"Abróchense los cinturones, esta noche va a ser movida". |
Margo Channing es un personaje de una dimensión tan enorme para el cine que muy pocas actrices podrían abarcarlo con garantías de éxito. Bette Davis lo controló hasta convertirlo en la actuación de su vida, como ella confesó en su día. Semejante afirmación dice mucho de un papel y de una mujer que interpretó a Leslie Crosbie (“La carta”), Julie Marsden (“Jezabel”), Regina Giddens (“La loba”), Baby Jane Hudson (“¿Qué fue de Baby Jane?”) o Annie ‘Manzanas’ (“Un gángster para un milagro”).
La Margo de Bette Davis es tan irrepetible como el Stanley Kowalski de Marlon Brando (“Un tranvía llamado Deseo”) o la Escarlata O’Hara de Vivien Leigh (“Lo que el viento se llevó”), y constituye todo un monumento a la interpretación. Es una mujer arrolladora, temperamental, apasionada, posesiva y sensible hasta derrumbarse; posee una capacidad de réplica mordiente e intuitiva, lo que le permite plantarle cara al cínico Addison DeWitt (George Sanders), discutir eternamente con su novio, Bill Simpson (Gary Merrill) o desplegar su ingenio con su asistenta, Birdie (la extraordinaria Thelma Ritter).
La primera aparición de Margo en la pantalla nos dibuja a la perfección su carácter y su pose ante la vida sin necesidad de pronunciar una sola palabra. Simplemente, levanta los ojos con hastío al ver a Eva Harrington (Anne Baxter), saca un cigarrillo, lo enciende sin esperar a que nadie le ofrezca fuego, se sirve un licor y rechaza, con un gesto de autosuficiencia, la soda que le brinda el camarero. Vemos a una mujer que está de vuelta de todo y que mantiene una seductora imagen, con el largo cabello descansando sobre sus hombros desnudos y una mirada repleta de sabiduría.
“Eva al desnudo” (“All about Eve”, 1950) es una película de mujeres y sobre mujeres, de teatro y sobre el teatro. El diálogo que mantiene Margo con su amiga Karen Richards (Celeste Holm) en el coche averiado es tan intenso y revelador que no se sabe hasta qué punto es la Margo actriz, la Margo mujer o la propia Bette Davis quien está hablando. No en vano, la estrella sobrepasaba los 40 años y acababa de pasar por un largo periodo de declive profesional.
- Es curiosa la carrera de una mujer. Las cosas de las que te deshaces para ir más rápido. Olvidas que volverás a necesitarlas cuando vuelvas a ser una mujer. Ésa es la carrera que todas las mujeres tenemos en común, nos guste o no. Ser mujeres. Antes o después debemos poner gran empeño en ello.
Su relación con Birdie nos ofrece un punto de vista más sagaz e intimista, porque su fiel asistenta es la persona que mejor conoce las debilidades de Margo y, por supuesto, la primera que intuye la verdadera personalidad de Eva. Birdie sabe que, pese a su abrumadora personalidad, su amiga es una mujer frágil, que teme la soledad y la vejez, que necesita mantener su pasión hacia el teatro y, sobre todo, que está pidiendo mucho afecto. En el fondo es, como dice su novio, “un cordero perdido en la jungla”.
Birdie no tarda en calar a la auténtica Eva. - ¿Quieres pelea o una respuesta?- Una respuesta.- No.- ¿Por qué no?- Ahora sí buscas pelea.- Trabaja duro.- Día y noche.- Es leal y eficiente.- Como un agente con sólo un cliente.
Con Bill mantiene un vínculo tempestuoso y atormentado porque una barrera de edad les separa. “Bill tiene 32 y los aparenta. Los aparentaba hace 5 años y los aparentará dentro de 20”, le explica con fastidio a Karen. Con él se muestra especialmente orgullosa, celosa y dominante; por él es capaz de ponerse en ridículo en su fiesta de bienvenida, momento en que empieza a estar harta de esa joven que la observa como si estuviera captando con la mirada todo su talento.
Bill y Margo, en plena discusión. - Da la casualidad de que hay aspectos concretos de mi vida sobre los que me gustaría mantener derechos y privilegios únicos y exclusivos.- Por ejemplo, ¿cuáles?- Por ejemplo, tú.
Curiosamente, la relación entre Eva y Margo es mucho menos intensa de lo que podría pensarse. No existe un duelo interpretativo porque la joven y ambiciosa actriz nunca le muestra a la veterana dama del teatro su verdadera cara. Uno de los aciertos de la película es comprobar cómo una muchacha de turbio pasado, sin experiencia en el mundo del teatro, es capaz de engañar a los grandes expertos del drama y de la escena. Margo cae en la progresiva trama de ambición que teje Eva a su alrededor, pero en realidad no existe una confrontación entre ambas.
Margo (derecha) ya está harta de la joven y perfecta Eva. |
Margo Channing y su actriz triunfaron en el Festival de Cannes y en otros certámenes, aunque no lograron el ansiado Oscar. Pero el paso del tiempo le ha otorgado premios más valiosos. Desde el estreno de la película, Margo se ha convertido en el prototipo de personaje total, el que los profesores ponen de ejemplo cuando sus alumnos les preguntan qué es interpretación. El papel con el que han soñado miles de jóvenes actrices.
- Eres Margo. Sólo... Margo.- ¿Y qué es eso? Aparte de un nombre escrito en luces, quiero decir. Aparte de un mal genio que consiste sobre todo en lanzarme volando en una escoba, gritando con todas mis fuerzas. Los bebés se comportan como yo, ¿sabes? Arman jaleo y se portan mal. Se emborracharían si supieran cómo cuando no consiguen lo que quieren. Cuando se sienten no deseados, o inseguros, o... que nadie los quiere.
Curiosidades
- En la gala de los Oscar de 1951 por primera vez competían dos actrices de una misma película para el mismo premio. Pero ni Bette Davis/Margo ni Anne Baxter/Eve se llevaron la estatuilla, que cayó en manos de la adorable Judy Holliday por “Nacida ayer”. Una bailarina llamada Billie, que tiene que aprender modales y educación para convivir con su novio gángster, venció a Margo.
- Para el papel se pensó primero en Claudette Colbert, quien incluso ya había firmado el contrato, pero una lesión en la espalda la obligó a abandonar el proyecto. Posteriormente se pensó en Susan Hayward, Marlene Dietrich, Barbara Stanwyck e, incluso, Gertrude Lawrence, hasta que el productor Darryl F. Zanuck llamó a Bette Davis.
- El papel de Margo se basó en la experiencia que vivió la actriz teatral Elizabeth Bergner en los años 40; Bergner conoció por esa época a una joven admiradora a la que dio empleo como empleada; ésta, algo más tarde, trató de destruir su carrera. La escritora Mary Orr contó aquel episodio en una pieza corta que se llamó “The wisdom of Eve” (“La sabiduría de Eva”) y que sirvió de base para el guión cinematográfico de Joseph L. Mankiewicz.
- Mankiewicz se documentó acerca de una actriz británica llamada Sarah Siddons, que había sido una gran estrella de los escenarios en el siglo XVIII. Para la película se inventó el premio que lleva su nombre y, curiosamente, ese ficticio galardón se convirtió en real poco tiempo después en el teatro estadounidense. Grandes actrices conquistaron dicho trofeo… como Bette Davis y Anne Baxter, que lo recogió en la ficción y en la realidad.
- Bette Davis y Gary Merrill, pareja en la película, se enamoraron durante el rodaje y se casaron poco después. El matrimonio duró diez años y producto de él nacieron dos hijos. Curiosamente, en otra película de Mankiewicz, "Cleopatra", sus estrellas también protagonizaron otro idilio, éste mucho más polémico: Liz Taylor y Richard Burton.
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