.</td></tr>
</tbody></table><br />
La tensión se dispara. Hasta entonces sólo ha tenido que desplegar sus armas femeninas, pero ahora deberá jugar a espías sin serlo. La escena en que le quita a Alex la llave de la bodega es magistral, con primeros planos que aceleran el corazón. Alex le coge sus manos con cariño, abre su puño derecho y lo besa; va a coger el izquierdo, donde está su llave, y ella se lanza a abrazarle. Es un aperitivo de la soberbia secuencia de la fiesta, que nos tiene en vilo desde el instante en que Alicia le entrega la llave a Devlin, que ha sido convenientemente invitado. El suspense se recrea en las botellas de champán que se van abriendo para los invitados: a la velocidad en que los camareros las descorchan es posible que el anfitrión tenga que bajar a la bodega a por más... y no tiene la llave.<br />
Mientras Devlin aparenta, como siempre, una pasmosa serenidad, el espectador se pone en la piel de Alicia, que está sufriendo una angustia interminable conforme observa cómo se agotan poco a poco las reservas de champán. En un gesto casi inútil, ella rechaza siempre las copas que le ofrecen; al mismo tiempo, procura mantener una sonrisa forzada porque es consciente de que su marido vigila todos sus movimientos.<br />
La tensión se eleva cuando Devlin y Alicia bajan a la bodega para investigar. Él tira al suelo sin querer una botella pero lo que se derrama no es líquido, sino una sustancia arenosa que podría ser uranio. No hay apenas tiempo para nada: Alex está llegando a la bodega con su criado para coger más champán y la única manera de que no sospeche que han estado fisgando es representar una escena amorosa. Para la nueva señora Sebastian no es, sin embargo, ninguna representación: estaba deseando volver a besar a Devlin, aunque a Alex le cuenta que no ha podido evitarlo, que el invitado estaba borracho e iba a montar un escándalo. Él sólo tiene que aparentar sentirse despechado ante el marido: <i>"La conocí y la quise antes que usted, pero no he tenido tanta suerte"</i>, le explicará.<br />
La escena teatral no ha servido para nada porque Alex se percata de que le falta la llave de la bodega. Al acostarse deja el manojo de llaves en su escritorio; a la mañana siguiente aparece la que buscaba. Enseguida se da cuenta de todo. <i>"Me he casado con una espía americana"</i>, le revela a su madre. Anna Sebastian sabe tan bien como su hijo que sus camaradas le matarán si se enteran, pero decide un plan: <i>"Tiene que irse... pero lentamente. Podría caer enferma"</i>.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpzZtZ9T6v7GmldMzxu72kLq-lzb4EMkMo8-JpsR9st4zO9QCLY2TsAboH7DZz4HmulawwBiER3_WmlQ3Ogq_RJ0cJqzh3T7Ml6HK8NPsEQSWbEd7zU_uSMAu-K4b9Ud-q8pBEVzj-j9A/s1600/ingrid+7.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="305" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpzZtZ9T6v7GmldMzxu72kLq-lzb4EMkMo8-JpsR9st4zO9QCLY2TsAboH7DZz4HmulawwBiER3_WmlQ3Ogq_RJ0cJqzh3T7Ml6HK8NPsEQSWbEd7zU_uSMAu-K4b9Ud-q8pBEVzj-j9A/s400/ingrid+7.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Alicia agoniza en la cama, envenenada poco a poco. </td></tr>
</tbody></table><br />
El veneno que le suministran en el café le va debilitando poco a poco. Su aspecto cuando se reencuentra con Devlin en su banco de cita habitual es el de una mujer agotada y enferma, pero ella se lo oculta porque él no le ha revelado lo que ya sabe, su intención de marcharse de Brasil e irse a España. Se siente herida de nuevo y lo último que desea es darle lástima.<br />
<i>- ¿Enferma?</i><br />
<i>- No, resaca.</i><br />
<i>- Vaya novedad, has vuelto a la botella.</i><br />
<i>- Me aligera las tareas.</i><br />
Alicia rompe la relación con Devlin de una manera simbólica: le devuelve el pañuelo que él le anudó en su cintura cuando se conocieron; lo ha guardado desde entonces como si fuera su anillo de compromiso. La forma en que habla y mira a Devlin, con una profundidad y una sinceridad espléndidas, dice mucho de Ingrid Bergman en esa excelente escena, una de las mejores de la película.<br />
Pero, sin duda, el momento más impresionante de la actriz es cuando descubre por sorpresa que no está enferma, sino que la están envenenando. El doctor <b>Anderson (Reinhold Schünzel)</b>, otro de los agentes nazis, acude a visitarla y le anima a curarse en las montañas Aymores. Alex corta la conversación de golpe para que el médico no revele nada del proyecto que llevan a cabo; cuando el doctor se dispone a coger la taza de café de Alicia por equivocación, madre e hijo reaccionan alarmados. Ella mira la taza y se da cuenta de lo que está ocurriendo; se levanta, trata de ahogar el horror que le produce su terrible descubrimiento; se marcha hacia la habitación y cae desmayada antes de llegar a las escaleras. Cuando recobra el conocimiento grita de impotencia porque sabe que va a morir. Sinceramente, creo que es una de las escenas mejor elaboradas por Hitchcock y un prodigio de actuación por parte de Ingrid Bergman.<br />
Alex Sebastian y su madre la recluyen en una habitación a la espera de su lenta muerte. Se encuentra tan débil que no puede escapar. Devlin ha estado un día entero esperándola e intuye que algo grave está pasando, por lo que decide ir a la casa. Por primera vez actúa según lo que le dicta el corazón. Cuando la encuentra y descubre cómo está, por primera vez le confiesa su amor. Alicia está absolutamente feliz pese a su delicado estado de salud. <br />
<br />
<i><b>- Dilo otra vez. Me mantiene despierta.</b></i><br />
<i><b>- Te quiero.</b></i><br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjIU2ED9a6O0F2bcWcO3R9X1CSPBFqn4Q5oIn3MjuftH7aqIthdAKbuQ4qHjVrxQdNRhFpMcLwgGyHn8gWmXPyqTnLOX-jtlze6vzEEqXzz97hggo72p90-9sCJ-lNIUuvK2H-iIU7Btg/s1600/ingrid+10.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="303" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjIU2ED9a6O0F2bcWcO3R9X1CSPBFqn4Q5oIn3MjuftH7aqIthdAKbuQ4qHjVrxQdNRhFpMcLwgGyHn8gWmXPyqTnLOX-jtlze6vzEEqXzz97hggo72p90-9sCJ-lNIUuvK2H-iIU7Btg/s400/ingrid+10.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Devlin, Alicia, Anna Sebastian y su hijo Alex, en la soberbia escena final.</td></tr>
</tbody></table><br />
La escena final de <i>"Encadenados"</i> es una obra maestra por sí sola. Devlin maneja la situación con una soltura envidiable mientras desciende las escaleras lentamente con ella a su lado. Alex, que inspira más compasión que odio -al margen de esas maquinaciones nazis que jamás llegamos a saber en qué consisten exactamente- es la víctima ahora. Cuando Devlin le cierra las puertas del coche sabemos que está sentenciado por sus camaradas. Dentro, Alicia sonríe feliz. Ha tenido que casarse con un tipo al que no quería y estar al borde de la muerte para que el hombre al que ama le abra por fin su corazón. Nosotros sólo podemos decir: Ya era hora, Devlin.<br />
<br />
<object height="407" width="510"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/yjy5WWgoyEE?fs=1&hl=es_ES"></param><param name="allowFullScreen" value="true"></param><param name="allowscriptaccess" value="always"></param><embed src="http://www.youtube.com/v/yjy5WWgoyEE?fs=1&hl=es_ES" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="510" height="407"></embed></object><br />
<br />
<object height="407" width="510"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/B6w-mPky7WE?fs=1&hl=es_ES"></param><param name="allowFullScreen" value="true"></param><param name="allowscriptaccess" value="always"></param><embed src="http://www.youtube.com/v/B6w-mPky7WE?fs=1&hl=es_ES" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="510" height="407"></embed></object>Kaplanhttp://www.blogger.com/profile/16388624148587647338noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5689287473752209208.post-8206088045970205472011-01-10T06:49:00.000+01:002012-07-06T08:51:41.411+02:00Phil Connors<span class="Apple-style-span" style="color: blue; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif; font-size: x-large;"><b>(Bill Murray, "Atrapado en el tiempo")</b></span><br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmoYdxhC4YeyeJZhxnahofXjquyUjrMpLEoW7sO7M7UdFiMMb5-Zi8E9pii4JH4ssRIOYd4awxyzLIMtKfEsaWBiLBSbSbfXFAo0Lj7hRVjkoFVI8AyCp-v3OxScEBhqmSlSoC1wnDFZc/s1600/bill+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="226" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmoYdxhC4YeyeJZhxnahofXjquyUjrMpLEoW7sO7M7UdFiMMb5-Zi8E9pii4JH4ssRIOYd4awxyzLIMtKfEsaWBiLBSbSbfXFAo0Lj7hRVjkoFVI8AyCp-v3OxScEBhqmSlSoC1wnDFZc/s400/bill+1.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Phil contempla a Ned Ryerson, una de sus pesadillas.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<br />
<i><b>"Yo les daré una predicción del invierno: Va a ser duro; va a ser gris; y va a durarles el resto de su vida"</b></i></div>
<div>
<br />
Un hombre repite el mismo día una y otra vez, durante años y años, hasta que le sale perfecto. Durante ese bucle temporal ha conseguido convertirse en una persona extraordinaria. Ya puede caer la siguiente hoja del calendario. Así, de manera literal, podría resumir el argumento de <i>"Atrapado en el tiempo" ("<a href="http://www.imdb.com/title/tt0107048/">Groundhog day</a>", </i>1993<i>), </i>de <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Harold_Ramis">Harold Ramis</a></b>.<i> </i>Se trata de una hermosa metáfora sobre nuestra condición humana: podemos ser felices y hacer felices a los demás, pero desaprovechamos las horas en otros empeños que nos parecen más importantes. Este es un simple análisis, porque budistas, teólogos del cristianismo y filósofos han sido capaces de encontrar en este film muchas más interpretaciones. Se trata de una película de culto... incluso religioso.<br />
<b>Bill Murray</b> es un grandísimo actor, aunque a menudo da la impresión de que él mismo no se lo cree. Me recuerda a <b>Buster Keaton</b>, porque con la misma cara es capaz de expresar múltiples sentimientos y estados de ánimo. En su etapa de comedia loca, desenfadada, para adolescentes (<i>"El club de los chalados", "El pelotón chiflado", "Los cazafantasmas"</i>...) ya me resultaba más original que <b>Chevy Chase, John Candy</b> o <b>Dan Aykroyd</b>. Incluso en <i>"Vaya par de idiotas"</i> o <i>"Space Jam"</i> ofrece un notable sentido del humor en comparación con el tono de ambas películas.<br />
Murray sorprende en "<i>Ed Wood", "La tienda de los horrores"</i> (genial en su corto papel del paciente masoquista que acude al dentista), la olvidada <i>"Quick change"</i> (<i>"Con la poli en los talones"</i>, como se tradujo aquí, es normal que esté olvidada), <i>"Abajo el telón"</i>... De repente dio un giro algo más dramático (<i>"Academia Rushmore", "Lost in traslation", "Los Tenenbaums", "Flores rotas"</i>...) y se ha convertido en un actor capaz de todo. Incluso de afrontar el que, a mi juicio, es uno de los papeles más impactantes de su carrera, el de <b>Steve Zissou</b>, de <i>"Life Aquatic"</i>: Tan genial como el de Phil Connors.<br />
<b>Phil Connors (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Bill_Murray">Bill Murray</a>)</b>, el hombre del tiempo de un canal local de Pittsburgh (Estados Unidos), es un tipo egocéntrico, vanidoso y cínico. Se considera muy superior a sus compañeros, a quienes desprecia continuamente con su sarcasmo; este es un recurso que ha debido utilizar muy a menudo porque burlarse de manera irónica forma parte ya de su naturaleza.</div>
Phil no pone entusiasmo en su trabajo y observa la vida desde lejos, sin implicarse en nada. Con el cámara <b>Larry (<a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Chris_Elliott">Chris Elliott</a>)</b> y una productora de la cadena, <b>Rita (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Andie_MacDowell">Andie MacDowell</a>),</b> tiene que ir a la pequeña localidad de Punxsutawney (Pensilvania) para cubrir lo que él considera una estupidez, el Día de la Marmota. Cuando Rita le hace ver que puede ser un evento divertido, él replica con su tono de siempre: <i>"¿Eres nueva, no? Oye, a la gente también le gusta la sangre frita. La gente es imbécil"</i>.<br />
Su ego de estrella televisiva le impide relacionarse con sus compañeros y por eso duerme en una señorial casa de huéspedes y cena solo. A las seis en punto de la mañana le suena el despertador con la emisora local, que ha puesto la canción <i>"I got you, babe"</i>, de <b>Sonny&Cher</b>. Ha llegado el día indicado.<br />
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBO8VwatUFd9oY9qEEJi_LSFJUwzSqW9aAO1cH6kpfH_IgpSRl1E7u0-qi2iZizj2Eiv317HEL6twxgiuOfZh-GK5L4cutdlqcpyMDLZeEXLXAv0Gj_0vyGWvMWP26KWRBUqwBCPoMBe8/s1600/bill+6.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="131" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBO8VwatUFd9oY9qEEJi_LSFJUwzSqW9aAO1cH6kpfH_IgpSRl1E7u0-qi2iZizj2Eiv317HEL6twxgiuOfZh-GK5L4cutdlqcpyMDLZeEXLXAv0Gj_0vyGWvMWP26KWRBUqwBCPoMBe8/s200/bill+6.jpg" width="200" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">La hora maldita. </td></tr>
</tbody></table>
A lo largo de la primera jornada vamos a descubrir perfectamente cómo es su soberbia personalidad. Nada más salir de la habitación desprecia la trivial conversación con un inquilino y se muestra hiriente y mordaz con la <b>señora Lancaster (Angela Paton)</b>, la dueña del establecimiento, quien se ha atrevido a preguntarle por el tiempo.<br />
<i>- ¿Se va a marchar hoy, señor Connors?</i><br />
<i>- La probabilidad de marcha hoy es del 100%.</i><br />
Phil se muestra muy falso con el viejo que pide limosna en la esquina: en vez de pasar de largo sin más, hace como que saca la cartera pero no le da nada; de inmediato tropieza con un antiguo y repelente compañero de colegio, ahora vendedor de seguros, a quien no recuerda en absoluto. <i>"Ned, me encantaría quedarme a charlar contigo... pero no voy a hacerlo"</i>.<br />
El presidente del Club Groundhog, <b>Bruce (Brian Doyle-Murray</b>, hermano de Bill Murray en la vida real), saca a la marmota Phil de su madriguera y ésta ve una sombra, lo que significa que el invierno durará seis semanas más. Phil Connors hace una alocución sin alma, escéptica y burlona. Incluso califica de "rata" a la marmota que se llama irónicamente como él. Ni siquiera hace una segunda toma, porque lo único que desea es salir de ese pueblo cuanto antes y volver a Pittsburgh. No obstante, un inesperado temporal de nieve -que él no había pronosticado- les obligará a regresar a Punxsutawney para quedarse a dormir.<br />
Así transcurre el único día real de Phil Connors en el pequeño pueblo de la marmota. A partir de entonces, el personaje atravesará por una serie de fases que van a marcar profundamente la evolución de su existencia hasta que consiga culminar un día perfecto.<br />
<b><br />
Fase de asombro e incredulidad</b><br />
Dura varios días y arranca, como siempre, a las 6.00 horas. Phil vuelve a escuchar <i>"I got you, babe"</i> por la radio. <i>"Muy bien, chicos, habéis puesto la cinta de ayer"</i>. Está ligeramente inquieto, pero todavía más cuando mira por la ventana y observa que pasea mucha gente por la calle a esas horas. Por si fuera poco, su vecino de habitación parece burlarse de él cuando le pregunta si va a la ceremonia del Día de la Marmota. La misma sensación le ocurre con la señora Lancaster.<br />
<i>- ¿Alguna vez ha tenido un déjà vu?</i><br />
<i>- Creo que no, pero miraré en la cocina.</i><br />
Esta vez la probabilidad de marcha es del 70 al 80%. Phil está desconcertado, cree que todos le están gastando una broma absurda, sobre todo cuando su pesado ex compañero de colegio <b>Ned Ryerson (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Stephen_Tobolowsky">Stephen Tobolowsky</a>)</b> vuelve a abordarle como si no lo conociera. Pero cuando llega a la ceremonia se da cuenta de que algo muy raro está ocurriendo y no existe explicación. Por la noche rompe un lápiz y al día siguiente, a las seis de la mañana, está intacto.<br />
Phil está muy asustado. Sale a la calle sin hablar con nadie. Tampoco hace su trabajo. Le explica a Rita lo que le ocurre, pero lógicamente ella no le cree. Acude al médico para que le reconozca y luego al psiquiatra, pero éste parece más aterrado que Phil. <i>"Creo que tenemos que vernos otra vez. ¿Qué le parece mañana? ¿No... le va... bien?"</i>.<br />
<b><br />
Fase de diversión</b><br />
En la bolera se emborracha con dos hombres de la localidad, <b>Gus (Rick Ducommun)</b> y <b>Ralph (Rick Overton)</b>. Han pasado muchos 2 de febrero y ya no está alarmado ni apenas intrigado por lo que le ocurre. Sólo se pregunta por qué no pudo repetir el día en que estuvo en las Islas Vírgenes con una chica, comiendo langosta, bebiendo piña colada y haciendo el amor. <i>"Aquel sí fue un buen día"</i>, les cuenta a sus nuevos amigos, que no comprenden nada, pero que añaden una comicidad extra a lo que le ocurre a Phil.<br />
<br />
<i>Phil: ¿Qué haríais vosotros si estuvierais atrapados en un lugar y cada día fuera el mismo y nada de lo que hicierais importara?</i><br />
<i>Ralph: Ese es el resumen de mi vida.</i><br />
<br />
El encuentro con estos dos hombres le abre los ojos a Phil. Descubre que puede hacer lo que quiera sin que existan consecuencias al día siguiente. Se pone al volante, conduce a lo loco por la ciudad y por las vías del tren, choca contra otros vehículos y se burla de la policía. Acaba la noche en la cárcel, pero, como esperaba, despierta en su habitación.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-70gtLxWW4UKvvSo0PLrgQoFdNJxtIv7T-p85oHP0Qz41VajmLqNjqakgLOwXMPLfwY-F8rnIuiGY3I67wMs43upVjeOvveUm1BdPohUGfvARZZef13Ozl8xXG4uS5TfssuzPAp_STzE/s1600/bill+9.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-70gtLxWW4UKvvSo0PLrgQoFdNJxtIv7T-p85oHP0Qz41VajmLqNjqakgLOwXMPLfwY-F8rnIuiGY3I67wMs43upVjeOvveUm1BdPohUGfvARZZef13Ozl8xXG4uS5TfssuzPAp_STzE/s400/bill+9.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Phil no se toma en serio su trabajo.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
Puede hacer lo que se le antoje y se dedica a ello con entusiasmo: A Ned le pega un soberbio puñetazo al saludarle; en vez de ir a trabajar se queda en un café y se atiborra de dulces como nunca en su vida. Cuando conoce a <b>Nancy Taylor (Marita Geraghty)</b>, le sonsaca todos los datos que necesita para al día siguiente hacerse pasar por un antiguo compañero de colegio y ligar con ella. Le puede mentir y pedirle que sea su esposa, porque Nancy no está viviendo su día y no recordará nunca nada.<br />
Phil tiene todo el tiempo del mundo para, por ejemplo, robar el dinero de una furgoneta blindada con absoluta precisión, ya que día tras día se aprende de memoria todos los movimientos de los guardias. El mundo a su alrededor repite exactamente las mismas acciones, a diferencia de lo que le sucede a él, que acumula todas las experiencias para su provecho.<br />
<br />
<b>Fase de interés por Rita</b><br />
Rita le atrae desde antes de quedar encerrado en el bucle temporal, pero va a tener que trabajar mucho para conquistarla en sólo veinticuatro horas. A lo largo de los días, Phil Connors se entera de cómo debe ser su hombre ideal, cuál es su bebida favorita, sus gustos y aficiones. Y conforme acumula esos datos los aplica para asombrarla y seducirla. Incluso tiene tiempo para aprender unos versos en francés. Consigue provocar una gran atracción entre ambos.<br />
<i>- Es un día perfecto. No se podría planear un día así.</i><br />
<i>- Sí se puede, sólo hay que trabajarlo mucho.</i><br />
Se besan, pero no es suficiente para hacer el amor con ella. Rita detecta siempre una sombra de falsedad en Phil y, por mucho que éste lo intente, día tras día sólo obtendrá sonoras bofetadas.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMoNc_-ZEj5pM6_H_gJOh6mtiDXq5a3HPMyU444NGxfNKlCp-VJx0Es3oNE1KpUgabMK0tvFaal6tSCZZ8j84M-ywUF588StahvrOt3vlg3u0b9VErVyXLSBYKph7mnvaphGaTpZ85btM/s1600/bill+2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMoNc_-ZEj5pM6_H_gJOh6mtiDXq5a3HPMyU444NGxfNKlCp-VJx0Es3oNE1KpUgabMK0tvFaal6tSCZZ8j84M-ywUF588StahvrOt3vlg3u0b9VErVyXLSBYKph7mnvaphGaTpZ85btM/s400/bill+2.jpg" width="266" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Phil trata de asombrar a Rita.</td></tr>
</tbody></table>
<b><br />
Fase de suicidio</b><br />
El rechazo permanente de Rita ha debido hacer mella en su carácter. Ya no se divierte. Una mañana llega a la ceremonia con ojeras, el rostro fatigado y sin arreglar. Al día siguiente decide quedarse en la casa de huéspedes; ha visto tantas veces el mismo concurso de televisión que, ante la admiración de los inquilinos y de la dueña, responde con acierto todas las preguntas, incluso antes de que el presentador las formule.<br />
Phil está al borde de la locura porque no soporta más ese encierro permanente en el mismo día. Se ha convertido en una condena perpetua. En la ceremonia realiza una locución agresiva e insultante: <i>"Esto es penoso; miles de personas helándose el culo esperando para adorar a una rata. ¡El Día de la Marmota solía significar algo en este pueblo, solían sacar a la marmota y comérsela! ¡Son unos hipócritas! ¡Todos!"</i>, acaba gritando.<br />
En muchas ocasiones la pagará con el despertador, hasta que finalmente decide actuar. Ante la cámara lanza un discurso siniestro: <i>"No hay manera de que este invierno se vaya a acabar nunca mientras esta marmota siga viendo su sombra. No veo ninguna otra salida; hay que detenerla. Y debo hacerlo yo"</i>. Secuestra a la marmota porque llega a pensar que la solución a sus problemas es eliminarla. O matarse a sí mismo. Phil se lanza con Phil marmota por un precipicio, pero a las seis de la mañana se despierta como siempre. Durante mucho tiempo probará varios sistemas de suicidio: se lanza desde un balcón al vacío, se electrocuta con un tostador, sale al paso de un camión...<br />
<br />
<b>Fase de resignación</b><br />
En esta etapa de su condena parece haber aceptado su suerte sin saber si cambiará algún día. Quizá en su interior considera que es el precio que hay que pagar por la inmortalidad. No sabemos lo que piensa realmente, aunque a Rita le confiesa que es un dios. De nuevo en el café, siempre con la <b>camarera Doris (Robien Duke)</b> como testigo, exhibe sus "poderes": Después de tantos años transcurridos en el mismo día se sabe la vida de cada uno de los clientes del bar, calcula con rutinaria precisión cuándo se le va a caer al camarero la bandeja y qué es lo que va a decir Larry cuando entre a buscarlos para marcharse en la furgoneta. <br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEis2qK-dWYhJL1yY4j7vF-lDEaa7_xohN6WWi7U2lQOsW54wyRoLO28oZC2gjNMzm44tp83DUiRpd0GbKJ82OQ1lnEf99gIWGecuYjqI9d_fwjZ1iAjzOqTIZVfkmhty69FU6gIOVJihkc/s1600/bill+5.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEis2qK-dWYhJL1yY4j7vF-lDEaa7_xohN6WWi7U2lQOsW54wyRoLO28oZC2gjNMzm44tp83DUiRpd0GbKJ82OQ1lnEf99gIWGecuYjqI9d_fwjZ1iAjzOqTIZVfkmhty69FU6gIOVJihkc/s400/bill+5.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Rita y Phil, esperando a que sean las seis de la mañana.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
Rita confía de repente en él; le parece imposible que alguien tan ególatra haya sido capaz de saber tanto sobre ella. Y Phil sabe muchísimo sobre su compañera. Ella decide pasar el día a su lado para comprobar qué es lo que ocurre. Juegan a lanzar las cartas de la baraja en un sombrero, algo en lo que él es experto porque ha estado practicando cinco horas al día durante seis meses. Phil Connors consigue sorprenderle, pero tiene claro que lo peor <i>"es que mañana habrás olvidado todo esto y seguirás pensando que soy un capullo"</i>.<br />
La etapa de resignación y sinceridad tampoco ha dado resultado. Rita se queda con él en la cama hasta el final. Ya no desconfía como al principio porque Phil no alberga ninguna intención de acostarse con ella. Está realmente enamorado y se le declara mientras su compañera cae dormida a las tres de la madrugada. Tres horas más tarde ya no está y suena de nuevo <i>"I got you, babe"</i>.<br />
<br />
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<b>Fase de perfección</b></div>
En esta etapa, Phil es una nueva persona. Ha tardado mucho tiempo en darse cuenta de que se puede afrontar la vida con compromiso en vez de escepticismo, con solidaridad en lugar de egoísmo, con ilusión en vez de indiferencia. Un buen día aparece por la calle y le ofrece una generosa limosna al vagabundo que siempre había despreciado; llega a la fiesta con una bandeja de cafés y dulces para Larry y Rita, al tiempo que les indica cuál es el sitio idóneo para conseguir las mejores tomas. Incluso le dirige la palabra al cámara: <i>"Nunca hablamos, Larry, ¿tienes hijos?"</i>.<br />
Necesita sentirse útil, aprender experiencias nuevas y satisfacer a la gente. Es algo nuevo en su vida. Decide aprender a tocar el piano y para ello le paga mil dólares a la profesora. Tendrá que pagárselos cada día, eso sí, pero mientras que para ella siempre será un alumno nuevo, él acumulará día a día sus conocimientos.<br />
Por primera vez saluda con efusión y verdadero entusiasmo al vecino de la habitación de enfrente, que sonríe con auténtica satisfacción. Realmente cuesta bien poco hacer felices a los demás. Ha aprendido a hacer figuras de hielo y deja a todos boquiabiertos. Incluso a Ned lo recibe efusivamente... hasta cierto punto:<i> "No sabes cuánto te he echado de menos. No sé hacia dónde vas, pero, ¿por qué no avisas de que estás enfermo?"</i>, le suelta para quitárselo de encima.<br />
Que Phil Connors no es un dios lo asume cuando no puede evitar que el viejo vagabundo al que ha ayudado por la mañana muera en el hospital por la noche. Durante días tratará de impedir ese desenlace inevitable: le dará de comer, le reanimará, pero será inútil: para ese anciano el 2 de febrero siempre será el final de su camino.<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjm2GKvYBIYx1HhjtiPCymoltZPClI60CDIB6chzmbY330fqBkgn9UGZTzaGfcmogz9Z9vTyMOhsm_PuRa6kY7CF1ci6RM9o7wUf2ZO_7DfOw7cgiOcgijhTvDJIDdo6L0GdTOfMpVhI6Q/s1600/bill+8.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjm2GKvYBIYx1HhjtiPCymoltZPClI60CDIB6chzmbY330fqBkgn9UGZTzaGfcmogz9Z9vTyMOhsm_PuRa6kY7CF1ci6RM9o7wUf2ZO_7DfOw7cgiOcgijhTvDJIDdo6L0GdTOfMpVhI6Q/s400/bill+8.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Por primera vez, Phil emociona a todos con su presentación.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
Decía antes que hacer felices a los demás cuesta bien poco. Phil realiza una impecable presentación del Día de la Marmota que emociona a todos los presentes y causa una gran admiración en Larry y Rita. Está poniendo su corazón en lo que hace y eso se nota: <i>"No podría imaginar una suerte mejor que un largo y hermoso invierno"</i>, acaba entre los aplausos de los asistentes.<br />
Claro que hacer el bien requiere su tiempo. Conoce tan bien a los habitantes de la ciudad que ya sabe cuándo tiene que intervenir exactamente para salvar a un niño que se cae de un árbol, ayudar a un comensal que se estaba atragantando o arreglar el pinchazo que sufren unas viejecitas en su coche. <i>"No hay de qué, señoras, tenía el neumático y el gato. Pónganse cómodas, será un instante"</i>.<br />
Nunca había acudido por la noche a la fiesta de la Marmota, pero esta vez es especial. Phil está en el escenario tocando el piano como un profesional. Casi todos le conoce y le quieren pese a que, en teoría, sólo ha estado un día en Punxsutawney. Rita se queda asombrada al verle.<br />
<br />
<i>- ¿Pero qué has hecho hoy?</i><br />
<i>- Oh, nada, lo de siempre.</i><br />
<br />
Phil Connors ha hecho en un día por los demás mucho más que en toda su vida. Incluso le ha comprado a Ned todas las pólizas de seguros existentes. Rita, que ha pujado 339,88 dólares por quedarse con él a lo largo de la noche, empieza a creer que le ha salido barato. Cuando le hace una escultura de hielo verdaderamente hermosa de su busto hay algo mágico en esa escena que lo resumen en una frase: <i>"No importa lo que pase mañana o el resto de mi vida; ahora soy feliz, porque te quiero"</i>.<br />
Toca el despertador. Son las 6.00 horas. Vuelve a sonar "I got you, babe". Pero todo ha cambiado. Rita está a su lado, no hay nadie en la calle y la radio habla de otro día. <i>"¿Sabes qué día es hoy? Hoy es mañana"</i>.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8hm3Nbmbzi_LVlFNX4X8uGvEqxQaffdco7WmuO8BMSDHmq9NxDKUUDiqNgOoil7iR4LHeK57jMmj0Sqx-DjAJX6oeWCr7hyphenhyphenOmx4qEIjeCYlfvuKRB07gG9T32ZBviJuvX-6Pn6qRXozw/s1600/bill+3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8hm3Nbmbzi_LVlFNX4X8uGvEqxQaffdco7WmuO8BMSDHmq9NxDKUUDiqNgOoil7iR4LHeK57jMmj0Sqx-DjAJX6oeWCr7hyphenhyphenOmx4qEIjeCYlfvuKRB07gG9T32ZBviJuvX-6Pn6qRXozw/s400/bill+3.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>"¿Sabes qué día es hoy? Hoy es mañana"</i>.</td></tr>
</tbody></table>
<b><br />
La película</b><br />
- Aunque se han apuntado muchas fuentes e incluso hubo denuncias de plagio, el planteamiento original se le ocurrió al guionista <b><a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Danny_Rubin">Danny Rubin</a></b>, que estaba dándole vueltas a dos ideas: las posibilidades que tiene una persona de cambiar su carácter si es inmortal y la pesadilla de un chico que tiene que vivir siempre el mismo día. La elección del <b><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/D%C3%ADa_de_la_marmota">Día de la Marmota</a></b> como fecha concreta fue una decisión casual: Rubin empezó a mirar el calendario y tropezó con el 2 de febrero y esa particular fiesta del pueblo de Punxsutawney, en Pensilvania (Estados Unidos).<br />
- <i>"Atrapado en el tiempo"</i> se convirtió en una película de culto sobre todo para los budistas, ya que aborda algunos de los fundamentos de sus creencias, el karma, el samsara o la reencarnación. También algunos teólogos han querido ver connotaciones del cristianismo y del judaísmo en este film. Lo cierto es que Rubin reveló que había pensado mucho en la novela alegórica de <b>Herman Hesse</b> <i>"Siddhartha"</i>, escrita en 1922, y que contiene una alta espiritualidad.<br />
- Harold Ramis y Danny Rubin discutieron mucho sobre la posibilidad de ofrecer una explicación a ese bucle en el tiempo que sufre el protagonista. Phil Connors habría sido víctima del embrujo de una mujer despechada, que le hechiza para que se quede atrapado en ese día concreto. Afortunadamente, descartaron explicar los motivos. <br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHK7OvnDbMTEW0CwvLmK4Jizc2qUk93Ok4qoqi-_4iGmOTdlCgJ2-D9LR2aJUDgDefeIAMyCdPGZqWPpkrmTdAQYhnwb6mN7CUYBn52ebO2Ahfk8zLZZoR9TchoiMJBQao3PGZle9wg6M/s1600/bill+7.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="120" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHK7OvnDbMTEW0CwvLmK4Jizc2qUk93Ok4qoqi-_4iGmOTdlCgJ2-D9LR2aJUDgDefeIAMyCdPGZqWPpkrmTdAQYhnwb6mN7CUYBn52ebO2Ahfk8zLZZoR9TchoiMJBQao3PGZle9wg6M/s200/bill+7.jpg" width="200" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Harold Ramis.</td></tr>
</tbody></table>
- En el primer borrador del guión, el protagonista está convencido de que la hoja del calendario sólo se moverá si mata a la marmota Phil; Ramis y Rubin descartaron esa idea para que Phil Connors no estuviera toda la película persiguiendo al roedor.<br />
- Otra idea descartada del guión primitivo consistía en que Rita se quedaba atrapada en el tiempo el 3 de febrero justo cuando Phil lograba escapar.<br />
- Bill Murray sufrió el ataque de la marmota en la escena en que la rapta: Punxsutawney Phil, como se llama realmente el animal, le mordió dos veces en la mano.<br />
- En una página web calcularon que Phil pasa atrapado en el tiempo un total de 8 años, 8 meses y 16 días. Harold Ramis entró un día en esa página para explicar que harían falta al menos 30 o 40 años para cambiar de forma tan radical a una persona. <br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7kekoS9ilomfEeQvzWoFbTMy8rfMKV3qvbzUsJE_k_jRa7d9LMAyXotTB5fQdTMUiqzL0dOZCgXumMViBX158RUOXEZnea49_8T6hE-cl53CWd4Skf17AJO6bSK_F8lmxcikORmef49o/s1600/bill+4.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="136" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7kekoS9ilomfEeQvzWoFbTMy8rfMKV3qvbzUsJE_k_jRa7d9LMAyXotTB5fQdTMUiqzL0dOZCgXumMViBX158RUOXEZnea49_8T6hE-cl53CWd4Skf17AJO6bSK_F8lmxcikORmef49o/s200/bill+4.jpg" width="200" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Aquí pisó Bill Murray.</td></tr>
</tbody></table>
- La película se rodó, en realidad, en Woodstock (Illinois). El agujero encharcado donde siempre mete el pie Bill Murray es ahora una placa "conmemorativa".<br />
- Harold Ramis, Bill Murray y Stephen Tobolowsky fueron invitados en diferentes ediciones a la verdadera fiesta del Día de la Marmota.<br />
- La película está considerada por "Premiére" como una de las 50 mejores comedias de todos los tiempos y, según la American Film Institute, es la sexta mejor película fantástica de la historia.<br />
- <b>Chevy Chase, Tom Hanks, Steve Martin</b> y <b>John Travolta</b> fueron algunos de los actores tanteados para el papel de Phil Connors, pero Harold Ramis eligió a Bill Murray porque tenía una apariencia más "borde" que estos otros.<br />
- Curiosamente, la larga amistad entre Ramis y Murray se rompió en esta película por desavenencias en cuanto al personaje. Al parecer, el director quería un tono más cómico y el actor, más filosófico.<br />
- La canción que suena con el despertador, <i>"<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/I_Got_You_Babe">I got you, babe</a>"</i>, de <b>Sonny&Cher</b>, estaba en la mente del guionista desde el principio.<br />
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